Darle un acabado con barniz a la madera no solo ayuda a su preservación, sino que también la protege de rayaduras y manchas. El barniz embellece las piezas de madera y resalta su veta y color único; también lo puedes comprar matizado para cambiar el color de la madera. Sigue estos pasos para aplicar barniz a los muebles de madera.

Parte 1
Parte 1 de 3:
Elegir el barniz y espacio de trabajo adecuado

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    Escoge un área ventilada y con buena iluminación. Una luz fuerte y brillante te facilitará detectar imperfecciones, como burbujas de aire, brochazos, abolladuras y zonas sin pintar. También es importante tener buena ventilación ya que algunos tipos de barnices y disolventes de pintura despiden fuertes gases que pueden ocasionar mareos y náuseas.
    • Si los gases son muy fuertes para ti, abre una ventana o enciende un ventilador.
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    Elige un área sin polvo ni suciedad. El área de trabajo debe estar limpia y libre de polvo. Quizá debas fregar el piso o pasar la aspiradora para evitar que el polvo se adhiera a tu trabajo y lo arruine.
    • Si trabajas a la intemperie, evita hacerlo en días ventosos, de lo contrario las partículas diminutas de polvo pueden caer en el barniz húmedo y arruinar el acabado final.
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    Presta atención a la temperatura y a la humedad. La temperatura del lugar donde realizarás el barnizado debe encontrarse entre los 21 °C y 26 °C (entre 70 °F y 80 °F) aproximadamente. Si hace demasiado calor, el barniz puede secarse muy rápido, ocasionando la formación de pequeñas burbujas. Si hace demasiado frío o hay mucha humedad, el barniz puede demorar demasiado en secar, lo que permite que las pequeñas partículas de polvo tengan más tiempo para asentarse en el barniz húmedo.
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    Utiliza una protección adecuada. Cuando barnizas madera, trabajas con químicos que pueden ser dañinos al entrar en contacto con la piel; también pueden arruinarte la ropa. Antes de iniciar el barnizado de la pieza de madera, trata de usar ropa que puedas ensuciar o manchar, y usa guantes y gafas de protección. También puedes conseguir una máscara antipolvo o una máscara facial ventilada.
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    Encuentra el barniz adecuado. Hay diversos tipos de barnices disponibles, cada uno con sus propias ventajas y desventajas. Algunos barnices son más fáciles de usar, mientras que otros son mejores para ciertos trabajos. Elige uno que sea adecuado para tu proyecto y preferencias.
    • Los barnices a base de aceite, incluidos algunos de poliuretano, son de larga duración. Por lo general, hay que mezclarlos con un disolvente de pintura, como la trementina. También despiden fuertes gases, por lo que debes usarlos en un área bien ventilada. Asegúrate de limpiar bien las brochas que vayas a emplear a fin de que se conserven y duren más.
    • Los barnices acrílicos y a base de agua tienen poco olor y los puedes mezclar solo con agua. Estos suelen secar más rápido que los barnices a base de aceite, pero no son tan resistentes. Puedes lavar las brochas que vas a usar con solo agua y jabón.
    • Los barnices en aerosol son más fáciles de usar. No requieren brochas y no es necesario diluirlos con disolventes. Sin embargo, debes usarlos en un área bien ventilada, ya que sus gases fuertes pueden ocasionar mareos y náuseas.
    • También puedes encontrar barnices transparentes y matizados. Los transparentes permiten que se aprecie el color natural de la madera y los matizados actúan como un tinte y dan a la pieza un color específico.
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Parte 2
Parte 2 de 3:
Preparar la madera para el barnizado

