Los loros son aves altamente inteligentes y pueden ser mascotas maravillosas, pero hay algunas cosas que debes saber sobre ellos y sus requerimientos de cuidado antes de tomar la decisión de adquirir uno. Primero, los loros son salvajes por naturaleza, no domesticados (como los perros y los gatos), así que conservan muchos comportamientos e instintos de sus primos en su estado salvaje. Luego, los loros no son todos de la misma especie, por lo que tendrás que aprender las cualidades de tu especie particular de loro al adquirir uno. Por último, los loros viven mucho más que la mayoría de las demás mascotas: los loros más pequeños (las cacatúas ninfas o los periquitos) pueden vivir de 20 a 30 años, mientras que las especies más grandes (los guacamayos, las amazonas o las cacatúas) pueden vivir hasta los 60 u 80 años de edad.[1]

Parte 1
Parte 1 de 4:
Preparar un hogar para tu loro

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    Consigue una jaula adecuada. Las jaulas cuadradas o rectangulares son más apropiadas para los loros; se sienten inseguros en jaulas redondas que no tengan esquinas. Asegúrate de que la jaula sea lo suficientemente grande como para que el loro pueda trepar y moverse con comodidad. Las jaulas deben tener suficiente espacio para perchas, juguetes, tazones de comida, tazones de agua y áreas de descanso. Elige el tamaño de la jaula para tu loro con base en el tamaño de tu loro:
    • Un mínimo de aproximadamente 60 x 60 x 60 cm (24 x 24 x 24 pulgadas) para loros más pequeños
    • Un mínimo de aproximadamente 1,5 m (5 pies) de ancho x 2 m (6 pies) de alto x 1 m (3,5 pies) de largo para loros más grandes
    • Espaciado de las barras: 1,2 cm (0,5 pulgadas) para loros más pequeños
    • Espaciado de las barras: 10 cm (4 pulgadas) para loros más grandes
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    Coloca la jaula en una habitación en donde el loro pueda interactuar. Los loros son criaturas sociables. En su estado salvaje, permanecen con una bandada y mantienen un contacto constante con sus compañeros. Si se les mantiene aislados, pueden desarrollar ansiedad por separación. A los loros les gusta estar en habitaciones en donde su bandada de humanos pase el tiempo.
    • Si tienes otras mascotas, debes mantener la jaula de tu loro en una habitación que pueda cerrarse cuando no estés en casa. Asegúrate de supervisar a tus demás mascotas en presencia del loro y mantenlas fuera de la habitación si le ocasionan estrés.[2]
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    Mantén la temperatura constante. Las aves pueden tolerar un gran rango de temperaturas, pero la temperatura ideal para tu loro es entre los 18 y los 30 °C (65 a 85 °F). Evita dejar a tu loro en una habitación fría o bajar la temperatura durante la noche en el invierno. Las temperaturas por debajo de 4,5 °C (40 °F) pueden ser peligrosas para las aves, sobre todo para las delgadas. Las aves más rollizas pueden desarrollar estrés térmico en temperaturas por encima de los 30 °C (85 °F). Si debes mantener a tu loro en temperaturas más altas, asegúrate de que haya suficiente circulación de aire.[3]
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    Coloca a tu nuevo loro en su jaula por primera vez. Primero, cierra tus puertas y ventanas en caso de que ocurra lo peor. Luego, tienes que determinar cuán amistoso o agresivo es tu nuevo loro. Abre la jaula transportadora y acerca lentamente tu mano hacia el loro. Si no reacciona mucho, puedes continuar moviendo tu mano hacia él pero, si abre su pico y trata de morder tu mano agresivamente, tendrás que usar el segundo método aquí descrito.
    • Para un loro no agresivo, continúa moviendo tu mano hacia él y apunta tus dedos (o tu brazo, en el caso de un loro grande) en dirección perpendicular a sus pies y ligeramente sobre ellos. Si ya lo han entrenado para que se suba a tu mano, puedes decir "súbete" y saltará sobre tus dedos (o brazo). Sácalo lentamente de la jaula transportadora y llévalo a la jaula. Posiciona al loro de forma que la percha de la jaula esté paralela a tu mano y ligeramente sobre sus pies. Debe subirse a la percha y puedes cerrar la puerta de la jaula y dejar que se adapte a su nuevo hogar por un tiempo.
    • Para un loro agresivo o uno que no sepa subirse a tu mano, tendrás que sujetarlo para llevarlo a su jaula. Esto no afectará tu relación con él; el loro superará esto. Sin embargo, debes asegurarte de hacerlo rápidamente y no soltarlo. Si vuela alrededor de la habitación, su miedo se intensificará y será más difícil atraparlo. Idealmente, debes usar tus manos pero, si tienes miedo, puedes usar guantes delgados de cuero o una toalla. Trata de sujetarlo por el cuello justo debajo de la cabeza (esto no solo es más seguro para que no te muerda sino que también restringe menos el flujo de aire que sujetarlo por la barriga). Independientemente de cómo lo sujetes, llévalo rápidamente a la jaula sin soltarlo.
    • Independientemente del método que uses para meterlo en la jaula, dale un poco de espacio por un tiempo. Es probable que coma y beba menos de lo normal durante unos días pero asegúrate de que tenga acceso a alimentos conocidos y agua. Dale un poco de tiempo para calmarse y adaptarse a su nuevo hogar antes de interactuar demasiado con él.

