Puede ser frustrante cuando tu hijo adolescente no te escucha o hace cosas con las que no estás de acuerdo. Los adolescentes lidian con muchas emociones y suelen experimentar muchos cambios físicos y emocionales. Puede ser difícil asegurarse de que tu hijo adolescente y tú estén de acuerdo. Algunas veces, es posible que pienses que es necesario disciplinarlo. Hay muchos pasos que puedes seguir para asegurarte de que la manera en que lo disciplinas sea apropiada y efectiva.

Método 1
Método 1 de 3:
Comunicarse efectivamente

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    Deja tus expectativas en claro. Una de las piezas claves para tener una relación positiva con tu hijo adolescente es una buena comunicación. Tienen que poder hablarse y hacer que sus sentimientos y deseos estén claros. Es posible que notes que tienes que disciplinarlo con menor frecuencia si puedes comunicarte con él efectivamente. Un componente importante de una buena comunicación es una explicación clara de tus expectativas.[1]
    • Infórmale exactamente lo que esperas de él. Por ejemplo, quizás te enfocas en ayudarle a que le vaya bien en la escuela. Infórmale qué calificaciones consideras aceptables. Quizás aspiras a que obtenga calificaciones altas y medias.
    • Dile tus expectativas y explícale que le ayudarás a que las logre. Si te enfocas en que tenga mejores calificaciones, explícale que tiene que estudiar al menos X cantidad de horas a la semana. Asimismo, pídele que haga toda su tarea antes de que salga con sus amigos.
    • De igual forma, puedes fijar unas expectativas para unos resultados no tangibles. Quizás sientes que tu hijo adolescente ha desarrollado tener un problema en su actitud. Fija unas expectativas claras acerca de que tiene que hablar respetuosamente a todos los miembros de la familia.
    • Trata de poner tus expectativas por escrito. Esto ayudará a afianzar lo que dices.
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    Haz preguntas. Al ser un adolescente, tu hijo comienza a pasar más y más tiempo lejos de casa y de ti. Los días escolares son más largos, hay más actividades que hacer y más amigos con quien pasar el tiempo. Para desarrollar una relación fuerte con tu hijo adolescente, es importante que sepas lo que pasa en su vida. Para ello, tienes que hacer preguntas.[2]
    • Haz preguntas que requieran de más que una respuesta simple de sí o no. De esta forma, obtendrás unas respuestas más descriptivas. En lugar de decir “¿Hiciste tu tarea?”, prueba con decir “¿Qué has estado aprendiendo en la clase de lenguaje?”.
    • Reserva un tiempo todos los días para hablar con él acerca de cómo van las cosas. Puede ser de manera casual, pero asegúrate de hacerle preguntas para saber cómo le va. Puedes decir “¿Cómo te sientes acerca del gran juego de fútbol del sábado?”.
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    Escucha activamente. Comunicarse efectivamente es una buena idea para fortalecer la relación que tienes con tu hijo adolescente. Sin embargo, no es suficiente con solo hacer preguntas. Tienes que escuchar activamente lo que dice. Hay muchas cosas que puedes hacer para convertirte en un mejor oyente.[3]
    • Cuando él hable, trata de volver a expresar lo que dijo. Por ejemplo, puedes decir “Dices que sientes frustración porque todos tus amigos tienen una hora más tarde para regresar a casa en comparación con la hora que tienes para volver”. Esto no solo demostrará que te interesa la conversación, sino que ayuda a esclarecer las particularidades.
    • Ofrece tu opinión. Cuando hables con tu hijo adolescente, es recomendable expresar tus sentimientos iniciales acerca de un tema. Por ejemplo, puedes decir “No estoy en contra de darte una gran mesada. Sin embargo, también tendremos que hablar de un incremento en tus responsabilidades”.
    • Brinda validación. Infórmale a tu hijo adolescente que reconoces sus sentimientos. Exprésate específicamente al decir “Comprendo que sientas tristeza porque tu papá se mudó de la casa. Eso es totalmente normal”.
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    Escoge el momento apropiado. Una buena comunicación con tu hijo adolescente puede ser un acto dificultoso, en parte porque es posible que no siempre esté de humor para hablar. Trata de escoger un momento oportuno si necesitas tener una discusión importante con él. No esperes hasta el momento justo antes de dormir o cuando se encamina a la escuela.[4]
    • Considera hablar mientras hacen una actividad juntos. Mientras preparan la cena juntos podría ser un momento oportuno para hablar.
    • Si él parece actuar resistente de tener una conversación, considera escoger un momento diferente. Querrás que sea una ocasión constructiva para ambos.

