Los alambiques se usan para muchos fines, desde purificar el agua hasta hacer gasolina. También se pueden usar para hacer bebidas alcohólicas, pero en muchos países esta práctica es ilegal y puede ser peligrosa, en cuanto al proceso en sí y al consumir el producto final. Sin embargo, construir un alambique para purificar agua es completamente legal y hasta puede llegar a salvar vidas. Además, los alambiques para purificar agua son artefactos interesantes para aquellos interesados en ciencias, por lo que muchas personas construyen alambiques a manera de un proyecto divertido.

Método 1
Método 1 de 3:
Construir un alambique para estufa

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    Consigue los materiales. Vas a necesitar una gran variedad de materiales, la mayoría de los cuales los puedes conseguir en tu ferretería local. El proceso involucra doblar tubos de cobre, de modo que si quieres hacer tu vida más fácil, puedes conseguir una herramienta que te ayude a doblar tubos (se encuentra en la sección de plomería de tu ferretería local). Los materiales que realmente vas a necesitar son:
    • Un hervidor o una olla a presión (de preferencia de cobre o de acero inoxidable, de ninguna manera de aluminio o plomo)
    • Un corcho o un tapón de goma que encaje en el orificio de tu hervidor u olla a presión
    • Tubo de cobre de aproximadamente 8 mm (la cantidad va depender de la configuración, una buena cantidad oscila entre 3 y 6 m (10 y 20 pies respectivamente)
    • Un termo muy grande, un enfriador de agua pequeño o un balde de plástico (si no tienes dinero)
    • Acoplamientos de tubos (quizás)
    • Un termómetro
    • Un buen taladro
    • Un poco de silicona o pegamento
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    Haz el tapón. Perfora dos hoyos en tu caucho o corcho, uno para el tubo de cobre y el otro para el termómetro. Estos agujeros deben ser ligeramente más angostos que el tubo y el termómetro, para que queden bien apretados. Asegúrate de que el tapón que uses se haya cortado de tal manera de que encaje y quede bien apretado en el orificio de tu hervidor u olla a presión.
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    Prepara la bobina de cobre. Vas a necesitar una bobina de cobre para condensar el vapor que sale del recipiente. Toma tu tubo de cobre de 8 mm y dale la forma de una bobina (espiral) en uno de los extremos. Vas a necesitar una sección recta larga y una corta (al menos de 15 cm) a ambos lados de la bobina. Para darle la forma espiral, simplemente lo puedes hacer doblando el tubo alrededor de un objeto o puedes usar herramientas diseñadas para doblar tubos. La bobina debe ser lo suficientemente pequeña para encajar dentro del termo o enfriador de agua, con aproximadamente 2,5 cm (1”) de espacio a ambos lados.
    • Estas bobinas de cobre tienden a formar pliegues fácilmente. Para evitar esto, puedes bloquear un extremo del tubo y llenarlo con sal o azúcar (nunca uses arena). Usa un embudo y asegúrate de sacudir el tubo mientras lo llenas para hacerlo de manera pareja.
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    Haz tu condensador. El enfriador de agua será tu condensador. Perfora un hoyo a un lado del fondo del enfriador, desde donde la pequeña sección del tubo saldrá.
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    Coloca la bobina en el condensador. Coloca el tubo de cobre en el condensador y pasa el extremo corto a través del hoyo del fondo del enfriador. Una vez que parte suficiente del extremo corto del tubo haya salido del condensador, sella los bordes del hoyo con silicona u otro material, como pegamento de caucho. Luego, pasa la sección recta larga del tubo a través del agujero superior.
    • Si quieres que la tapa sea fácil quitar y poner, corta el tubo una cuantas pulgadas después de que salga del agujero superior. Ten una sección separada que se extienda por la distancia y vaya hacia el hervidor. Conéctalas con los acoplamientos, los que se pueden quitar de ser necesario.
    • Asegúrate de desconectar el tubo si así lo hiciste para llenarlo con sal. También tendrás que vaciar el tubo y enjuagar la sal antes de hacer este paso, aunque, también se puede hacer después, con mucha más dificultad.
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    Conecta el tubo al recipiente. Conecta la porción más larga del tubo al hervidor u olla a presión, al insertar el otro extremo del tubo en el hervidor. Este se deberá introducir solo lo suficiente para alcanzar el interior del hervidor, no debe estar sumergido en el líquido.
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    Introduce el termómetro. Hazlo en el agujero apropiado. Asegúrate de que esté ubicado lo suficientemente profundo hasta que el extremo esté sumergido en el líquido pero sin tocar el fondo o los lados del recipiente.
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    Usa el alambique correctamente. Llena el condensador con hielo, agua, y sal de roca. Asegúrate de usar este alambique en una estufa eléctrica, puesto que las llamas abiertas pueden causar problemas. No calientes el recipiente una vez que todo se haya vaporizado, y ten cuidado en general pues se puede acumular presión si has hecho algo incorrectamente. Si vas a destilar alcohol, no bebas nada que salga cuando la lectura de la temperatura sea inferior a 78 C (173 F) o en el mejor de los casos te tratarán por bebidas que causan ceguera.

