Varios productos de maquillaje vienen en polvo, ya sean polvos compactos o pigmentos y minerales sueltos. Si bien son comunes, muchas personas no están seguras de cómo usar estos productos de forma adecuada, en especial cuando se trata de la base en polvo y de las sombras sueltas. Además, los polvos fijadores son una herramienta poderosa que con frecuencia se omite en las rutinas de maquillaje. Aunque puede parecer difícil utilizar polvos a diario cuando estás acostumbrada a las cremas, en realidad son muy sencillos de aplicar.

Método 1
Método 1 de 4:
Usar base en polvo

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    Escoge la base en polvo adecuada. Al igual que otros tipos de base, querrás que combine con el color de tu rostro lo más posible. Si tienes problemas para escoger el tono adecuado, pídele ayuda a un esteticista en una tienda por departamentos o en una tienda de productos cosméticos.
    • Las bases en polvo por lo general funcionan mejor con la piel grasosa. Sin embargo, ahora en el mercado existen bases en polvo hidratantes para las personas de piel más seca.
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    Aplícate una prebase. Pasa una capa delgada de prebase a lo largo de tu rostro con las yemas de los dedos. Solo debes usar una gota del tamaño de un guisante. La prebase te dará un lienzo suave sobre el cual trabajar y le ayudará a tu maquillaje en polvo a adherirse a tu piel más tiempo.
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    Mete una brocha en los polvos. No te apliques demasiada base a la vez, ya que podrías crear una apariencia recargada. La forma en que metas la brocha en los polvos dependerá de que vayas a usar polvos sueltos o compactos.
    • Si vas a usar polvos compactos, presiona suavemente la punta de la brocha en los polvos y muévela de un lado a otro con cuidado.
    • Si vas a usar polvos sueltos, empieza colocando un poco de polvos en la tapa de su envase. Mete un poco la brocha en los polvos y dale algunos golpecitos para eliminar el exceso de polvos.[1]
    CONSEJO DE ESPECIALISTA

    "Para evitar que tu maquillaje se vea elegante, comienza con la cara limpia, pinceles de maquillaje limpios y un polvo finamente molido y de alta calidad".

    Cassandra McClure

    Cassandra McClure

    Maquilladora
    Cassandra McClure es una activista de la belleza limpia y trabaja para aumentar el uso de cosméticos sostenibles y saludables. Ha trabajado en las industrias de belleza y cosmética durante más de 15 años, como modelo, artista de maquillaje y fundadora de empresas de maquillaje.
    Cassandra McClure
    Cassandra McClure
    Maquilladora
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    Espolvorea una capa ligera de base por todo tu rostro. Emplea una brocha kabuki redondeada o una brocha de base para conseguir mejores resultados.[2] Asegúrate de aplicarte la capa de manera uniforme a lo largo de tu rostro. Aplícate la base con movimientos largos y ligeros.[3]
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    Agrega más base en las áreas problemáticas. Busca cualquier imperfección o área enrojecida que la capa de base no haya cubierto por completo. Aplica más base en esas áreas hasta que desaparezcan. En esos lugares, mete el costado de la brocha en los polvos. Pasa la brocha directamente por esos lugares, presionándola ligeramente en tu piel.[4]

