Los chicos y chicas entran a la pubertad normalmente entre los 13 y 16 años, y quieren cambiar detalles de su persona. Los piercings son una manera en que las personas pueden expresarse, les dan una nueva dimensión a su atuendo y cambian su estilo personal. Sin embargo, hacerse un piercing a una edad temprana requerirá el permiso de los padres. Aunque te parezca complicado lograr, en realidad es muy fácil. ¡En un abrir y cerrar de ojos obtendrás el permiso de tus padres para hacerte un piercing!

Parte 1
Parte 1 de 3:
Prepárate para enfrentar a tus padres

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    Investiga sobre los piercings. El primer paso para convencer a tus padres de que te dejen hacerte un piercing es saber exactamente el tipo que quieres. Algunos de los más populares son los de oreja, ombligo, labios y lengua. Cada uno viene en formas, tamaños y colores diferentes. Puedes encontrar listas en Internet o en un centro de perforaciones cercano.[1] [2] [3]
    • Por ejemplo, si quisieras hacerte un piercing en la oreja, hay entre 10 y 15 lugares diferentes en los que podría ubicarse, incluidos el lóbulo superior, el lóbulo temporal, la concha interna, entre otros. Entonces, debes saber exactamente el tipo de piercing que quieres y dónde lo quieres.
    • En cuanto a su forma, tal vez quieras una barra, un aro cerrado o abierto, un plug, un tubo de lóbulo, entre otros.
      No: comiences con un piercing grande o inusual que tus padres probablemente no te permitan.
      Sí: considera piercings que hayas visto en tus padres o en sus amigos.
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    Encuentra un centro de perforaciones de buena calidad. Utiliza guías telefónicas o listas de avisos en Internet para encontrar un lugar cercano. Busca calificaciones de los clientes, que normalmente están en una escala de “5 estrellas”. No debes considerar siquiera aquellos lugares que tengan menos de 4 estrellas. Cuando encuentres uno, anda a verlo en persona. Fíjate en la limpieza de las instalaciones y la actitud de los trabajadores. Pregúntales a algunos clientes que encuentres en la tienda sobre sus experiencias pasadas ahí y anótalas.[4] [5]
    CONSEJO DE ESPECIALISTA
    Roger Rodriguez

    Roger Rodriguez

    Especialista en piercing corporal
    Roger Rodrigues, también conocido como Rober Rabb!t, es el propietario de Ancient Adornments Body Piercing, un estudio de piercing con sede en el área de Los Ángeles, California. Con más de 25 años de experiencia en piercing, Roger se ha convertido en copropietario de varios estudios de piercing como ENVY Body Piercing y Rebel Rebel Ear Piercing, y enseña el arte del piercing corporal en Ancient Adornments. Es miembro de la Asociación de Perforadores Profesionales (APP, por sus siglas en inglés).
    Roger Rodriguez
    Roger Rodriguez
    Especialista en piercing corporal

    Nuestro experto menciona: investiga el proceso de perforación, los estudios en tu área y las normas locales. Tus padres estarán más de acuerdo a llevarte a un lugar de renombre en lugar de simplemente a un estudio de tatuado y piercing, así que elige uno con una reputación sólida. Por último, cada región tiene sus propias normas individuales en lo que respecta a perforar a un menor, por lo que necesitarás investigar eso también.