Método 2
Método 2 de 3:
Escoger la mejor manera para disciplinar

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    Promueve la responsabilidad. Algunas veces, la comunicación se dificulta y te resultará necesario disciplinar a tu hijo adolescente. Hay varios métodos para disciplinar a tu hijo, y debes pensar con detenimiento acerca de lo que será mejor para tu familia. Una manera efectiva de disciplinarlo es responsabilizarlo por todas sus acciones.[5]
    • Si has dejado en claro tus expectativas, él sabrá qué comportamientos esperas que tenga. Si actúa de manera irrespetuosa explícitamente, infórmale que ahora debe responsabilizarse.
    • Puedes tratar de decir “Te expliqué que no está bien decirle groserías a tu hermano menor. Sabes que ese comportamiento ocasiona que pierdas un privilegio”.
    • Al enfocarte en las acciones y el conocimiento de tu hijo, dejas en claro que es responsable por sus acciones.
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    Evita los castigos. Hay una diferencia entre castigar a tu hijo adolescente y disciplinarlo. El término “castigo” es inherentemente negativo, mientras que “disciplina” puede ser constructivo. Por ejemplo, disciplinar es una manera de ayudarle a alguien a ceñirse a las reglas, mientras que castigar es más un acto de desquite. Explica que, al disciplinarlo, le enseñas que hay beneficios por adherirse a las pautas y consecuencias por ignorar las reglas. Puedes incluir que esta es la manera en que el mundo funciona, de modo que brindas una buena preparación.[6]
    • Algunas veces, tendrás que colocarle unas restricciones a tu hijo adolescente, pero puedes hacerlo sin dar connotaciones negativas, que suelen acompañar a los castigos.
    • Por ejemplo, evita los ultimátums. Muchos adolescentes ven a los ultimátums como un desafío directo y un camino hacia el castigo, así que evita decir “¡Ten mejores calificaciones o ya verás!”.
    • No hagas amenazas acerca de castigos poco concisos. En lugar de ello, dile que impondrás las restricciones que ambos acordaron.
    • Sé flexible. Quizás le has dicho a tu hijo o hija que no puede ver a sus amigos por dos semanas debido a sus bajas calificaciones. Si llega a casa con varios trabajos escritos o varias pruebas con calificación alta, es posible que consideres demostrar que aprecias sus acciones al retirar las restricciones algunos días antes de lo establecido. Demuestra que la disciplina es razonable.
    • Ten una actitud estricta pero respetuosa. Tu hijo adolescente es un adulto joven, así que no le hables como un niño. Evita burlarte o tener una actitud sarcástica.
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    Establece los límites. Infórmale las acciones que son y no aceptables en casa. Es importante definir claramente los límites de modo que sepa exactamente qué tiene permitido hacer o no. Si crees firmemente que tiene que evitar el alcohol, déjalo en claro.[7]
    • Puedes fijar los límites en cuanto a su vida social. Explícale que solo tiene permitido estar fuera de casa hasta cierta hora. Por ejemplo, si necesitas que se comunique contigo durante la noche, déjaselo en claro.
    • Infórmale que controlarás sus actividades en línea. Los adolescentes deben disfrutar de cierto grado de privacidad, pero está bien informarle a tu hijo adolescente que te fijarás en él cada cierto tiempo para asegurarte de que está a salvo.
    • Si le permites tener una relación, asegúrate de fijar los límites. Por ejemplo, explícale que su novio o novia no puede estar en su habitación con la puerta cerrada. No discrepes directamente con su elección de pareja porque “parece ser un delincuente” o una persona un poco extraña. Las primeras impresiones no lo son todo, pero si el novio o la novia de tu hijo adolescente tiene una actitud un poco controladora o hace comentarios o gestos inapropiados, entonces podría ser recomendable hablar con tu hijo acerca de tus preocupaciones.
    • Explícale que los límites son por su seguridad y para enseñarle responsabilidad.
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    Dale autonomía. Algunas veces puedes tener la impresión de que lucha contra ti. Recuerda que los adolescentes están en un momento en el que tratan de establecer más independencia y autonomía. Permítele a tu hijo ser un participante activo para establecer los límites y escoger la disciplina apropiada. Darle independencia hará que participe más en el proceso.[8]
    • Haz que tu hijo adolescente te ayude a hacer una lista de pautas apropiadas a seguir. Pueden establecer la hora para regresar a casa, los privilegios de usar el automóvil o las calificaciones que se espera que obtenga.
    • No temas negociar. Respeta sus opiniones acerca de los temas. De esa forma, será más posible que escuche las tuyas.
    • Haz que sugiera una consecuencia. Si llega a casa tarde un sábado por la noche, haz que te indique qué cree que es una acción disciplinaria apropiada.
    • Por lo general, cuando le das más responsabilidad a un adolescente, comienza a comportarse de una manera más madura.

