Tener hijos pequeños puede llevar a rivalidades entre hermanos, además de peleas, resentimiento y muchas lágrimas. Sin embargo, con un poco de esfuerzo y estrategia, puedes fomentar el vínculo entre hermanos. Para ayudar a los hermanos pequeños a unirse, encuentra actividades divertidas que puedan hacerlas juntos y fomenta la confianza y el trabajo en equipo. Evita comparar a los hermanos y bríndales habilidades prácticas de resolución de conflictos. De esta forma, pronto estarás en camino a tener una casa más armoniosa.

Método 1
Método 1 de 4:
Encontrar formas de vincular a tus hijos

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    Alienta a los hermanos a jugar juntos. Jugar juntos puede ayudar a tus hijos a vincularse a cualquier edad. ¡Las opciones para jugar son ilimitadas! Trata de hacer que practiquen un juego, por ejemplo, perseguirse, jugar a las escondidas o incluso jugar con cartas o un juego de mesa. En el caso de los niños más pequeños, utiliza juguetes que sean adecuados para la edad del niño más pequeño.[1]
    • Los hermanos muy pequeños pueden practicar juegos favoritos específicos para la edad que tengan, por ejemplo, pueden jugar al cu-cu o palma con palma.
    • Si los hermanos son reacios a interactuar, trata de programar la “hora de hermanos” y “mi tiempo” en su tiempo de juego.
    • Si los niños tienen un auto a batería o uno impulsado por pedales, permite que el hermano menor viaje en el lado del pasajero mientras que el hermano mayor conduce. No olvides aprovechar esta adorable oportunidad para las fotos.
    • Los juegos simples pueden ayudar a los niños a vincularse si tienen intereses o habilidades diferentes que pueden obstaculizar el vínculo de calidad.
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    Alienta a los hermanos a imaginar cosas juntos. Alienta a tus hijos a dejar divagar su imaginación y a crear mundos mágicos juntos. Piensa en las cosas que les gusta hacer a tus hijos y encuentra la forma de involucrar a todos los hermanos. Los escenarios de simulación pueden hacer que esos juegos creativos fluyan a la vez que se genera un vínculo divertido.
    • Por ejemplo, pueden simular ser reyes y reinas elegantes de un castillo o leones y monos en una jungla densa tropical.
    • Los niños pequeños también se pueden unir a la diversión imaginaria. Un hermano mayor puede simular ser el médico, mientras que los hermanos menores pueden ser los pacientes. En un juego de un restaurante, los hermanos mayores pueden servir platos llenos de alimentos de plástico a sus “clientes” más jóvenes.
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    Crea proyectos de manualidades juntos. ¡Vuélvete astuto a fin de estimular el vínculo entre hermanos! Puedes adecuar las manualidades para cada niño según su nivel de desarrollo; no obstante, ellos pueden utilizar los mismos materiales y completar los proyectos juntos. Los proyectos de manualidades son una forma excelente para que los hermanos pasen tiempo juntos sin importar la edad, etapa de desarrollo o habilidad.
    • Por ejemplo, pueden colorear juntos un mismo libro para colorear o pueden dibujar juntos. Guarda estos pequeños tesoros.
    • Mantén las cosas festivas con las manualidades de temporada. Deja que pinten las macetas en la primavera o que hagan adornos navideños en el invierno. Si uno o dos hermanos son muy pequeños para hacer las cosas por sí solos, haz que los hermanos mayores los ayuden.
    • Los niños pequeños también pueden hacer proyectos de manualidades con los hermanos mayores. Además, colorear con crayones puede perfeccionar las habilidades motoras.
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    Enfatiza que tus hijos son un equipo. La frase cliché “El trabajo en equipo hace que el sueño se realice” es verdad. Trata de retar a tus hijos de formas que requieran trabajo en equipo. Trabajar juntos a fin de alcanzar un objetivo común puede ayudarlos a vincularse a la vez que evitas que compitan por tu atención, lo cual puede volverse muy desagradable. Encuentra formas en que puedan hacer tareas o juegos juntos como equipo.[2]
    • Por ejemplo, haz un juego en equipo en el que todos los hermanos levanten sus juguetes antes de que suene un cronómetro. Asegúrate de que todos participen y se ayuden entre sí y aliéntalos a medida que completan la tarea. ¿Una casa limpia y hermanos que establecen un vínculo? Así sin duda ganas.
