Los conejos son mascotas adorables y generalmente muy fáciles de cuidar. Sin embargo, pueden enfermarse y, cuando sucede, no siempre es evidente de inmediato. Reconocer los problemas gastrointestinales y respiratorios comunes pueden ayudarte a determinar si un conejo está enfermo. Los cambios físicos o conductuales también pueden darte pistas. Si sospechas que el animal está enfermo, tendrás que cuidarlo y hacer que un veterinario lo examine.

Parte 1
Parte 1 de 3:
Reconocer los síntomas gastrointestinales y respiratorios

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    Fíjate si el conejo no come. Presta atención a si el plato de comida del conejo permanece lleno durante todo el día o a si no come como suele hacerlo. Tener una pérdida del apetito repentina puede ser un síntoma de varias enfermedades posibles.[1]
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    Asegúrate de que el conejo defeque regularmente. Por lo general, un conejo producirá abundantes heces redondas y uniformes. Sin embargo, si tiene alguno de los siguientes problemas, puede tener una enfermedad gastrointestinal o un trastorno que cause eso como un síntoma:
    • no defecar en absoluto[2]
    • heces con forma irregular[3]
    • diarrea (heces sueltas o líquidas)[4]
    • pelo incrustado en las heces[5]
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    Escucha el estómago del conejo. Puedes usar un estetoscopio ordinario (que puedes comprar en muchas farmacias y tiendas de suministros médicos para el hogar) para examinar el sistema digestivo del conejo. Simplemente coloca el estetoscopio en su panza y escucha. Si escuchas sonidos inusuales (gorgoteos, rugidos, etc.), eso puede indicar que tiene problemas gastrointestinales, sobre todo cuando presenta también otros síntomas como disminución del apetito o diarrea.[6]
    • Levanta cuidadosamente al conejo sosteniéndolo en el brazo y acercándolo a ti. Nunca lo levantes de las patas, el pescuezo o las orejas. Aunque el conejo patee o se retuerza, mantenlo suave pero firmemente agarrado a tu lado para que no se caiga.
    • Siéntate y coloca al conejo en tu regazo. Acarícialo y habla con él con una voz relajante para calmarlo.
    • Coloca suavemente el estetoscopio en el costado del conejo y escucha.
    • Cuando termines, pon cuidadosamente al conejo en el suelo o en su casa. Nunca lo dejes caer al suelo, pues se puede lastimar.
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    Reconoce los signos de pasteurelosis. Los conejos son susceptibles a una enfermedad común llamada pasteurelosis. Normalmente, esta viene acompañada de ojos llorosos y nariz mocosa, así como de estornudos. Si observas alguno de estos síntomas (o todos a la vez), tendrás que hacer que un veterinario examine al conejo.[7]
    • A diferencia de los resfríos en humanos que son producto de un virus, los resfríos en conejos son producto de una bacteria. Por lo tanto, el veterinario puede prescribir antibióticos para tratarlos.[8]
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    Escucha la respiración del conejo. Los conejos respiran obligatoriamente por la nariz, lo que quiere decir que no respiran por la boca. Normalmente, no debes oír ni ver ninguna respiración agitada. Respirar ruidosamente o mover el pecho significativamente al respirar puede ser un signo de un problema respiratorio o de otro trastorno.[9]
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    Presta atención cuando el conejo estornude. Ocasionalmente, un conejo puede tener algo de polvo en la nariz y tener que estornudar. Sin embargo, si notas estornudos crónicos (frecuentes), puede estar enfermo.[10]
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Parte 2
Parte 2 de 3:
Prestar atención a los cambios físicos

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    Palpa las orejas del conejo. Los conejos son capaces de regular su temperatura irradiando calor mediante las orejas. Si notas que las orejas del conejo están inusualmente calientes o frías, esto puede indicar que está enfermo.[11]
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    Tómale la temperatura al conejo. Si sospechas que su temperatura es inusualmente alta o baja, puedes tomársela para estar seguro. Esta medida puede ayudarte a ti o a un veterinario a hacer un diagnóstico.[12]
    • Usa un termómetro rectal de plástico para verificar su temperatura. Si te incomoda la idea o si no sabes cómo hacerlo, lleva al conejo al veterinario para recibir ayuda.
    • La temperatura corporal normal de un conejo oscila entre 38 C° y 39 C° (101 F° y 103 F°).
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    Inspecciona los ojos del conejo. Ver lágrimas o una secreción que sale de los ojos del conejo puede indicar la presencia de una variedad de enfermedades. Además de los trastornos respiratorios, los problemas dentales también pueden ser la causa. Las raíces de los dientes de algunos conejos están cerca de sus conductos lagrimales. Por lo tanto, estos problemas pueden causar presión en estas partes, lo que a su vez causará el lagrimeo.[13]
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    Presta atención a los cambios en el peso. Una vez que el conejo haya crecido totalmente, por lo general, mantendrá un peso constante. Si notas que el animal ha ganado o perdido mucho peso, sobre todo si ocurre de repente, eso puede indicar que está enfermo.[14]
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    Revisa la piel y el pelo del conejo. Si estás familiarizado con el color y la textura del pelo y la piel del conejo, fíjate si pierde mechones de pelo o si su piel está enrojecida, lo cual puede indicar un trastorno como tiña.[15]
    • Algunos trastornos pueden hacer que el conejo tenga incontinencia. Las ancas empapadas de orina son una clara señal de este problema. Llama a un veterinario de inmediato si te das cuenta de este detalle.
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    Inspecciona los genitales del conejo. Los conejos pueden contraer un virus conocido como mixomatosis. Este se propaga por medio de la picadura de insectos (como mosquitos) y puede causar enrojecimiento e hinchazón de los genitales, así como ojos llorosos y nariz mocosa.[16]
    • Siéntate con el conejo en tu regazo. Acarícialo y habla con él con voz relajante por algunos minutos para calmarlo.[17]
    • Cuando el conejo esté tranquilo, con mucho cuidado dale la vuelta usando la mano no dominante para sostener su espalda. Colócalo de manera que su cabeza esté plegada contra tu abdomen y que sus patas traseras estén hacia afuera, lejos de ti.
    • Ya sea macho o hembra, los genitales del conejo serán una protuberancia peluda entre sus patas traseras. Normalmente, la pelusa los esconderá y no serán del todo visibles. Sin embargo, ver alguna hinchazón o un enrojecimiento obvio o anormal puede indicar una mixomatosis u otro problema.
    • También puedes presionar suavemente el abdomen del conejo por encima del área genital. Esta medida hará que los genitales sean más visibles y más fáciles de examinar.
    • Es posible que al conejo no le guste que lo examinen de esta manera. Para evitar dañarlo accidentalmente, siempre sé sensible y toma en cuenta cualquier lesión o discapacidad que pueda tener.
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Parte 3
Parte 3 de 3:
Prestar atención a los cambios conductuales

