Probablemente realices la mayoría de tus transacciones financieras de manera electrónica, lo cual hace que resulte difícil rastrear tus gastos. Por fortuna, tu banco mantiene un registro de todas tus transacciones, así que todo lo que necesitas hacer es comprobar tu saldo. La forma más fácil de revisar tu saldo bancario es utilizar la banca en línea a través del sitio web o la aplicación móvil del banco. Sin embargo, también puedes comprobar tu saldo desde cualquier cajero automático o desde alguna sucursal local del banco.

Método 1
Método 1 de 3:
Utilizar la banca en línea

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    Dirígete a la página web del banco desde tu computadora o teléfono. Para encontrar el sitio web, escribe el nombre del banco en la barra de búsqueda de tu navegador de Internet. A continuación, haz clic en el enlace al sitio web para abrir la página.[1]
    • Asegúrate de que la URL comience con https para saber que la conexión es segura.

    Variación: descarga la aplicación móvil del banco en tu smartphone o tablet, en el caso de que exista alguna disponible. Busca la aplicación en la tienda de aplicaciones o en la Google Play Store. Esto hará que te resulte más sencillo comprobar tu saldo en cualquier momento.

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    Crea una cuenta usando la información de tu cuenta, en el caso de que no cuentes con una. Haz clic en el enlace donde se lea "crear una cuenta" o "registrarte". A continuación, rellena todas las casillas para crear una cuenta. Es probable que tengas que introducir tu número de cuenta, tu número de ruta o de clasificación, nombre, fecha de nacimiento y dirección de correo electrónico. Además, tendrás que crear un nombre de usuario y una contraseña.[2]
    • Si no ves un enlace para crear una cuenta, selecciona "iniciar sesión" y busca la opción "crear una cuenta" debajo de las casillas de inicio de sesión.
    • Si ya tienes una cuenta bancaria en línea, omite este paso e inicia sesión con tu cuenta existente.
    • Es posible que algunos bancos requieran que llames o visites una sucursal bancaria para comenzar a usar la banca en línea.
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    Inicia sesión en la banca en línea con tu nombre de usuario y contraseña. Escribe tu nombre de usuario y contraseña en las casillas apropiadas de la pantalla para iniciar sesión. Luego, responde las preguntas de seguridad de ser necesario.[3]
    • Si utilizas una computadora pública, asegúrate de que la opción "recordar" no esté marcada
    • Es común que los sitios web bancarios te hagan preguntas de seguridad cuando te conectas por primera vez o utilizas una computadora desconocida.
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    Haz clic en el resumen de tu cuenta para ver tu saldo. Busca una pestaña donde se lea algo parecido a "resumen de cuenta" o "cuenta corriente". Haz clic en el enlace para ver el saldo de tu cuenta y las transacciones recientes.[4]
    • Lee rápidamente las transacciones listadas para asegurarte de que no falte nada.

    Advertencia: es posible que algunos cargos no aparezcan de inmediato, por lo que existe la posibilidad de que el saldo no siempre sea exacto. Por ejemplo, los cheques, pagos automáticos y pagos de terceros pueden tardar algo de tiempo para que se registren en tu cuenta.[5]

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    Sal de tu cuenta cuando hayas terminado. Por lo general, los sitios web de los bancos te desconectarán automáticamente después de una cierta cantidad de tiempo, la cual suele ser de 30 minutos. Sin embargo, es mejor desconectarse manualmente para que nadie pueda acceder a tu información bancaria. Haz clic en el botón "Cerrar sesión" para terminar la sesión de banca en línea.[6]

Método 2
Método 2 de 3:
Ir a un cajero automático

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    Busca un cajero automático de manera personal o usando tu teléfono. Por lo general, puedes comprobar tu saldo desde cualquier cajero automático, incluso aunque no sea propiedad de tu banco. Busca un cajero automático en las sucursales bancarias locales, tiendas de comestibles, gasolineras, y algunas tiendas minoristas. En las inmediaciones del banco, habrá un cajero automático externo que se encontrará disponible las 24 horas del día y un cajero automático interno que estará disponible durante las horas de oficina. Si te encuentras en otro lugar, el cajero se hallará con frecuencia en la parte delantera o en la parte trasera de la tienda.[7]
    • Muchos bancos cuentan con un cajero automático hacia el cual puedes conducir y que se puede utilizar sin salir del automóvil.
    • Es mejor utilizar cajeros automáticos que estén en zonas de interiores porque es menos probable que hayan sido manipulados por ladrones. Sin embargo, por lo general resulta seguro usar los cajeros automáticos al aire libre, así que no te preocupes en el caso de que esa sea tu única opción.

