Al tomar la decisión de abordar algo o a alguien de manera directa y proactiva, llevas a cabo una confrontación.[1] La confrontación puede ser extremadamente difícil, y muchas personas tratan de evitarla a toda costa. Sin embargo, en ocasiones te darás cuenta de que es necesaria. Quizás no sea la interacción social más agradable, pero se ha demostrado específicamente que la confrontación productiva (y no agresiva) ayuda con el desarrollo de límites saludables en las relaciones sociales, mejora la toma de decisiones y desafía el status quo.[2]

Método 1
Método 1 de 3:
Prepararte para confrontar a alguien

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    Identifica los motivos por los cuales vayas a confrontar a la persona. Es importante que, antes de confrontar a alguien, identifiques los motivos por los cuales vayas a confrontarlo y también tomes en cuenta si es que la confrontación constituye la manera más eficaz de manejar el problema. Comprende que la confrontación no tiene relación con empezar una pelea, sino con abordar y resolver los problemas que generen tensión.[3]
    • Es importante que identifiques el verdadero problema que incite la confrontación. Las personas suelen proyectar sus emociones o ánimos en los demás o en otras situaciones. Antes de tomar la decisión de confrontar a alguien, debes tomarte el tiempo de analizar cuál es el problema que quieres abordar y los motivos por los cuales consideres que la mejor forma de resolverlo es con una confrontación cara a cara.
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    Evalúa tus pensamientos y sentimientos. Haz el intento de separar otras situaciones o emociones confusas que no sean relevantes a la conversación en cuestión de tus sentimientos sobre el asunto del que quieras hablar.[4] Cuando por fin tengas la confrontación, únicamente debes hacer afirmaciones que tengan una relevancia directa al asunto que la haya estimulado.
    • Separa los problemas de las emociones.[5] Por ejemplo, ¿estás molesto porque tu colega ha olvidado entregar un informe y ha hecho que tengas 6 horas adicionales de trabajo un viernes por la noche? ¿O estás molesto porque has tenido que hacer trabajo adicional por el que no se te dará crédito?
    • Evita traer a colación cualquier problema o revancha del pasado. Las acciones o sentimientos del pasado que no tengan una relación directa con el problema actual no deben formar parte de la confrontación. No empieces a incluir otras frustraciones que hayas tenido guardadas.
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    Determina lo que quieras decir. Deberás explicarle a la persona aquello sobre lo que quieras hablar en relación con lo que haya ocurrido, lo que hayas oído, lo que ella haya hecho, etc. Asimismo, debes explicarle los motivos por los cuales sientas la necesidad de hablar al respecto y la forma como te hayas sentido. Por ejemplo, así podrías plantear la confrontación mediante afirmaciones en primera persona:[6]
    • "Escuché por uno de nuestros compañeros de trabajo que le dijiste a nuestro jefe que no hice mi parte del trabajo en el proyecto" (lo que has oído).
    • "Me parece que trabajé muy duro y estoy verdaderamente confundido sobre por qué dijiste eso" (los motivos por los que quieras hablar al respecto).
    • "Me hiere que le dijeras eso a un superior a mis espaldas" (la forma como te has sentido).
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    Escribe tus puntos principales en papel y ensáyalos. Debes decir todo lo que tengas en mente de una forma lógica y serena, lo cual puede ser difícil si no te preparas un poco de antemano. Al tomar nota de tus pensamientos en papel antes de la confrontación, podrás asegurarte de decir todo lo que quieras decirle a la otra persona.
    • Si ensayas los puntos principales que quieras hacer durante la confrontación, esto puede darte una mayor comodidad y hacer que te sientas más preparado para la confrontación en sí. Para empezar, ensaya tú solo en una habitación mirándote al espejo. En caso de que haya alguien en quien confíes, quizás debas practicar también frente a él.
    • Haz el intento de memorizar tus puntos principales. Esto será mucho más eficaz que leer de una hoja de papel durante la confrontación.
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    Deja que disminuya tu ira antes de la confrontación. En ocasiones, atacamos verbalmente a una persona cuando estamos enojados, pero por lo general evitamos la confrontación planificada y controlada. Sin embargo, una confrontación controlada puede constituir una forma positiva y eficaz de lidiar con un asunto o una persona problemáticos, aunque es importante tener cuidado de estar preparado mentalmente para la confrontación, ya que debes sentirte tranquilo y estar listo para tener la conversación.
    • Determina si es que aún estás enojado con la persona o el asunto sobre el cual quieras conversar. En caso de que aún estés enojado, es probable que no sea el mejor momento para tener una confrontación constructiva. Debes posponerla hasta que disminuya tu ira y te sea posible tener una conversación racional, fáctica y libre de emociones.[7] Mientras más enojado estés, será más probable que la conversación se convierta en una discusión.
    • Debes entrar en la confrontación con una actitud tranquila y enfocarte en tener una conversación productiva en lugar de una pelea.
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    Recuerda los aspectos positivos de la confrontación. La confrontación es incómoda y difícil, pero también puede constituir una experiencia gratificante. Los beneficios de la confrontación pueden mejorar tu propio estado emocional y también tus relaciones con los demás.
    • La confrontación puede librarte de la carga o la tensión de una situación. En caso de que hayas tenido algo que te pese en la mente, una excelente de forma de librarte de este factor estresante innecesario es mediante la confrontación directa del asunto.
    • La confrontación estimula la honestidad en una relación. Aprenderás más sobre ti mismo de lo que aprenderías de otro modo, además de que obtendrás la confianza para expresar tus sentimientos con honestidad. La confrontación no solo estimula la honestidad en una relación, sino que por lo general también la fortalece.[8]
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    Visualiza un resultado positivo y productivo para la confrontación.[9] Imagina que llegas a alguna clase de acuerdo o encuentras una resolución. Este constituye el objetivo de la confrontación. No olvides que esta suele tener efectos positivos.
    • Determinar cuál es el resultado que quieres de la confrontación puede servirte para hacer que la conversación se desarrolle de manera productiva.[10]
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Método 2
Método 2 de 3:
Llevar a cabo la confrontación