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    Pregúntales a tus amigos sobre sus experiencias con los piercings. Es probable que algunos de tus amigos hayan tenido experiencias sea con hacerse un piercing o convencer a sus padres para que les dieran permiso. Ellos te podrán proporcionar información de primera mano sobre el grado de dolor que implica hacerse un piercing, sus preferencias en cuanto a las joyas y el lugar al que fueron.
    • No olvides escribir esta información en una hoja de papel, pues sería bueno que después le agregues a tu argumento algunas partes de lo que te dijeron.
      No: menciones a un amigo que tus padres consideren una “mala influencia”.
      Sí: transmite los hechos que has aprendido de estas conversaciones.
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    Escribe la razón por la que hacerte el piercing es importante para ti. Con un lenguaje claro y conciso, elabora una lista de las razones principales por las que crees que necesitas y quieres un piercing. Estas podrían ser banales o muy serias. Reconoce razones prácticas (las joyas son bonitas) y emocionales (me hacen sentir bien interiormente). Después de que hayas creado la lista, tacha los argumentos que podrían disgustar a tus padres y los que no son importante. Dale forma a esos pensamientos en frases coherentes utilizando sustantivos, adjetivos y verbos.[6]
    • Por ejemplo: “Quiero un plug negro en el lóbulo temporal de mi oreja porque será un detalle bonito y me hará sentir más independiente como persona".
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    Practica enunciar tu argumento. Puedes hacerlo frente a un espejo o a un grupo de amigos. Trata de memorizar la mayor parte del argumento que puedas de modo que a tus padres les parezca más convincente. Utiliza un tono contundente pero no de confrontación cuando menciones palabras o ideas específicas. En lugar de solo memorizar tus líneas, agrega algunas frases mientras ensayas. Haz que el argumento parezca lo más convincente posible y practica al menos unas 3 o 4 veces.
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    Reúne materiales para mostrarles a tus padres. Sería bueno que tengas una foto exacta del piercing que te quieres hacer, imágenes del local donde quieres hacértelo, panfletos sobre estos aretes y estadísticas médicas que indiquen las tasas de infecciones entre las personas que se hacen perforaciones. La idea es estar más preparado de lo necesario. Si tus padres tienen una pregunta, querrás tener la información en tu cabeza o en tus manos.[7]
    • Nota: no te conviene presentarles estadísticas médicas que no estén a favor de tu argumento. Si descubres que todas las estadísticas respecto a un piercing en particular son negativas, lo mejor sería que te lo hagas en algún otro lugar del cuerpo.
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    Espera el momento adecuado. Tus padres deben estar de buen humor cuando te sientes a hablar con ellos. Además sería bueno que te des un tiempo a solas. Reflexiona sobre la investigación que has realizado pues una decisión apresurada o mal aconsejada casi nunca es buena. Esperar una semana, un mes o un año más podría darte el tiempo para prepararte y pensar sobre lo que estás a punto de hacer.[8] [9]
    • Si te das cuenta que tus padres están gritando mucho, todavía no los enfrentes. Si están afrontando problemas traumáticos de ellos mismos, no los sobrecargues.

