El Boston terrier es una raza original estadounidense de perros listos y amistosos cuyo cuidado suele ser un deleite. Sin embargo, los Boston terriers son como todos los perros, por lo que su cuidado presenta ciertos desafíos. Además, la crianza única de esta raza ocasiona que sea propensa a ciertos problemas de salud. Para que tu Boston terrier crezca feliz y saludable, es importante que comprendas estos factores.

Parte 1
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Saber qué esperar

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    Conoce cuáles son los placeres particulares de esta raza. Cada raza particular de perros tiene sus pros y sus contras y esto también aplica para los Boston terriers. En general, estos son algunos de los rasgos positivos conocidos de esta raza que hacen que su cuidado sea fácil y divertido:[1]
    • Tienen un temperamento amistoso y amable, y se llevan bien con los niños y con otras mascotas.
    • No necesitan que se les acicale tanto.
    • Son juguetones y vivaces sin llegar a ser hiperactivos.
    • Son pequeños pero resistentes.
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    Conoce cuáles son las dificultades particulares de esta raza. Las razones mencionadas anteriormente hacen que los Boston terriers sean excelentes animales de compañía. Sin embargo, también tienen defectos, los cuales podrían hacer que su cuidado sea más difícil que el de otras razas. Estas son algunas de las "contras":[2]
    • Si no se les cría bien, pueden desarrollar problemas de conducta.
    • A veces puede ser difícil entrenarlos para hacer sus necesidades fuera de la casa.
    • Tienden a babear con frecuencia y a padecer gases serios.
    • Pueden ser muy ruidosos (no solo ladrar sino también jadear, bufar, resoplar, sorber y roncar).
    • Son propensos a determinados problemas de salud (como se menciona en una sección posterior).
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    Ten en cuenta cuáles son las necesidades especiales de los Boston terriers. Estas son algunas de ellas:[3]
    • Un lugar para vivir que les permita pasar mucho tiempo dentro de casa, ya que tienen poca tolerancia para el calor o el frío.
    • Un lugar para vivir en donde no estén solos con frecuencia, ya que son propensos a padecer ansiedad por separación.
    • Un entrenador que pueda ser paciente, amable y no emplear muchos castigos, ya que esta raza puede llegar a ser muy sensible.
    • Chequeos frecuentes con el veterinario.
    • Un dueño dispuesto a tomar medidas especiales para proteger al perro de los problemas de salud a los que esta raza sea propensa.

Parte 2
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Establecer la rutina de tu perro

