Convertirse en un filántropo, alguien que dedica su tiempo, dona dinero y brinda su reputación a causas caritativas, puede ser algo muy gratificante. Piensa en los filántropos conocidos, como Oprah Winfrey, que donan millones de dólares a organizaciones benéficas.

Parte 1
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Desarrollar un plan

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    Determina lo que es importante para ti. Es posible que existan varias razones por las que quieras convertirte en un filántropo. Las personas también esperan conseguir diferentes objetivos al donar a las organizaciones benéficas. Piensa en lo que es importante para ti antes de sumergirte en el mundo de la filantropía.
    • ¿Por qué vas a donar? ¿Vas a donar por razones religiosas, por tradición, por un sentido de deber moral o por alguna otra razón? Pasa algo de tiempo considerando las creencias morales subyacentes que impulsan tu deseo de convertirte en un filántropo. Esto puede motivarte a dedicar tiempo y donar dinero.[1]
    • ¿Qué resultado esperas? ¿Quieres ayudar a los necesitados? ¿Quieres curar una enfermedad? Piensa cómo puedes ayudar y por qué quieres ayudar.[2]
    • Hay una letanía de organizaciones benéficas que necesitan dinero. Determinar qué es importante para ti y dónde te gustaría concentrar tu atención es el primer paso importante para convertirte en un filántropo.[3]
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    Busca problemas en la infraestructura. Muchas personas creen que ser un filántropo es simplemente gastar dinero en una causa. Este no es el caso. Los buenos filántropos buscan problemas subyacentes en la infraestructura y buscan cambiarlos. Un espíritu creativo y con capacidad de resolución de problemas puede ayudarte en tu búsqueda.
    • Digamos que quieres mejorar el acceso a los servicios de salud. La manera más evidente de hacerlo sería construyendo más hospitales. Sin embargo, es posible que existan problemas que evitan que las personas accedan a los servicios de salud. Por ejemplo, tal vez haya ciertas regiones en las que no haya forma de acceder a un hospital. ¿Cómo podrías combatir este problema? Podrías ayudar a construir carreteras en las áreas rurales del país. Podrías aumentar el acceso al transporte público. Podrías desarrollar un programa informático para diagnosticar problemas a lo lejos. Existen muchas maneras en las que puedes innovar los sistemas ya existentes para solucionar la raíz de los problemas.[4]
    • Además de dedicar tiempo y donar dinero a las organizaciones benéficas, busca maneras de cambiar los sistemas de poder subyacentes. Dona tu dinero a los políticos o campañas políticas que apoyen una causa en particular. Empieza campañas de cartas o llamadas para abordar problemas sobre cómo se asignan los recursos a las comunidades pobres.
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    Esfuérzate por tener un objetivo autosuficiente. Siempre debes buscar maneras de hacer que la organización benéfica sea más autosuficiente. No es suficiente con dar dinero a una causa. Tienes que prestar atención a las cuestiones subyacentes que crean problemas en el mundo.
    • Por ejemplo, digamos que tu meta es erradicar la pobreza. Podrías donar a comedores populares albergues para desamparados. Sin embargo, una meta más sostenible podría ser invertir en educación. Esto puede ayudarles a las personas a desarrollar habilidades para el empleo.
    • Empieza una organización diseñada para ayudar a las personas desfavorecidas a desarrollar habilidades para el empleo. Por ejemplo, consigue la ayuda de profesores para empezar programas vocacionales gratuitos en una comunidad de bajos ingresos.[5]
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    Aprende de los empresarios. Los filántropos pueden aprender mucho de los empresarios. Al igual que con las mejores actividades filantrópicas o los objetivos a largo plazo o autosuficientes, se puede aprender mucho al tener un espíritu empresarial, así como un espíritu caritativo.
    • Tanto los empresarios como los filántropos pasan mucho tiempo haciendo una lluvia de ideas y solucionando problemas. También trabajan con otras personas y las motivan. Tal vez no sea mala idea leer algunos libros de autoayuda escritos por personas poderosas. Estos libros pueden enseñarte a pensar de una forma empresarial que te ayudará con tus objetivos filantrópicos.[6]
    • La innovación es fundamental en la filantropía. Tendrás que buscar constantemente nuevas formas de resolver problemas. Quizás no sea mala idea comunicarte con un director ejecutivo o un empresario y pedirle un consejo sobre cómo tener una actitud empresarial.[7]