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    Propón un momento y un lugar para conversar en persona. Podrías sentirte tentado de confrontar a alguien por teléfono, por mensaje de texto o por correo electrónico, pero en lo posible, debes evitarlo.[11] La conversación cara a cara constituye una forma mucho más potente de resolver un problema con eficiencia y eficacia. Prueba con los siguientes enfoques para proponer una reunión para llevar a cabo una confrontación constructiva:
    • "Elisa, me he dado cuenta de que parece que discutimos mucho cuando nos reunimos en grupo para nuestro proyecto escolar. ¿Podríamos reunirnos a conversar sobre nuestros distintos puntos de vista y ver si podemos encontrar la forma de colaborar para poder terminar este proyecto?".
    • "Pablo, sería bueno que tuviéramos la oportunidad de conversar sobre nuestra forma de comunicarnos el uno con el otro. ¿Tendrías tiempo esta tarde para reunirnos y tener esta conversación?".
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    Transmite tu punto con compostura. La confrontación debe permanecer tranquila, serena y compuesta. Por lo general, lo mejor es confrontar a alguien con unas cuantas afirmaciones breves, fácticas y sucintas.
    • Di lo que debas decir, pero haz el intento de no echarle la culpa a la otra persona. Ten en cuenta que es posible que no todo sea su culpa.[12] Por ejemplo, no digas "Nunca me das reconocimiento por mi trabajo", sino "Me molestó que le hicieras la presentación a nuestro jefe sin mencionar mis contribuciones".
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    Sé lo más abierto, honesto y directo posible.[13] Aunque no estés de acuerdo con alguien sobre algún asunto, es importante que puedas hacer el intento de tener una conversación madura sobre el tema. Si recitas lo que hayas preparado, esto te será de ayuda para presentar el asunto lo mejor posible.
    • Evita los insultos y los comentarios incendiarios.[14] Esta constituye una manera infalible de garantizar que tu punto no se escuche ni se respete. Obtendrás un resultado más positivo si mantienes la mayor cantidad posible de profesionalismo durante una confrontación.
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    Escucha a la otra persona. Una conversación productiva depende de que ambas partes alternen entre contribuir y escuchar. Si escuchas a la otra persona, esto la ayudará a sentirse respetada y oída. Es necesario que, al confrontar a alguien, escuches sus contrapuntos aunque no estés de acuerdo con lo que diga.[15]
    • Puedes demostrar que escuchas de manera activa mirando a los ojos a la otra persona mientras habla. Emplea una postura abierta, asiente de vez en cuando e imita el lenguaje corporal del hablante. Evita interrumpirlo o hablar por encima de él.
    • Esto aplica para las conversaciones de todo tipo, pero es de particular importancia en el caso de las interacciones sociales complicadas, como las confrontaciones.
    • Debes tratar de no ser amenazante emocionalmente.[16] Cíñete a los hechos que respalden tu lado de la confrontación y evita dejar que tus emociones se involucren.
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    Ten en cuenta que es probable que la otra persona se ponga a la defensiva. Las personas suelen ponerse a la defensiva cuando se las confronta, ya que no es una sensación agradable que a uno lo ataquen.[17] Aunque consideres que haces puntos bien respaldados y que los presentas de una manera lógica y no ofensiva, de todos modos es muy probable que la persona a quien confrontes suba la guardia y se ponga a la defensiva.
    • Para lidiar con una persona a la defensiva, lo mejor es escucharla. Quizás no estés de acuerdo con el punto que haga, pero debes darle la oportunidad de decir lo que piensa.
    • Debes tratar de no discutir. Si bien es fácil discutir con alguien que se ponga a la defensiva, con seguridad no es productivo. Debes hacer tu mejor esfuerzo por mantener en cambio una actitud tranquila y compuesta.
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    Mantente firme en tu postura. Hay una razón por la cual has confrontado a la persona, y es importante que te mantengas firme, aunque ella no esté de acuerdo contigo o se comporte a la defensiva. Señala que no tienes la intención de empezar una pelea, sino que es un problema que consideras que se debe abordar de frente. Si te armas con hechos y ejemplos y los presentas con compostura y claridad, la otra persona escuchará tu punto.
    • Ten en cuenta que tu opinión es importante, y que vale la pena tener una interacción social incómoda para que puedas hablar con honestidad.[18]
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Método 3
Método 3 de 3:
Saber cuándo confrontar a alguien

