Muchos vecindarios son el hogar de una población de gatos callejeros que viven en callejones y patios traseros. La mayoría de los gatos callejeros son salvajes, lo que significa que nunca han vivido dentro de la casa de una persona. Si te esfuerzas y eres paciente, podrás domar a un gatito o gato salvaje.

Parte 1
Parte 1 de 3:
Atrapar al gato

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    Encuentra a un gato al cual domar. Si ves un gato callejero en tu vecindario, este parece amigable y no es reacio con las personas, quizás puedas domarlo. Este puede ser un proceso difícil con varios meses de duración. Es probable que un gato salvaje nunca se comporte de la misma forma que un gato de casa domesticado; no obstante, muchos llegan a un punto en el que se convierten en mascotas cariñosas y pueden vivir dentro de casa.[1]
    • Algunos gatos callejeros en realidad son gatos perdidos que habían sido domesticados anteriormente. Con frecuencia, lo único que se requiere para domar a un gato perdido es brindarle comida, refugio y atención. Puedes dejar un poco de comida en la calle para el animal y luego acariciarlo si se acerca. Si te lo permite, es bastante probable que sea un gato perdido.
    • Intenta encontrar al dueño antes de reclamar al gato como tuyo. Busca en la ciudad afiches o volantes que podrían haber colocado para encontrar a este gato perdido. Conversa con la organización humanitaria y los veterinarios de tu localidad para preguntarles si alguien está buscando al gato que te has encontrado.[2]
    • Es mucho más sencillo domar a los gatitos salvajes en lugar de los adultos. Los gatitos aún requieren aprender los comportamientos de la vida dentro de casa o al aire libre. Los gatos adultos son muy inflexibles con sus costumbres y hábitos establecidos, y puede ser difícil volver a entrenar a un gato mayor.
    • Socializa a un gato salvaje antes de que tenga 8 semanas de edad. Si lo socializas en una etapa temprana, esto le ayudará a sentirse cómodo con los comportamientos que se espera de un gato de interior. Asimismo, debes dejar que los gatitos permanezcan con su madre hasta que tengan 4 semanas de edad.
    • Los gatitos recién nacidos seguirán teniendo un muñón del cordón umbilical en su barriga. Asimismo, ellos no abrirán los ojos hasta que hayan pasado de 7 a 14 días.[3]
    • Si los dientes incisivos de los gatitos han crecido, es probable que tengan aproximadamente 2 semanas de edad. Si identificas algún diente detrás de los dientes incisivos y caninos (en donde se encuentran nuestros molares), esto significa que el gatito tiene al menos 4 semanas de edad. Si el gatito tiene todos sus dientes de adulto, puedes asumir que tiene aproximadamente 4 meses de edad.[4]
    • Si el gato luce agresivo u hostil contigo, déjalo tranquilo.
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    Atrapa al gato. No podrás sostener a un gato salvaje tan solo con las manos. Estos gatos son animales salvajes que deben tratarse con extremo cuidado. La manera más eficaz de iniciar el proceso de domar a un gato salvaje consiste en colocar una trampa.[5]
    • Los gatos salvajes pueden sisear, escupir y rasguñar, así que deja que la trampa se encargue de ello.
    • Usa una trampa especial diseñada para gatos. No uses trampas diseñadas para otros animales.
    • Puedes obtener trampas de una organización local que emplee el método de atrapar, esterilizar y liberar a los animales.
    • Coloca la trampa en un lugar en donde el gato pase la mayor parte del tiempo.
    • Tendrás que atraerlo al interior de la trampa con una carnada, como un poco de atún u otro alimento.
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    Lleva al gato al veterinario para que lo revisen. Coloca la trampa sobre una manta o una toalla en el auto, y lleva al animal al veterinario. Los gatos salvajes pueden portar enfermedades, y suelen tener pulgas y otras enfermedades. Haz que el gato reciba tratamiento para estos problemas antes de llevarlo a casa.[6]
    • Aún no sostengas al gato, pues no querrá que lo toquen.
    • Busca atención médica de inmediato si sufres rasguños o mordeduras.
    • Los rasguños y las mordeduras de los gatos pueden provocar infecciones graves.
    • Coloca una toalla sobre la trampa para hacer que el animal se sienta más cómodo.
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    Transfiere al gato a un área de contención que hayas preparado. No lo hagas hasta que el veterinario haya tratado al gato y te indique que puedes llevarlo a casa. El gato deberá pasar los primeros días en un área de contención pequeña de tu casa para acostumbrarse a tu nuevo entorno.[7]
    • Usa una jaula lo suficientemente grande como para colocar en su interior una caja de arena, material de cama y tazones de comida y agua.
    • Mantén la jaula en una habitación alejada de los miembros de tu familia o cualquier otra mascota.
    • Haz que el gato permanezca contenido por 2 días antes de tocarlo.
    • Cerciórate de que tenga comida y agua suficientes para 2 días.
    • Deposita una caja completa de arena para gatitos en la caja de arena del animal.
    • Cerciórate de que el gato no pueda escapar, ya que podría lastimarse o dañar tu casa.
    • Es normal que el gato se sienta agitado durante este tiempo.

