Las espadas son armas brillantes y llamativas que constituyen excelentes artículos de colección y decoraciones elegantes. No importa si las manipulas con frecuencia o las dejas colgadas en una pared, es importante que las limpies y las mantengas de manera adecuada para protegerlas del daño y que conserven su mejor aspecto.

Parte 1
Parte 1 de 4:
Limpiar la espada

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    Utiliza un paño sin pelusas para retirar la grasa de fábrica. Si compras la espada en una fábrica o incluso donde un coleccionista, es probable que te la envíe con una capa gruesa de aceite o grasa. Una vez que recibas la espada, debes eliminar esta sustancia de inmediato con un paño de algodón sin pelusas. Siempre debes limpiar la hoja con movimientos rectos y unidireccionales para evitar lesiones. Avanza desde la parte inferior de la espada hacia la punta, ejerciendo menos presión sobre esta última.[1]
    • Para limpiar espadas japonesas, debes utilizar papel de arroz en lugar de paños de algodón sin pelusas. Los filtros para café también funcionan bien como una alternativa económica.[2]
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    Aplica diluyente de laca a las espadas para eliminar la suciedad difícil. Es probable que el paño sin pelusas no sea suficiente para eliminar la suciedad o el polvo (e incluso la grasa de fábrica). Vierte una cantidad muy pequeña de diluyente de laca en un paño limpio y restriega la suciedad empleando los mismos movimientos rectos y unidireccionales. Luego, utiliza otro paño sin pelusas para eliminar los restos de diluyente.[3]
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    Utiliza diluyente de laca con bencina para limpiar espadas japonesas. A veces, las espadas japonesas requieren materiales de limpieza ligeramente diferentes a las espadas de acero. Asegúrate de que el diluyente de laca contenga bencina al limpiar estos artículos.[4]
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    Seca la hoja para evitar daños por humedad. Puedes utilizar un paño limpio, un pedazo de papel de arroz o un filtro de café para secar la hoja por completo. De esta manera, eliminarás los restos de polvo y la solución de limpieza. Es esencial que seques y limpies la hoja antes de engrasar el metal para evitar daños por humedad.[5]
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Parte 2
Parte 2 de 4:
Engrasar la espada

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    Escoge aceite para máquinas de coser como un material de engrase básico y económico. Todas las espadas son muy propensas a oxidarse. Para proteger el metal, estos artículos necesitan la aplicación habitual de una capa protectora de aceite. El aceite para máquinas de coser (que es un tipo de aceite mineral) se considera una opción fácil de encontrar y económica para conservar las espadas en buen estado.[6]
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    Escoge aceite de choji para el engrase tradicional de las espadas japonesas. Al engrasar espadas japonesas, puedes utilizar materiales de limpieza y preservación más tradicionales. El aceite de choji es un tipo de aceite mineral que también contiene aceite de clavo. Esta solución puede resultar más costosa y difícil de encontrar. El aceite para máquinas de coser también sirve para tratar estos artículos.[7]
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    Aplica una pequeña cantidad de aceite sobre un paño sin pelusas. Debes utilizar un paño de algodón sin pelusas para engrasar tanto las espadas japonesas como las de acero. Vierte o rocía una cantidad muy pequeña de aceite sobre el paño. Debes aplicar solo el aceite suficiente para formar un pequeño círculo sobre el paño.[8]
    • Para evitar el exceso de aceite, puedes utilizar un gotero para aplicarlo directamente sobre la espada.[9]
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    Elimina el aceite en toda la longitud de la hoja. Debes emplear los mismos movimientos unidireccionales y rectos para aplicar el aceite. Asegúrate de que toda la sección de metal de la espada se encuentre cubierta de aceite. Debes trabajar despacio y con cuidado para evitar lesiones.[10]
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    Utiliza un paño para eliminar el exceso de aceite sobre la hoja. Trata de aplicar una capa ligera de aceite que apenas brille cuando la expongas a la luz. El aceite no debe gotear de la espada. Asegúrate de que la capa sea delgada y uniforme. Utiliza un paño limpio para cubrir los puntos descubiertos restantes y eliminar el exceso de aceite.[11]
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Parte 3
Parte 3 de 4:
Darle mantenimiento a la espada