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    Quita el acabado anterior si lo deseas. Puedes aplicar el barniz sobre una superficie ya pintada para preservarla, o puedes aplicarlo sobre una superficie natural sin pintar. Existen diversas maneras de quitar los acabados anteriores, incluyendo el uso de decapantes y lijas.
    • Si el mueble de madera nunca ha sido pintado ni barnizado, o si deseas preservar su color original, entonces continúa con el paso 5.
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    Considera quitar los acabados anteriores con un decapante. Quita las pinturas y los acabados anteriores al aplicar una solución decapante sobre la madera con una brocha. Deja la solución en la madera, según las indicaciones de fabricación, y luego ráspala con una espátula de esquinas redondas.[1] No permitas que el decapante se seque.
    • Asegúrate de quitar cualquier residuo del decapante. La eliminación de los residuos dependerá del tipo de decapante que compres. Sin embargo, la mayoría de estos requieren trementina o agua.
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    Considera quitar los acabados anteriores mediante el lijado. Puedes sacar los acabados con una lija, un bloque pulidor o una lijadora manual. La lija y los bloques pulidores son más efectivos en superficies irregulares o curvas, como las perillas y patas de sillas. Las lijadoras manuales funcionan mejor sobre superficies planas, como las sobremesas. Empieza con una lija media, como de 150, y continúa con una más fina, como de 180.[2]
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    Considera quitar los acabados anteriores con un disolvente de pintura. Semejante al decapante, el disolvente de pintura también puede usarse para este fin. Humedece un paño viejo o un trapo con un poco de disolvente, y frótalo sobre la superficie de la pieza de madera. Una vez que el acabado se haya desprendido, ráspalo con una espátula.[3]
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    Lija la madera con una lija fina. Este proceso no solo elimina cualquier brillo restante o acabado, sino que también le da al barniz una superficie áspera a la cual se puede adherir. Utiliza una lija de 180 a 220 y pásala en dirección de la veta.[4]
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    Limpia la madera y el espacio de trabajo con un paño húmedo y déjalos secar. El área donde trabajarás debe estar libre de polvo o suciedad antes de que empieces a aplicar el barniz. Limpia la pieza de madera con un paño húmedo. Asegúrate de también barrer y aspirar mesas y pisos en el área de trabajo; quizá debas emplear un paño húmedo o una mopa.
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    Considera llenar la veta de la madera. Algunas maderas de grano abierto, como la del roble, necesitan un relleno de masilla para obtener un acabado suave. Puedes emplear un color que combine con el color natural de la madera, o puedes usar el color del tinte que emplearás.
    • Puedes usar un color de contraste para que resalte más la veta, o un color similar para que esta parezca más tenue.[5]
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Parte 3
Parte 3 de 3:
Barnizar la madera

