Aburrirte tan solo es una pista que te indica que debes cambiar algo. Podrías estar aburrida ahora o todo el tiempo, o podrías estar preocupada por la posibilidad de aburrirte en el futuro; en cualquier caso, existen medidas que puedes adoptar ahora para hacer algo hermoso con tu energía.

Método 1
Método 1 de 4:
Evitar aburrirte en casa

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    Busca música nueva. Lee una página web de música nueva, busca listas de reproducción de un músico que te guste o revisa las sugerencias brindadas en una página web. Revisa tus redes sociales y escucha la primera canción que alguno de tus amigos haya publicado. Escúchala y, si no te gusta, vuelve a hacerlo.
    • Revisa tus artistas musicales favoritos y averigua cuáles han sido sus influencias. Podrías sorprenderte con la música que tus artistas favoritos oían cuando eran más jóvenes.
    • También puedes buscar música que no hayas escuchado en mucho tiempo. Escucha las canciones que te traigan recuerdos.
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    Lee. Lee una novela, una historieta o poesía. Revisa los estantes de libros, si hay alguno en tu casa. Lee artículos de revistas en línea sobre un tema que te cause curiosidad. Si no tienes ningún libro en casa, acude a la biblioteca de tu localidad. Si no puedes encontrar los libros que deseas, a veces puedes solicitarlos con un préstamo interbibliotecario. Para ello, consulta con el bibliotecario o revisa la página web de la biblioteca.
    • Infórmate. Si eres una buena lectora y estás aburrida con los libros para jóvenes, lee libros escritos para adultos. No te preocupes si no comprendes todo. Es muy valioso leer obras difíciles y, con frecuencia, puede ser más interesante leer algo que no entiendas en lugar de algo que te parezca fácil.
    • Lee a algunos autores de las obras para jóvenes antiguas. Antes de que las obras para jóvenes sean populares, autores como Diana Wynne Jones, Tove Jansson, Roald Dahl y Noel Streatfeild escribieron novelas para niños que eran adecuadas para lectores adolescentes y adultos.
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    Medita. Si no se te ocurre nada que hacer, intenta no pensar en nada en lo absoluto. Realiza una meditación de concentración mediante la cual te concentres en una cosa, como la llama de una vela, una flor o un movimiento repetitivo. Concéntrate por varios minutos. Cuando tu mente deambule, recuérdate que debes concentrarte en lo que estés haciendo.[1]
    • Realiza una meditación de plenitud mental mediante la cual te concentres en tus sentidos. Préstale atención a tu respiración, a la forma en la que sientas cada parte de tu cuerpo y lo que puedas escuchar, ver, oler y saborear.[2]
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    Recuerda tu infancia. Vuelve a vivir todo lo que te haya hecho feliz en la infancia. Construye una fortaleza con fundas de almohada, saca un animal de peluche que hayas olvidado por mucho tiempo o intenta recordar y escribir un juego de imaginación que solía fascinarte. Busca un dibujo antiguo e intenta recrearlo; es más difícil de lo que parece.
    • Busca un álbum de fotos antiguas y descubre qué es lo que tus padres consideraban a la moda cuando tenían tu edad.
    • Vuelve a posar para tus fotos de bebé. Intenta conseguir la misma iluminación, la ropa, la pose y la expresión facial.
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    Llama a alguien con quien no hayas hablado por mucho tiempo. Puedes llamar a tu abuelo o a un viejo amigo que se haya mudado a otra región. Entérate sobre la vida de esta persona haciéndole muchas preguntas. Pregúntale en qué ha estado pensado, que le ha preocupado y que ha disfrutado últimamente.
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    Mira algo inusual. Si normalmente miras comedias, mira un documental. Si normalmente miras programas, ahora mira una película de larga duración. No basta con mirar lo que te sugieran, busca listas de las mejores películas independientes de todos los tiempos, las mejores películas que se hayan filmado, las películas animadas más hermosas o los documentales que hayan cambiado el mundo. Mira una comedia de 1930 y comprende las maneras en las que el humor ha cambiado.
    • Si necesitas otra pauta, escoge la película siguiendo una regla. Por ejemplo, emplea el test de Bechdel. Solo podrás mirar una película si (1) tiene al menos 2 mujeres que (2) conversan como mínimo 1 vez entre ellas (3) sobre un tema que no sea hombres.[3]
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    Crea un horario. Esto suena aburrido, pero piensa en ello: el aburrimiento te hace sentir como si estuvieras en un desierto de tiempo interminable. Un horario te ayudará a moldear el tiempo que tengas. Piensa en lo que tengas que hacer hoy (tarea o labores domésticas) y lo que quieras hacer hoy, y luego escribe un horario con esas cosas. Incluye lo básico, como el “almuerzo”.
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    Abúrrete. El aburrimiento es desagradable, pero también puede ser útil. Si estuvieras ocupada o entretenida todo el tiempo, no tendrías tiempo para formular ningún pensamiento que cambie tu vida. Al estar aburrida, evaluarás tu vida y fijarás nuevas metas de forma inconsciente. Si no estuvieras aburrida, no cambiarías, así que lleva las cosas al siguiente nivel: piensa en las cosas que te hayan aburrido y determina qué debes cambiar.[4]
    • Por ejemplo, si siempre estás sola después de la escuela, ahora podría ser el momento de unirte a una organización fuera de la escuela.
    • Si estás aburrida porque no tienes muchos amigos, entablar amistades podría ser tu nueva meta.
    • Si estás aburrida porque has perdido el interés por las cosas que te gustan o no puedes concentrarte en nada, podrías estar deprimida. Si sientes ansiedad y aburrimiento, podrías padecer de TDAH.[5] Conversa con adulto o un doctor sobre tu aburrimiento.
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Método 2
Método 2 de 4:
Evitar aburrirte al salir al mundo

