Cuando miras por tu ventana y ves revolotear a una bella mariposa, es difícil creer que tanta belleza se haya originado de una oruga de aproximadamente 1,3 cm (1 pulgada) que habita en tu jardín y que probablemente se dio un festín con tus preciadas rosas. Mientras la observas aletear con anhelo, piensas si no hay otra manera. Y luego se te ocurre que... ¡las puedes criar tú mismo!

Parte 1
Parte 1 de 5:
Atrapar a una oruga

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    Prepara un contenedor bien ventilado. Los contenedores para orugas pueden encontrarse en las tiendas de mascotas y de pasatiempos, en Internet o incluso puedes hacer uno con artículos que encuentres en casa. De preferencia, debe estar hecho de malla metálica para darle a la oruga algo a lo que aferrarse. Un acuario o un jarrón de 4 L (1 galón) también servirán, siempre que estén cubiertos con una película o estopilla aseguradas con una banda elástica en la parte superior.
    • No uses tapas con agujeros, ya que no proporcionan la ventilación adecuada y pueden cortar a las delicadas orugas con los bordes afilados alrededor de los orificios.
    • Coloca una capa de tierra de 5 cm (2 pulgadas) y césped en el fondo de cada contenedor si crees que la oruga pupará bajo tierra. Si no, puedes utilizar una capa de papel toalla o periódico.
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    Busca orugas en tus plantas. En vez de rociar o aplastar a la oruga, identifícala (revisa las advertencias) y captúrala para criarla hasta que sea mariposa. La temporada de mariposas va desde finales de primavera hasta verano, dependiendo de la región. Si no conoces un lugar que las orugas frecuentan, consulta una guía de campo local para determinar qué plantas son las huéspedes predilectas de las mariposas o realiza una búsqueda en Internet. Asegúrate de no capturar a una especie en peligro de extinción, pues podría ser ilegal. Los diferentes tipos de mariposa prefieren diferentes plantas huéspedes. Algunas plantas huéspedes comunes son las siguientes:
    • Algodoncillo: mariposa monarca.
    • Lindera: papilio troilus.
    • Asimina: papilio glaucus.
    • Cardo: vanessa de los cardos.
    • Perejil, eneldo e hinojo: papilio polyxenes.
    • Cerezo: polilla de cecropia, mariposa virrey, limenitis arthemis.
    • Si no es temporada de orugas o simplemente no tienes tiempo para buscar algunas, considera comprarlas de un proveedor. Discutiremos eso en la última sección.

Parte 2
Parte 2 de 5:
Crear un hogar para orugas

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    Haz que la oruga se trepe a una vara. Usa una rama pequeña (de preferencia, de la planta huésped) o un objeto similar. Manipúlala muy cuidadosamente, porque puede morir si la dejas caer incluso desde una distancia corta.
    • No la sujetes con las manos por tres razones: será más difícil colocarla en su nuevo hogar (se aferra mucho a la superficie donde camina, y arrancarla de tu mano puede lastimarla), las bacterias de tu mano pueden producirle una infección, y algunas orugas son venenosas (revisa las advertencias).
    • Coloca la vara con la oruga en el contenedor. La vara es importante, ya que proporcionará un punto de apoyo para la crisálida.
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    Regresa al árbol o arbusto donde encontraste a la oruga. Corta una rama pequeña con algunas hojas. Es más que probable que sea la planta huésped (alimento de la oruga). Asegúrate de conocer el alimento preferido de la oruga antes de intentar alimentarla. Algunas orugas, como la oruga monarca, solo comen un tipo de planta (algodoncillo). Otras orugas comen una variedad de plantas. Sin embargo, prefieren morir de hambre antes que comer un alimento desconocido.
    • Sin embargo, si no estás seguro, consulta una guía de campo y sal a recolectar hojas de la planta huésped. Incluso a las orugas les gusta elegir.[1]
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    Pon las hojas en el contenedor. Inspecciónalas en busca de insectos y arañas antes de colocarlas en el contenedor, pues estos insectos pueden herir y matar a las orugas. Asegúrate de reemplazar las hojas a diario, pues las orugas no se alimentan de hojas secas o viejas. Para mantener la comida incluso más fresca, puedes colocarla en tubos para flores (disponibles por muy poco dinero en la mayoría de las florerías) con agua. No uses un plato, frasco o jarrón para sostener la comida, porque la oruga puede caer en ellos y ahogarse.
    • Si la oruga está en el alimento que quieres reemplazar, no intentes quitarla, pues se aferra fuertemente, y podrías arrancarle las patas. En su lugar, coloca una nueva rama, deja que se traslade por sí sola y luego quita la rama vieja.
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    Mantén el contenedor en el exterior. Colócalo en un área oculta y protegida del calor o frío intensos y lejos de las mascotas o humanos que podrían interrumpir la metamorfosis. Si vives en un ambiente seco, quizás sea recomendable rociar el contenedor de manera ocasional, ya que las orugas prefieren un hábitat húmedo. Sin embargo, rociar demasiado puede contribuir al crecimiento de moho.
    • Si quieres hacer su ambiente más húmedo, coloca algún tipo de plástico transparente o celofán en su hogar. Estos materiales ayudan a atrapar el calor, incrementando la humedad. Es especialmente bueno para las mariposas almirante y virrey.[2]

