La humedad en el hogar puede hacer que el aire se sienta pegajoso e incluso puede dañar las paredes y los mobiliarios en caso de que no tengas cuidado. Los deshumidificadores son la forma más rápida de deshumidificar tu casa, aunque también puedes ventilarla. También puedes hacer cambios en tu hogar para así extraer la humedad del aire.

Método 1
Método 1 de 3:
Utilizar deshumidificadores

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    Consigue suficientes humidificadores. Si bien un deshumidificador será de ayuda, probablemente no sea suficiente para deshumidificar toda tu casa. Necesitarás colocarlos estratégicamente en toda la casa, sobre todo en las zonas de mayor humedad, como el sótano y los baños.[1]
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    Ten en cuenta el nivel de ruido. Algunos deshumidificadores son muy ruidosos, así que probablemente necesites comprar unos más silenciosos si piensas colocarlos en habitaciones que frecuentas a menudo. Si quieres conseguir un deshumidificador más silencioso, opta por uno Peltier en lugar de los mecánicos o refrigerantes. La palabra “Peltier” hace referencia a la tecnología utilizada en el deshumidificador. Si bien los deshumidificadores Peltier no son tan efectivos como los otros tipos, son mucho más silenciosos.[3]
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    Decide el tamaño apropiado. Por lo general, los deshumidificadores más grandes extraen más agua del área, por lo que son mejores para ambientes más grandes. Por su parte, los más pequeños no extraen tanta agua, pero encajan mejor en áreas tales como el baño o la cocina. Elige el tamaño apropiado para el entorno en que piensas colocarlos.[4]
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    Enciende los deshumidificadores. Si notas que los niveles de humedad aumentan en tu casa, enciende los deshumidificadores. Extraerán la humedad del aire, reduciendo así la humedad en tu casa.[5]
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    Vierte el agua. Debido a que los deshumidificadores recogen el agua del aire, el tanque se llena con agua. Necesitas jalar el tanque y vaciarlo en el lavabo por lo menos dos veces al mes. También es buena idea limpiar el interior utilizando un paño húmedo para así quitar cualquier acumulación de partículas.[6]
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Método 2
Método 2 de 3:
Hacer circular el aire

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    Ventila la habitación abriendo una ventana. Si el interior de tu casa es más húmedo que el exterior, una solución sencilla es abrir las ventanas. El aire más seco extraerá la humedad de la casa. Colocar un ventilador en la ventana orientado hacia el exterior puede ser de utildiad.[7]
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    Utiliza ventiladores. En áreas donde hay un gran nivel de humedad en tu casa, generalmente deberás colocar ventiladores que funcionen hacia el exterior para ayudarte a deshumidificar el área. Por ejemplo, la cocina y los baños probablemente tendrán ventiladores que puedes encender y deshumidificar tu casa.[8]
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    Enciende el aire acondicionado en “automático”. Si no tienes la posibilidad de abrir una ventana, enciende en aire acondicionado en caso de que lo tengas. Una de las funciones principales del aire acondicionado es deshumidificar el aire, por lo que encenderlo hará que tu casa esté más seca.[9]
    • Es importante utilizar la configuración “automática” en lugar de simplemente el modo “encendido”. El modo “encendido” hará que el aire acondicionado funcione hacia el interior todo el tiempo, aun cuando no sea refrescante, lo que significa que la humedad acumulada no tendrá la posibilidad de salir. El modo “automático” apagará el ventilador cuando no sea refrescante, por lo que la humedad podrá drenar hacia el exterior.
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    Utiliza calentadores o una chimenea para secar los objetos. Si hace demasiado frío como para utilizar el aire acondicionado, el calor seco (no el gas) también puede ayudar a secar la casa. Por ejemplo, enciende un calentador de ambientes. También puedes utilizar la chimenea para ayudar a secar el aire.[10]
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    Evita añadir humedad en el aire. Las duchas largas y calientes liberan humedad en el aire, empeorando la situación. Del mismo modo, una olla hirviendo también aumenta los niveles de humedad. De hecho, incluso los alimentos cocinados en una sartén pueden liberar humedad en el aire. Procura que tus duchas sean breves y baja la temperatura lo más posible. Cubre las macetas para que la humedad se mantenga generalmente en ella.[11]
    • También quita algunas plantas. Si tienes demasiadas plantas en tu casa, puede crear una atmósfera tipo selva. Además, pueden producir una gran cantidad de humedad, sobre todo si las riegas con mucha frecuencia. Procura tener solo un par de ellas.[12]
    • También puedes moverlas al exterior o mantenerlas en una sola habitación.[13]
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Método 3
Método 3 de 3:
Hacer otros cambios en casa

