No es extraño que los conejos estornuden o muestren síntomas de resfrío, como la presencia de secreciones nasales y ojos llorosos. Estos pueden deberse a una infección respiratoria superior o inferior, a una infección dental, o a otras condiciones que un veterinario debe evaluar.[1] Si tu conejo estornuda, llévalo a la veterinaria y proporciónale los cuidados necesarios.

Método 1
Método 1 de 3:
Ir a la veterinaria

  1. 1
    Observa a tu conejo. Antes de llevarlo a la veterinaria, intenta evaluar la situación para descubrir la razón de los estornudos. Al vigilar los síntomas de tu conejo, podrás ayudar al veterinario a determinar cuál es el problema.
    • Tu conejo podría tener una infección respiratoria superior, la cual se manifiesta con síntomas como secreciones nasales, ojos llorosos y estornudos. También podría tratarse de una infección respiratoria inferior, que podría producir síntomas como una respiración ruidosa. Los conejos que sufren de este tipo de infección también tienden a elevar la nariz al respirar.
    • Tu mascota podría tener algún objeto extraño, como cabello o un poco de comida, atrapado en el conducto nasal. Si fuera el caso, no habría muchos síntomas además de los estornudos.
    • Un problema dental, como una infección que se extiende hasta la nariz, puede causar estornudos. Esto también podría generar otros síntomas del resfrío, como la aparición de secreciones nasales, y se le ocurre con mayor frecuencia a conejos más viejos.[2]
    • Recuerda que lo mejor es que un veterinario realice una evaluación profesional, pero de todos modos puedes ir preparado con tu opinión y un poco de información adicional sobre los síntomas a fin de ayudar.
  2. 2
    Busca un veterinario que tenga experiencia con conejos. Ten en cuenta que no en todas las veterinarias tratan conejos. Es posible que, incluso si acceden a atender a tu mascota, no tengan suficiente experiencia en estos casos como para evaluarlo correctamente.[3] Pide referencias a otras personas que tengan conejos y realiza búsquedas en Internet para encontrar veterinarios con experiencia en tu localidad. Asegúrate de leer las reseñas antes de hacer una cita.
  3. 3
    Lleva al conejo a la veterinaria. Lleva a tu mascota a la veterinaria de tu elección con ayuda de una canasta o una caja bien ventilada. Proporciónale agua en caso de que necesite hidratarse. Muchas canastas de este tipo tienen platos de comida y de agua incorporados. La seguridad de tu mascota es la prioridad al momento de escoger una canasta, así que elige el más indicado para tu caso antes de llevar a tu conejo enfermo a la veterinaria. Puedes elegir entre distintas opciones, como cajas, cabestrillos y más. Asimismo, puedes consultarle al dueño de la tienda de mascotas o al veterinario qué tipo de canasta sería la más apropiada para tu mascota en caso de que aún no tengas una.[4]
  4. 4
    Permite que el veterinario evalúe el problema. Es probable que deba llevar a cabo distintas pruebas, así como un examen físico para determinar la causa del problema. La duración de la evaluación dependerá de cuántos exámenes tenga que realizar el veterinario.
    • En algunos casos, el veterinario pide que se lleve una muestra de heces del animal para examinarla. Esta muestra debe tener menos de 24 horas.[5]
    • Es posible que el veterinario quiera realizar algunos exámenes de sangre, en cuyo caso tendrá que realizar una extracción de tu conejo. Asimismo, es probable que requiera una muestra de cualquier secreción nasal para realizar otras pruebas. Estas evaluaciones ayudarán a determinar qué tipo de antibiótico es el mejor para tratar una infección, si fuera el caso.
    • Asegúrate de informar al veterinario sobre todo lo relativo a la casa del conejo, incluso lo que come y qué material empleas para el fondo de su jaula.[6] Quizá baste con cambiar la viruta que usas para acabar con los estornudos.