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    Si es necesario, prepara el barniz para la primera capa. Algunos barnices, como los que vienen en aerosol, no requieren de ninguna preparación; otros tipos necesitan ser diluidos para aplicar la primera capa. Esto ayuda a sellar la madera y a prepararla para las siguientes capas. No es necesario diluir el resto de capas.
    • Si usas un barniz a base de aceite, utiliza un disolvente, como la trementina, para diluirlo. Utiliza una parte de barniz por una parte de disolvente.
    • Si usas un barniz a base de agua o de acrílico, emplea agua para diluirlo. Utiliza una parte de barniz por una parte de agua.
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    Aplica la primera capa de barniz diluido y déjala secar. Utiliza una brocha plana o un aplicador de espuma para pasar el barniz sobre la madera. Usa brochazos largos y uniformes y trabaja siguiendo la veta. Deja que la primera capa se seque por 24 horas.
    • Si usas un barniz en aerosol, sostén la lata a una distancia de 15 a 20 cm (6 a 8 pulgadas) de la superficie y rocía una capa delgada y pareja. Deja que se seque según las recomendaciones del fabricante.
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    Lija la primera capa y límpiala con un trapo húmedo. Luego de aplicar la primera capa de barniz diluido, tendrás que darle una textura suave. Para esto, puedes pulir la superficie de la madera barnizada con una lija de 280,[6] y luego usar un paño seco para limpiar cualquier residuo de polvo.
    • Asegúrate de pasar un paño húmedo por el espacio de trabajo para quitar el polvo del lijado.
    • Asegúrate de limpiar la brocha con un disolvente para pintura (si has elegido un barniz a base de aceite) o agua (si has empleado uno a base de agua).
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    Aplica la siguiente capa de barniz y déjala secar. Utiliza una brocha limpia o un aplicador de espuma nuevo para aplicar el barniz sobre la pieza de madera. Una vez más, asegúrate de pasar la brocha a lo largo de la veta de la madera. No es necesario que diluyas esta capa. Espera que se seque por 24 horas.
    • Si has empleado un barniz en aerosol, puedes rociar otra capa. Asegúrate de sostener la lata a una distancia de 15 a 20 cm (6 a 8 pulgadas) de la superficie, y rocía una sola capa delgada. Si aplicas una capa demasiado gruesa, el barniz puede gotear, chorrearse u ocasionar charcos.
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    Lija la segunda capa y límpiala con un paño húmedo. Una vez que la segunda capa de barniz se seque, líjala suavemente con una lija fina, como de 320.[7] Deja que el barniz se seque por 24 horas antes de pasar la siguiente capa, y recuerda limpiar el polvo o suciedad del lijado en el espacio de trabajo.
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    Continúa aplicando más barniz y lijando entre capas. Aplica de 2 a 3 capas más de barniz. Deja secar el barniz entre cada capa, y lija y limpia antes de pasar otra capa. Siempre trabaja siguiendo la veta de la madera cuando apliques y lijes el barniz. Cuando llegues a la última capa, no la lijes.[8]
    • Puedes continuar trabajando con la lija de 320 o pasar a una de 400.[9]
    • Para lograr resultados óptimos, espera 48 horas antes de aplicar la última capa.
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    Espera a que el barniz termine de secar. Por lo general, este necesita un tiempo para secar. Para evitar que se arruine el barniz, deja la pieza de madera en un lugar libre de perturbaciones. Algunos barnices secan en un lapso de 24 a 48 horas, mientras que otros necesitan de 5 a 7 días. Algunos barnices necesitan 30 días para secar por completo. Lee las instrucciones en la lata para obtener tiempos de secado y curado más específicos.
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Consejos

  • No agites la lata de barniz (a menos que sea una en aerosol) ya que se pueden formar burbujas.
  • Agregar una pequeña cantidad de carbonato sódico al agua durante el pretratamiento de la madera ayudará a quitar más suciedad.
  • Rociar agua sobre el piso del área de trabajo o colocar aserrín humedecido por el suelo ayudará a reducir la cantidad de polvo en el aire mientras aplicas el barniz.
  • Si la humedad en tu región es un problema, existen barnices que secan bien en ambientes húmedos.
  • No uses lana de acero para raspar la madera entre cada barnizado. Las fibras de acero pueden incrustarse en el acabado.
  • Si no estás seguro de si necesitas un tinte, humedece la pieza de madera. Ese será el color que tendrá la madera después del barnizado. Si es muy clara para tu gusto, puedes agregar un tinte para oscurecerla.[10]
  • No utilices barniz frío. Si el barniz no está a temperatura ambiente o más caliente, aumenta su temperatura colocando la lata dentro de un balde con agua caliente.
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Advertencias

  • Trabaja en un lugar ventilado. Muchos disolventes de pintura y barnices desprenden fuertes gases que pueden causar mareos o náuseas.
  • No mezcles barnices. Esto puede ocasionar una reacción química negativa y peligrosa.
  • Mantén el barniz alejado del fuego. El acabado de la madera es inflamable.
  • Usa una protección adecuada, como lentes de seguridad, guantes y una máscara.
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Cosas que necesitarás

  • decapante o disolvente para pintura (opcional)
  • lija (de 150 a 320; una de 400 es opcional)
  • trementina
  • barniz
  • brochas o aplicadores de espuma.
  • carbonato sódico (opcional)
  • máscara antipolvo, máscara ventilada, y guantes (opcional)
  • paño húmedo

Acerca de este wikiHow

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Categorías: Pintura de exteriores
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