  1. 1
    Ve a pasear sin rumbo fijo. En lugar de dar una caminata, ve a pasear sin rumbo fijo. No vayas a caminar a un lugar que visites todo el tiempo; en lugar de ello, camina por calles que no conozcas mucho. Usa el transporte público para ir a un parque, un lago u otro espacio natural que no hayas visitado. Lleva tu celular, lleva a un amigo si así lo deseas, e indícale a tu familia que estarás paseando sin rumbo fijo.
    • Toma un mapa y dibuja un camino variado sin mirar. Desafíate para recorrer un camino que sea lo más similar posible al que hayas dibujado. ¡Asegúrate de que te lleve de regreso a casa!
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    Visita tiendas desconocidas. ¿Existe un área o centro comercial en donde vives? Visita las tiendas a las que nunca hayas entrado. Desafíate para encontrar algo que te guste en cada lugar. No tienes que comprar nada, pero ten una noción de lo que comprarías si fueras una persona que comprara allí. Cada tienda vende una imagen, así que explora las maneras en las que esas imágenes pueden encajar contigo o no.
    • Por ejemplo, podrías visitar una tienda vintage y explorar la moda anticuada y los aparatos tecnológicos obsoletos. Imagina lo que se sentía usar un corsé o un sombrero todos los días, o marca el “disco” de un teléfono.
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    Prepara un picnic. Pídele a un amigo que te acompañe a un picnic, lleva una bolsa o una canasta con golosinas, un mantel para picnic y quizás uno o dos buenos libros. Puedes alistar todo el picnic por ti misma o pedirle a tu amigo que lleve una o dos cosas (una bebida o una fruta) mientras que tú llevas el resto.
    • Visiten un mercado de productores o una tienda de abarrotes juntos y compren de 3 a 6 cosas. Por ejemplo, podrían comprar pan fresco, manzanas, queso, chocolate, zanahorias y hummus.
    • Lleva a cabo tu picnic en un área verde y tranquila, o en algún lugar con buena vista.
    • Ve de excursión, si es posible. Lleva a cabo tu picnic en la cima de la montaña o al final del sendero. ¡Asegúrate de llevar agua!
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Método 3
Método 3 de 4:
Hacer algo