Método 2
Método 2 de 4:
Aplicarte rubor

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    Escoge el color correcto. Si sientes que tu piel se ve un poco apagada, un poco de rubor le dará vida a tu tez. Al igual que otros tipos de maquillaje, es importante que encuentres un color que complemente tu color de piel. Encuentra uno que cree el mismo color que tienen tus mejillas cuando te sonrojas. Estas son algunas pautas:
    • Si tu piel es muy oscura, puedes usar un rubor de color rojo vivo, albaricoque o rosa. Estos colores se ven llamativos en un polvo compacto, pero se integrarán bien en tu piel cuando te los pongas.[5]
    • Muchos colores diferentes funcionan bien con la piel de color medio. El albaricoque, gris topo, bronceado y coral son ejemplos de los rubores más populares para la piel de color medio.
    • La piel clara y pálida se ve mejor junto con el clásico rubor rosa.[6]
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    Mete la brocha en los polvos. Empieza con una brocha limpia, de preferencia una brocha de rubor. La mayoría de las veces, el rubor viene en forma de polvos compactos. Sin embargo, el pigmento suelto que se emplea como rubor ha estado ganando popularidad. Recuerda que solo quieres un poco de color; por lo tanto, no debes aplicarte demasiado rubor.
    • Si vas a usar polvos compactos, pasa la brocha ligeramente por los polvos una o dos veces. Sacude tu muñeca con la brocha en los polvos compactos para eliminar cualquier exceso, en caso de que sea necesario.
    • Si vas a utilizar pigmentos sueltos, empieza colocando la tapa del envase en la mesa con la parte interna hacia arriba. Sacude un poquito de polvos en la parte interior de la tapa. Mete la brocha y da golpecitos en el borde del recipiente para eliminar el exceso de polvos.[7]
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    Sonríe cuando te veas al espejo. A muchas personas les cuesta aplicarse rubor, y puede suponer un riesgo aplicártelo en un rostro relajado. La sonrisa hará que tus pómulos luzcan prominentes y te sea fácil aplicarte el rubor sin excederte.[8]
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    Ponte un poco de rubor e intégralo en tu piel moviendo hacia atrás. Ponte un poquito de rubor en los pómulos. Haz ligeros movimientos con la brocha para integrar los bordes del rubor. Aplícatelo hacia atrás, dirigiéndote hacia la sien, siguiendo tus mejillas.[9]

Método 3
Método 3 de 4:
Aplicarte sombras para ojos

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    Empieza con una prebase. Escoge una prebase de ojos o base de sombras para que tus sombras se fijen mejor en tu piel. Las prebases especiales para los ojos funcionan mejor, pero una prebase normal también funcionará.[10] Usa los dedos o una brocha delgada para agregar una capa delgada y uniforme de prebase en toda la piel en la que planeas aplicarte las sombras. Por lo general, será en todo el párpado y en el área ubicada ligeramente debajo de las cejas.
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    Escoge las sombras. En general, querrás al menos dos tonos: una base más clara y tono más oscuro para los párpados. Pueden ser colores parecidos o completamente diferentes. Al igual que con otros tipos de maquillaje en polvo, las sombras vienen en polvos compactos o en tarros pequeños como polvos sueltos. Las sombras sueltas suelen ser de un color más vivo, pero son más difíciles de aplicar. A menudo contienen pigmentos sin aglutinantes y, por lo tanto, se denominan simplemente “pigmentos”.
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    Utiliza una brocha para sombras. Será mejor que escojas una brocha delgada para aplicarte las sombras con más facilidad. No obstante, puedes usar una brocha más ancha si vas a aplicarte las sombras en un área grande, como en todo el párpado. Las brochas para sombras con una punta redondeada generalmente son mejores para aplicarte pigmentos sueltos.[11] También podrías decidir emplear un aplicador en esponja en lugar de la brocha, pero te tomará más tiempo integrar las sombras en tu piel.[12]
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    Mete la brocha en las sombras del color más claro. Ten cuidado de no hacerlo en exceso. Si te aplicas demasiadas sombras, se caerán por tus mejillas. Recuerda que siempre tienes la opción de aplicarte más sombras con facilidad, pero es mucho más difícil sacártelas sin arruinar el resto de tu maquillaje.
    • Si vas a aplicarte polvos compactos, simplemente pasa la brocha por las sombras de un lado a otro una o dos veces.
    • Si el tono más claro viene en pigmentos sueltos, dales golpecitos en la tapa del envase. Mete la brocha en un poquito de pigmento. Golpea la brocha ligeramente en el costado del recipiente para eliminar el exceso de polvos.[13]
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    Aplícate el tono más claro en el párpado. Por lo general, querrás usar este tono más claro como base. Para hacerlo, empieza con la parte inferior de tu párpado y ve hacia arriba. Detente en algún lugar debajo de tus cejas.[14]
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    Mete la brocha en las sombras del color más oscuro y aplícatelo. Mete la brocha en las sombras del color más oscuro de la misma forma en que lo hiciste con el color más claro. En general, te aplicarás el color más oscuro por todo el párpado, deteniéndote en el pliegue. Hazlo con un solo movimiento de la brocha, empezando en el extremo externo del ojo y dirigiéndote hacia el extremo interno.[15]
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    Integra los colores. Pasa la brocha de un lado a otro por el límite entre los dos colores unas cuantas veces. Haz que el área integrada esté lo más cerca posible del pliegue del párpado. No presiones demasiado, sino más bien pasa la brocha con movimientos suaves. Repite este proceso hasta que los dos colores se hayan integrado a la perfección en el límite.[16]