    • Trata de organizar una búsqueda del tesoro en la casa y en el jardín, usando indicios y pistas que tus pequeños detectives tendrán que analizar juntos para encontrar el tesoro.[3]
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    Alienta la confianza al dejar que se ayuden entre sí. Tus hijos pueden establecer un vínculo al recurrir el uno al otro para completar tareas en vez de recurrir a ti o a otros adultos. Esto ayuda a los hermanos mayores a sentirse importantes y protectores, mientras que los hermanos menores aprenden a confiar en los hermanos mayores.[4]
    • Por ejemplo, si tus hijos más pequeños necesitan ayuda para escoger la ropa, permite que los hermanos mayores ofrezcan sus habilidades de estilo. Puedes decir “Pregúntale a tus hermanos. ¡Son realmente buenos en escoger camisas!”. Si tus hijos mayores pueden manejar la situación, puedes dejar que ayuden a los más pequeños a vestirse.
    • Haz que tus hijos mayores les lean cuentos a sus hermanos menores. Si el hermano más pequeño está en pleno ataque de llanto, toma un paso muy necesario hacia atrás y deja que el hermano mayor pruebe su aptitud para consolarlo.
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    Ofrece actividades estructuradas para varios hermanos. Si tus hijos tienen muchos hermanos, puede ser difícil que establezcan un vínculo con cada uno de ellos. Sin embargo, si tienes en cuenta algunas actividades planificadas, puedes cortar este problema de raíz. Escoge actividades que todos tus hijos pequeños puedan hacer.[5]
    • Por ejemplo, haz que todos hagan galletas o proyectos de manualidades, o que construyan fortalezas, paseen en bicicleta o jueguen en el parque. Ofrece juegos de mesa o juegos de naipes en el que todos puedan participar, como ¡Pesca!
    • Esto es muy importante si tienes grupos de niños que son más cercanos que otros. Supervisar actividades en las que todos tus hijos puedan pasar tiempo juntos puede ayudar a fortalecer los vínculos entre los que no son tan cercanos.
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    Enseña la amabilidad por medio del ejemplo. Enséñales a tus hijos la importancia de la familia, el amor y la bondad para así estimular el vínculo. El método probado de enseñar a través del ejemplo funciona mejor. Asegúrate de que tu pareja y tú se traten entre sí con amor y amabilidad y también de la misma forma a cada niño. Tus hijos pequeños harán lo mismo y así lograrás tener una familia más feliz y cercana.[6]
    • Por ejemplo, podría ser fácil gritarle a tu pareja o a tus hijos cuando te enojes; no obstante, haz todo lo posible para hablar sobre el tema con calma.
    • Alienta a tus hijos a realizar pequeños actos de bondad el uno para el otro. Un hermano podría llevar un suéter o una manta al otro si dijo que tenía frío o recordar comprarle su bocadillo dulce especial durante una carrera a la tienda de comestibles.
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    Permite que los hermanos mayores carguen a los hermanos menores. Si tienes bebés o niños pequeños, trata de dejar que el hermano mayor cargue al más pequeño. Además de ser una situación muy adorable, esto puede ayudar a establecer un vínculo. Asegúrate de darle una lección al hermano mayor en cargar al menor, en especial si es un bebé pequeño.[7]
    • Si permites que el hermano mayor cargue al más pequeño, el hermano mayor empezará a sentir una conexión con su nuevo hermano menor y este se unirá emocionalmente con el hermano mayor.
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    Haz que los hermanos mayores ayuden con las tareas del bebé. ¡Pon al hermano mayor a trabajar en el cuidado de los niños! Puedes hacer que el hermano mayor alimente al bebé, cambie el pañal, cambie la ropa o ayude durante el baño. Esto te permitirá un merecido descanso mientras los ayudas a estar más cerca.[8]
    • Si el hermano mayor es muy joven como para hacer algunas de estas actividades por sí mismo, haz que sea tu “asistente” en el cuidado de los más pequeños.
    • Una vez más, asegúrate de que el hermano mayor sepa cómo manejar al bebé de forma segura.

