Un hecho innegable sobre la vida de las salamandras es que tienen un rostro muy tierno. Otro hecho innegable es que son relativamente fáciles de cuidar, asumiendo que sabes cómo hacerlo correctamente. wikiHow está aquí para ayudarte con lo último (debido a que bueno... las salamandras no necesitan ayuda para ser tiernas ni para verse genial). Continúa leyendo para aprender a cuidar a tu salamandra de la mejor forma. (Nota: si buscas información sobre cómo cuidar un tritón, haz clic aquí).

Parte 1
Parte 1 de 4:
Darle un hogar a la salamandra

  1. 1
    Utiliza un acuario o tanque para crear un hogar para la salamandra. Los acuarios o los tanques de reptiles proporcionan un hogar excelente para que albergues a tu salamandra. Debes utilizar un tanque de 38 L (10 gal), ya que así le das suficiente espacio a la salamandra para que se esconda, cave y haga lo que quiera. Los tanques de acuario son mejores para las salamandras acuáticas y semi-acuaticas. Asegúrate de limpiar el tanque antes de crear el hogar de la salamandra.[1]
    • También puedes utilizar un tanque de plástico o acrílico si no quieres comprar un tanque de vidrio.
  2. 2
    Asegúrate de que el tanque tenga una tapa bien ajustada. Las salamandras son excelentes escaladoras y pueden subir por las paredes del tanque. Debido a esto, es importante que el tanque tenga una tapa bien ajustada para que la salamandra no pueda escapar. Las tapas malladas son las mejores, ya que proporcionan a la salamandra suficiente ventilación.[2]
    • Si no puedes comprar una tapa mallada, una cubierta para la parte superior del tanque también funciona.
  3. 3
    Determina si la salamandra necesita un ambiente acuático, semi-acuático o terrestre. Esto depende del tipo de salamandra que vas a comprar. Si no sabes con seguridad qué tipo de salamandra quieres, pregunta al dueño de la tienda o haz una búsqueda en línea.[3]
    • Las salamandras acuáticas (como el ajolote) pasan todo su vida bajo el agua.
    • Las salamandras semi-acuáticas deben tener un tanque con una mitad de agua y la otra de tierra.
    • Las salamandra terrestres no deben tener una zona con agua en el tanque.
  4. 4
    Prepara el tanque. Nuevamente, esto depende del tipo de salamandra que tienes. Recuerda, los pasos secundarios listados en este artículo son solo una guía aproximada, puedes ser tan creativo como lo desees respecto a la decoración del tanque.[4]
    • Tanque acuático: debes utilizar un acuario para albergar a la salamandra. Cubre el fondo del tanque con 5 cm (2 plg) de grava limpia para acuario. Inclina el tanque gradualmente para que la capa de grava vaya de 5 cm (2 plg) hasta 7,5 cm (3 plg). Coloca algunas plantas acuáticas pero ten en cuenta que debes reemplazarlas de vez en cuando porque las salamandras pueden dañarlas.
    • Tanque semi-acuático: divide el tanque con media hoja de plexiglás para que un lado sea acuático y el otro sea terrestre. Coloca 5 cm (2 plg) de grava para acuario en el lado acuático, junto con algunas plantas acuáticas. Crea una pendiente con la grava para que la salamandra pueda ir de la zona acuática hasta tierra firme. En el lado terrestre, coloca 5 cm (2 plg) de grava para acuario, luego añade una capa de substrato (para cubrir el suelo). Este substrato debe tener textura similar al abono como las cortezas trituradas o la fibra de coco. Cubre lo anterior con magra o tierra estéril para macetas.
    • Tanque terrestre: haz lo mismo que con el lado terrestre del tanque semi-acuático, solo que ahora lo aplicas para todo el tanque. Coloca plantas y musgo.
  5. 5
    Si tu salamandra es terrestre dale un recipiente con agua. Este recipiente debe ser relativamente pequeño y poco profundo, ya que las salamandras terrestres no son buenas nadadoras e incluso pueden ahogarse si el recipiente es muy profundo.[5]
  6. 6
    Crea algunos escondites para la salamandra. Independientemente del tipo de salamandra que tengas, debes proporcionarle buenos lugares para que se esconda. Las salamandras se estresan con facilidad, por lo que es bueno para ellas tener varios lugares en los que puedan relajarse. Las cuevas rocosas, los grandes trozos de cerámica, los pedazos grandes de corteza y los 'escondites' que venden en las tiendas, harán muy feliz a tu salamandra.[6]
  7. 7
    Limpia la jaula todas las semanas. Retira a la salamandra utilizando unos guantes y ponla en un lugar seguro mientras realizas la limpieza a fin de no lastimarla. Luego, restriega el tanque y los objetos en el interior utilizando agua caliente y sécalo antes de volver a colocar la salamandra.

Parte 2
Parte 2 de 4:
Iluminación y temperatura

  1. 1
    Utiliza una bombilla de amplio espectro para tu salamandra. No pongas el tanque de la salamandra directamente bajo el sol, ya que la luz solar puede calentar demasiado el tanque. Utiliza un temporizador para encender y apagar la luz de acuerdo a la luz natural del ambiente nativo de la salamandra. Esto significa hacer los 'días' y las 'noches' más largos o más cortos basado en la estación en la que te encuentres, para que la salamandra viva como lo haría en su hábitat natural.[7]
  2. 2
    Dale a la salamandra la temperatura que necesita. La temperatura correcta depende del tipo de salamandra que tengas. Las salamandras de climas templados no necesitan ningún tipo de calefacción. Las salamandras de climas tropicales y semi-tropicales necesitan calefacción. Pregunta en la tienda de mascotas o realiza una búsqueda en internet para averiguar a qué temperaturas se debe exponer la salamandra. Proporciona siempre una variación en la temperatura, un lado del tanque debe ser más cálido que el otro. Para darle a la salamandra el calor que le gusta, utiliza uno de los siguientes objetos:[8]
    • Calentador de agua para acuario: estos calentadores sumergibles elevan la temperatura del agua y aumentan la humedad en el tanque.
    • Almohadilla de calefacción: se puede ubicar debajo de un lado del tanque.
    • Lámpara de calor: debes vigilar este instrumento porque podría matar a las plantas dentro del tanque. También debes regular el calor que produce la lámpara para que no caliente el tanque demasiado.