Parte 3
Parte 3 de 5:
Cuidar de la oruga

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    Revisa a la oruga diariamente. Limpia sus heces y el crecimiento de moho. Resiste las ganas de manipularla, en especial cuando está aletargada o cambiando de color, pues quizás esté comenzando la metamorfosis. Dale comida fresca y vigila el cambio. Pronto se convertirá en una crisálida (mariposa) o capullo (polilla).
    • Deja la crisálida intacta. En este punto, no necesita agua ni comida, solo el rociado ocasional para crear un ambiente húmedo.
    • Las orugas defecan bastante. Quizás sea bueno poner algo de papel periódico en el hogar de la oruga para concentrar las heces y desecharlas con facilidad. Es muy importante, pues si las heces se quedan en el refugio, la oruga podría enfermarse y morir.[3]
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    Supervisa el comportamiento de la oruga. Si notas que cambia de color o se ve aletargada, es probable que esté a punto de mudar de piel o formar su pupa. Durante este periodo, es muy vulnerable, así que no la toques o manipules su hogar de ningún modo. También notarás que se enrolla.
    • La alternativa es que esté enferma. Si la oruga muere, deséchala de inmediato para no infectar al resto de orugas saludables.
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    Asegúrate de que la crisálida cuelgue en espacio abierto. Asegúrate de que la crisálida cuelgue en un área en la que haya suficiente espacio para que, cuando la mariposa emerja, las alas se expandan por completo sin tocar el piso o los lados del contenedor. Necesita suficiente espacio para que las alas se desarrollen de manera adecuada y se sequen para poder volar al emerger. De otro manera, la mariposa puede caer al suelo y no sobrevivir.
    • Si es necesario, mueve la rama o el objeto de la que cuelga la crisálida o acomódala para cuando emerja. Sin embargo, debes ser muy, muy cuidadoso. Usa movimientos suaves. No debe caer o lastimarás a la futura mariposa.
    • Si la crisálida cae, asegura la punta a una pieza de papel con pegamento termofusible que haya enfriado un poco y espera a que endurezca. Luego, sujeta el papel a cartón o corcho y colócalo en el contenedor.
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    Sé paciente. El tiempo que la mariposa o la polilla demoran en emerger depende de la especie. Si eres muy sagaz e identificas bien los colores y las marcas de la oruga, puedes investigar la información en libros de mariposas o en Internet. Algunas mariposas, como la monarca, emergen de la crisálida en 9 a 14 días. Otras mariposas permanecen en ella durante el invierno y emergen en primavera.
    • Lo único por hacer durante este periodo es rociar su contenedor como siempre. No necesita agua ni comida, solo un entorno constante.
    • Es agradable ver cómo la crisálida cambia de color. Cuando se pone clara, la hora está muy cerca. Puede suceder en un abrir y cerrar de ojos, así que si quieres verlo, no te muevas. Luego, la mariposa colgará por unas horas para permitir que sus alas se abran y se formen por completo.
    • Si la pupa se vuelve oscura, quizás haya muerto. Prueba a doblarla. Si se queda doblada probablemente haya muerto.[4]