Método 2
Método 2 de 4:
Resolver conflictos

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    Enseña la resolución de conflictos. Así como probablemente hayas aprendido durante el momento en que te dedicaste a la crianza, la pelea entre hermanos es inevitable. Sin embargo, enseñarles a resolver conflictos ellos mismos les puede ayudar a tener una mejor relación. Empieza por establecer límites y después enséñales formas pacíficas de resolver los conflictos. La violencia física definitivamente nunca es una opción.[9]
    • Por ejemplo, si un niño golpea a otro, podrías decir “Entiendo que le pegaste a tu hermano porque se llevó tu juguete, pero no lo golpees. Golpear duele. En vez de eso, usa tus palabras. Dile que te devuelva tu juguete y que te lo pida si quiere jugar con él”.
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    Trata de dejar que los hermanos resuelvan el conflicto. Es tentador dar un paso cada vez que tus hijos discuten; no obstante, trata de resistirte. En vez de eso, deja que traten de resolver el conflicto por sí mismos. Mantente atento a comportamientos groseros o violentos, pero mantén la distancia.[10]
    • A los bebés y niños pequeños les debes permitir resolver las cosas con sus hermanos. Así aprenderán algunas habilidades prácticas de resolución de conflictos que les servirán por el resto de sus vidas.
    • Alienta a los niños a encontrar soluciones. Podrías decir “Aun cuando discutas, sé que puedes plantear una solución positiva que sirva para todos ustedes”.
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    Intervén cuando sea necesario. Los conflictos pueden escalar con rapidez y volverse feos. Un niño enojado puede hacer de todo, es decir, morder, patear, gritar y vociferar. Si tus hijos hacen estas cosas, deberás intervenir. Informa a todos los hermanos que no tolerarás un comportamiento violento y negativo.[11]
    • Por ejemplo, podrías interponerte entre tu hijo pequeño y tu hijo de cinco años que se golpean. Es posible que los tengas que tomar de las manos y decir “No le pegues a tu hermano”.
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    Evita tomar partido por alguien. Cuando medies entre tus hijos, asegúrate de no tomar partido. Esto puede dañar el vínculo y provocar resentimiento. En vez de eso, piensa en ti como si fueras un juez honorable, es decir, justo e imparcial.[12]
    • Cuando medies, asegúrate de reconocer a todos sus hijos y sus posiciones o puntos de vista. Deberás obtener la historia completa.
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    Permite que los niños pasen un tiempo aparte. Todos necesitan un tiempo aparte, incluyendo tus hijos. Déjalos pasar tiempo a solas o con otros niños o adultos. Mucho tiempo con la misma gente puede hacer que los nervios se crispen, lo cual para los niños significa pelear y hacer rabietas.[13]
    • Pasa tiempo con cada niño solo. Escoge una actividad especial que le guste hacer juntos. Esto puede ayudar a evitar los celos entre hermanos.
    • ¡Planifica algunas actividades divertidas para jugar en grupo con otros niños! De esta forma tus hijos podrán socializar con otros niños que no sean sus hermanos.

Método 3
Método 3 de 4:
Alentar el vínculo familiar

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    Programa actividades familiares. ¡Involucra a toda la familia! Piensa en algunas formas en que tu familia puede pasar tiempo reunida. Esto puede ser una tradición semanal o algo divertido que hagan una vez al año. Así tus hijos pueden crear recuerdos compartidos juntos.[14]
    • Organiza una noche semanal para preparar pizzas al gusto o hacer unas galletas recién hechas los fines de semana. También pueden acudir al parque para pasar una tarde en los columpios y escalando.
    • Lleva la fiesta afuera al planificar salidas divertidas con todos los hermanos. Echa un vistazo en tu zona a los parques de atracciones, gimnasios de escalada o museos para niños.
    • Si deseas hacer más fuerte el vínculo, escoge una actividad que requiera trabajo en equipo y solución de problemas grupales, por ejemplo, acampar.
    • Los bebés y los niños pequeños también pueden participar en las festividades fuera de la casa. Lleva a todos los niños a la piscina o a la playa y alienta a tu hijo mayor a jugar con juguetes acuáticos mientras el bebé flota de forma segura cerca de él.
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    Practica juegos de niños contra padres. En vez de dejar que tus hijos compitan entre sí, permíteles competir contra tu pareja y contra ti. Una pequeña rivalidad desenfadada puede ser una maravilla, además que formar equipo contra los adultos es una manera excelente de fortalecer los vínculos entre hermanos.[15]
    • Por ejemplo, puedes jugar a las escondidas, un juego de mesa, a perseguirse o incluso empezar una pelea de agua.
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    Evita comparar a tus hijos. Comparar a tus hijos es uno de los caminos más rápidos para producir el resentimiento entre hermanos. Recuerda que tus hijos son personas diferentes y que, por lo tanto, hacen las cosas de manera diferente y que sus gustos también son distintos. Eso está perfectamente bien. Trata de no tomar partido por alguno de ellos y evita tener un favorito.[16]
    • Evita decir cosas como “Tu hermano nunca…” o “Tu hermana siempre…” y mantente alejado del siempre peligroso “¿Por qué no puedes ser más como tu hermano?”.

