Aunque la piel irritada parece un problema poco grave, puede convertirse en una gran molestia. La piel se irrita y seca cuando roza constantemente con otros materiales, como tu ropa. Con el paso del tiempo, esta fricción hace que tu piel se pele o incluso sangre. Si tu piel se irrita constantemente por tus actividades deportivas o si simplemente tienes la piel irritada, aprende a tratarla y a evitar tener la piel irritada en el futuro.

Parte 1
Parte 1 de 2:
Tratar la piel irritada

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    Limpia el área. Lava el área afectada con cuidado y con un limpiador suave, y enjuágate con agua. Sécate la piel con palmaditas y con una toalla limpia. Lavar la piel irritada es muy importante si has estado haciendo ejercicios o sudando bastante. Tendrás que quitarte el sudor antes de tratar la piel.[1]
    • No te frotes la piel fuertemente con una toalla. No querrás irritar más tu piel seca y que se está pelando.
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    Ponte polvos. Coloca polvos en tu piel. Esto debe ayudar a reducir la fricción de tu piel. Puedes usar talco para bebés, bicarbonato de sodio, almidón de maíz u otro polvo para el cuerpo. No uses el talco normal, ya que algunos estudios han demostrado que podría ser cancerígeno.[2]
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    Ponte un ungüento. Usa cualquier tipo de vaselina, bálsamo corporal, crema para la dermatitis de pañal o producto diseñado para prevenir la irritación en la piel con el fin de disminuir la fricción en tu piel. Muchos productos están diseñados específicamente para prevenir la irritación en los atletas. Una vez que te hayas puesto el ungüento, es posible que quieras cubrir el área con una venda o una gasa estéril.[3]
    • Si el área te duele mucho o sangra, pídele a tu doctor que te recete un ungüento. Podrás esparcirlo en el área al igual que la jalea de petróleo.[4]
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    Ponte compresas frías. Enfría la piel irritada al colocarle una compresa fría justo después de hacer ejercicios o de empezar a notar una irritación. Asegúrate de no colocar el hielo o compresa directamente en tu piel, ya que esto puede dañarla más. En vez de eso, envuelve la compresa fría en una toalla o tela y déjala cerca de tu piel por 20 minutos. Esta sensación refrescante aliviará tu piel inmediatamente.[5]
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    Ponte geles o aceites relajantes. Esparce gel de aloe vera directamente de la planta en el área irritada. También puedes comprar aloe vera, pero asegúrate de que tenga la menos cantidad posible de aditivos. Esto calmará tu piel. Es posible que también quieras soltar un par de gotas de aceite del árbol de té en una bolita de algodón. Después, espárcelas en tu piel. Esto puede combatir la infección y ayudar a que tu piel sane más rápido.
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    Toma un baño relajante. Crea una mezcla relajante de 2 tazas de bicarbonato de sodio y 10 gotas de aceite esencial de lavanda. Después, agrégala al baño de agua tibia. No te metas en agua muy caliente, ya que puede resecar o irritar más tu piel. Remójate al menos 20 minutos y después sal y sécate con palmaditas con una toalla limpia.[6]
    • También puedes preparar un té relajante para agregarlo a la tina. Hierve 1/3 de taza de té verde, 1/3 de taza de caléndula seca (maravilla) y 1/3 de taza de manzanilla seca en 2 litros (2/4 de galón) de agua. Deja el té en remojo hasta que el líquido se enfríe. Después presiónalo y viértelo en tu bañera.
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    Determina el momento adecuado para ver a un doctor. La piel irritada puede infectarse y eso necesita una atención médica. Si notas una infección o sarpullido rojo y escamoso, debes ver a un médico.[7] También debes ver a tu doctor si el área irritada te duele demasiado o está débil y sensible.

Parte 2
Parte 2 de 2:
Prevenir la piel irritada

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    Mantén tu piel seca. Si sabes que harás ejercicios y sudarás, asegúrate de ponerte talco para bebé y alumbre en polvo en las áreas en las que normalmente sudas más. La piel húmeda empeorará la irritación, así que quítate la ropa húmeda en cuanto termines de hacer ejercicios.[8]
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    Usa las prendas adecuadas. La ropa que es muy ceñida puede irritar tu piel y causar una irritación. Usa ropa sintética con la que te sientas cómodo. La ropa que está cerca de tu piel prevendrá la fricción que causa la irritación.[9] Si vas a hacer ejercicios, no uses ropa de algodón y usa la menor cantidad de ropa posible.[10]
    • Asegúrate de no usar ropa que tenga costuras o tirantes que rocen con tu piel. Si notas una fricción o irritación cuando te la pongas por primera vez, la fricción solo empeorará después de varias horas de uso. Es mejor que escojas algo más cómodo y que no irrite tu piel.
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    Toma más agua. Hazlo especialmente si haces ejercicios. Tomar bastante agua hará que tu cuerpo sude con más facilidad, lo cual evitará que los cristales de sal se formen. Los cristales de sal en tu piel pueden ser una fuente de fricción, haciendo que se irrite.
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    Prepara tu propio lubricante preventivo. Necesitarás el ungüento A & D (que por lo general se usa para la dermatitis del pañal) y jalea de petróleo. Combina 1 taza de cada uno en un tazón. Añade ¼ de taza de crema de vitamina E y ¼ de taza de crema de aloe vera. Revuelve bien la mezcla. Estará muy espesa, pero puedes esparcirla en la piel irritada.[11]
    • Esparce el lubricante en las áreas que normalmente se irritan antes de que planees hacer ejercicios o de que vayas a sudar. También puede ayudar a sanar la piel irritada y a prevenir la aparición de ampollas.[12]
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    Baja de peso. Si eres obeso, es posible que notes más irritación en tu piel. Esto es cierto especialmente si notas una irritación en tus muslos. Bajar un poco de peso te ayudará a evitar que el exceso de piel se roce en el futuro.[13]
    • Empieza haciendo ejercicios e incorporando alimentos saludables en tu dieta. Puedes hacer un ejercicio que no irrite mucho tu piel, como la natación, el levantamiento de pesas o el remo.[14]

Consejos

  • Cuando la piel se infecte y empiece a sangrar, limpia el área primero con un jabón antibacteriano. Coloca Neosporin en el área afectada. Espera algunos días para usar cualquier otro tratamiento natural en tu piel hasta que el sangrado se detenga y el área empiece a sanar.
  • Visita a tu médico en un par de días si el área si no ha mejorado o ha empeorado.

Acerca de este wikiHow

Laura Marusinec, MD
Coescrito por:
Pediatra certificado por el colegio oficial
Este artículo fue coescrito por Laura Marusinec, MD. La Dra. Marusinec es pediatra certificada por el colegio oficial en el Children's Hospital de Wisconsin, donde pertencece al Consejo de Práctica Clínica. Ella recibió su doctorado en mediciana en el Medical College of Wisconsin School of Medicine en 1995 y completó su residencia en el Medical College of Wisconsin in Pediatrics en 1998. Es miembro de la Asociación Americana de Escritores Médicos y de la Sociedad de Atención de Urgencia Pediátrica. Este artículo ha sido visto 340 069 veces.