Parte 4
Parte 4 de 5:
Cuidar de la mariposa

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    Prepárate para alimentar a la mariposa nueva en el exterior. La mariposa no comerá por varias horas. Debe bombear fluido a sus alas arrugadas y dejar que se sequen. Cuando liberes a la mariposa, se alimentará en tu jardín si le proporcionas néctar de flores. A veces, beben de los comederos de los colibríes. A algunas mariposas también les gusta alimentarse de fruta muy madura. Asegúrate de que tu jardín esté preparado.
    • No te desanimes si crías polillas en vez de mariposas. Las polillas tienen marcas como una mariposa. Si bien estas son mucho menos coloridas, es muy probable que aun así sean intrincadas e increíbles. Incluso los diversos tonos de colores monótonos son geniales de observar en la naturaleza.
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    Observa a la mariposa por algunas horas. Cuando sus alas estén secas, puedes poner tu dedo bajo sus patas para que salte sobre este. Ve al exterior y colócala en una flor para sacar fotos increíbles. Si investigaste, quizás conozcas el tiempo de vida de la mariposa. Algunas viven tan solo un día, así que ten esto en mente cuando la liberes.
    • Las mariposas deben ser libres para prosperar de verdad. Solo puedes contenerlas si tienes un gran jardín donde puedan quedarse. Además, muchas especies migran y solo pueden quedarse un tiempo contigo si quieres que vivan.
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    Observa a tu mariposa en libertad. Algunas mariposas viven solo algunos días, algunas se quedan solo algunos días y migran y otras lo hacen por semanas. De cualquier manera, enorgullécete de haber criado una mariposa con éxito y espera generaciones futuras.
    • Si lo que criaste resulta ser una actias luna, hyalophora cecropia o antheara polyphemus, no te preocupes de alimentarla. Estas curiosas criaturas no tienen sistemas digestivos.[5]

Parte 5
Parte 5 de 5:
Explorar maneras alternativas de encontrar orugas

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    Considera la posibilidad de capturar una hembra adulta. La mayoría de las hembras capturadas en la naturaleza ya se han apareado y son capaces de poner huevos.[6] Si atrapas a una, podrías persuadirla a que ponga sus huevos.
    • En el caso de una mariposa, colócala en un contenedor con una botella de agua y recortes de periódico donde pueda aferrarse cerca de la fuente de luz (luz solar preferentemente). Esto la estimulará a poner huevos. También es recomendable mantenerla en un área oscura y fresca por algunos días para que se aclimate a su nuevo entorno.[7]
    • El caso de las polillas es mucho más sencillo que el de las mariposas. Si capturas una polilla hembra adulta, simplemente puedes ponerla en una bolsa de papel grande, doblar la bolsa y dejarla dentro por unos días. Es probable que deposite los huevos dentro de la bolsa. Rasga la bolsa, quitando los huevos sin tocarlos, y colócalos en un contenedor más adecuado.[8]
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    Visita una granja de mariposas monarca. Debido a que esta especie de mariposa es tan popular, existen granjas de donde puedes ordenar orugas, como “Monarch Watch”.[9] Estas granjas pueden enviarte a las pequeñas orugas sin lastimarlas.
    • El único inconveniente es que aun debes encontrarles alimento, como el algodoncillo. Si esta especie no se encuentra en tu área, tendrás que ordenar o cultivar la planta para criar una mariposa monarca con éxito.
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    Compra las orugas donde un proveedor. Si no puedes encontrar orugas en tu jardín o si no es la época del año adecuada (varía según el lugar), hay muchos "proveedores de orugas" precisamente por este motivo. La mayoría de las compañías tiene una gran variedad de especies que puedes elegir y sabes lo qué obtendrás. Las vanessa cardui probablemente sea la más fácil de criar, ya que simplemente puedes comprar un medio de cultivo para que se alimente.
    • Sin embargo, es un poco menos emocionante que encontrar las orugas por ti mismo y conocer lo que de verdad les gusta comer. Si puedes, invierte algo de tiempo buscando en tu jardín. Agota todas las posibilidades antes de recurrir a una granja de orugas.