Parte 2
Parte 2 de 3:
Siéntate a hablar con tus padres

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    Diles a tus padres que quieres conversar con ellos seriamente. Hazles saber que no es una broma. Utiliza un lenguaje contundente y muéstrate resuelto. Dejarles una nota no es tan bueno como confrontarlos desde el principio para informarles que quieres hablar con ellos. Acuerden juntos un día y una hora. No los bombardees de información, más bien separa un tiempo específico en el que puedan tener una discusión seria.[10] [11]
    No: menciones el piercing todavía. Dales un tiempo para preguntarse de qué se trata y la mayoría de los padres terminarán aliviados.
    Sí: do "quiero hablar con ustedes sobre algo serio. No es nada mala, pero es importante".
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    Haz que se sienten en un espacio cómodo. Un lugar excelente para tener una conversación puede ser la sala o un dormitorio. Atenúa la luz para que no los distraiga. Además, debes asegurarte de que los celulares estén apagados y guardados. Asimismo, la televisión debe estar apagada pues podría ser un distractor importante. Cerciórate de estar sentado cerca de tus padres para que la conversación no sea incómoda.
    • Tal vez sería bueno tener almohadas cerca, pues te pueden hacer sentir mejor cuando estés sentado. Tus padres y tú deben sentirse lo más cómodos que sea posible.
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    Para comenzar, describe tus logros. Puedes mencionar tus éxitos académicos, los eventos en los que te has ofrecido como voluntario o los familiares a los que has ayudado. Esta es una gran manera de romper el hielo y mostrarles a tus padres lo que has conseguido. De este modo harás que la conversación se relaje y pase a un tema más controversial como hacerte un piercing. Después de que hayas preparado a tus padres y les hayas recordado tus buenas acciones, es posible que sean más receptivos a lo que estás a punto de pedirles.
    • Menciona todas las A o las B que has obtenido recientemente en la escuela. Cuéntales sobre los informes de libros que has escrito. Diles que también estás ayudando a otros niños con su trabajo escolar.
    • Las actividades de voluntariado, como una colecta de sangre o la limpieza de una calle, les mostrarán a tus padres que eres un joven responsable.
      No: uses más de unas cuantas oraciones, lo cual puede parecer sospechoso.
      Sí: continúa si tus padres te preguntan de qué se trata.
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    Expón tu caso. Léeles los argumentos que preparaste o díselos de memoria. Al hablar, utiliza tus brazos para mostrar emoción y compromiso, con oraciones claras y lógicas. Recuerda mantenerte en tus ideas y no desviarte a otros aspectos de la conversación. Si tus padres te interrumpen, recuérdales que podrán hacer preguntas después. Enuncia tu argumento, muestra pruebas y repite nuevamente tu argumento.[12]
    No: hables más que tus padres o los subestimes.
    Sí: di "Sé que tienen preguntas, me gustaría contarles primero los detalles".
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    Evita las conductas y emociones irracionales. Llorar, sollozar y fruncir las cejas les mostrará a tus padres que eres incapaz de manejar tus emociones y, por lo tanto, no tienes la madurez suficiente para hacerte un piercing. Es mejor que estés calmado, relajado y controlado. Habla con el corazón, pero no dejes que te afecte. Muéstrate como un adulto racional y de pensamiento claro que tiene hechos que respaldan su argumento.[13]
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    Preséntate ante tus padres con tus materiales. Dales las fotos y panfletos que hayas recolectado. Puedes distribuirlos de manera individual conforme los vayas mencionando en tu argumento o dárselos al final de la conversación. Muéstrales de qué se trata cada uno para que tus padres no se confundan pues tu objetivo será que los revisen más adelante y que sepan qué pueden encontrar en ellos.[14]
    • Si así lo deseas, puedes leer los panfletos con ellos o dejarlos que los lean solos y luego te hagan preguntas.
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    Pregúntales a tus padres si tienen preguntas o reacciones. La conversación no debe ser unilateral, el objetivo es establecer un diálogo con tus padres. Cada vez que te hagan una pregunta, ten lista una respuesta clara. Si tus padres sienten debilidad o falta de investigación, realmente dudarán de que estés listo para hacerte un piercing. Si no sabes una respuesta, debes darles referencias de páginas web específicas donde puedan encontrar la información que están buscando. No los dejes sin respuesta y con la duda en la mente.[15]

Parte 3
Parte 3 de 3:
Establece un argumento más contundente para hacerte tu piercing

