Los Shih Tzu son descendientes de los perros chinos de la realeza y fueron originalmente criados para ser grandiosos compañeros.[1] Si bien pueden lucir majestuosos y delicados, en realidad son perros vivaces, enérgicos y divertidos que pueden ser mascotas familiares grandiosas. Para poder llevar un Shih Tzu a tu casa y lograr que crezca sano, tendrás que cuidar su pelaje, su comportamiento y su salud de forma frecuente.

Método 1
Método 1 de 3:
Asear a un Shih Tzu

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    Baña y cepilla a tu perro. Tendrás que bañar al perro, de preferencia, una vez a la semana. También tendrás que cepillar o peinar su pelo al menos una vez al día para evitar que se formen mechones enredados.
    • Los Shih Tzu tienen una capa de pelo, no pelaje. Esto significa que esta capa no se caerá. Al igual que el cabello humano, el pelo del Shih Tzu requiere que lo cuiden o se enredará.
    • Presta especial atención al pelo que está cerca de los ojos de tu perro. Si dejas que el pelo quede largo, tendrás que atarlo por encima de sus ojos.[2] Esto ayudará a mantener su pelo lejos de sus ojos y sus platos de comida y agua.
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    Recorta el pelo del perro con frecuencia. A los Shih Tzu no se les cae el pelo; por ello, este puede crecer muy largo. Tómate un tiempo para cortar el pelo de tu perro y hacer que no se vuelva difícil de controlar. Si no vas a exhibir a tu Shih Tzu, considera hacerle un corte de “cachorro” corto, en lugar del clásico pelo largo para exhibiciones, ya que así será más fácil cuidarlo.[3]
    • Presta especial atención al área de los ojos del perro, ¡pero ten cuidado cuando uses tijeras cerca de ellos! Es importante cortar el pelo que está cerca de su ojos para que estos permanezcan limpios y para que el perro pueda ver, pero puede ser difícil mantenerlo lo suficientemente quieto. Solo tómate tu tiempo y sé cuidadoso. Incluso podrías necesitar a un ayudante para que mantenga quieto a tu cachorro.
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    Lleva a tu Shih Tzu a un peluquero de perros profesional si no puedes encargarte del aseo del perro por tu cuenta. Los Shih Tzu deben asearse al menos dejando dos o tres semanas para garantizar una salud óptima. Si te gusta asear a tu Shih Tzu por tu cuenta, pero no puedes hacerlo dejando una semana, trata de llevar a tu cachorro a un peluquero de perros entre cada ocasión en la que lo asees.
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Método 2
Método 2 de 3:
Entrenar a un Shih Tzu

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    Haz que tu Shih Tzu socialice. Permite que conozca a otros perros desde una etapa muy temprana de su vida. Esto permitirá que tu perro se vuelva más sociable y también le dejará experimentar la vida fuera de la casa.
    • Lleva a tu perro a la ciudad de vez en cuando para que no le tema a los autos, las luces, los ruidos y a otras personas. También haz que tu perro se exponga a una edad temprana a otras cosas que puedan exaltar a los perros pequeños, como las patinetas y las bicicletas. Mientras más vea e interactúe con una variedad de experiencias de la vida, más cómodo se sentirá.
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    Entrena a tu Shih Tzu para que aprenda las habilidades básicas de obediencia. Él puede actuar como si fuera “superior”, lo que hace que sea un poco más difícil entrenarlo. Sé paciente y constante.
    • Los Shih Tzus en particular se caracterizan por tener problemas para hacer sus necesidades fuera de casa.[4] Usa el refuerzo positivo, no el castigo, y sé paciente con tu perro.
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    Si tu perro es un cachorro, consíguele un anillo de dentición. Esta raza suele masticar mucho en sus primeros años de edad, pero con un entrenamiento apropiado, puedes detener este hábito.
    • Recuerda que sin importar lo que hagas, tu Shih Tzu morderá en las etapas tempranas de su vida. Esto es completamente normal, ¡pero no dejes que se acostumbre!
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Método 3
Método 3 de 3:
Mantener saludable a un Shih Tzu

