Los periquitos, también conocidos como cotorras o simplemente “pericos”, son un tipo de loros nativos de Australia. Los periquitos son mascotas comunes en todo el mundo y pueden aprender a hacer cosas como jugar con juguetes, sentarse en tu hombro e incluso imitar el habla humana. Sin embargo, primero debes ganarte su confianza. Para crear un vínculo con tu periquito, necesitarás tiempo y paciencia, pero será muy divertido.

Parte 1
Parte 1 de 3:
Hacer que tu periquito se acostumbre a su entorno

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    Mantén cómodo al periquito. Asegúrate de que el periquito tenga una jaula adecuada y un acceso fácil a la comida y al agua. Puedes encontrar todas las provisiones necesarias en una tienda de artículos para mascotas. Mantén la jaula en una habitación que tenga una temperatura moderada. Si la temperatura es agradable para ti, el ave también se sentirá cómoda.
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    No trates de amansar de inmediato a tu periquito. Cuando recién hayas adquirido un periquito, dale unas cuantas semanas para que se acostumbre a su entorno. Luego podrás empezar a amansarlo y a entrenarlo.
    • De ser posible, mantén su jaula en una habitación donde pases mucho tiempo. De esta forma se acostumbrará a verte.[1] [2]
    • Escucha música cerca del periquito. Esto hará que se acostumbre al nivel de volumen de tu casa y disfrutará al escuchar la música.
    • Háblale con suavidad cuando le des agua y comida para que forme asociaciones positivas contigo. También puedes llamar su atención al dejar algunos premios encima o adentro de la jaula.[3]
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    Decide si quieres cortarle las alas a tu periquito. Quizás sea una decisión difícil si ya tienes a tu ave. Si tienes dudas sobre si recortarle las alas o no, habla con el veterinario.[4]
    • Tu periquito no sentirá ningún dolor si un profesional las recorta de la forma correcta. Al tener las alas recortadas, tu periquito no podrá volar durante algunos meses, hasta que las plumas crezcan de nuevo. De esa forma, podrás dejarle abierta la puerta de la jaula y el periquito podrá explorar más, será menos probable que escape y podrás entrenarlo con mayor facilidad.
    • Por otra parte, no a todas las personas les agrada la idea de alterar a un ave. También existe la preocupación de que el hecho de no poder volar sea angustioso para un ave.[5]
    CONSEJO DE ESPECIALISTA
    La Dra. Elliott, miembro del Colegio Real de Cirujanos Veterinarios, es una veterinaria con más de 30 años de experiencia en cirugía veterinaria y práctica en animales de compañía. Se graduó de la Universidad de Glasgow en 1987 con un título en Medicina y Cirugía Veterinaria. Ella ha trabajado en la misma clínica de animales en su ciudad natal durante más de 20 años.
    Pippa Elliott, MRCVS
    Pippa Elliott, MRCVS
    Veterinaria

    Pippa Elliott, un veterinario con licencia, disuade a los dueños de aves de cortar las alas: "Considera entrenar a tu ave para que regrese a su jaula en lugar de cortar sus alas. Esta última restringe un comportamiento natural al volar, mientras que el entrenamiento es una gran estimulación mental y ayuda a mejorar la conexión entre el ave y el dueño".

