Los muebles pueden servir a diferentes propósitos, como ser versátiles o simplemente ser cómodos. Ya sea que quieras una pieza personalizada para tu propia casa, o que quieras resolver un problema relacionado al diseño, puedes empezar a diseñar fácilmente tus propios muebles para que se adapten a lo que necesitas. Con desarrollar primero un concepto y hacer modelos, ¡podrás tener una pieza funcional y personalizada de la que podrás sentirte orgulloso!

Parte 1
Parte 1 de 3:
Desarrollar un concepto

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    Determina qué tipo de mueble quieres diseñar. Muchas veces, los diseños son inspirados por un problema existente. Piensa en los problemas que tienes en casa o tu lugar de trabajo a fin de conseguir inspiración para lo que vas a diseñar. Usa un cuaderno para llevar un registro de las ideas y problemas que surjan de la lluvia de ideas.[1]
    • Por ejemplo, si tienes muchos libros, pero vives en un área sin mucho espacio, quizás desees diseñar una estantería hecha para espacios reducidos.
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    Haz una lista de lo que quieres conseguir con el mueble. Anota los retos y problemas que quieres intentar resolver con el mueble, como por ejemplo si debe moverse fácilmente o si debe tener una forma específica. Anota cualquier respuesta o idea que tengas en este momento, para llevar un registro del proceso de diseño.[2]
    • Por ejemplo, quizás desees hacer una estantería que sea versátil en espacios pequeños o una silla con almacenamiento adicional.
    • Cuanto más específico seas al hacer la lista, mejor será el producto final.
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    Adopta influencias de objetos comunes. Observa los objetos que hay en casa o en la naturaleza y piensa en cómo puedes plasmarlos en el diseño de un mueble. Anota cualquier objeto que te llame la atención y dibuja pequeños bocetos de cómo lo convertirías en un mueble.[3]
    • Por ejemplo, podrías inspirarte en un escorpión para hacer una silla con un respaldar alto.
    • Podrías construir una estantería basándote en un árbol, donde las ramas sostengan los libros.
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    Investiga sobre diseños actuales de muebles para obtener más ideas. Navega por sitios web de diseño o consulta revistas de productos para ver qué hay actualmente en el mercado. Toma nota de lo que te gusta y lo que no te gusta de los diseños actuales para poder adaptarlos y cambiarlos. De este modo, podrás eliminar cualquier idea que ya se haya producido y evitarás copiar a otro diseñador.[4]
    • Observa también las obras clásicas del diseño de muebles.
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    Haz un tablón de imágenes en línea para reunir inspiración. Guarda imágenes y tablones en Pinterest para mantener todas las ideas e inspiración reunidas en un solo lugar. Puedes guardar todo lo que te inspira en un tablón o dividir las imágenes en diferentes tablones que tengan nombres como "Sofás" y "Sillas".[5]

Parte 2
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Hacer modelos con tu propio diseño