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    Aliméntalo dos veces al día. No es necesario alimentar mucho a un Boston terrier debido a que su complexión es pequeña y tiene un nivel moderado de energía. Por tanto, puedes darle entre media taza y una taza y media de comida seca de buena calidad por las mañanas y lo mismo por la noche. Aquí puedes encontrar diversas opciones de comidas para perros que tienen buenas críticas. Con cada comida, debes darle también una buena cantidad de agua, la cual dejará de beber por su cuenta cuando esté satisfecho.[4]
    • El tamaño de tu perro y su nivel de actividad determinarán cuánta comida deberás darle exactamente. Si tu perro es más grande y activo, quizás debas darle una taza y media completas de comida. Por otro lado, los perros más pequeños y menos activos no necesitan comer tanto.
    • No debes alimentar a tu perro entre sus comidas principales, ya que esta raza es propensa a la obesidad y a la flatulencia, las cuales podrían empeorar si le das premios exquisitas o comidas adicionales.
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    Asegúrate de que tu perro haga ejercicio moderado todos los días. Esta es una excelente forma de que se mantenga feliz y saludable y de que se comporte bien. En su mayoría, a los Boston terriers les encantará salir a pasear contigo por el vecindario todos los días, así como también correr y jugar en el jardín o en el parque.
    • Ten en cuenta que también debes evitar el exceso de ejercicio. Esto podría hacer que los corazones débiles de los Boston terriers se esfuercen demasiado. Cuando tu perro haga ejercicio intenso, presta atención a los síntomas de la fatiga, como los jadeos, la tos, un color azulado en las encías y un deseo visible de detenerse. Todo esto indicará que es momento de llevar a tu perro dentro de la casa para que pueda descansar.
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    Acicala a tu perro cuando sea necesario. La poca necesidad de acicalamiento es una de las grandes ventajas de los Boston terriers. Estos son los aspectos más importantes del acicalamiento que debes tener en cuenta:[5]
    • Pelaje: solo es necesario acicalarlo cuando esté sucio o desgreñado. Para ello, cepíllalo con suavidad en la dirección del crecimiento del pelo empleando un cepillo de fibras naturales o una manopla para perros.
    • Baño: solo debes bañar a tu perro cuando sea necesario, como después de que haya jugado en el lodo o cuando percibas un mal olor. Si lo bañas con demasiada frecuencia, esto puede despojar su pelaje de sus aceites naturales. Báñalo con un jabón leve diseñado para perros con el pelaje liso.
    • Uñas: puedes ya sea pedirle a un profesional que se ocupe de las uñas de tu perro o golpetearlas suavemente tú mismo con una lijadora giratoria a una velocidad muy baja, ya que usar un cortaúñas podría lastimarlo si le cortas las uñas demasiado cerca de la base.
    • Dientes: esto es lo único de lo que sí debes ocuparte con frecuencia debido a que los Boston terriers tienen propensión a los problemas dentales. Aplica pasta dental canina especial a ambos lados de los dientes de tu perro dos o tres veces por semana empleando un cepillo dental para bebés o envolviendo un paño alrededor de tu dedo.
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    Muéstrale amor y atención a tu perro. A los Boston terriers les encanta la atención y pueden deprimirse o volverse ansiosos con facilidad si no la reciben en cantidades suficientes.[6] Todos los días, trata de que por lo menos un miembro de tu familia pase un rato a solas con el perro. Esto contribuirá a mantenerlo feliz. Por fortuna, puedes hacerlo de distintas maneras. A continuación, encontrarás algunas ideas:
    • Juega con él. A los Boston terriers les encantan los juegos como los de lanzarle objetos para que los traiga, el tira y afloja, las persecuciones y los juegos de luchas. Sin embargo, ten en cuenta que son una raza pequeña y liviana, por lo que no debes jugar con mucha fuerza. Asimismo, es normal que tu perro te mordisquee suavemente durante los juegos físicos.
    • Acurrúcate con tu perro. Los Boston terriers son una raza muy afectuosa a la que le encanta el contacto cercano. Sin embargo, ten en cuenta que son propensos al babeo y a las flatulencias. Asimismo, evita acurrucarte con tu perro en los lugares en donde no tenga permitido estar (por ejemplo, no te acurruques con él en tu cama si está prohibido que tu perro esté ahí).
    • Acarícialo. Los Boston terriers reaccionan mejor a los refuerzos positivos. Por tanto, cuando lo entrenes, puedes usar este tipo de muestras de afecto como una recompensa.

Parte 3
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Criar un perro alegre y de buen comportamiento

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    Entrénalo con amabilidad. Los Boston terriers son una raza amable, aunque de todas formas su entrenamiento podría exigir una mayor atención y cuidado. Suelen ser muy sensibles, sobre todo a las voces iracundas,[7] por lo que podrían abrumarse si les gritas o les hablas mal y dejar de reaccionar al entrenamiento. Por tanto, no debes sucumbir a la tentación de reaccionar con mal comportamiento, al mal comportamiento de tu perro.
    • Lo mejor es usar, en cambio, los refuerzos positivos, ya que los Boston terriers tienden a reaccionar bien a ellos. Utiliza las muestras de afecto, los juegos o las golosinas pequeñas como recompensa cada vez que tu perro se comporte como desees. Si se comporta mal, evita reaccionar con ira y, en su lugar, no le muestres afecto.
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    paciente al entrenar a tu perro para hacer sus necesidades fuera de la casa. En este aspecto del entrenamiento, también será necesario esforzarte un poco más con un Boston terrier en comparación con un perro promedio.[8] Sé paciente y persistente mientras tu perro aún esté aprendiendo estos comportamientos, ya que los dominará si lo entrenas de una forma constante y regular. Lee el artículo Cómo enseñar a tu perro a ir al baño para encontrar estrategias específicas para este tipo de entrenamiento. Estas son algunas cosas que debes tener en mente:
    • Antes de que esté completamente entrenado, evita dejar a tu perro sin supervisión dentro de la casa. Si tienes que salir, colócalo dentro de una jaula o perrera, ya que es poco probable que un perro ensucie su lugar de dormir.
    • Deja salir con frecuencia a tu perro. Lo ideal es que lo dejes hacer sus necesidades después de despertarse, antes de irse a dormir, después de las comidas y antes y después de colocarlo en la jaula.
    • Cada vez que tu perro haga sus necesidades afuera, elógialo u ofrécele recompensas. Como se mencionó anteriormente, los Boston terriers reaccionan bien ante los refuerzos positivos.[9]
    • Si atrapas a tu perro haciendo sus necesidades dentro de la casa, detenlo con un "NO" severo pero sin reprenderlo ni pegarle, ya que esto lo confundirá y te dificultará aún más la tarea de entrenarlo.
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    Socializa a tu perro de una forma constante desde una edad temprana. El proceso de socialización (es decir, introducir al perro a cosas nuevas dentro de un entorno seguro y controlado) beneficia a todos los perros. Si logras que tu perro tenga experiencias agradables y positivas desde cachorro con las cosas nuevas, evitarás que surja una gran cantidad de problemas de conducta cuando crezca. Según las recomendaciones de la mayoría de los profesionales, debes empezar a socializar a tu perro entre las 8 y las 12 semanas de edad (si bien es cierto que es posible hacerlo a cualquier edad).[10]
    • Aquí puedes encontrar una buena guía para la socialización de tu perro. El principio general es introducir a tu perro a personas, animales, objetos y lugares nuevos uno por uno de forma gradual. Para que tu perro se sienta seguro, quédate cerca de él y muéstrale mucho afecto si tiene una buena reacción.
    • Puedes socializar a tu perro con los niños, otros perros, los lugares nuevos, los autos, los sonidos fuertes, las personas que caminen con bastón o que estén en sillas de ruedas, los objetos raros (como los paraguas), etc.
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    Esteriliza o castra a tu perro. Algunos dueños consideran que esta es una opinión controvertida, pero existen buenas razones para someter a tu perro a este procedimiento. Estos son algunos de los beneficios de la castración o la esterilización, aparte de ser procedimientos rápidos, baratos y seguros:[11]
    • Evitan que termines con cachorros que no quieras.
    • Ocasionan que el temperamento sea menos agresivo.
    • Evitan los comportamientos sexuales no deseados, como la simulación del coito, la marcación con orina y los comportamientos del celo en las hembras.
    • Evitan una gran variedad de cánceres.