Parte 2
Parte 2 de 3:
Empezar a ganarte la confianza de tu periquito

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    Empieza por abrir la puerta de su jaula. Abre la puerta de la jaula del periquito y mete la mano con cuidado. Háblale con suavidad. Trata de convencerlo para que coma un premio, como una semilla de girasol o mijo de la palma de tu mano. Quizás tengas que hacer varios intentos, así que ten paciencia.
    • No trates de agarrar al periquito en esta primera etapa, sino que deja que se acerque a tu mano. Si el periquito se mueve por la jaula cuando metas la mano, déjala allí hasta que se tranquilice.[6]
    • Cada sesión de entrenamiento debe ser de 10 minutos aproximadamente.[7] [8]
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    Entrena al periquito para que se suba a un palo. Luego de que el periquito confíe lo suficiente en ti como para comer de tu mano, puedes tratar de hacer que se suba a una percha o palo. Abre la puerta de la jaula y mete con cuidado la percha. Presiona la percha con mucho cuidado contra el ave. Luego de un tiempo, aprenderá a pararse en la percha.
    • Por el momento, simplemente deja que el periquito se quede en la percha adentro de la jaula. Aún no intentes sacarlo. Debes darle más tiempo para que se desarrolle su confianza en ti.
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    Entrénalo para que se suba a tu dedo. Luego de que el periquito se acostumbre a subirse a una percha o palo, puedes colocar el dedo junto a él para ver si sube. Cuando el periquito esté sobre la percha o palo, puedes tratar de poner el dedo junto a la percha para intentar que se suba.
    • Si no se asusta debido a la presencia de tu mano, puedes tratar de frotar su vientre con el dedo mientras le dices “arriba”. Al colocarlo de nuevo en la percha o en la jaula, dile “abajo”.[9]
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    Mueve al periquito mientras esté en tu dedo. Si ya se ha acostumbrado a subirse en tu dedo y se para con seguridad, puedes tratar de sacarlo de la jaula con el dedo.
    • Muévelo muy despacio y con mucho cuidado mientras lo sacas de la jaula, sobre todo la primera vez. No querrás asustarlo.[10]
    • No trates de moverlo mucho mientras trates de acostumbrarlo a salir de la jaula. Recuerda que las sesiones de entrenamiento deben ser cortas.[11]

Parte 3
Parte 3 de 3:
Entrenar y crear un vínculo con el periquito

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    Deja que el periquito pase tiempo fuera de la jaula. Luego de amansarlo y entrenarlo, el periquito deberá pasar al menos una hora al día fuera de la jaula para ejercitarse y jugar. Por seguridad, asegúrate de que todas las ventanas y puertas estén cerradas. También es buena idea cubrir las ventanas y los espejos para que el periquito no vuele hacia ellos por accidente.
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    Deja que tu periquito se siente en tu hombro. Cuando el periquito se sienta cómodo afuera de la jaula, puedes tratar de colocarlo con suavidad sobre tu hombro. Muchos periquitos pueden entrenarse para pararse allí.
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    Mantén saludable y feliz al periquito con algunos juguetes. A los periquitos les encanta tener varios juguetes de dónde elegir. Puedes aprovechar los juguetes para crear un vínculo con el periquito. Trata de rotar los juguetes con frecuencia (al menos una vez al mes) para que se mantenga feliz. Puedes encontrar algunos juguetes adecuados para los periquitos en las tiendas de artículos para mascotas, los cuales incluyen los siguientes:
    • escaleras
    • columpios
    • espejos
    • campanas
    • juguetes de madera para morder (son buenos para que su pico se mantenga corto)
    • plantas no venenosas para el hogar (porque el periquito puede volar desde su jaula hasta la planta y de vuelta)
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    Sigue hablando con el periquito. El ave debe acostumbrarse al sonido de tu voz, así que sigue hablándole hasta que forme un vínculo contigo.

Consejos

  • Sostenlo siempre de una forma correcta. Coloca la palma de tu mano sobre su espalda y coloca los dedos alrededor. Coloca con cuidado el pulgar a un lado de su cabeza y el dedo índice del otro lado. De esta forma, lo sostendrás bien y se sentirá seguro.
  • Es posible que algunos periquitos muerdan con el pico, pero no suele ser doloroso ni peligroso. Si te muerde, no lo asustes al reaccionar de forma exagerada.
  • Algunas personas recomiendan tratar de amansar a un periquito al sostenerlo por períodos (por ejemplo, de 30 minutos cada vez, cinco veces al día). Sin embargo, no todos los periquitos reaccionan bien ante este método y quizás sea difícil ganarte su confianza. Si eliges este método, recuerda que siempre debes sostener al periquito con cuidado y con suavidad. Si lo sostienes con mucha fuerza, podrías asfixiarlo.[12]

Cosas que necesitarás

  • algunos premios, como mijo o semillas de girasol
  • una jaula con agua y comida
  • juguetes para el periquito
  • perchas

Acerca de este wikiHow

Pippa Elliott, MRCVS
Coescrito por:
Veterinaria
Este artículo fue coescrito por Pippa Elliott, MRCVS. La Dra. Elliott, miembro del Colegio Real de Cirujanos Veterinarios, es una veterinaria con más de 30 años de experiencia en cirugía veterinaria y práctica en animales de compañía. Se graduó de la Universidad de Glasgow en 1987 con un título en Medicina y Cirugía Veterinaria. Ella ha trabajado en la misma clínica de animales en su ciudad natal durante más de 20 años. Este artículo ha sido visto 106 867 veces.