Método 4
Método 4 de 4:
Aplicarte polvos fijadores

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    Primero debes aplicarte la base. Debes aplicarte los polvos fijadores después de la base y el corrector cosmético, pero antes del lápiz labial y el maquillaje de ojos. Los polvos fijadores son el elemento más importante al usar bases líquidas o en crema, puesto que reducirán el brillo y evitarán que tu maquillaje se te corra por el rostro. También puedes emplearlos para que la base en polvo sea más duradera.[17]
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    Escoge los polvos adecuados. Escoge polvos traslúcidos o cercanos a tu color de piel natural. Asegúrate de que el producto se venda como polvos fijadores y no como base en polvo.
    • Los polvos que combinan con tu color de piel te brindarán una cobertura adicional al ocultar las imperfecciones. Sin embargo, suelen lucir más marcados que los polvos traslúcidos.
    • Los polvos traslúcidos pueden combinar con todos los colores de piel y looks menos recargados, a comparación de los polvos de color. Solo asegúrate de integrar bien polvos traslúcidos, pues el flash de las cámaras puede hacer que resalten.[18]
    • Como la mayoría de los tipos de maquillaje en polvo, los polvos fijadores pueden venir sueltos o compactos.
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    Mete una brocha en los polvos. Toma una brocha grande y suave, y métela en los polvos o pásala por los polvos compactos. Golpea ligeramente o sacude un poco la brocha en el recipiente una o dos veces. De esta manera, sacarás de las cerdas el exceso de polvos.
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    Aplícate los polvos en el rostro. Aplícatelos con ligeros movimientos, concentrándote en el centro del rostro. Ten cuidado de pasarlos por la zona T, los extremos externos de la nariz, el mentón y las mejillas. Evita aplicártelos en los bordes extremos del rostro.[19]
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    Integra bien los polvos en tu rostro. Emplea una brocha kabuki o algún otro tipo de brocha con bastantes cerdas. Pasa los polvos por todo tu rostro con movimientos circulares. De esta manera, tu piel se verá menos pálida y más natural.[20]

Consejos

  • Considera usar polvos sueltos en casa y llevar polvos compactos para retocarte a mediodía.
  • Aplícate polvos fijadores sobre los pigmentos si quieres contrarrestar el rubor o las sombras de un color muy vivo.[21]
  • Al echarle ligeramente a tu rostro un rociador hidratante después de terminar crearás un look final más natural y menos empolvado.[22]

Acerca de este wikiHow

Cassandra McClure
Coescrito por:
Maquilladora
Este artículo fue coescrito por Cassandra McClure. Cassandra McClure es una activista de la belleza limpia y trabaja para aumentar el uso de cosméticos sostenibles y saludables. Ha trabajado en las industrias de belleza y cosmética durante más de 15 años, como modelo, artista de maquillaje y fundadora de empresas de maquillaje. Este artículo ha sido visto 9338 veces.
Categorías: Maquillaje de rostro