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    Confronta a alguien en caso de que sea un problema recurrente. Considera la "regla de tres": en caso de que alguien se comporte de alguna manera (por ejemplo, se "olvide" de su billetera, no responda a un correo electrónico, etc.) tres veces, es probable que sea una tendencia conductual y que valga la pena confrontarla.[19] [20]
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    Aborda a alguien en caso de que ocasione problemas más amplios. Si la persona a la que estés considerando confrontar ocasiona problemas en un ámbito más amplio (por ejemplo, en el lugar de trabajo, dentro de la familia, etc.), es posible que la situación se resuelva únicamente mediante la confrontación. Las confrontaciones sobre todo en el lugar de trabajo pueden ser particularmente difíciles.
    • En caso de que consideres que alguien se aprovecha de ti o que te socava de manera deliberada, quizás valga la pena confrontar a esta persona. Si te preocupa confrontarla en privado por miedo a que el problema se intensifique, quizás debas ponerte en contacto con el Departamento de Recursos Humanos para explicarles el problema.
    • Al momento de confrontar a un colega, es particularmente crucial que te armes con hechos, los cuales deben respaldar tu lado del asunto sobre el cual quieras conversar. Por ejemplo, podrías hacer mención de los días específicos en los que tu colega haya llegado tarde al trabajo o de las presentaciones particulares a las que consideres que no haya contribuido lo suficiente.
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    Ten cuidado con el comportamiento que suponga una amenaza. En caso de que el comportamiento de una persona suponga una amenaza para sí misma o para alguien a su alrededor, lo recomendable es confrontarla de forma que el comportamiento no se repita ni se intensifique.
    • Evalúa la situación única. En caso de que no te sientas seguro confrontando a alguien por tu cuenta, quizás sea necesario que vayas con un amigo de confianza o que la confrontación se lleve a cabo en un lugar público. Debes priorizar tu seguridad (y la de los demás).
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    Elige tus batallas. Si bien definitivamente hay situaciones que se beneficiarán de una confrontación directa, esto no aplica de manera universal. No es necesario que confrontes a todos en todo momento. En ocasiones, una mejor forma de resolver la tensión en lugar de montar una confrontación es con una sonrisa y un "está bien" básico o simplemente distanciándote del asunto.
    • Cada situación y cada persona es distinta y, por tanto, es importante que determines de manera individualizada si es que la confrontación constituye la manera adecuada de manejar las cosas.
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Acerca de este wikiHow

Tracy Carver, PhD
Coescrito por:
Psicóloga titulada
Este artículo fue coescrito por Tracy Carver, PhD. La Dra. Tracy Carver es una psicóloga licenciada galardonada que reside en Austin, Texas. Se especializa en consejería para problemas relacionados con la autoestima, ansiedad, depresión e integración psicodélica. Tiene una licenciatura en psicología de la Universidad de la Mancomunidad de Virginia, una maestría en psicología educativa y un doctorado en psicología de consejería de la Universidad de Texas en Austin. La Dra. Carver también completó una pasantía en psicología clínica en la Facultad de Medicina de la Universidad de Harvard. Fue elegida como una de las mejores profesionales de la salud mental en Austin por cuatro años consecutivos por la revista Austin Fit. También ha aparecido en Austin Monthly, Austin Woman Magazine, Life in Travis Heights, y KVUE (la afiliada de Austin para ABC News). Este artículo ha sido visto 11 784 veces.
Categorías: Relaciones sociales
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