Método 2
Método 2 de 3:
Administrar medicamentos

  1. 1
    Utiliza antibióticos u otros medicamentos según lo indique el veterinario. Si el tratamiento de tu conejo incluye antibióticos, sigue las instrucciones de administración y no omitas ninguna dosis. Incluso es posible que recibas antibióticos antes de que los resultados de los exámenes estén listos. En este caso, se trataría de una medida de precaución.
    • Omitir una dosis de los antibióticos o terminarlos antes de tiempo puede provocar que se formen cepas de bacterias resistentes. Como resultado, la siguiente vez que el conejo tenga una infección, será mucho más complicado encontrar un medicamento que funcione. Siempre completa el tratamiento, incluso después de que los síntomas hayan desaparecido, y asegúrate de administrar la dosis correcta en el momento indicado.
    • Algunos antibióticos pueden hacer que el sistema digestivo del conejo trabaje un poco más lento. Si notas algún cambio en el apetito o en sus hábitos de excreción, es necesario que informes al veterinario al respecto a fin de asegurarte de que solo se trata de una reacción temporal al medicamento y no una señal de un problema más grave.
    • Si tu conejo no come ni excreta en un período de entre 10 y 12 horas, comunícate con el veterinario inmediatamente. Esto podría ser una señal de una emergencia médica letal.
  2. 2
    Prepara un área para administrar el medicamento. Es posible que no sea sencillo darle el medicamento recetado al conejo. Quizá no le agrade el sabor o no confíe en la sustancia. Por esta razón, es necesario que prepares un área tranquila de antemano donde puedas administrarle la medicina.
    • Escoge una superficie plana, como el piso, una mesa o un mostrador. Si vas a elegir una mesa, procura que esté cerca del suelo en caso de que el conejo salte.
    • Ten todos los implementos necesarios a la mano. Coloca las jeringas, pastillas o cualquier otra cosa que requieras a tu alcance.[7]
  3. 3
    Envuelve a tu conejo en una toalla. Toma una toalla vieja y envuelve a tu conejo a fin de evitar que te arañe o se resista. Cúbrelo con cuidado y sujeta la toalla debajo de su cuerpo por ambos lados para que no pueda moverse. Con un brazo envuelve al conejo suavemente y con el otro administra el medicamento.
  4. 4
    Administra el medicamento. Es posible que debas emplear una jeringa desechable, ya que la mayoría de medicamentos para conejos vienen en forma líquida. Con el conejo asegurado en la toalla, coloca la punta de la jeringa detrás de sus dientes frontales y, lentamente, administra el líquido.
  5. 5
    En caso de que sea muy difícil administrar un medicamento líquido, pídelos en forma de pastilla. Dado que las pastillas tienen forma de alimento para conejo (pellets), la mayoría de estos animales se las come sin dudarlo. De lo contrario, intenta triturarla y mezcla el polvo con su comida favorita. También puedes mezclarlo con líquidos, como agua o jugo de frutas, entre otros.[8]

Método 3
Método 3 de 3:
Cuidar a tu conejo

  1. 1
    Pasa tiempo con tu conejo. Cuando sueles pasar tiempo con tu conejo, es más fácil darte cuenta de cualquier cambio en su comportamiento. Además, esto hará que tu mascota se sienta más segura cuando estás cerca. Intenta pasar más tiempo con él en tu tiempo libre y permanece en la misma habitación tanto tiempo como puedas.
  2. 2
    Vigila a tu conejo. Además de dedicarle tiempo al conejo, vigílalo durante las semanas posteriores a su visita a la veterinaria. Ten en cuenta que los medicamentos pueden tener efectos secundarios. Generalmente, estos pasan, pero debes estar atento a ciertas conductas que pueda mostrar tu conejo, como la apatía. Asimismo, es necesario asegurarse de que los síntomas desaparezcan luego de administrar el medicamento. De lo contrario, es posible que debas ir a la veterinaria una segunda vez para ver qué es lo que sucede.[9]
  3. 3
    Mantén la jaula limpia. Asegúrate de limpiar las heces de la jaula del conejo a diario. Ten en cuenta que la acumulación de bacterias es perjudicial para la salud de tu mascota. Puedes usar una caja de arena como las de los gatos para que le sirva de baño al conejo. Además de limpiar las heces, cambia la viruta o cualquier material que emplees para el piso de la jaula cada dos días y restriega la jaula por completo con un desinfectante en aerosol cada dos semanas. Es necesario tomar estas precauciones a fin de proteger a tu conejo, pero es incluso más importante hacerlo si el animal ha estado enfermo.[10]

Consejos

  • Si tu conejo no vive dentro de la casa, considera ponerlo en una habitación tranquila mientras está enfermo. De esta manera, evitarás que la infección se propague a otros conejos y será mucho más sencillo vigilar su proceso de recuperación.
  • Si usas viruta de pino o cedro, es probable que esta sea una de las principales causas de los problemas respiratorios de tu conejo. Este tipo de madera suele provocar dificultar para respirar en el tracto superior tanto a conejos como a otros animales pequeños. Busca otras alternativas, como las virutas de papel reciclado, de álamo o de cualquier otro material que sea seguro.

Advertencias

  • Los problemas respiratorios de los conejos no se curan solos. Es necesario investigar la causa con la ayuda de un veterinario.
  • Sé preciso al informar al veterinario sobre los alimentos que el conejo consumió recientemente. Cualquier tipo de comida o producto podría causar los estornudos u otros problemas respiratorios.

Acerca de este wikiHow

Pippa Elliott, MRCVS
Coescrito por:
Veterinaria del Colegio Real de Cirujanos Veterinarios
Este artículo fue coescrito por Pippa Elliott, MRCVS. La Dra. Elliott es una veterinaria con más de 30 años de experiencia. Se graduó en la Universidad de Glasgow en 1987, y ha trabajado como cirujana veterinaria durante 7 años. Después, la Dra. Elliott trabajó como veterinaria en una clínica de animales durante más de una década. Este artículo ha sido visto 135 912 veces.