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    Haz un boceto de tus ideas en papel o en un programa de dibujo digital. Dibuja el mueble desde distintos ángulos, de modo que tú o cualquier persona que trabaje con los planos pueda saber cómo luce. Empieza con lápices y luego consolida los contornos con bolígrafos o marcadores de punta fina. Si trabajas digitalmente, haz los contornos más oscuros y gruesos cambiando el tamaño del pincel.[6]
    • Consigue una tableta de dibujo compatible con computadoras para hacer bocetos de diseños digitalmente.
    • Usa líneas de contorno para mostrar la forma del mueble. Por ejemplo, dibuja líneas curvas en zonas redondeadas o suaves.
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    Anota las leyendas o las medidas en el dibujo. Piensa en la información importante que alguien necesitaría saber para fabricar el mueble y anota esas consideraciones en el papel. Usa un lenguaje común para que cualquiera pueda entender el dibujo.[7]
    • Por ejemplo, si estás diseñando una silla reclinable, dibuja una línea hacia las partes y anota cómo se reclina o qué la maniobra.
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    Trabaja con un software de modelado 3D para visualizar el mueble. Empieza con la forma básica del mueble, como un cubo o una esfera, y trabaja a partir de ahí. Ajusta la forma o añade más formas si se trata de una pieza complicada. Una vez hayas terminado, puedes renderizar el modelo para ver cómo quedaría en un espacio 3D.[8]
    • Los programas gratuitos como SketchUp o Blender son una buena forma de probar el modelado en 3D.
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    Construye modelos a escala del mueble, usando materiales sencillos. Reduce la escala de los modelos, de modo que 30 cm (1 pie) del diseño real corresponda a 8 o 10 cm (3 o 4 pulgadas) en el modelo a escala. Reproduce el diseño físicamente usando materiales de manualidades, como cartón o poliestireno extruido. Esto te ayudará a hacerte una idea del número de materiales que necesitarás para crear una versión a tamaño real de la pieza.[9]
    • Como mínimo, trabaja con un ¼ del tamaño real del diseño; de lo contrario, el modelo puede ser demasiado pequeño como para trabajar con él.

Parte 3
Parte 3 de 3:
Fabricar un prototipo

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    Compra los materiales que necesitas para la pieza. Toma las medidas de los modelos y agrándalas para saber qué cantidad de material debes comprar. Dirígete a las ferreterías y tiendas de manualidades locales para conseguir todo lo que necesitas para hacer el mueble.[10]
    • No olvides comprar cualquier herramienta especial que necesites para montar el mueble. Si no puedes costear alguna herramienta, pregunta a amigos o compañeros si tienen alguna que puedan prestarte.
    • Compra los materiales cuando los necesites, no todos a la vez. De este modo no gastarás mucho dinero en una sola visita a la tienda.
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    Construye un prototipo de tamaño real, si puedes. Empieza construyendo la estructura inicial del mueble para que tenga una base sólida. Sigue construyéndolo hasta que estés satisfecho con la pieza final. Tiñe o pinta el mueble de modo que luzca de la misma forma en que lo dibujaste o modelaste.[11]
    • Trabaja solo con productos con los que te sientas cómodo.
    • Fabricar un mueble puede llevar mucho tiempo dependiendo de qué tan a menudo trabajas en él. Encuentra un espacio en el que puedas mantener los materiales reposando durante unas semanas o meses.
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    Prueba el mueble para ver si necesitas hacer algún cambio. Usa el mueble constantemente para ver cómo aguanta el desgaste y deterioro diario. Revisa la solidez del producto y el peso que puede soportar. Toma nota de los ajustes que quieres hacer al diseño final, de modo que todo esté más claro cuando vayas a construir otra pieza.[12]
    • Probablemente debas hacer al menos un cambio desde el prototipo hasta el diseño final. Una vez construido, es posible que haya áreas que inicialmente pasaste por alto.
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    Busca un fabricante de muebles personalizados cerca de ti, si es que no quieres hacer uno por tu cuenta. En internet, busca tiendas que construyan muebles personalizados y llévales tus diseños. Explica lo que esperas de estos últimos y pide un presupuesto. Una vez encuentres un fabricante con el que estés satisfecho, deja que construya el mueble por ti.[13]

Consejos

  • Busca inspiración en todo lo que haces. Nunca sabes cuál puede ser la idea base para una próxima pieza.
  • Considera la posibilidad de llevar un curso de diseño industrial o de interiores para obtener más ideas sobre cómo idear y fabricar.

Advertencias

  • Fabricar muebles puede llevar meses. Asegúrate de que construyes en un espacio donde no haya interrupciones.
  • Trabaja solo con las herramientas con las que te sientas cómodo o con las que estés certificado para usar.

Cosas que necesitarás

  • lápices
  • marcadores
  • papel
  • computadora
  • materiales de construcción

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Categorías: Carpintería