Método 4
Método 4 de 4:
Establecer límites

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    Mantén límites adecuados para la edad. Si bien pasar tiempo juntos es importante para los hermanos, simplemente hay algunas actividades que no podrán hacer juntos debido a la diferencia de edad. ¡No te preocupes! Separarlos un poco está bien y podrán establecer un vínculo al hacer otras actividades diferentes.[17]
    • Por ejemplo, no permitas que un hermano menor use juguetes peligrosos o que se monte en una bicicleta que sea muy grande para él, por muy temerario que pueda ser.
    • Es posible que no quieras que tu hijo menor se quede hasta tarde con el hermano mayor o que vea una película de suspenso.
    • Recuerda también que tu hijo mayor todavía es un niño y no un niñero pequeño. Evita obligarlo de forma constante a jugar con sus hermanos menores ya que esta es una vía hacia el resentimiento, lo cual exactamente no fomenta el vínculo. Asegúrate de darle tiempo a tu hijo mayor para que sea un niño y juegue con niños de su edad.
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    Permite que los niños tengan sus propias pertenencias. Compartir es excelente; sin embargo, también lo es tener algunas cosas propias. Permite que tus hijos tengan algunos juguetes o artículos que están fuera del alcance de sus hermanos. Asegurarte de que todos los hermanos respeten esto puede ayudar a reducir el resentimiento.[18]
    • Por ejemplo, tus hijos podrían tener un muñeco de peluche favorito, muñeca, auto, figura de acción, manta o almohada que no deseen compartir. Eso estará bien y no es que tu hijo se esté convirtiendo en un pequeño avaro. Solo asegúrate de que los hermanos sepan qué artículos están fuera del alcance.
    • Piensa en darle a cada niño una caja con su nombre en donde pueda guardar sus juguetes especiales.
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    Enseña el comportamiento adecuado. Esa sonrisa traviesa podría hacerte derretir; sin embargo, no permitas que la conducta inadecuada de tu hijo más pequeño siga adelante. Esto puede causar malos sentimientos y provocar rivalidades, en especial si los niños mayores sienten que siempre son ellos los que se meten en problemas. Afortunadamente, evitarlo es simple ya que tan solo deberás enseñar a todos tus hijos el comportamiento adecuado. Ayuda a tus hijos más pequeños a saber cuándo se están comportando de manera inadecuada y muéstrales el comportamiento adecuado.[19]
    • Encárgate de la apropiación de juguetes, un clásico comportamiento de hermanos pequeños que vuelve locos a los hermanos mayores. Si ves que tu hijo más pequeño le arrebata una muñeca o un juguete que le pertenece al hermano mayor, ofrece una corrección leve.
    • Podrías decir algo como “Debemos turnarnos con los juguetes. Tu hermano está jugando con ese muñeco en este momento y no puedes quitárselo cuando juegue con él. En vez de eso, si eres paciente, educado y esperas tu turno, podrás jugar con él cuando haya terminado”.

Acerca de este wikiHow

Elizabeth Weiss, PsyD
Coescrito por:
Psicóloga clínica licenciada
Este artículo fue coescrito por Elizabeth Weiss, PsyD. La Dra. Elizabeth Weiss es psicóloga clínica con licencia en Palo Alto, California. Ella recibió su doctorado en Psicología en 2009 en el PGSP Stanford Psy.D Consortium de la Universidad de Palo Alto. Se especializa en trauma, dolor y adaptación, y ayuda a las personas a reconectarse con ellas mismas después de experimentar experiencias difíciles y traumáticas. Este artículo ha sido visto 2877 veces.
Categorías: Vida familiar