Consejos

  • Las orugas no necesitan una fuente de agua. Obtienen toda el agua que necesitan consumir de las hojas frescas.
  • Cuando reúnas orugas de monarca, corta el tallo de algodoncillo del que estén comiendo para ponerla en su lugar. Así te aseguras de que la oruga no se lastime.
  • Prueba con diferentes orugas en tu región y descubre las increíbles mariposas que emergen. En Estados Unidos, puedes buscar orugas que lucen como heces de ave y tienen antenas de tamaño exagerado, ya que se convierten en hermosas mariposas de color azul oscuro.
  • Busca en diferentes lugares, no solo tu patio trasero. Prueba en el parque o usa esto como una gran excusa para sacar a la familia a la naturaleza.
  • Las mariposas y las polillas tienen sangre fría, lo que significa que obtienen calor corporal del sol. Además, necesitan flores con néctar para alimentarse.
  • Es posible que la oruga muera, pero no te desanimes. Criar estos animales requiere algo de práctica y experimentación con diferentes tipos de comida, además de crear el medio adecuado. Lee sobre la especie que intentas criar para saber qué es lo mejor. Solo asegúrate de quitar las orugas muertas del contenedor en caso de que hayan muerto por una infección, para no afectar al resto de orugas.
  • Cada 1 o 3 días, retira a la oruga y las hojas buenas, y desecha las que estén secas, así como las heces. Luego, lava el recipiente, dejando unas cuantas gotas de agua como fuente para la oruga. Si la oruga defeca más de lo habitual, significa que no está recibiendo los nutrientes suficientes, así que considera la posibilidad de cambiar de hojas.
  • Las polillas sin sistemas digestivos pueden permanecer en cautiverio durante todo el tiempo que quieras debido a que no necesitan migrar o alimentarse. Sin embargo, es mejor liberarlas para que tengan un poco de libertad en sus cortas vidas.

Advertencias

  • Cuídate de las orugas que disparan veneno como mecanismo de defensa cuando las tocas. Si el veneno llega a tus ojos, puede causar mucho daño.
  • Si terminas comprando orugas, ten en mente que en muchas jurisdicciones solo las compañías autorizadas pueden criarlas legalmente.
  • Ten cuidado con las orugas muy coloridas y con espinas afiladas en el lomo, ya que pueden ser venenosas. Cuando tengas más experiencia criando mariposas, puedes intentar criar este tipo de oruga, que, por lo general, se transforma en una mariposa grande y hermosa.
  • No captures o molestes orugas o mariposas que estén en peligro de extinción, amenazadas o protegidas de alguna manera.
  • Siempre intenta conseguir tus propias orugas localmente en vez de hacerlo en otro lugar o comprarlas en una compañía criadora de mariposas. Introducir especies de mariposa no nativas, o cualquier otro ser vivo, en tu área puede ser nocivo para las especies nativas y el conjunto del ecosistema, ya que estas "especies invasivas" pueden superar a las especies nativas. Muchos estados en Estados Unidos y países tienen reglas estrictas contra la introducción de especies no nativas.
  • Muchas especies de mariposas británicas se alimentan exclusivamente de la ortiga mayor, ¡así que ten cuidado de no rozarla cuando recolectes orugas!

Cosas que necesitarás

  • contenedor (por ejemplo, un acuario forrado con maya, un contenedor de plástico grande o una cubierta para plantas en maceta);
  • plantas florecientes (las que tu oruga prefiera);
  • 5 cm (2 pulgadas) de tierra (si la oruga pupa bajo tierra);
  • capas de periódicos o papel toalla.

Acerca de este wikiHow

Pippa Elliott, MRCVS
Coescrito por:
Veterinaria
Este artículo fue coescrito por Pippa Elliott, MRCVS. La Dra. Elliott, miembro del Colegio Real de Cirujanos Veterinarios, es una veterinaria con más de 30 años de experiencia en cirugía veterinaria y práctica en animales de compañía. Se graduó de la Universidad de Glasgow en 1987 con un título en Medicina y Cirugía Veterinaria. Ella ha trabajado en la misma clínica de animales en su ciudad natal durante más de 20 años. Este artículo ha sido visto 91 246 veces.
Categorías: Mariposas y palomillas