¿Te interesa ayudar a asegurar que tu prójimo tenga qué comer? Mostrar una conducta humanitaria en tiempos de escasez, cuando muchos se vuelven egoístas, es muy recomendable. ¡Aquí te presentamos lo que puedes hacer para marcar una diferencia!

Parte 1
Parte 1 de 3:
Haciendo un esfuerzo diario

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    Ten un poco de comida en tu automóvil. La mayoría de nosotros no tiene acceso constante a la comunidad de las personas sin hogar. Podría ser la misma persona que nos cruzamos cuando conducimos o cuando estamos en la calle, pero además de eso, es algo muy casual. Así que debes estar listo para ayudar manteniendo un poco de comida en tu automóvil (o el de tu madre). Una bolsa hermética (o dos) con alimentos no perecibles es una gran forma de estar listo.
    • Elige alimentos no perecibles básicos. Barras de granola, frutas o vegetales enlatados, mantequilla de maní, tal vez una barra de chocolate (casi todo lo que puedas abrir y comer, que no se pueda triturar, como las papitas fritas).
    • No olvides la comida para mascotas. Se estima que aproximadamente 10% de las personas sin hogar tienen mascotas como compañía. Esto es como 1 de cada 10. La comida para mascotas puede ser muy útil (si sus mascotas no se alimentan, es otra preocupación para ellos).
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    Ten unas cuantas tarjetas de regalo a la mano. Hoy en día casi en todas las colas para pagar hay filas y más filas de tarjetas de regalo listas para inspirar esa compra impulsiva. En vez de gastar innecesariamente tu dinero, úsalo para una buena causa. Cargar una o dos tarjetas de regalo es muy sencillo. La pregunta es, ¿tarjetas de dónde?
    • No te compliques, elige Starbucks, McDonald's, Wal-Mart, o Target. Inclusive una tarjeta de US$5 sería un gesto sorprendente. Las tarjetas de regalo son mucho más fáciles de llevar a donde vayas.
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    Guarda todo lo que se pueda reciclar. Como ya habrás notado, las personas sin hogar a menudo recolectan latas y botellas. Todos tenemos artículos reciclables que podemos donarle a alguien que realmente los necesita para venderlos, así que conserva los tuyos. Además, eso te ahorra el viaje, de modo que ambos ganan.
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    Dona a una colecta de alimentos. Si no hay ninguna colecta en tu colegio o trabajo, averigua qué ocurre en tu comunidad. Algunas organizaciones llevan a cabo colectas todo el año. Revisa los periódicos, los colegios locales y otras fuentes de noticias.
    • Si no puedes encontrar una buena de colecta en tu localidad, hay muchas más formas de donar comida. Comunícate con albergues locales, iglesias y coaliciones para preguntarles qué necesitan. Esto es muy útil durante las vacaciones.
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    En general, no debes donar efectivo. Lo has escuchado antes y lo volverás a escuchar: cuando das dinero, nadie sabe en qué se podría usar. Algunas organizaciones dicen que dar efectivo hace que los desamparados se queden en la calle y no busquen ayuda en albergues y coaliciones.
    • Sin embargo, puedes donar efectivo a organizaciones sin fines de lucro y a otras similares que ayudan a los desamparados. Cuando ayudas a estas organizaciones, tu dólar alcanza la máxima eficiencia. Ellos saben exactamente qué hacer con ese dinero.