Parte 3
Parte 3 de 4:
Salud y manipulación

  1. 1
    Proporciona agua filtrada a la salamandra. Tienes que filtrar el agua de la salamandra regularmente. Puedes comprar un filtro de recirculación de agua o instalar tu propio filtro a tu manera.[9]
    • Dale agua filtrada a tu salamandra terrestre. Puedes darle agua de grifo que haya sido tratada para eliminar el cloro y la cloramina. También puedes utilizar agua de manantial embotellada.
  2. 2
    No manipules la salamandra. Aunque su rostro tierno te puede incentivar a levantarla, evitar tocar a la salamandra. Los aceites en las manos de las personas pueden enfermar a las salamandras. A su vez, las salamandras pueden portar o crear secreciones perjudiciales para los seres humanos. Por lo que es mejor para todas las partes si ignoras a la salamandra, en lugar de intentar manipularla.[10]
    • Si tienes que manipular a la salamandra (si vas a cambiarla de sitio o si se está enferma) lava tus manos con agua muy caliente y jabón. Asegúrate de enjuagar todo el jabón.
  3. 3
    Deja que la salamandra hiberne. Las salamandras de climas fríos se entierran en el suelo durante los meses de invierno. Aunque puede parecer deprimente tener un 'tanque' vacío, si las salamandras no hibernan, por lo general mueren a una temprana edad.[11]

Parte 4
Parte 4 de 4:
Alimenta a la salamandra

  1. 1
    Debes saber que las salamandras son animales nocturnos. Debido a lo anterior, lo mejor es alimentar a las salamandras de noche, cuando están más activas. Si es la primera vez que tienes una salamandra como mascota, coloca una alarma para ti o de otra forma podrías olvidarte de alimentarla.[12]
  2. 2
    Alimenta a la salamandra dos o tres veces a la semana. Ten en cuenta que la salamandra podría no comer durante los primeros días en su nuevo hogar. Las salamandras se ponen nerviosas con facilidad y cuando entran a un nuevo ambiente, suelen tomar algunos días para adaptarse a su nuevo entorno. Sin embargo, otras salamandras se sienten a gusto de inmediato en su nuevo hogar y comen enérgicamente desde el primer día.
    • Si compraste una salamandra joven, debes alimentarla a diario hasta que deje de crecer y se convierta en adulto.
  3. 3
    Dale a la salamandra una comida bien balanceada. Las salamandras son carnívoras, les gusta cazar a su presa. Debido a esta preferencia, necesitar alimentar a la salamandra con presas vivas. Si tienes que comprar presas muertas, las presas congeladas son mejores que las presas secas. A las salamandras les encanta:[13]
    • Las lombrices de tierra vivas, las lombrices para atrapar peces (de una tienda de cebos), las larvas de mosquito y los grillos (que se pueden comprar en las tiendas de mascotas), las lombrices de polilla de cera y las babosas vivas. También pueden comer larvas de mosquito congeladas, aunque tendrás que mover la larva de un lado a otro para llamar la atención de la salamandra.
    • Dale artemias a tu salamandra acuática. También puedes alimentarla con dafnias y pulgas de agua.
  4. 4
    Vigila la cantidad de alimento que ingiere la salamandra. Generalmente, las salamandras dejan de comer cuando se sienten satisfechas. La cantidad de alimento que debes darle a la salamandra depende de la capacidad de su estómago. Durante los primeros días que la alimentes, proporciónale una cantidad fija de alimento (tú escoge la cantidad) y luego revisa cómo está la salamandra en las horas siguientes. Si dejó alguna lombriz o grillo, sabrás que la salamandra no necesita tanta comida.[14]
    • Ten en cuenta que las salamandras de fuego (las salamandras normales) y las salamandras tigre pueden volverse obesas si las alimentas en exceso.
  5. 5
    Retira del hogar de la salamandra el alimento que no coma. Si la salamandra no come toda la comida en las horas siguientes después de que la alimentas, significa que está llena. Retira cualquier presa viva que se encuentre en su hogar, si no lo haces, podría picar o molestar a la salamandra.
    • Si tienes una salamandra de especie acuática, recuerda retirar siempre del agua cualquier alimento que no coma la salamandra o de otra forma corres el riesgo de ensuciar el agua o causar una formación de moho.

Consejos

  • No pongas nada con extremos puntiagudos en el tanque. Puede perforar la piel delicada de la salamandra.
  • A las salamandras les encantan los lugares sombríos, empantanados y húmedos.
  • En tu jardín puedes encontrar un buen suministro de lombrices de tierra o puedes comprarlas en una tienda de cebos para pesca a precios muy económicos.

Advertencias

  • Si vas a dejar el tanque en el exterior de tu hogar, asegúrate de que no reciba la luz solar directa.
  • Nuestra piel es tóxica para las salamandras. No las toques.

Acerca de este wikiHow

wikiHow es un "wiki", lo que significa que muchos de nuestros artículos están escritos por varios autores. Para crear este artículo, 18 personas, algunas anónimas, han trabajado para editarlo y mejorarlo con el tiempo. Este artículo ha sido visto 69 178 veces.
Categorías: Anfibios