Parte 2
Parte 2 de 4:
Alimentar a tu loro

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    Varía la dieta de tu loro. Los loros necesitan una dieta variada con un amplio rango de valores nutricionales. Idealmente, no se les debe mantener en una dieta solo de semillas y gránulos, aunque las mezclas de alpiste y gránulos de las tiendas de mascotas son buenas para usarse como la base para su dieta. Estos son algunos elementos básicos para suplementar las mezclas de semillas o gránulos:
    • Aliméntalo con frutas y vegetales frescos. Enjuágalos bien como lo harías si los fueras a preparar para una persona. A muchos loros les gustan las uvas, los plátanos, las manzanas, las zanahorias, las bayas, las verduras de hoja, todas las variedades de calabaza cocida, las arvejas, las judías verdes y más. Asegúrate de no excederte con la fruta debido al contenido de azúcar.
    • A algunos tipos de loros, como los guacamayos, les encanta abrir las cáscaras de las nueces para sacar la pulpa. Prueba darle a tu loro pistachos, pecanas y macadamias.
    • No le des a los loros cafeína, alcohol, chocolate, bocaditos azucarados o salados, alimentos grasosos, frijoles crudos o secos, hojas de ruibarbo, eneldo, col, espárragos, berenjena o miel.
    • ¡Nunca le des aguacate o cebollas a un loro! Ambos son tóxicos para ellos. El aguacate puede ocasionarles paro cardiaco y muerte inmediata.[4]
    CONSEJO DE ESPECIALISTA
    Pippa Elliott, MRCVS

    Pippa Elliott, MRCVS

    Veterinaria del Colegio Real de Cirujanos Veterinarios
    La Dra. Elliott es una veterinaria con más de 30 años de experiencia. Se graduó en la Universidad de Glasgow en 1987, y ha trabajado como cirujana veterinaria durante 7 años. Después, la Dra. Elliott trabajó como veterinaria en una clínica de animales durante más de una década.
    Pippa Elliott, MRCVS
    Pippa Elliott, MRCVS
    Veterinaria del Colegio Real de Cirujanos Veterinarios

    La veterinaria Pippa Elliott recomienda lo siguiente: “Al darle semillas, verifica que el ave no solo coma las que sean sus favoritas. Esto puede provocar una dieta desequilibrada. Si es necesario, dale una dieta de gránulos a fin de evitar este problema”.

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    Aliméntalo con las cantidades adecuadas. Los loros pequeños y medianos deben tener recipientes de agua y comida de por lo menos 570 g (20 onzas). Los loros grandes deben tener recipientes de agua y comida de por lo menos 850 g (30 onzas). Los bebés destetados y los loros pequeños necesitarán cantidades adicionales de comida debido a sus altos metabolismos y niveles de actividad.[5]
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    Coloca un recipiente de agua que sea lo suficientemente grande como para que tu loro se bañe. Los loros beben de la misma agua en la que se bañan y eso está bien. Asegúrate de no poner suplementos vitamínicos en el agua incluso si alguna guía de cuidados para loros te dice que lo hagas. La razón para esto es que los loros no beben tanta agua, así que no sabrás cuánto del suplemento obtendrán y pueden ocasionar que se formen bacterias rápidamente en el agua.[6]
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    Evita cocinar con ollas y utensilios antiadherentes. Esto se aplica especialmente si mantienes a tu loro dentro o cerca de la cocina. Los químicos que se usan en los utensilios de cocina antiadherentes pueden ser mortales para los loros cuando se calientan por encima de una determinada temperatura.
    • El humo de cigarro de segunda mano también es muy malo para los loros, tal como lo es para los humanos. Evita fumar en la casa si lo haces y tienes un loro.[7]