Parte 4
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Cuidar de la salud de tu perro

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    Lleva a tu perro a chequeos regulares con el veterinario. Si optas por solo ocuparte de una cosa en cuanto a la salud de tu perro, asegúrate de que sea esto. Un veterinario posee la capacitación y las herramientas para mantener a tu perro en el mejor estado de salud posible durante toda su vida. Sin embargo, esto solo puede ocurrir si tu veterinario puede revisar a tu perro de forma presencial cuando sea necesario. Dependiendo de la edad de tu perro, deberás llevarlo al veterinario a una frecuencia diferente:[12]
    • Desde recién nacido hasta 1 año de edad: cada tres a cuatro semanas, aproximadamente. Durante este periodo, se le administrarán muchas vacunas importantes.
    • 1 a 7 años de edad: una vez al año, aproximadamente. Esto permitirá que se le hagan pruebas para ver si ha desarrollado problemas comunes, como el gusano del corazón y otro tipo de parásitos, y también permitirá que se le administren unas cuantas vacunas adicionales.
    • Pasados los 7 años: dos veces al año, aproximadamente. Los perros son más propensos a los problemas de salud conforme van envejeciendo, lo cual podría incrementar la frecuencia de sus tratamientos en caso de que el veterinario detecte algún problema.
    • También es importante llevarlo al veterinario en los caso en los que consideres que podría estar enfermo o que haya habido algún cambio significativo en su comportamiento.
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    Ten en cuenta que tu perro podría desarrollar el síndrome braquiocefálico. La crianza de los Boston terriers ha ocasionado que tengan narices muy chatas. Esto les ocasiona una propensión a esta enfermedad, la cual también se conoce como síndrome de insuficiencia respiratoria. Esto se debe a que el perro tiene las vías respiratorias muy pequeñas, lo cual le podría dificultar la respiración en ocasiones, sobre todo al hacer ejercicio. Presta atención a los síntomas de la falta de aire (los cuales en su mayoría son evidentes) y permite que tu perro se tome el tiempo necesario para recuperar el aliento si notas alguno de los siguientes:
    • jadeos o resuellos para recuperar el aliento
    • reticencia al movimiento o el ejercicio
    • color azulado en las encías
    • desmayos
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    Hazle una limpieza regular a los dientes de tu perro para prevenir las enfermedades dentales. Independientemente de la raza, es importante ocuparte de la salud dental de tu perro. Sin embargo, en los Boston terriers, esto adquiere una importancia adicional, ya que, como se mencionó anteriormente, son propensos a los problemas dentales. Por tanto, consulta con tu veterinario sobre la posibilidad de que le limpie regularmente los dientes a tu perro. Si tu perro está saludable, por lo general esto solo deberá realizarse cada 1 a 3 años.[13]
    • Un profesional limpiará minuciosamente la boca de tu perro, hasta la zona debajo de la línea de las encías, eliminando la acumulación de sarro y bacterias. Para ello, lo usual es que se le aplique anestesia general a tu perro, lo que quiere decir que estará temporalmente inconsciente.
    • Esta constituye una parte importante de la salud de tu perro, aunque no lo creas, y, si las enfermedades dentales se dejan sin tratar, podrían conducir a la pérdida de los dientes, ejercer una presión adicional sobre los riñones de tu perro y hasta acortar su esperanza de vida.[14]
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    Cuida los ojos de tu perro. Los ojos de esta raza tienden a ser grandes y saltones, lo cual ocasiona que sean ligeramente más propensos a las lesiones o infecciones oculares que los perros promedio.[15] Asimismo, esto podría dificultar el proceso de curación de los ojos después de una lesión. Por tanto, si observas algún cambio en los ojos de tu perro, comunícate con tu veterinario de inmediato, ya que, de esta forma, podrías llegar a salvarle la vista a tu perro.
    • Para reducir la incidencia de lesiones oculares, una buena opción es evitar que tu perro saque la cabeza por la ventana cuando lo lleves en auto, ya que esta es una causa frecuente de las lesiones oculares. Esto se debe a que es fácil que el viento haga que cualquier cosa se choque contra el rostro de tu perro de forma inesperada.
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    Presta atención a las infecciones cutáneas para detectarlas a tiempo. Los Boston terriers también tienen una propensión a diversas enfermedades genéticas que ocasionan irritación en la piel, como la enfermedad de Cushing.[16] Durante el chequeo físico de tu perro, tu veterinario revisará para ver si detecta estos problemas. Sin embargo, de todas formas es una buena idea estar pendiente de ellos tú mismo. Presta atención a los siguientes síntomas:
    • áreas de calvicie aparente en la piel
    • áreas rojas e irritadas
    • áreas que tengan mal olor
    • comezón frecuente que ocasione que el perro se rasque