Parte 2
Parte 2 de 3:
Hacer que el gato socialice

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    Dale más espacio al gato poco a poco. Pasa tiempo cerca de la jaula y habla con un tono de voz relajante hasta que el gato luzca calmado cuando estés cerca. Si el gato se ha acostumbrado a tu presencia y ya no se comporta tan salvaje como antes, podrás darle más espacio para que pueda desplazarse. Deja que el gato salga de la jaula, pero que permanezca en una habitación pequeña que sea segura para gatos.[8]
    • No obligues al gato a salir, deja que se acerque a ti por su propia voluntad.
    • Bríndale un escondite privado al cual pueda acudir para disminuir sus niveles de estrés. Este debe ser un lugar accesible que te permita llegar al gato si fuese necesario.
    • Cerciórate de que no haya forma de que el gato pueda escapar por una puerta, ventana o fisura.
    • Las habitaciones pequeñas son las mejores para socializar.
    • Avísales a tus familiares para que el gato no pueda escapar de la habitación cuando entren.
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    Entra a la habitación con una bolsa de golosinas. Planea quedarte por unas horas para ayudar al gato a acostumbrarse a tu presencia. Podrás convencerlo de que se acerque más si dejas un rastro de golosinas que conduzcan al lugar en donde estés sentado. Siéntate en el piso para estar más a la altura del gato, y ten paciencia mientras se acostumbra a que estés allí.
    • Hazlo todos los días, por semanas si es posible, hasta que el gato se acerque lo suficiente como para sostenerlo.
    • No hagas contacto visual con el gato, ya que te considerará como una amenaza.
    • Recuéstate en el piso para ayudar al gato a sentirse más cómodo, ya que lucirás más pequeño.
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    Puedes atraer al gato hacia ti aprovechando la ventaja del hambre. Si el gato no parece sentirse cómodo acercándose a ti incluso después de varios días, modifica la forma y las horas en las que lo alimentes. No le dejes la comida cuando salgas de la habitación. Llévasela cuando lo visites y permanece a su lado mientras coma.[9]
    • Mantén el tazón de comida cerca de ti mientras alimentas al gato.
    • Si el gato ha terminado de comer y estás listo para irte de la habitación, llévate la comida.
    • No hagas que el gato sufra de hambre, cerciórate de que coma.
    • Debes dejar agua en la habitación en todo momento.[10]
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    Acércate al gato y cárgalo. Luego de varios días, la mayoría de los gatos empezarán a sentirse más cómodos acercándose a ti para pedirte comida y golosinas. Este será el momento de empezar a ayudar al gato a sentirse seguro mientras lo cargas o lo acaricias. Si el gato se te acerca, usa una toalla para cargarlo en tus brazos.
    • Carga al gato con delicadeza y cuidado.
    • Si escapa o sisea, vuelve a intentarlo al día siguiente.
    • Nunca cargues a un gato salvaje con las manos desnudas.
    • Quizás tengas que usar jeans gruesos, prendas de manga larga y guantes.
    • No asustes al gato ni fuerces las interacciones. Esto eliminará toda confianza.
    • Al cargar al gato, intenta darle algunas golosinas.[11]
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    Acaricia la cabeza del gato desde atrás. Si has podido sostener al gato en tus brazos, acaricia su cabeza desde atrás con mucho cuidado. Háblale con un tono de voz relajante. Acaricia su cabeza y su lomo por varios minutos.
    • Si el gato pone resistencia, suéltalo.
    • Hazlo todos los días hasta que el gato se te acerque para que lo cargues.
    • Nunca te acerques al gato desde adelante, ya que esto lo asustará.
    • Siempre prémialo con algunas golosinas por realizar un buen comportamiento.
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    Juega con el gato todos los días. La parte final del periodo de domesticación puede durar más de un mes. Sigue trabajando con el gato hasta que ya no muestre miedo ni tenga problemas con que lo sostengas y lo acaricies. Con el tiempo, el gato deberá sentirse cómodo cuando lo sostengas.
    • Cambia la comida y el agua del gato todos los días.
    • Carga al gato, acarícialo y háblale al menos una vez al día.
    • El gato podría seguir siendo quisquilloso por un largo tiempo.
    • Invita a tus amigos a visitar al gato para ayudarlo a acostumbrarse a las personas en general.
    • Con el tiempo, el gato no requerirá golosinas cuando lo cargues.
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    Conserva al gato o dalo en adopción. Cuando el periodo de domesticación haya culminado, el gato estará listo para una vida doméstica normal. Puedes optar por conservar al gato en casa o llevarlo a un refugio para darlo en adopción.
    • Si conservas al gato, asegúrate de que esté castrado o esterilizado.
    • Haz que el gato conozca a las demás mascotas de tu casa poco a poco.