Método 3
Método 3 de 3:
Comprender a tu hijo adolescente

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    Considera la situación. Algunas veces, tu hijo adolescente podría ser difícil de manejar, pero es importante recordar que lidia con muchas cosas. Sus hormonas y su cuerpo están cambiando, lo que puede causar cambios en su estado de ánimo. De igual forma, trata de desarrollar más su identidad, y podría lidiar con las presiones de la escuela o sus amigos. Es fundamental considerar el contexto en el que se encuentra cuando lo disciplinas.[9]
    • ¿Tu hijo adolescente ha actuado descortés o ha estado de mal humor últimamente? Trata de averiguar si algo fuera de casa lo molesta. ¿Has notado que su mejor amigo ha dejado de visitarlo con frecuencia? Considera que tu hijo adolescente podría experimentar un momento estresante y trata de disminuir un poco la presión por la que pasa.
    • ¿Sus calificaciones bajan? Tómate algunos días para fijarte en sus hábitos. Los adolescentes necesitan dormir bastante, así que es posible que tengas que ayudarle a descansar más para que pueda concentrarse mejor.
    • Antes de optar por la disciplina, considera todos los componentes de la situación.
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    Utiliza la empatía. Ser una persona empática significa que piensas en lo que otra persona siente o piensa, o que tienes la sensibilidad para notarlo. Cuando disciplines a tu hijo adolescente, trata de ponerte en sus zapatos. Cuando te decidas por la acción apropiada, ten en consideración sus emociones.[10]
    • Si reacciona mal a no tener el permiso de ir a un viaje con sus amigos, trata de pensar en lo que siente. Es posible que se preocupe porque le molesten o sufra por miedo a perderse de esa experiencia. No tienes que retractarte con las reglas que has establecido, pero puedes ofrecerle compasión.
    • Trata de decir “Me imagino que sientes mucha frustración por no ir con tus amigos. ¿Hay algo más divertido que podríamos hacer este fin de semana en lugar de ello?”.
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    Pide consejos. Lidiar con un adolescente puede ser difícil. Es posible que sientas estrés, cansancio y agobio. No temas pedir ayuda. Quizás tengas un familiar en quien confíes y que pueda ofrecerte consejos para relacionarte con tu hijo adolescente.[11]
    • Trata de hablar con otros padres. Es útil saber qué tienen permitido los amigos de tu hijo adolescente. Puedes preguntarles a sus padres acerca de la hora para que su hijo llegue a casa, su mesada, etc. para tener una idea de los tipos de políticas que quieras establecer.
    • El doctor de tu hijo adolescente también puede ser un gran recurso. Este profesional puede ayudarte a asegurarte de que tu hijo adolescente se mantenga saludable física y emocionalmente. De igual forma, puede ofrecerte fuentes externas.

Consejos

  • Prueba diferentes métodos para llegar a tu hijo. Recuerda que cada relación de padre e hijo es diferente.
  • No temas pedir consejos.
  • Si te estresas, asegúrate de darte un descanso. Encargarte de ti es importante.

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Categorías: Vida familiar