Parte 3
Parte 3 de 4:
Mantener saludable a tu loro

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    Ocúpate de la parte inferior de la jaula cada dos días. Retira cualquier forro y reemplázalo, y desecha cualquier cáscara, semilla, gravilla, juguete destrozado, etc. Es mejor limpiar solo lo que está sucio, como cualquier desorden que no requiera mucho tiempo (excremento en las perchas, etc.), una vez al día.
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    Limpia y cambia los tazones de comida y agua todos los días. Retira los tazones de comida y agua todos los días, límpialos y reemplázalos con agua y comida fresca.
    • Retira los alimentos que se echen a perder rápidamente, como los frijoles cocidos, inmediatamente después de que coma. Los loros pueden ser especialmente propensos a infecciones de bacterias, así que mantener la jaula limpia es una necesidad absoluta.
    • Asegúrate de usar un desinfectante que sea seguro para aves para limpiar la jaula semanalmente. Puedes encontrarlos en tu tienda de mascotas local. Los desinfectantes regulares para los humanos pueden ser muy fuertes y dañar a tu loro.[8]
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    Visita al veterinario en un horario regular. Algunos loros se mantienen completamente saludables por siempre. Sin embargo, la mayor parte del tiempo, cuando tu loro tiene un problema de salud, este podría haberse solucionado con algunas consultas preventivas al veterinario. Asegúrate de que tu veterinario atienda a aves específicamente o desperdiciarás tu dinero. Debes planear chequeos anuales de salud.
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    Presta atención a los problemas de salud. Un loro saludable está alerta a sus alrededores, se mantiene erguido la mayor parte del tiempo y es activo. Si tu loro empieza a parecer enfermo, consulta a un veterinario. Algunos síntomas de un loro enfermo incluyen:
    • Pico deformado, hundido o ulcerado
    • Dificultad para respirar
    • Manchas alrededor de los ojos o fosas nasales
    • Cambio en la apariencia o la textura de las heces
    • Pérdida de peso o de apetito
    • Ojos o párpados hinchados
    • Problemas de plumas, incluyendo mordisquearlas, arrancárselas o una disminución en las mismas
    • Cabeza encorvada, letargo, ser excesivamente callado[9]

