Los conejos pueden ser mascotas encantadoras si les das el cuidado correcto. Asegúrate de que tu conejo reciba el cuidado necesario, con un ambiente seguro y una alimentación apropiada, así como mucho tiempo para jugar y formar un vínculo especial contigo. Lo ideal es que, al igual que con cualquier otra mascota, puedas proporcionarle la mejor vida posible. Y con la actitud correcta y la información precisa, puedes hacerlo.

Método 1
Método 1 de 3:
Asegurarte de querer tener un conejo de mascota

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    No consigas un conejo para dárselo a un niño. Estos animales son delicados y no sobrellevan bien el estilo de manipulación de un niño pequeño. A diferencia de los perros y los gatos, los conejos no lloran ni hacen sonidos, sino que arañan o muerden para mostrar su incomodidad. Es por ello que es difícil saber si uno no es feliz. Además, si un conejo se cae (como es posible que suceda si un niño lo carga), corre el riesgo de romperse un hueso, sobre todo de la columna. Por esta razón, pese a que a los niños les puedan gustar estos animales, no son buenas mascotas para ellos.[1]
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    Asegúrate de poder cubrir el costo. Al igual que todas las mascotas, los conejos no son gratuitos. Necesitan alimento, material de lecho, consultas con un veterinario y hasta una caja de arena (si están entrenados). Esto puede llegar a costar el equivalente a cientos de dólares al año, e incluso más si el animal tiene algún problema de salud.
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    Verifica si tienes espacio para tener una madriguera o jaula. Cada conejo debe tener su propio espacio. No mantengas a dos conejos juntos a menos que ambos estén esterilizados y sepas que se llevan bien.[2]
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    Asegúrate de tener espacio para que el conejo juegue. El área puede estar afuera o adentro de la casa. La idea es que pueda correr, saltar y jugar con sus juguetes por unas horas al día. Si le das un espacio al aire libre, debe estar cercado y siempre bajo tu vigilancia para evitar posibles accidentes con depredadores, así como que escape por debajo de la cerca. Esta debe tener por lo menos 60 cm (2 pies) de profundidad (por debajo del suelo) y de 90 a 120 cm (3 a 4 pies) de altura. Adentro de la casa, el área debe ser segura para el conejo (tal como lo harías para proteger a un niño pequeño); es decir, debes ocultar cables y todo aquello que no sea un juguete.[3]
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    Si decides tener un conejo después de todo, procura conseguirlo en un refugio de animales. Muchas personas que en un momento piensan que tener un conejo es una buena idea (particularmente cerca de la Pascua), terminan decidiendo que es mucho más trabajo del que están dispuestos a hacer. En estas fechas, los refugios tienden a llenarse de estos animales. Puedes comunicarte con los refugios de tu localidad para ver si hay conejos disponibles para adopción. Muchas veces, estas organizaciones tienen una página de Internet donde puedes ver imágenes e información sobre los animales que tienen.[4]
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Método 2
Método 2 de 3:
Cuidar al conejo

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    Crea una madriguera para tu conejo. Puedes comprar una o construirla tú mismo. Esta debe ser lo suficientemente grande como para que quepa una caja de arena, y tazones de comida y agua, así como tener espacio para estirarse. En cuestión de medidas, debe ser por lo menos 4 veces más larga que el conejo. Si decides construirla tú mismo, considera crearla con un marco de madera y malla metálica que pueda retirarse. De esta manera, será más sencilla de limpiar. Si necesitas más información, puedes realizar una búsqueda en Internet.[5]
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    Dale a tu conejo el alimento apropiado. La mayor parte de la dieta de un conejo adulto debe estar compuesta de heno de Timothy. Tu mascota siempre debe tener acceso ilimitado al heno. La alfalfa no es una opción apropiada y puede hacer que se enferme. El alimento peletizado debe limitarse a cantidades pequeñas (30 g o 1 onza por cada 500 g o 1 libra de peso al día). El resto debe consistir en vegetales verdes. Si quieres darle un premio, puedes darle fruta fresca.[6]
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    Lleva a tu conejo a la veterinaria. Al igual que cualquier mascota, las consultas regulares con un veterinario son necesarias para su bienestar. Además de las vacunas, un experto puede ayudarte a saber cuándo necesita cuidados médicos. Por otro lado, a diferencia de otras mascotas, los conejos suelen esconder su malestar, así que podría ser difícil saber si necesita ayuda en primer lugar. El veterinario puede ayudarte a reconocer las señales de su conducta que indican un posible problema.[7]
    • Si vives en el Reino Unido, asegúrate de darle a tu conejo inyecciones anuales contra la mixomatosis y la enfermedad hemorrágica viral.
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    Esteriliza a tu conejo. De esta manera, tendrá un temperamento más calmado. Asimismo, evitarás la probabilidad de que una hembra sufra algún tipo de cáncer. En el caso de los machos, pueden dejar de ser agresivos e iniciar peleas frecuentemente, como suele suceder con los conejos no esterilizados.[8]
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Método 3
Método 3 de 3:
Asegurarte de que el conejo tenga una buena vida

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    Juega con tu conejo. Tener momentos de juego tranquilo con tu mascota es esencial para darle una buena vida. A estos animales les encanta derribar objetos y suelen disfrutar de un juego similar los bolos. También les gusta “robar” cosas, solo asegúrate de que lo que se lleven sea seguro. Por último, a algunos les gusta jugar a traer objetos.[9]
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    Crea un área de juegos para tu conejo. Puede ser una estructura de varios niveles de fácil acceso y rodeado por una cerca. Para crearla, puedes emplear estantes prefabricados. Solo asegúrate de que los agujeros de la superficie no sean tan grandes como para que las patas del animal se atasquen.[10]
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    Coloca una caja en el área de juegos. A los conejos les encanta esconderse y correr bajo cosas. Consigue algunas cajas más grandes que tu conejo. Corta aberturas en dos de los lados para crear un túnel donde pueda jugar.
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    Asegúrate de que tu conejo crezca sano. Dale una dieta rica en fibra. Haz todo lo posible para mantenerlo saludable. Examina a tu mascota para verificar que no haya secreciones inusuales, que sus dientes estén en buen estado y que no tenga sobrepeso.[11]
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    Mantén feliz a tu conejo. Con un buen cuidado, una alimentación apropiada y el amor que necesita, tu mascota será feliz. Asegúrate de que tenga un lugar limpio y cómodo para dormir, comer y jugar. Y sobre todo, disfruta del tiempo con tu conejo.
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Acerca de este wikiHow

Pippa Elliott, MRCVS
Coescrito por:
Veterinaria
Este artículo fue coescrito por Pippa Elliott, MRCVS. La Dra. Elliott, miembro del Colegio Real de Cirujanos Veterinarios, es una veterinaria con más de 30 años de experiencia en cirugía veterinaria y práctica en animales de compañía. Se graduó de la Universidad de Glasgow en 1987 con un título en Medicina y Cirugía Veterinaria. Ella ha trabajado en la misma clínica de animales en su ciudad natal durante más de 20 años. Este artículo ha sido visto 12 441 veces.
Categorías: Conejos
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