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Llenar una cubeta con agua desde un grifo de cocina puede ser una tarea bastante problemática. Incluso aunque quepa dentro del fregadero, una vez que esté llena, se volverá demasiado pesada. Podrías usar la manguera desde afuera, pero todo lo que conseguirás es agua fría. También podrías llenarla en la bañadera, pero tendrás problemas para quitarla debido al peso. Aquí tienes una solución fácil: ¡simplemente conecta una manguera al grifo de la cocina y llena tu cubeta! Con solo unos ajustes por aquí y por allá, podrás hacerlo fácil y rápidamente. ¡Aquí verás cómo hacerlo en forma totalmente segura!
Pasos
Parte 1
Parte 1 de 2:Conectar la manguera
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1Consigue un adaptador para el grifo. Es un pequeño adaptador que se enrosca en el grifo y transforma su extremo en un conector macho para la manguera.
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2Desenrosca la punta del grifo. Ten cuidado de no dejar caer las dos piezas que van adentro de la punta. Sería una buena idea poner una toalla en el fregadero para atrapar las piezas que caigan. La toalla evitará que las cosas se vayan por el drenaje.
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3Enrosca tu nuevo adaptador de grifo. Asegúrate de que quede bien sellado con el grifo, aunque no es necesario usar ninguna herramienta para apretarlo.
- Si tu sistema de cañerías no tiene integrada una válvula reguladora de vacío, instala una en la rosca de la manguera antes de conectarla. Puedes conseguirla en una ferretería. De este modo, evitarás que se forme un sifón y se arrastren químicos o desechos hacia el suministro de agua potable si dejas (o sumerges) la manguera accidentalmente en un contenedor con químicos de limpieza o en agua no potable o contaminada.
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4Asegúrate de que la junta de la manguera esté en su lugar. Las mangueras llevan una junta de goma o vinilo para evitar pérdidas de agua. Revisa que la junta esté en la manguera antes de conectarla al grifo. De lo contrario terminarás haciendo lío y mojando todo.
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5Conecta la manguera. La manguera se conecta al adaptador del grifo. Asegúrate de conectarla lo suficientemente apretada como para formar un sello hermético.
Parte 2
Parte 2 de 2:Reconectar la punta del grifo
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1Después de usar la manguera, reemplaza la punta del grifo. Quita la manguera y el adaptador del grifo, luego enrosca nuevamente la punta del grifo apretándola relativamente fuerte como para formar un buen sellado.
- Revisa si hay pérdidas. El grifo podría tener pérdidas ahora que la punta está otra vez en su lugar si no está tan bien sellada como lo estaba originalmente.
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2Coloca cinta Teflón en el grifo. Para evitar o detener las pérdidas de la punta del grifo, primero quita la punta y luego cúbrela dos o tres veces con cinta de teflón girándola en sentido horario por la zona roscada del grifo.
- Tira firmemente de la cinta alrededor del área roscada del grifo, teniendo cuidado de no permitir que sobresalga cinta extra hacia el área donde el agua sale del grifo, ya que podría impedir el flujo del agua.
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3Enrosca la punta del grifo sobre la cinta de teflón. Tal vez se vea un exceso de cinta, pero no te preocupes.
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4Corta la cinta que sobresalga por el borde. Corta el exceso de cinta Teflón cuidadosamente con un cuchillo y quita los residuos que queden.
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5¡Disfruta de un grifo sin pérdidas!
Consejos
- Algunos grifos de cocina podrían no necesitar un adaptador.
- Enrosca el adaptador del grifo, la punta del grifo y la manguera sin usar herramientas (apriétalos bien, pero a mano).
- Coloca la cinta de teflón en sentido horario sobre la zona roscada (en sentido horario observando el extremo abierto del grifo, la manguera, la tubería, etc.).
Advertencias
- Si enroscas mal el adaptador o la punta del grifo, podrías romper la rosca y dañar el grifo.
- Debes tener mucho cuidado de evitar situaciones en las cuales podría rociarse agua en los alrededores al quitar el adaptador de la manguera del grifo de la cocina. Esto puede ocurrir si cierras la boquilla y olvidas cerrar el grifo y luego procedes a desarmar la conexión de la manguera al grifo. Esta situación también se puede observar cuando hay presión acumulada dentro de la manguera por no drenar el tubo de la manguera a la boquilla después de cerrar el grifo. Esto ocurre porque la presión se mantiene gracias a la elasticidad de la manguera, y como consecuencia comienza a derramarse agua, aun cuando el grifo esté en posición de "cerrado". Tener cuidado significa mantener todo seco en estas circunstancias.
- Ten cuidado de no sumergir la manguera en agua. De lo contrario, el agua podría succionarse por sifón hacia el suministro de agua de tu casa y contaminarla. Esto es potencialmente peligroso para la salud y en muchas ciudades del mundo es una violación al código de plomería. Esto puede suceder cuando el sistema no tiene válvula reguladora de vacío (ya sea en el grifo o en la conexión de la manguera), que está diseñada para evitar este tipo de efecto sifón. También se aplica a los accesorios de rociado que se conectan al grifo de cocina, mangueras de jardín y otras conexiones similares.
- Para evitar succionar el agua por sifón hacia las tuberías de la casa (y contaminar el agua potable), es altamente recomendable usar una "válvula reguladora de vacío" (también conocida como "igualador de presión"). No son caras, cuestan alrededor de 10 dólares en las tiendas de artículos para el hogar o ferretería. Puedes formar un sifón al intentar llenar un recipiente con la manguera si pones el extremo de la manguera bajo agua. Al cerrar el agua del fregadero podría formarse un sifón antes de que termine de cortarse el flujo de agua.
- Asegúrate de que no caiga ninguna pieza por el fregadero. Desarmar el tanque de desechos es una tarea muy difícil y debe hacerse con extremo cuidado.