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    Ejercita a tu perro lo más que puedas. Los Shih Tzu pueden ser perros pequeños, pero aun así necesitan un lugar en donde puedan estirar sus piernas y jugar. Esta raza adora jugar, así que compra (o haz) algunos juguetes y asegúrate de ir al parque de perros con la mayor frecuencia posible.[5]
    • A pesar de que en ocasiones lucen delicados, los Shih Tzus son perros resistentes y no les importa ensuciarse un poco de vez en cuando.
    • ¡Recuerda que los perros que mordisquean y enloquecen dentro de casa pueden necesitar más ejercicio al aire libre! El ejercicio no solo es de utilidad para el cuerpo de un perro, sino también para su mente.
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    Dale comida para perro saludable a tu Shih Tzu. Ten en cuenta que algunos Shih Tzu tienen alergias o sensibilidad estomacal a ciertos alimentos. Si usas una marca de comida para perro que parece no caerle bien a tu perro, cámbiala. Si continúas teniendo problemas, consulta al veterinario para que te recomiende una buena marca de comida especial para la raza de tu perro.
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    Lleva tu Shih Tzu al veterinario una vez al año para que reciba una atención médica básica. Al igual que con cualquier otra mascota, tu objetivo debe ser que tu Shih Tzu sea feliz y saludable, y el veterinario es la persona más apropiada para ayudarte a alcanzar este objetivo. Tienes que asegurarte de satisfacer las necesidades de atención médica de tu perro con frecuencia. Los procedimientos veterinarios importantes incluyen, pero sin limitarse a, vacunas, control de parásitos internos y externos, castración e implantación de microchip.
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    Verifica la presencia de problemas de salud propios de la raza. Las visitas frecuentes al veterinario son incluso más importantes para los perros de esta raza, ya que son propensos a sufrir una variedad de enfermedades únicas. Estas incluyen a la displasia de cadera, la enfermedad de von Willebrand y la anemia hemolítica autoinmune.
    • Los Shih Tzu son propensos a sufrir problemas en los ojos como la atrofia progresiva de retina (APR), un grupo de enfermedades que atacan a ciertas razas de perros.[6] Esta se caracteriza por la degeneración bilateral de la retina, básicamente la pérdida progresiva de la visión que culmina en ceguera. Mantente alerta para detectar si el perro se choca con las cosas, si no encuentra un juguete o si de pronto pierde la confianza en situaciones nuevas.
    • Los Shih Tzu también son propensos a sufrir problemas en los discos y dolor de espalda. Si bien los problemas de espalda son genéticos en estos perros y, por lo tanto, no siempre pueden evitarse, debes tomar algunas medidas para reducir la posibilidad de que sufran una lesión. En primer lugar, reduce el riesgo de que el perro sufra una hernia discal no dejando que salte desde zonas altas y manteniéndolo delgado.[7] Asimismo, si tu perro parece sentir dolor, llévalo al veterinario. Un veterinario puede evaluar la salud de tu perro y, como mínimo, curar su dolor.
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    Trata de cepillarle los dientes a tu perro. Los Shih Tzu pueden sufrir de problemas en los dientes, incluida la falta de algún diente o la presencia de dientes desalineados desde el nacimiento.[8] Cepillarle los dientes cuando te cepillas los tuyos es una buena idea. Al igual que los humanos, ellos pueden sufrir de gingivitis y acumulación de placa, lo que puede provocar infecciones o pérdida de dientes.[9] En los peores casos, pueden perder la capacidad de comer debido a las infecciones en la boca.
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    Recuerda encargarte de las otras necesidades diarias de tu perro. Asegúrate de que tu cachorro cuente con agua disponible para que pueda beber cuando tenga sed. Lleva a tu perro al baño. Al igual que nosotros, los perros necesitan ir al baño para mantenerse saludables.
    • También debes cortarle las uñas a tu cachorro dejando una o dos semanas.[10]
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    ¡Dale mucho amor a tu Shih Tzu! Todo perro necesita amor. Acarícialo y elógialo con frecuencia. Incluso si solo dejas que se siente en tu regazo mientras lees o miras televisión, esto le demuestra que lo quieres.
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Consejos

  • Recuerda que los Shih Tzu no tienen pelaje, ellos tienen pelo, lo que significa que no se les caerá. Esto hace que esta raza sea una grandiosa opción para aquellos que no quieren limpiar el pelaje o que son alérgicos a la mayoría de los perros.
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Advertencias

  • La mayoría de los Shih Tzu adoran a los niños, pero el temperamento de cada perro es diferente. Sé cuidadoso cuando le presentes al perro niños que nunca antes ha visto.
  • Recuerda que algunos perros creen que los humanos también son perros y te tratarán bruscamente como si fueras otro perro. Los perros por naturaleza juegan con sus hocicos, incluso con los humanos.
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Acerca de este wikiHow

Pippa Elliott, MRCVS
Coescrito por:
Veterinaria del Colegio Real de Cirujanos Veterinarios
Este artículo fue coescrito por Pippa Elliott, MRCVS. La Dra. Elliott es una veterinaria con más de 30 años de experiencia. Se graduó en la Universidad de Glasgow en 1987, y ha trabajado como cirujana veterinaria durante 7 años. Después, la Dra. Elliott trabajó como veterinaria en una clínica de animales durante más de una década. Este artículo ha sido visto 136 595 veces.
Categorías: Perros
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