Método 2
Método 2 de 3:
Construir un gran alambique solar

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    Junta tus materiales. Vas a necesitar un contenedor para el agua destilada, una lámina de plástico y una pala. Es posible que quieras unos tubos de plástico.
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    Cava un hueco. El hueco debe ser tan largo como la lámina de plástico y lo suficientemente profundo de manera que al añadirle peso al centro de la lámina, habrán muchas pulgadas entre el fondo de la lámina y el fondo del hueco.
    • Este es el tipo de alambique que sería ideal si en realidad tuvieses que destilar agua para beber. Si te quedas varado en una isla desierta, esta es tu mejor opción.
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    Introduce tu contenedor. Coloca tu contenedor para beber en el centro del hueco y entiérralo parcialmente para evitar que se caiga. Introduce un extremo del tubo de plástico y coloca el otro extremo fuera del hueco. La meta es mantener el tubo limpio y seguro de manera que no se caiga dentro del hueco.
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    Agrega material vegetal. Cubre el hueco con cactus, hojas u otras partes de plantas vivas si es que están disponibles. Colocar plantas en el agujero no es necesario, pero ayudarán a que tu alambique produzca más agua.
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    Cubre el agujero. Usa la lámina de plástico para cubrir el hoyo y sujeta las esquinas con rocas.
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    Agrega peso. Con mucho cuidado coloca una roca en el centro de la lámina de plástico de manera que se incline hacia abajo a un ángulo aproximado de 45 grados; el punto más bajo debe estar directamente sobre el contenedor en el agujero, pero sin tocarlo.
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    Sella los bordes. Cubre todos los bordes de la lámina de plástico con tierra o arena para evitar que el vapor se escape. Ten cuidado de no cubrir el tubo de plástico.
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    Espera que se acumule la humedad. Espera alrededor de dos o tres horas para que se acumule la humedad en la lámina de plástico y corra por los lados hacia el contenedor.
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    ¡Bebe! Bebe el agua a través del tubo de plástico. Puedes desarmar el alambique y beber directamente del recipiente, pero vas a tener que armarlo nuevamente cuando hayas terminado; mientras tanto, todo el vapor que se haya quedado en la lámina se escapará.

Método 3
Método 3 de 3:
Construir un alambique solar pequeño

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    Consigue un tazón grande y profundo. Puede ser de plástico, aluminio o de acero, pero no puede estar hecho de plomo. Colócalo afuera en una superficie soleada.
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    Coloca una taza o un tazón pequeño dentro del tazón grande. La taza o el tazón deberán ser más cortos que los bordes del tazón grande.
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    Llena el tazón grande con agua. Asegúrate de que el nivel del agua no supere los bordes de la taza o del tazón pequeño.
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    Cubre el tazón con una envoltura de plástico. Cúbrelo con una capa de plástico muy delgada. Usa cinta adhesiva o bandas de caucho para asegurarte de sellarlo de manera ajustada.
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    Coloca un peso en el centro del plástico. Este debe estar justo sobre tu taza o tazón, y debería inclinar el plástico hacia abajo. Pero asegúrate de que el plástico no toque la taza. Una roca es una buena opción para usarla como peso.
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    Espera por el agua. El sol va a evaporar el agua del tazón grande, de manera que el vapor de agua se elevará y se condensará en el plástico. Puesto que el plástico está inclinado a cierto ángulo, la condensación rodará y caerá en la taza. ¡Agua limpia![1]

Consejos

  • Si vas a purificar agua usando el alambique para estufa, trata de usar tubos de vidrio en lugar de cobre. ¡Obtendrás agua más pura!

Advertencias

  • No selles el recipiente en la estufa de manera que quede demasiado apretado. Usar un peso en el tazón ayudará a prevenir que se escape el vapor, pero además evita que la presión dentro del recipiente se incremente. Es posible que tu contenedor explote si lo sellas y lo aprietas demasiado.
  • Asegúrate de supervisar el alambique para estufa. Si no apagas la estufa tan pronto como el agua se haya vaporizado fuera del recipiente, puedes dañar el recipiente, el vidrio y posiblemente el tazón.

Cosas que necesitarás

  • Recipiente grande, como una olla o una cacerola
  • Tazón de metal grande
  • Vaso de 250 ml (8 oz)
  • Peso
  • Hielo
  • Estufa
  • Lámina de plástico
  • Pala
  • Botella de agua u otro contenedor limpio
  • Tubos de plástico (opcional)

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Categorías: Manualidades