A veces, ir a la escuela es simplemente demasiado para nosotros. Tal vez haya una prueba para la que no estudiaste o estés cansado de ser víctima de bullying. En cualquier caso, es posible que quieras faltar a la escuela. Puedes fingir que estás enfermo al simplemente decir que sientes nauseas, o puedes hacer algo de teatro y planificación. Cualquiera que sea la enfermedad de elijas, lo importante es comprometerte con la actuación.

Método 1
Método 1 de 4:
Hablar con tus padres

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    Pide permiso. No asumas que siempre obtendrás lo que deseas. Si quieres faltar a la escuela, cualquiera que sea el motivo, pregúntale a tus padres si están de acuerdo.
    • Encuentra un momento en el que tus padres estén de buen humor. Si les preguntas en un mal momento, es posible que no les agrade mucho la idea. Si están a punto de salir y sigues preguntando si puedes quedarte en casa, es probable que digan que no.[1]
    • Prepárate para escuchar un "no" como respuesta. A menos que tengas una buena razón para quedarte en casa, es probable que tus padres no quieran que faltes.
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    Permanece calmado. Si tus padres no te permiten quedarte en casa, no pierdas los papeles. Eso no ayudará en nada a tu situación. Eso solo les probará que no eres lo suficientemente maduro para quedarte solo en casa.[2]
    • Si sientes que te estás enojando, respira profundamente. Si tienes tiempo, más tarde podrías intentar pedir permiso nuevamente.[3]
    • No llames a tus padres por sus nombres ni te comportes mal con ellos. Ellos pueden tener buenas razones para que vayas a la escuela. Si empiezas a gritarles, solo te meterás en problemas.[4]
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    Ofrécete a hacer algunos quehaceres. Trata de hacer un compromiso con tus padres. Es posible que ellos se abran más a la idea de dejarte faltar a la escuela si te ofreces a limpiar la casa. Si eres capaz de lavar la ropa, trata de ofrecerte a hacerlo.[5]
    • Si te dejan quedarte en casa con la condición de que hagas algunos quehaceres, asegúrate de hacerlos. No les des ninguna razón para no confiar en ti ya que será más difícil trabajar con ellos en el futuro.[6]
    • Cumplir tus compromisos puede hacerte ganar terreno con tus padres. Si ven que eres responsable, es posible que sea más fácil negociar con ellos más adelante.
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    Sé honesto. Tal vez no estés enfermo, pero seguro tienes otra razón para no querer ir a la escuela. Si eres víctima de bullying o te sientes incomodo en la escuela, habla con tus padres.
    • Es probable que tus padres te hagan ir a la escuela de cualquier forma, pero serán capaces de ayudarte con tu problema.

Método 2
Método 2 de 4:
Fingir un resfriado

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    Comienza temprano. Si faltar a la escuela no es una decisión de último minuto, empieza a prepararte para tu actuación. Grita mucho para hacer tu voz ronca o practica tu tos falsa.[7]
    • Asegúrate de que tus padres no estén cerca mientras la practicas. Si te descubren, tendrás que ir a la escuela.
    • La mayoría de las personas puede sentir que el resfriado se acerca uno o dos días antes de que suceda. Si puedes, menciónale a tus padres que crees que te estás enfermando.[8]
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    Finge los síntomas. Estornuda y tose, pero no exageres. Actúa como si tuvieras dificultades para ponerte de pie. Habla menos con tu familia y amigos. No cambies de opinión acerca de qué parte de tu cuerpo te duele. Si dices que tienes dolor de cabeza, sigue con eso.[9]
    • Intenta dormir más seguido, especialmente si estás viendo televisión. Los niños enfermos suelen dormirse fácilmente. Si dices que estás enfermo un minuto, pero luego te emocionas por tu programa favorito, tus padres no te creerán.[10]
    • Evita quejarte demasiado. El truco para fingir que estás enfermo es no dar la impresión de que estás fingiendo. Mantén las quejas equilibradas y no hagas una escena.
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    Haz de cuenta que tienes fiebre. Una forma común de hacer que parezca que tienes fiebre es poniendo una botella de agua caliente en tu cabeza.[11]
    • Otra forma es poner un termómetro en agua caliente para que aumente su temperatura. Este método requiere un poco de trabajo, así como padres que confíen en uno.[12]
    • Ten cuidado cuando finjas fiebre. Si tu temperatura es demasiado alta, podrías terminar en sala de emergencias donde te descubrirán fácilmente. Trata de mantener tu fiebre aproximadamente a unos 100 grados Fahrenheit.[13]
    • No metas el termómetro en el microondas para que se caliente. Eso solo malogrará el termómetro.[14]
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    Ponte algo de maquillaje si puedes. Esto requiere un poco de habilidad, pero si puedes lograrlo, usar maquillaje será un adicional en tu actuación. Aclara tu piel con algo de base y enrojece tu nariz con un poco de lápiz labial.[15]
    • Si no tienes tu propio maquillaje para usar, ten cuidado. Si te descubren usando el maquillaje de tu mamá, tendrás más problemas de lo que vale la pena.
    • Cuando escojas el lápiz labial para enrojecer tu nariz, no uses ninguno metálico o brillante. Solo encuentra un lápiz labial básico de color rojo.[16]
    • No aclares tu piel demasiado cuando te hagas pálido. Encuentra algo parecido a tu tono de piel natural.[17]
    • Trata de poner un poco del lápiz labial que usaste para enrojecer tu nariz alrededor de las esquinas de tus ojos. Ten cuidado de no poner lápiz labial en tus ojos y usa lo suficiente para que parezca que los has estado frotando.[18]