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    Reduce el nivel de agua cerca de la casa. Si el agua se asienta alrededor de tu casa, puede filtrarse en el sótano y los cimientos, aumentando así la humedad en el ambiente. Asegúrate de que las canaletas redirijan el agua fuera de tu casa. Asimismo, puede ser de utilidad construir el patio de un modo tal que tenga una pendiente que permita bajar el agua lejos de tu casa en lugar de hacia ella.[14]
    • Si no sabes a ciencia cierta dónde empezar, considera la posibilidad de llamar a un profesional para que te ayude a encontrar formas de redirigir el agua alrededor de tu casa.
    • Otra opción es construir un jardín de lluvia, el cual se conforma de plantas de humedales que absorben el agua de tu casa.
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    Prueba el método de sal de roca y un balde. La sal de roca puede absorber la humedad del aire, pero necesitas un lugar a donde se dirija dicha humedad, que sería el balde. Necesitas la suficiente cantidad de sal de roca como para llenar un balde de 20 litros (5 galones) más dos baldes de dicha capacidad.[15]
    • Taladra agujeros en todos los lados y en el fondo de un balde. Necesitarás hacer entre 25 y 30 agujeros.
    • Coloca el balde agujereado dentro del balde intacto. Quedarán apilados, pero debe haber el espacio suficiente en el fondo de ambos para la escorrentía de agua. A continuación, echa la sal de roca. Esta absorberá la humedad del aire, la cual goteará en el balde inferior.
    • Coloca el balde en una habitación que quieras deshumidificar. Necesitarás colocar uno en cada habitación de la casa para deshumidificarla.
    • Revisa los baldes al menos una vez a la semana. Necesitarás drenar el agua que se acumule en el balde inferior.
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    Coloca bicarbonato de sodio en toda tu casa. El bicarbonato de sodio absorbe la humedad ayudando a deshumidificar la casa y, como beneficio adicional, es muy barato. Solo échalo en unos recipientes, cúbrelos con un paño fino y finalmente posiciónalos en varias habitaciones de tu casa.[16]
    • Asegúrate de revisar el bicarbonato de sodio de vez en cuando. Necesitarás reemplazarlo a medida que se vaya compactando.
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    Utiliza polvos secantes profesionales. También puedes comprar polvos especialmente fabricados para absorber la humedad. Simplemente colócalos en recipientes ubicados por toda la casa. También puedes adquirirlos en paquetes transpirables grandes que puedes colgar en diferentes ambientes de la casa.[17]
    • Para utilizar estos productos en recipientes, coloca una red en un colador de plástico. Coloca el colador sobre otro recipiente y déjalos por toda la casa. El agua se drenará en el recipiente inferior, que posteriormente deberás vaciar. También necesitarás cambiar los polvos a medida que se vayan saturando.
    • Puedes adquirir estos polvos en tiendas de mejoras para el hogar o a través de Internet.
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Acerca de este wikiHow

Victor Belavus
Coescrito por:
Especialista en aire acondicionado y humedad
Este artículo fue coescrito por Victor Belavus. Victor Belavus es especialista en aire acondicionado y el propietario de 212 HVAC, una empresa de instalación y reparación de aire acondicionado con sede en Brooklyn, Nueva York. Además de unidades HVAC y de aire acondicionado, Victor también se especializa en reparación de hornos y limpieza de conductos de aire. Cuenta con más de 10 años de experiencia trabajando con sistemas HVAC.
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