    Consejo: si vas al cajero automático de tu banco, probablemente no tendrás que pagar una tarifa para comprobar tu saldo. Sin embargo, es posible que tengas que pagar una tarifa si acudes a un cajero automático de otro banco.

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    Introduce tu tarjeta de débito en el cajero automático. Revisa el diagrama en la máquina para averiguar hacia qué lado necesita encontrarse la banda magnética de la tarjeta. Luego, desliza la tarjeta en la ranura correspondiente en la máquina. Deja la tarjeta adentro durante la transacción o retírala, según cómo funcione la máquina.[8]
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    Escribe tu código PIN (número de identificación personal). Este será el número de 4 dígitos que hayas recibido o establecido al momento de recibir tu tarjeta de débito. Ingrésalo utilizando el teclado, luego selecciona Aceptar.[9]
    • Si hay personas que esperan a usar el cajero automático después de ti, cubre el teclado para que no puedan ver lo que ingreses.
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    Selecciona la opción para ver tu saldo bancario. La mayoría de los cajeros automáticos mostrarán todas tus opciones bancarias. Elige aquella que indique "saldo". Luego, selecciona el tipo de recibo que desees recibir.[10]
    • Es posible que se muestre tu saldo en la pantalla. Sin embargo, algunos cajeros automáticos muestran solamente el saldo en el recibo.
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    Toma el recibo que muestre el saldo de tu cuenta. Por lo general, puedes obtener un recibo de papel o uno electrónico. Esto te mostrará tu saldo actual.[11]
    • Si el cajero automático muestra tu saldo en la pantalla, puedes optar por no imprimir un recibo.
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    Cierra la sesión en el cajero automático. Algunos equipos te desconectan de forma automática, pero otros te permiten seleccionar otra opción. Para asegurarte de que la información de tu cuenta se mantenga segura, presiona el botón para salir de la sesión o para completar la transacción.[12]
    • Asegúrate también de recoger tu tarjeta si aún no lo has hecho. Si el cajero automático retiene tu tarjeta mientras completa la transacción, se expulsará lentamente de la ranura de la tarjeta una vez que hayas completado la transacción.

Método 3
Método 3 de 3:
Visitar el banco

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    Ingresa a una sucursal de tu banco. Investiga en línea para buscar la sucursal bancaria que se encuentre más cerca de tu ubicación. Luego, visita la sucursal para que puedas hablar con un cajero del banco.[13]
    • Si abres la aplicación de mapa del teléfono, encontrarás fácilmente la sucursal más cercana a tu ubicación actual.

    Consejo: es posible que seas capaz de llamar al banco para comprobar tu saldo. Sin embargo, los bancos por lo general requieren que vayas en persona para que puedan verificar tu identidad.

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    Dile al cajero bancario que necesitas comprobar tu saldo. Es posible que tengas que esperar en la fila para hablar con un cajero. Cuando sea tu turno, ve a la ventanilla y pregunta por tu saldo bancario.[14]
    • Con frecuencia, los cajeros del banco se encuentran en un escritorio grande ubicado en el centro de los interiores del banco. Si no puedes encontrarlo, pídele ayuda a un empleado.
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    Proporciona tu número de cuenta o tarjeta de débito y una identificación con foto. El cajero te pedirá la información de identificación de tu cuenta. Proporciona tu número de cuenta o tarjeta de débito para que pueda revisar tu cuenta. Luego, dale tu tarjeta de identificación con foto para probar que tú eres el titular de la cuenta.[15]
    • Por lo general, puedes usar cualquier tarjeta de identificación emitida por el gobierno. El cajero probablemente te pedirá verla para proteger tu cuenta en el caso de que alguien se haga pasar por ti.
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    Obtén un recibo del cajero, el cual mostrará tu saldo. El cajero puede imprimir un recibo para ti, pero también podría simplemente escribir tu saldo. Lleva el recibo contigo cuando te retires.[16]
    • Es posible que el recibo contenga información de tu cuenta, así que no lo dejes simplemente en el banco.

Consejos

  • Es mejor llevar un registro de tus créditos y deudas para que puedas verificar tu saldo bancario. Anota todo el dinero que deposites y resta el dinero que gastes.[17]

Advertencias

  • Asegúrate de proteger la información de tu cuenta bancaria para que nadie pueda robarla. Inicia sesión en tu cuenta solamente desde un dispositivo seguro y oculta tu número PIN mientras utilices un cajero automático.

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