Parte 2
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Vivir el espíritu de la filantropía

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    Haz un trabajo voluntario. La mayoría de las personas relacionan la filantropía con dar dinero. Sin embargo, es igual de importante dedicar tiempo a causas valiosas. Además de dedicar tiempo, asegúrate de donar dinero a organizaciones benéficas.
    • Busca oportunidades para hacer un trabajo voluntario. Puedes encontrar oportunidades de voluntariado en línea o también puedes prestar atención a los folletos y señales que busquen ayuda en tu comunidad local.[8]
    • Participa en cierto organización más de un vez. Aunque es genial tocar las campanas en el Ejército de Salvación o en Navidad, recuerda que la mayoría de las organizaciones sin fines de lucro y caritativas necesitan ayuda todo el año. Fíjate si alguna organización cuenta con programas que capacitan voluntarios y les asignan trabajo todo el año. Fíjate dónde necesitan voluntarios. Es posible que exista un área en particular en la que falten voluntarios. Pregunta en alguna organización que te interese si necesita ayuda adicional y ofrece tus servicios .[9]
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    Haz que tus amigos y familiares participen. Enseñarles a los demás la importancia de la caridad es fundamental para un estilo de vida filantrópico. Enséñales a tus amigos y familiares sobre las causas en las que estás involucrado. Invítalos a hacer un trabajo voluntario en eventos, donar dinero a una organización y a educarse a sí mismos y a los demás sobre causas importantes. Usa elementos como las redes sociales a tu favor. Publica artículos y enlaces a organizaciones benéficas para animar a los demás a unirse a tu causa y a enseñarles al respecto.[10]
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    Concientiza a los demás. Además de dedicar tiempo a una causa, también debes concientizar a los demás. Con frecuencia, las causas se pueden beneficiar de las campañas de concientización pública. Esto puede dar lugar a que más personas donen dinero a causas que valen la pena.
    • Piensa en maneras creativas de concientizar a los demás. Incorporar las redes sociales con frecuencia puede tener un efecto fenomenal en la concientización pública. Por ejemplo, el Ice Bucket Challenge fue una campaña muy popular en las redes sociales, en las que los participantes vertían un balde de agua helada sobre su cabeza con el fin de recaudar fondos para la investigación de una enfermedad conocida como esclerosis lateral amiotrófica, que ataca las células nerviosas y deja paralizadas a las personas que sufren de esta enfermedad. El reto tuvo un gran éxito, recaudando millones de dólares para la organización benéfica y concientizando a más personas sobre esta enfermedad.[11]

Parte 3
Parte 3 de 3:
Donar dinero

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    Evalúa las organizaciones benéficas. No todas las organizaciones benéficas son iguales. Cuando vayas a tomar una decisión sobre dedicar tiempo y donar dinero, pasa un poco de tiempo averiguando qué organizaciones son más eficaces.
    • Querrás apoyar causas que generen un gran impacto. Determina qué organizaciones benéficas generan un gran impacto y cuáles no. Busca resultados tangibles y resultados de la vida real. Las organizaciones benéficas sólidas te brindarán un análisis de hacia dónde se dirige el dinero. Por ejemplo, averigua cuánto se gasta en las causas benéficas y cuánto regresa a la organización.[12]
    • Busca un impacto verificable. ¿A cuántas personas ayuda la organización benéfica? ¿Qué tipo de servicios brinda? Una organización benéfica confiable brindará estadísticas reales en vez de solo buenas anécdotas.[13]
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    Dona a algunas causas en las que creas con firmeza. A veces tiene más sentido ir más profundo que lejos, es decir, donar más a pocas organizaciones. Tu dinero llegará más lejos y generarás un mayor impacto. Concéntrate en algunas organizaciones que valgan la pena en vez de donar poco dinero a una o dos causas.[14]
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    Reconsidera las organizaciones benéficas cada año. Reevalúa tu causa cada año. Las organizaciones benéficas están sujetas al cambio y a veces esto es para peor. Reevalúa dónde vas a donar dinero cada año. Presta atención a los cambios en la infraestructura en las organizaciones benéficas existentes que puedan hacerte cambiar de idea sobre cómo gastas tu dinero. Mantente al día sobre los nuevos artículos con respecto a las organizaciones benéficas existentes y presta atención a la junta directiva. Los cambios en el poder podrían hacer que las organizaciones adecúen sus valores de una manera que no te agrada.[15]

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