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    Repite el proceso de engrase cada diez días con las espadas nuevas. Es importante revisar y ver constantemente cómo reaccionan las espadas nuevas al clima. Continúa con este procedimiento durante unos seis meses para proteger la espada y dejar que se adapte a tu área. Si parece que el aceite se está desvaneciendo, debes volver a aplicar una capa de inmediato.[12]
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    Continúa engrasando la espada cada semana durante los climas húmedos. Si resides en un área que recibe lluvia constante o presenta un clima con altos niveles de humedad, debes tener mucho cuidado con el metal. Las espadas corren mayor riesgo de desarrollar óxido en estas regiones. La oxidación puede formarse rápidamente, por lo que es probable que tengas que revisar el metal cada dos días, en especial después de comprar la espada.[13]
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    Repite el proceso de engrase mensualmente en climas secos y templados. El óxido es un enemigo ligeramente menos aterrador en regiones que no presentan niveles altos de humedad. Sin embargo, el agua siempre está presente en el ambiente. No te descuides demasiado en estas regiones y continúa engrasando la espada una vez al mes.[14]
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    Cubre ligeramente los mangos de madera con aceite de limón cada seis meses. Si bien estas piezas no requieren tanto cuidado como el metal, pueden agrietarse si no reciben un mantenimiento adecuado. Con el fin de proteger la madera y mantenerla flexible, debes aplicarle una capa muy ligera de aceite de limón con un paño de algodón suave. Puedes realizar este procedimiento cada seis meses aproximadamente. Debes aumentar la frecuencia si detectas pequeñas grietas en el material.[15]
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    Aplica pasta de cera para cuero sobre las empuñaduras de cuero para evitar que se agrieten. Al igual que los mangos de madera, los mangos de cuero se pueden agrietar si no reciben un poco de cuidado de rutina. Debes darle mantenimiento a esta parte de la espada frotando una pequeña cantidad de pasta de cera para cuero con un paño suave. Al igual que con los mangos de madera, no es necesario realizar este procedimiento más de una o dos veces al año.[16]
    • Asegúrate de que los aceites que utilices para proteger el metal de la espada no entren en contacto con el mango de cuero, ya que estos podrían hacer que se pudra. Puedes proteger el cuero con una envoltura de plástico cada vez que engrases la hoja.
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    Cubre la espada con vaselina y envuélvela con trapos para guardarla. Si no vas a exhibir la espada en una pared, es probable que desees almacenarla. Para almacenar con seguridad las espadas durante períodos muy prolongados, debes mantenerlas fuera de sus fundas. En su lugar, debes aplicar una capa protectora de vaselina, envolver la espada con varios trapos y amarrarla para mantenerla segura.[17]
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    Escoge cera de la marca Renaissance para lograr un almacenamiento de calidad profesional. Si te preocupa que la vaselina pueda dañar la espada, puedes probar con la cera Renaissance. En los museos, se utiliza este material para almacenar las espadas de colección. Esta cera es más costosa, pero no necesitas utilizar demasiada para recubrir el metal. Envuelve la espada con trapos y amárrala una vez que hayas aplicado la cera.[18]
    • La cera Renaissance también proporciona protección en el largo plazo para las espadas en exhibición.
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    Mantén la espada en un lugar fresco y seco al almacenarla. Las temperaturas extremas pueden dañar la espada, por lo que se almacenará mejor en un espacio seco con aire acondicionado. Estas condiciones ayudan a evitar que se forme óxido sobre el metal, y además evitan que los mangos se agrieten.[19]
    • Evita almacenar espadas en fundas de cuero, ya que hacen que la hoja se oxide rápidamente. Si bien las fundas de madera se consideran una mejor opción que el cuero, no protegerán la hoja tan bien como los trapos y las ataduras bien aseguradas.
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Parte 4
Parte 4 de 4:
Prevenir y reparar daños en la espada

