Una voz de canto raposa se desarrolla a partir del contacto incompleto entre las cuerdas vocales y los nódulos, las callosidades, los pólipos o las úlceras en las cuerdas vocales. Puedes simular una voz de canto levemente rasposa al tensar el cuello y expulsar mucho aire mientras cantas. Sin embargo, esta técnica puede causar daños a largo plazo a tu voz. Si tomas este riesgo, asegúrate de tomar las medidas necesarias para garantizar la seguridad de tus cuerdas vocales.

Método 1
Método 1 de 2:
Cantar con una voz ligeramente rasposa

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    Calienta tu voz. Antes de intentar cantar con una voz ligeramente rasposa, debes calentar adecuadamente. Trata de empezar con ejercicios de respiración y luego continúa con escalas. Después de terminar, puedes seguir calentando con vibraciones y zumbidos.
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    Tensa el cuello mientras cantas. Cuando hay contacto incompleto entre las cuerdas vocales, se produce un sonido rasposo. Puedes tener una voz de canto rasposa al tensar el cuello y expulsar mucho aire mientras cantas. Esto evitará que las cuerdas vocales entren en contacto completo, y dará como resultado una voz de canto un poco rasposa.[1]
    • Está bien cantar o grabar un par de canciones con esta técnica, pero no debes cantar, o grabar un álbum o concierto completo debido a que puede causar daños a largo plazo a las cuerdas vocales.
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    Imita un sonido de tos para llegar a las voces de rango inferior. Si vas a cantar cerca de la parte inferior de tu rango vocal, puedes combinar tu voz de canto con el sonido rasposo de la tos. Intenta toser un par de veces. Identifica el chirrido en lo profundo de la garganta que es responsable de la tos. Ahora, recrea este chirrido mientras cantas.[2]
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    Usa tu saliva. Una forma de producir una voz rasposa es crear una cantidad significativa de saliva o flema en la parte posterior de la garganta. Luego, empieza a cantar con una voz de gruñido. Tensa los músculos de la garganta lo suficiente como para restringir el flujo de aire con la flema. Tu garganta se debe sentir como cuando haces un gruñido de tono bajo.[3]
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    Contrata a un entrenador de voz. Cantar con una voz ligeramente rasposa puede dañar las cuerdas vocales. Para asegurarte de no terminar con daños a largo plazo, debes contar con la ayuda de un profesional que pueda guiar tus incursiones en el canto rasposo. Busca entrenadores de voz en tu localidad, pregúntales sobre sus metodologías de enseñanza y acuerda una clase de canto inicial.[4]
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    Usa la tecnología. No es necesario arruinar tu voz para llegar a ese sonido ligeramente rasposo que buscas. Trata de usar la tecnología. Por ejemplo, puedes granar una canción con tu voz normal y luego pedirle a un ingeniero de sonido que acrecente la grabación para que tu voz suene rasposa. Esto protegerá tus cuerdas vocales y te dará la grabación rasposa que deseas.[5]
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Método 2
Método 2 de 2:
Usar tu voz sabiamente

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    Sé consciente de que puedes lastimar tus cuerdas vocales. Cantar con una voz rasposa puede causar daños a largo plazo a las cuerdas vocales. Esto es especialmente cierto si cantas con una voz rasposa, lo que puede tensar las cuerdas vocales. Los problemas de voz, como los nódulos vocales y los pólipos vocales, pueden desarrollarse si abusas o usas demasiado tu voz.[6]
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    Ten en cuenta cuándo detenerte. Es importante que mantengas tus cuerdas vocales a salvo cuando trates de desarrollar una voz de canto ligeramente rasposa. Si tu garganta está dolorida o seca, no debes cantar. Asimismo, debes dejar de cantar con una voz rasposa si tu voz luce cansada.[7]
    • Puedes aliviar una garganta seca al beber al menos 8 vasos de agua al día, descansar la voz y beber agua tibia con limón.
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    Canta dentro de tu rango vocal. Usar los extremos de tu rango vocal, como cantar demasiado alto o demasiado bajo, puede poner tus cuerdas vocales en riesgo. Esto también es cierto si tratas de cantar muy bajo o muy suave. En su lugar, canta dentro de tu rango vocal natural.[8]
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    Mantente hidratado. Asegurarte de que tu cuerpo esté hidratado es una parte importante de cantar de manera segura. Asegúrate de beber 8 vasos de agua todos los días. Limita tu consumo de alcohol y cafeína, ya que ambos pueden secar e irritar tus cuerdas vocales. También puedes usar un humidificador en tu casa.[9]
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Advertencias

  • Cantar con una voz áspera puede causar nódulos, callosidades, pólipos y úlceras en las cuerdas vocales. Estas son problemas de salud graves que por lo general requieren cirugía.[10]
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Categorías: Técnicas vocales
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