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    Lleva a tus padres al centro de perforaciones. A veces es necesario un impulso extra para convencerlos de que estás listo. Muéstrales dónde es el lugar. Llévalos adentro y preséntales a la persona que te hará el piercing. Demuéstrales lo limpio que es el lugar y muéstrales las imágenes de los trabajos anteriores que estén adentro. Incluso puedes dejarlos hablar con algunos clientes que estén ahí para que escuchen sus comentarios sobre el lugar y su profesionalismo.[16]
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    Elabora un contrato o un acuerdo. Es probable que tus padres estén de acuerdo con que te hagas un piercing si aceptas algunas condiciones. Algunas de ellas podrían ser mejorar tus notas en la escuela, hacer más tareas en la casa o tratar mejor a tus hermanos. Escriban juntos en un papel los términos exactos del contrato y para cuándo tendrías que cumplir las metas. Si lo logras, el piercing debe estar garantizado.[17]
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    Recuérdales constantemente que esto es importante para ti. Algunas veces una sola conversación no es suficiente. Algunos padres son testarudos mientras que otros simplemente no son buenos para escuchar a sus hijos. Sin embargo, no debes dejar que esto te desanime. Recuérdales constantemente en los días y semanas siguientes que un piercing sigue siendo importante para ti. Escríbeles notas donde quizás expliques mejor tus argumentos. Incluso podrías programar más conversaciones serias en el futuro y tener más diálogos abiertos con ellos.[18]
    No: menciones el tema de los piercings cuando tus padres estén de mal humor.
    Sí: muéstrales nueva información, como blogs escritos por padres en la misma situación.
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    Invítalos a que se hagan un piercing contigo. En lugar de que tengan dudas sobre los “peligros” de hacerse uno, llévalos contigo. Tus padres se sentirán más cómodos estando a tu lado cuando te lo hagan. Quizás quieran hacerse uno y, así, crearán un momento de unión familiar.
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    Ahorra dinero para comprar el piercing. Una señal de madurez es responsabilizarte al menos de una parte de tu economía. Muchos padres utilizan todo su pago y no tienen dinero extra para pagar un piercing. Consigue un trabajo y ahorra tu propio dinero. Asegúrate de tener lo suficiente para cubrir el precio de la perforación y el arete que quieras. Dile a tus padres que estás dispuesto a pagar una parte o todo el procedimiento de tu propio bolsillo.[19] [20]
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    Haz más de lo necesario de tus tareas diarias. Ni siquiera tendrás que hablar con tus padres para demostrarles tu nivel de madurez. Lava tu ropa o los platos sin que te lo pidan. Ofrécete a sacar la basura o recoge a tu hermano de su partido de fútbol. Pasa más tiempo con tu familia en una noche de partido y sal a cenar con ellos. Sé parte de tu familia de verdad y demuéstrales que te haces cargo de tus responsabilidades. Entonces es posible que te correspondan y te recompensen por tu nueva madurez y actitud.[21] [22]
    No: menciones el tema del piercing cada vez que realices una tarea.
    Sí: sigue haciendo actividades extras por lo menos por un tiempo corto antes de hablar sobre el piercing.

Consejos

  • Al momento de hablar con tus padres, hazlo claramente. Mantente enfocado en tu objetivo.
  • Tu investigación debe ser completa. Debes saber el tipo de piercing que quieres, la joya que deseas, el lugar al que piensas ir y las consecuencias médicas posibles.
  • Después de su primera conversación, tómense un descanso. Vuelve después de un mes para que tus padres tengan tiempo de reflexionar sobre el asunto.[23]
  • Compra aretes de clip para ver cómo se te ve con el piercing antes de hacerte una perforación permanente.

Advertencias

  • No “molestes” a tus padres. Aunque la persistencia es importante, molestarlos constantemente puede hacer que desconfíen más. No les des una excusa para negarte el permiso.
  • Ten cuidado de las infecciones. Los nuevos piercings tienen que mantenerse adecuadamente así que siempre limpia y desinfecta el área recientemente perforada.
  • Debes estar preparado para que te rechacen. Algunos padres son tan testarudos que no están dispuestos a ceder.
  • Los piercings provocan un rango amplio de dolor que dependerá del tipo que te hagas. Lo mejor es consultar con un médico y un profesional de piercings para que te den una opinión sobre la clase de dolor que podrías sentir.

Acerca de este wikiHow

Roger Rodriguez
Coescrito por:
Especialista en piercing corporal
Este artículo fue coescrito por Roger Rodriguez. Roger Rodrigues, también conocido como Rober Rabb!t, es el propietario de Ancient Adornments Body Piercing, un estudio de piercing con sede en el área de Los Ángeles, California. Con más de 25 años de experiencia en piercing, Roger se ha convertido en copropietario de varios estudios de piercing como ENVY Body Piercing y Rebel Rebel Ear Piercing, y enseña el arte del piercing corporal en Ancient Adornments. Es miembro de la Asociación de Perforadores Profesionales (APP, por sus siglas en inglés). Este artículo ha sido visto 123 571 veces.