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    Evita los rayones manipulando la espada con suavidad. Si deseas probar la espada cortando árboles o golpeándola contra objetos duros, esto solo dañará el material. Si deseas evitar rayones, no participes en estas prácticas, ya que podrías ocasionar un daño tan grave que hasta un pulidor profesional no lograría repararlo.[20]
    • Algunas personas compran espadas más sólidas a propósito para que puedan manipularlas sin miedo de dañar el metal. Incluso si compras una de estas espadas, debes tener cuidado y prepararte para los posibles daños.
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    Evita la manipulación excesiva para minimizar el daño ocasionado por los aceites naturales de la piel. Cada vez que tocas la espada, la expones a los aceites naturales o los materiales extraños que contiene tu piel. Si bien siempre debes limpiarte y secarte las manos antes de manipular la espada, esto solo proporcionará una protección mínima.[21]
    • Si te preocupa dañar el metal, puedes utilizar guantes de algodón al manipular la espada. Evita el uso de estos guantes al limpiar, engrasar o pulir la espada, ya que no te brindarán la movilidad que necesitas para completar estos procesos de manera segura.
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    Elimina el óxido y los rayones con almohadillas metálicas abrasivas. Estas almohadillas vienen en granos grueso, mediano y fino. Puedes utilizar las de grano mediano y fino para ocuparte de los rayones pequeños o las manchas de óxido, y utilizar las de grano grueso para los daños más profundos. Debes avanzar lentamente a través de este proceso:[22]
    • Coloca la espada sobre una superficie plana y segura. La punta de la hoja debe estar orientada hacia ti.
    • Frota un pedazo de papel de lija sobre el área dañada con movimientos unidireccionales y rectos. Debes concentrarte en las áreas pequeñas, desplazándote por ellas una por una.
    • Termina el proceso con una almohadilla de grano fino para proporcionar una superficie metálica satinada y sin rayones.
    • Elimina el polvo de óxido con un paño suave y engrasa la hoja como normalmente lo harías.
    • Si tienes espadas más costosas oxidándose, debes contactar a un profesional. Evita arreglar artículos valiosos por tu cuenta, ya que podrías dañarlos más.
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    Utiliza un pulidor para metales y una esponja Scotch-Brite para pulir las hojas de acero. Si deseas conseguir un acabado similar a un espejo sobre la hoja, debes aplicar una pequeña cantidad de pulidor para metales sobre una esponja Scotch-Brite. Luego, frota esta solución sobre la hoja solo con movimientos rectos. Es probable que tengas la tentación de pulir el metal en círculos, pero debes resistir este impulso. Aplica mucha presión sobre la esponja para pulir la hoja adecuadamente. Termina de limpiar y engrasar la hoja como lo harías normalmente.[23]
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    Utiliza una bola de energía Uchiko para pulir espadas japonesas. Estas espadas requieren un proceso de pulido único. Al comprar una espada japonesa, puedes incluir una bola de energía Uchiko o una bola de seda sobre un palo que contenga piedra en polvo. Golpea la bola suavemente contra la hoja cada 2 o 4 cm (1 o 2 pulgadas) para liberar una película ligera de piedra en polvo a lo largo de ambos lados de la hoja. Luego, limpia el polvo con un paño de algodón, pasándolo desde la empuñadura hasta la punta con movimientos rectos y unidireccionales.[24]
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    Utiliza harina como una alternativa económica a la bola de energía Uchiko. Si no tienes acceso a esta herramienta tradicional japonesa, la harina del gabinete de tu cocina también puede funcionar. Simplemente espolvoréala sobre la hoja con sus dedos comprimidos. Al igual que con la bola de energía Uchiko, debes eliminar el polvo de la hoja con un paño de algodón limpio, avanzando desde la empuñadura hasta la punta con movimientos rectos y unidireccionales.[25]
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    Contrata a un profesional para tratar las muescas profundas o los daños graves por óxido. Si la hoja se daña demasiado en algún momento, debes ponerte en contacto con un profesional. Si tratas de reparar este daño por tu cuenta, podrías terminar arruinando la espada. Puedes encontrar pulidores profesionales a través de internet, aunque es probable que tengas que enviarles la espada. También puedes encargar la reparación en una tienda de cuchillos local para evitar cualquier problema de envío.[26]
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Advertencias

  • Recuerda que las espadas son armas, por lo que debes tener mucho cuidado al manipularlas, limpiarlas y darles mantenimiento. La mayoría de las lesiones ocurren durante el mantenimiento de rutina.
  • Nunca hagas girar la espada con rapidez y de manera temeraria, ya que podrías ocasionarte un daño grave.
  • Evita probar el filo de la hoja con el dedo.
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Cosas que necesitarás

  • un paño sin pelusas
  • diluyente de laca
  • bencina
  • aceite para máquinas de coser
  • vaselina
  • trapos
  • almohadillas metálicas abrasivas de grano bajo
  • una esponja Scotch-Brite
  • pulidor para metales

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Categorías: Armas y tiro
Resumen del artículoX

Para restaurar una espada, primer limpia cualquier resto de polvo o escombro utilizando un paño. Si está oxidada, utiliza una lija de grano 220 y pásala con cuidado de un lado a otro sobre el óxido hasta que comience a desgastarse. Si la espada es nueva o aún tiene filo, utiliza guantes resistentes a los cortes. Una vez que hayas eliminado la mayor parte del óxido, utiliza una lija de grano 600 y repite el proceso hasta que la superficie de la hoja o el mango esté completamente lisa. Si aún quedan partes descoloradas, utiliza una lija de grano 1500 para desgastarlas. A continuación, pasa con suavidad una lija de grano 600 de un lado a otro sobre toda la superficie de la hoja y el mango. De esta manera, limarás los rayones que creaste al quitar el óxido y mantendrás las superficies de la espada con una apariencia uniforme. Ahora, rocía una pasta para pulir metales por toda la superficie que quieras limpiar. Consigue un disco pulidor o una herramienta rotatoria con un accesorio de tela, y comienza a pulir la espada. Mantén en movimiento el disco o la herramienta para no pulir por demasiado tiempo una parte específica de la espada. Una vez que una parte de la espada esté completamente limpia y brillante, pasa a otra. Al terminar, dale una limpieza final con un paño de microfibra para eliminar el exceso de pulidor. Ten en cuenta que, si tienes una espada antigua o si te interesa preservar el valor de una, no intentes restaurarla en casa. Llévala donde un profesional y pídele que la revise antes de restaurarla. Si quieres más consejos sobre cómo limpiar y engrasar tu espada, ¡sigue leyendo!

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