Método 3
Método 3 de 4:
Fingir un dolor de estómago

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    Pasa mucho tiempo en el baño. Cuando se trata de fingir un dolor de estómago, lo mejor que puedes hacer es ir al baño. Es poco probable que te pregunten mucho si pasas bastante tiempo en el baño. Además de algunas preguntas generales, es probable que las personas no quieran saber qué estuviste haciendo.
    • No hagas gemidos ni ningún ruido fuerte. Recuerda mantener las cosas simples.
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    Haz tu piel fría y húmeda. Salpica agua en tu cara para que tu piel se sienta fría. Moja un poco tu cabello, pero sin mojarlo demasiado. Solo querrás dar la impresión de que tu piel está fría. Cuando te pregunten, di que te sientes caliente. Esto hará que tus padres piensen que estás sudando frío.
    • También podrías intentar hacer alguna actividad física, como flexiones o abdominales. Haz lo suficiente para que unas cuantas gotas de sudor corran por tu frente.[19]
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    Pretende estar mareado. Muchas veces las náuseas vienen acompañadas de una sensación general de mareos. No hagas ningún movimiento brusco. Trata de permanecer sentado tanto como sea posible. Si tienes que caminar, tómate tu tiempo.[20]
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    Abstente de vomitar. Cuando finjas nauseas, no te induzcas el vómito. Di que no sientes hambre y que te duele el estómago. Trata de comer lo menos posible, pero hagas lo que hagas, no te induzcas el vómito. No es saludable.[21]

Método 4
Método 4 de 4:
Fingir dolor de cabeza

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    Frota tu cabeza. Para fingir dolor de cabeza, simplemente frota tu cabeza y cierra los ojos seguido. Túmbate en el sofá o en el suelo, y mantén tu mano apretando tu cabeza.[22]
    • Cuando tus padres pregunten qué te sucede, diles que te duele la cabeza justo antes de cerrar los ojos. Mientras mejor describas el dolor, es más probable que te tomen en serio.
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    Reacciona ante las luces brillantes. Muchas veces, las personas con dolores de cabeza intensos no pueden soportar las luces brillantes. Si alguien abre la ventana o estás en una habitación con mucho sol, aparta la vista. Quéjate del brillo.[23]
    • No exageres demasiado con este paso. La sensibilidad a la luz es común en la migraña, pero un dolor de cabeza general no se puede prestar para eso. Utiliza esta táctica de forma discreta.[24]
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    Sé tan perezoso como puedas. Si tienes dolor de cabeza, lo último que querrás hacer es participar en cualquier actividad física. Quédate en cama. Ve a dormir tan pronto como puedas.[25]
    • Como algo adicional, mantén tu habitación en silencio. Apaga tu televisor y no escuches música. Pocos padres creerán que sus hijos prefieren quedarse a oscuras en sus habitaciones todo el día y sin ningún entretenimiento.[26]

Consejos

  • Sé consistente en lo que sea que elijas. Si te duele el estómago y de pronto te duele el pie, es posible que tus padres sospechen.[27]
  • Si finges estar enfermo por más de un día y luego te "enfermas" el día siguiente, te llevarán al doctor o te darán medicinas.

Advertencias

  • No finjas estar tan enfermo como para terminar en la oficina del doctor. Es posible que puedas engañar a tus padres, pero probablemente no podrás engañar al doctor.
  • No hagas nada que tenga un impacto negativo en tu salud. No tomes medicinas para enfermarte.
  • Fingir estar enfermo puede meterte en problemas con tus padres. Asegúrate de entender los riesgos antes de empezar a faltar a la escuela.
  • Si te quedas en casa por problemas en la escuela, consigue la ayuda de un profesional. Si te están acosando, díselo a tus padres. Faltar a la escuela no resolverá tus problemas.
  • Cuando el día en la escuela haya terminado, debes seguir actuando estar enfermo. Tus padres notarán que estuviste mintiendo si te mejoras cuando tus amigos estén libre luego de haber estado todo el día enfermo.[28]

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Categorías: Vida escolar