Consejos

  • Los Boston terriers definitivamente quieren ser miembros de la familia y hacer todo lo que tú hagas y suelen ser perros muy amistosos con las personas y los animales, por lo que son adecuados para las personas sociables. Puedes llevarlos contigo a cualquier parte, ya sea eventos laborales o sociales.
  • Lo mejor es que el entrenamiento empiece más temprano que tarde, independientemente del tipo que elijas. Puede ser más difícil entrenar a un perro entrado en años, pero de todas formas no es imposible. Al margen de la edad de tu perro, el entrenamiento constituye un proceso constante y, en muchos casos, perros mayores a los que no se les había entrenado con anterioridad se convirtieron en mascotas excelentes con muy buen comportamiento después de recibir un buen entrenamiento a una etapa avanzada de su vida.
  • Consigue un cachorro en un albergue, un centro de rescate para animales o de un criador responsable. No debes comprar cachorros de "criaderos de perros" de mala reputación o de las tiendas de mascotas, las cuales suelen vender cachorros provenientes de estos criaderos. Aquí puedes encontrar una buena guía sobre los lugares en donde puedes conseguir un perro.[17]
  • Nunca debes comprar un Boston terrier (ni cualquier otro perro, en realidad) como un capricho. Los perros se encuentran entre los mejores animales de compañía, pero se necesita un trabajo duro para lograr que alcancen un punto en el que sepan ser buenos compañeros. Siempre debes pensarlo dos veces antes de adquirir un perro, ya que no será justo ni para él ni para ti que viva en un hogar en donde no sea feliz.

Acerca de este wikiHow

Belgin Altundag
Coescrito por:
Entrenadora de perros certificada
Este artículo fue coescrito por Belgin Altundag. Belgin Altundag es una entrenadora de perros certificado y propietaria de Happy Doggies Day Care / Day Camp en West Hollywood, California. Belgin, una apasionada amante de los animales, tiene conocimientos sobre múltiples estilos de entrenamiento, incluido el entrenamiento de obediencia, resolución de problemas, entrenamiento de actividades y modificación de comportamiento. Además de ser entrenadora de perros certificada de Animal Behavior College (ABCDT), Belgin también completó los programas 1 y 2 de Training Cesar's Way Fundamentals of Dog Behavior and Training Programs y está certificada por la Cruz Roja Americana en Primeros Auxilios para Perros y Gatos. Este artículo ha sido visto 19 850 veces.
Categorías: Perros