Parte 2
Parte 2 de 3:
Involucrándote con tu comunidad

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    Trabaja con programas locales de tu iglesia. Estos tienen nombres distintos en cada pueblo, pero uno es Catholic Charities (CC), que es una oficina de compensación; además existen otros programas. Por si acaso, a ellos no les importa si eres católico o no. Estarán agradecidos por cualquier ayuda que puedas brindarles.
    • Ya sea que colabores con tiempo, dinero, comida o ropa, estarás marcando una diferencia positiva. Las personas que van a la iglesia a buscar ayuda no son necesariamente religiosas, pero saben que encontrarán personas a quienes les gusta ayudar.
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    Consigue una lista de albergues. Internet y las páginas amarillas te servirán mucho. Una vez que tengas una lista puedes:
    • Hacer llamadas telefónicas, preguntando cómo puedes ayudar. Algunos albergues podrían necesitar voluntarios, otros podrían necesitar comida y otros, artículos personales.
    • Ten información a la mano cuando hables con una persona sin hogar. Una lata de comida los alimenta hoy, pero hablarles sobre un albergue los alimenta por mucho más tiempo.
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    Comunícate con tu comedor popular. ¿Por qué solo donar comida si puedes ayudar a prepararla? Las personas sin hogar no solo necesitan comida, sino también un rostro sonriente para sobrellevar su situación. Puedes restaurar su fe en la humanidad brindando una mano extra para demostrarles que son seres humanos valiosos.
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    Recauda fondos. ¿Quieres llevar tus esfuerzos al siguiente nivel? Recauda fondos en tu escuela o en tu trabajo. Inclusive si reúnes un grupo pequeño de amigos, tendrán más poder. Mientras más gente se involucre, más gente podrá ayudarte. Aunque sea por un día o por un mes, es una buena idea.
    • Si quieres hacer una recaudación mayor, difunde tu iniciativa. Haz volantes, distribúyelos, envía mensajes de correo electrónico, haz unos anuncios en Facebook, todo lo que sea necesario para llegar a la mayor cantidad de gente. Inclusive si alguien dona un dólar, habrás logrado algo importante.
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    Involúcrate con una coalición local. Aunque es posible que no lo sepas, seguramente hay coaliciones en tu localidad que buscan ayudar a los desamparados. Estas organizaciones sin fines de lucro que buscan reducir la cantidad de gente en las calles. Involúcrate con alguna coalición de tu localidad.
    • En Estados Unidos, llamar al 211 o al 311 sirve para comunicarte con la línea de crisis si encuentras a alguien que necesita ayuda con urgencia. El operador de emergencia puede alertar a alguien de la coalición en tu localidad de inmediato.[1]

Parte 3
Parte 3 de 3:
Yendo más allá

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    Organiza una colecta de alimentos. Al igual que una recaudación de fondos, puedes organizar una colecta de alimentos. A veces la gente está más dispuesta a dar alimentos enlatados que dinero (lo notamos menos en nuestra billetera). Organiza una colecta en tu escuela o en tu trabajo. Traza una meta y cúmplela. Ahora, ¿por cuánto tiempo durará?
    • Da todo o nada, ¿no? Comunícate con los periódicos de tu localidad o tu estación de noticias para que cubra tu evento. ¡Difúndelo! Es una gran causa; ¿quién podría negarse? Difunde en las redes sociales y diles a tus amigos (necesitarás apoyo).
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    Haz que el gobierno se involucre. Debido a que los desamparados no votan mucho, no consiguen mucha atención de nuestros representantes. Diles a los tuyos que quieres que tomen una iniciativa.
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    Involúcrate en la política local. Si tus representantes actuales no hacen nada, tendrás que involucrarte tú mismo. Inclusive el hecho de estar en el consejo escolar es un paso en la dirección correcta. A veces las personas no hablan por ti, así que tienes que elevar tu propia voz.
    • Empieza a asistir a reuniones de comités, si eres principiante. Conoce a las personas adecuadas. Será difícil conseguir ese impulso por tu cuenta. Seguramente otras personas sienten lo mismo que tú (solo tienes que aliarte con ellas).
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    Ayuda a Hábitat para la Humanidad. Alimentar a los desamparados es una cosa, pero ¿por qué debes detenerte ahí? Una vez que ellos tienen un techo sobre sus cabezas, tienen menos de qué preocuparse (y más dinero para gastar en comida). No solo pienses en albergues (sé voluntario en otros lugares).
    • También puedes alimentar a los trabajadores de Hábitat. Comunícate con la división de tu localidad y pregúntales si puedes patrocinar un almuerzo o ayudar a poner un puesto de limonada. ¡Cualquier ayuda cuenta, por pequeña que sea!
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    Empieza un programa en tu localidad. Es obvio que esto va a tomarte mucho trabajo (aprobación de la comunidad, costos iniciales, posibles licencias, etc.). Pero es posible (así es como empezaron los programas que conoces: con una persona). ¿Hay algún vacío en tu comunidad que puede llenarse?

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