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    Presta atención a cualquier cambio de actitud. Un conejo puede desarrollar su propia personalidad y mostrar un rango amplio de conductas normales. Sin embargo, notar un cambio repentino de conducta puede indicar la presencia de una enfermedad u otro problema de salud. Por ejemplo, si está enfermo, un conejo que normalmente es juguetón puede no querer que lo molestes o un conejo distante puede volverse dependiente de forma repentina.[18]
    • Independientemente de los patrones de conducta normales del conejo, el letargo repentino puede ser un signo claro de que está enfermo.
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    Presta atención a si el conejo babea. Un conejo es susceptible a una variedad de problemas dentales, como maloclusión (desalineación) y abscesos. Si notas que el animal babea, puede suceder debido a que no puede cerrar la boca o a que siente dolor por uno de estos problemas dentales.[19]
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    Observa cómo se mueve el conejo. Saltar inusualmente puede ser un síntoma de una variedad de enfermedades. Por ejemplo, si el conejo parece haber perdido el equilibrio o si se mueve con la cabeza inclinada a un lado (un trastorno llamado tortícolis), puede deberse a una infección bacteriana en los oídos. De manera similar, inclinarse hacia un lado al saltar puede indicar que tiene dolor en los corvejones.[20] [21]
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    Escucha si aprieta los dientes. Cuando están contentos, muchos conejos hacen una especie de ronroneo al apretar los dientes. Sin embargo, apretar ruidosamente los dientes puede indicar que siente dolor.[22]
    • Es posible que notes que el conejo hace un ruido de felicidad al apretar los dientes mientras lo acaricias, lo alimentas o lo calmas. Presta atención a esta conducta para que puedas saber a qué atenerte con el conejo.
    • Si aprieta los dientes porque siente dolor hará mucho más ruido que cuando lo hace porque está "feliz". Es posible que notes también otros signos de malestar (como retorcerse o patalear) si aprieta los dientes ruidosamente.
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    Presta atención a si el conejo tiembla. Un virus determinado, conocido como calicivirus, puede causar una variedad de síntomas, incluyendo pérdida de apetito, letargo y dificultades respiratorias. Sin embargo, también puede hacer que el conejo tiemble, lo cual puede ser un signo más obvio.[23]
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    Fíjate si el conejo se rasca o si siente un comezón excesivo. Al igual que los perros, los gatos y otras mascotas, los conejos son susceptibles a las pulgas, los ácaros y otras plagas. Estos parásitos pueden producir rascado, comezón e irritación general.[24]
    • Si el conejo tiene pulgas, es posible que también notes un polvo oscuro y seco en el pelo o la piel del animal. Este polvo es sangre seca, conocida como “mugre de pulga”, que es un residuo de las pulgas.
    • No le des al conejo medicamentos para perros o gatos. Puede hacer que tu mascota se ponga muy mal e incluso puede ser fatal. Habla con el veterinario acerca de las maneras seguras de eliminar los parásitos del conejo.
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Consejos

  • Siempre que estés preocupado de que el conejo esté enfermo o herido, haz que el veterinario lo examine. Este puede hacer un diagnóstico y ayudarte a elaborar un plan de tratamiento si hay algún problema.
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Acerca de este wikiHow

Pippa Elliott, MRCVS
Coescrito por:
Veterinaria del Colegio Real de Cirujanos Veterinarios
Este artículo fue coescrito por Pippa Elliott, MRCVS. La Dra. Elliott es una veterinaria con más de 30 años de experiencia. Se graduó en la Universidad de Glasgow en 1987, y ha trabajado como cirujana veterinaria durante 7 años. Después, la Dra. Elliott trabajó como veterinaria en una clínica de animales durante más de una década. Este artículo ha sido visto 1396 veces.
Categorías: Conejos
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