Parte 4
Parte 4 de 4:
Entrenar y socializar a tu loro

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    Aprende a acercarte correctamente a la jaula. Al principio, acércate a la jaula de tu loro lentamente y sin hacer ningún sonido fuerte. Es posible que también debas evitar el contacto visual al principio en el caso de un loro temeroso de forma que no se sienta seleccionado por un depredador. Si encuentras que el loro intenta morderte, destroza la jaula o muestra otras señales drásticas de incomodidad con tu presencia, tendrás que acostumbrarlo a ti:
    • Vuelve a salir de la habitación y fuera de vista. Empieza a entrar caminando otra vez y, al momento de la respuesta de incomodidad, detente y quédate en donde estés. No te acerques más y espera a que él se calme. Luego, empieza a caminar más cerca. Si vuelve a comportarse mal, detente y quédate quieto hasta que se calme. Es posible que tengas que hacer esto con frecuencia hasta que puedas acercarte a la jaula.[10]
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    Determina las golosinas para tu loro. Entrenar a tu loro es indispensable para darle la socialización que necesita. Para determinar cuáles alimentos son sus golosinas favoritas, prueba darle una variedad de nueces, frutas frescas y deshidratadas, y semillas. Un loro nuevo puede no estar acostumbrado a algunos de estos alimentos, así que dale unos días para determinar cuáles son sus favoritos. Una vez que los determines, no se los des como parte de sus comidas diarias y guárdalos para el entrenamiento.
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    Usa el entrenamiento de objetivos para hacer que tu loro salga de la jaula y regrese a ella. El primer paso del entrenamiento de objetivos es hacer que el loro coma golosinas de tu mano. Esto puede tomar de unos segundos a unas semanas. Simplemente ve a un lado de la jaula y ten una golosina en la mano. Espera a que el loro se acerque y la coma.
    • Una vez que tu loro se sienta cómodo comiendo golosinas de tu mano, introduce el clicker. Empieza a hacer un clic justo antes de ofrecerle una golosina de tu mano. Hazlo todo el tiempo de forma que el loro se acostumbre a escuchar el clic antes de comer una golosina.
    • Usa un palo (un palillo chino o una clavija) para hacer que tu loro se mueva hacia ciertas áreas de la jaula. Empieza introduciendo el palo, luego deja que el loro se acerque a él, haz un clic con el clicker y dale una golosina. Entrena al loro para que se mueva cada vez hacia el palo haciendo un clic y luego dándole una golosina. Si se desinteresa por el palo, es posible que esté lleno y debas esperar un rato a que tenga hambre para reanudar el entrenamiento.[11]
    • Usa el palo para enseñarle a tu loro a subirse a tu mano o a una percha de mano. A la larga, debes poder sacar a tu loro de la jaula para continuar entrenándolo o limpiar la jaula.
    • Mantén cortas todas tus sesiones de entrenamiento (alrededor de 10 a 15 minutos cada vez) y solo trata de entrenarlo una o dos veces al día.[12]
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    Domestica a tu loro para que te permita acariciarlo. A muchos loros les gusta que los acaricien y los toquen. El lugar en donde debes empezar es el pico. Una vez que se sienta cómodo teniendo tu mano cerca de su pico sin intentar morderte, sabrás que se siente cómodo con que lo toques. Acerca tu mano lentamente a su pico. Si parece que va a intentar morderte, detente inmediatamente. Deja tu mano inmóvil hasta que se calme. Cuando acerques tu mano a su pico sin que intente morderte, aleja tu mano y dale una golosina.
    • Realiza los mismos pasos para tocar su cuerpo. Mueve tu mano hacia su cuerpo lentamente. Si parece irritado, detente y espera. Trabaja hasta que te permita acariciarlo. Una vez que puedas acariciarlo, dale una golosina.[13]
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    Habla con tu loro. Algunos loros son mejores "habladores" que otros, pero todos los loros tienen la capacidad anatómica para imitar el habla humana. Independientemente de cuán bien tu loro aprenda a repetir lo que dices, hablar con él es una parte importante de su salud emocional, así que asegúrate de hacerlo a menudo.
    • Nómbrale ciertas cosas: al darle ciertos tipos de comida, puedes decir "manzana" o "plátano".
    • Asocia ciertas palabras con tus acciones. Cuando entres a la habitación, di "Hola, Alejandro" (o sea cual sea tu nombre) o "¡Buenos días!". Cuando salgas de la habitación, di "¡Adiós!" o "Buenas noches".
    • Tu loro también disfrutará de escucharte tener una conversación (incluso si es con él y es en su mayoría unilateral), escucharte cantar, escuchar el televisor mientras lo miras o escuchar música.
    • Algunos loros aprenden muchas frases, así que ten cuidado de maldecir o gritar a su alrededor a menos que quieras que repita palabras desagradables.[14]
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    Elige buenos juguetes para tu loro. Los juguetes le proporcionan estimulación mental y alivio del aburrimiento. Debes ofrecerle juguetes que tengan una variedad de texturas, colores y sonidos. Es una buena idea rotarlos semanalmente de forma que tu loro no se aburra de los mismos juguetes todos los días. Estas son algunas cosas más que debes tener en mente sobre los juguetes para loros:
    • Para loros pequeños, elige espejos y juguetes pequeños y livianos.
    • A los loros más grandes les gusta manipular piezas de juguetes más gruesas con sus picos, lenguas y pies.
    • A los loros les encanta mordisquear. Despedazar cosas es parte de su comportamiento natural. Asegúrate de revisar los juguetes regularmente en busca de daños y de desecharlos si están rajados o si podrían romperse en trozos pequeños que podrían lastimar a tu loro.[15]
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    Aprende el lenguaje corporal de los loros. En general, un loro con una postura erguida y plumas lisas está receloso o asustado. Las plumas sueltas y ligeramente erizadas indican felicidad. Un loro parado sobre una pata con las plumas erizadas puede no sentirse bien. Todas las plumas sobresaliendo lo más posible generalmente significan que está cortejando a una hembra o alistándose para pelear. Estirar un ala y luego la otra o un ligero movimiento de las plumas de la cola significan que se siente feliz y saludable. Algunos loros felices incluso mueven sus lenguas o sus picos de arriba a abajo cuando ven algo que les gusta.[16]

Consejos

  • A muchos loros les gusta recibir una ligera rociada de vez en cuando. Usa un rociador con un poco de agua tibia y rocíalo para ayudarlo a mantenerse limpio.
  • Recuerda que las aves mudan su plumaje ocasionalmente y es normal que tu loro pierda algunas plumas. Si sus plumas empiezan a verse desiguales o hay zonas calvas, llévalo al veterinario.
  • Reconoce cuánto esfuerzo necesitas dedicarle a tu loro. Todos los loros son mascotas bastante caras de mantener, así que asegúrate de tener el tiempo y la energía para dedicarle.
  • Los foros sobre loros son una gran forma de obtener información y hablar con otros amantes de las aves.

Acerca de este wikiHow

Pippa Elliott, MRCVS
Coescrito por:
Veterinaria del Colegio Real de Cirujanos Veterinarios
Este artículo fue coescrito por Pippa Elliott, MRCVS. La Dra. Elliott es una veterinaria con más de 30 años de experiencia. Se graduó en la Universidad de Glasgow en 1987, y ha trabajado como cirujana veterinaria durante 7 años. Después, la Dra. Elliott trabajó como veterinaria en una clínica de animales durante más de una década. Este artículo ha sido visto 390 189 veces.
Categorías: Pionites