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    Crea una revista. Con la ayuda de un amigo (o por ti misma), diseña una revista casual que puedas publicar una vez al mes o cada dos semanas. Puedes escribir contenido, invitar a otras personas para que contribuyan e incluso compartir las labores de edición con un amigo. Por ejemplo, tu amigo podría encargarse del arte y la poesía, mientras tú podrías escribir artículos de opinión y revisiones de libros.
    • Estos son algunos contenidos que puedes colocar en una revista: revisiones de espectáculos, libros, películas y álbumes; publicaciones externas de poesía, fotografías y dibujos; listas; temas generales; humor; comentarios políticos; y consejos de moda.
    • Mantente fiel al espíritu punk de la revista y haz que refleje tu persona. Todo lo que necesitas es una fotocopiadora y una engrapadora.
    • Haz llegar tu revista a los miembros de tu comunidad. Déjala en los vestíbulos y las salas comunes, y colócala en los estantes de revistas de las tiendas.
    • Las revistas son divertidas porque representan mucho al lugar en el que se han hecho. Pídeles contribuciones a las personas que veas en la semana: los supervisores de la escuela, tu barista favorito, los chicos que cuides o tu abuela.
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    Diseña una página web. Aprende a crear una página web desde cero, o usa una plantilla para blogs. Tu página web puede mostrar tu trabajo o tus gustos, o puede ser una revista en línea. Asimismo, puedes crear una revista web en lugar de una convencional, y puedes solicitar contribuciones de desconocidos de todo el mundo.
  3. 3
    Cocina algo nuevo. Busca recetas básicas que nunca hayas probado. ¿Cuán básicas pueden ser? Trata de encontrar recetas de 3 a 5 ingredientes. Por ejemplo, puedes preparar un pan plano tan solo con agua, harina y sal. Puedes preparar trufas con manteca de sésamo, cocoa en polvo y dátiles. Puedes hacer una tortilla con tan solo huevos, mantequilla y sal.
    • Cocina sin una receta. Emplea ingredientes poco costosos y experimenta. Intenta recrear algo que hayas comido en un restaurante o inventa una variante de un plato que disfrutes.
    • Limpia a medida que cocines. Cocinar es más divertido cuando no quedan muchos platos sucios al final.
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    Haz arte. ¿Te gusta dibujar, escribir, bailar o cantar? Consigue un poco de espacio y materiales, y haz algo. Empieza adentrándote en el medio que emplees: muévete al ritmo de la música, dibuja formas, realiza una escritura libre. Si tienes la mente en blanco, bríndate una indicación. Por ejemplo, si vas a escribir, empieza con una línea de una canción que te guste.
    • Haz algo que puedas usar, como un cuaderno o una bufanda.
    • Haz arte para alguien. Haz una tarjeta, escribe una carta hermosa o pinta un cuadro para alguien que ames. Si conoces a alguien que esté atravesando un momento difícil, haz algo para esa persona.
    • Haz una película. Haz un largometraje de algo interesante. Puedes aparecer en él o este puede centrarse en otras personas, animales o cosas que observes. Trata de grabar el retrato de un lugar; por ejemplo, todos los lugares de mayor belleza, simples, feos, activos y tranquilos de tu vecindario.
    • Escribe un relato de ficción de fans. Toma los personajes del libro o el programa que te gusten y escríbeles algunas aventuras. Toma a un personaje ignorado y dale el papel protagónico.
  5. 5
    Crea una banda. Reúne a tus amigos que adoren la música y que tengan gustos similares a los tuyos, y crea una banda. Si sabes tocar instrumentos, esto será mucho mejor. No requieres mucho para producir un sonido: puedes improvisar con la batería, pueden cantar juntos, y es probable que alguien sepa tocar la guitarra.
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Método 4
Método 4 de 4:
Ser de ayuda

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    Planta algo. Si tienes espacio para un jardín en tu casa, determina qué puede cultivarse de forma adecuada en tu clima local y plántalo. Si no tienes espacio para un jardín, observa si tienes espacio para maceteros, macetas o una maceta para barandilla. Puedes cultivar hierbas y flores en muy poco espacio. Si vives en un área seca, las plantas suculentas pueden ser hermosas y requerirán muy poco cuidado.
    • Un jardín es un compromiso, así que empieza con algo pequeño si no estás lista para encargarte de una armada de calabacines. Cultiva una planta en una maceta, y si esto va bien, puedes empezar a labrar la tierra.
  2. 2
    Haz trabajo voluntario. Haz trabajo voluntario para ayudar en un lugar que te interese. Los lugares como las escuelas primarias, las escuelas para personas con necesidades especiales, los hospitales y las comunidades de retiro suelen requerir voluntarios. Asimismo, puedes hacer trabajo voluntario para organizaciones temporales, como campañas políticas o eventos de recaudación de fondos.
    • Pregúntale ahora mismo a alguien que conozcas si necesita ayuda. Pregúntale a uno de tus padres, a uno de tus abuelos o a un vecino.
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    Consigue un trabajo. Ganar dinero y aprender nuevas habilidades puede ser entretenido y útil. Visita los negocios a los que puedas llegar en bicicleta o en autobús, y pregunta si están contratando personal. Busca en las bolsas de trabajo en Internet. Pídeles consejos a tus familiares, ya que podrían conocer a alguien que pueda ayudarte a encontrar un trabajo que no se haya publicado.
    • Haz negocios por tu cuenta. Vende objetos que crees por Internet; vende galletas en la escuela; llama a tus vecinos y amigos de tu familia para ofrecerte como cuidadora de bebés, gatos o plantas; pasea perros; poda el césped; o lava autos.
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    Realiza un acto de bondad al azar. Haz algo inesperado que sepas que apreciarán. Deja flores o caramelos en la casa de tu mejor amigo, o lava el auto de la familia. Ofrécete a jugar un juego que sepas que tus hermanos pequeños adoran, incluso si te parece aburrido. Ya estás aburrida, así que podrías aburrirte de una manera dulce.
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