Parte 3
Parte 3 de 3:
Emplear el método de atrapar, esterilizar y liberar al gato

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    Infórmate sobre el programa para atrapar, esterilizar y liberar a animales. Se ha demostrado que este programa es una manera eficaz de mantener baja la población de gatos salvajes. El programa para atrapar, esterilizar y liberar a animales es una manera no letal de controlar las poblaciones de gatos salvajes. Si se deja que estas poblaciones aumenten sin controlarlas, esto puede ser perjudicial tanto para los gatos como para el vecindario en el que viven.[12] [13]
    • Los gatos sometidos a este tipo de programa no requieren que les enseñen a hacer sus necesidades en el lugar asignado.
    • Estos gatos volverán a vivir al aire libre, pero estarán mucho más saludables si forman parte del programa.
    • Averigua si ya hay un programa en tu vecindario.
    • Conversa con los empleados de un refugio local o un veterinario sobre los recursos disponibles en tu área.
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    Coloca la trampa en áreas en las que veas gatos salvajes. Emplea una trampa especial que el programa de tu localidad suministre. Coloca la trampa en un callejón, patio trasero u otro lugar en el que veas muchos gatos.[14]
    • Atrapa a los gatos y ayúdalos a superar el programa uno a la vez.
    • No intentes atrapar a un gato con una trampa diseñada para otros tipos de animales, ya que podría lesionar al animal.
    • No te acerques a un gato callejero e intentes tocarlo con las manos desnudas.
    • Busca atención médica de inmediato si sufres una mordedura o un rasguño.
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    Lleva al gato atrapado al veterinario. El veterinario revisará al gato para identificar los signos de enfermedad, las pulgas y otros malestares. Lo más importante es que el veterinario esterilizará o castrará al gato, así ya no podrá producir crías. Una vez que el gato se haya recuperado, el veterinario te lo devolverá.
    • Los procedimientos médicos y las cirugías serán gratuitos según lo estipulado por el programa para atrapar, esterilizar y liberar a animales.
    • Algunos programas cortarán un pedazo de la oreja de los gatos, lo que los marcará como parte del programa.[15]
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    Regresa al gato al vecindario. Llévalo al mismo lugar en donde lo hayas atrapado y libéralo en el vecindario. Si antes lo alimentabas, sigue haciéndolo y deja que viva al aire libre.
    • No intentes forzar ninguna interacción con el gato.
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    Haz lo mismo con otros gatos salvajes. Sigue realizando el proceso hasta que la población haya disminuido y todos los gatos estén castrados o esterilizados. Si no recibes ayuda, podrías tardar muchos meses en lograrlo.
    • Supervisa la cantidad de gatos salvajes de tu vecindario para verificar lo exitoso que ha sido tu trabajo.
    • Intenta reclutar a tus vecinos para que ayuden con el programa y mejoren los resultados.

Consejos

  • Trata a los gatos salvajes con respeto y cuidado.
  • Nunca te muevas con rapidez ni cambies de posición cuando domes al gato, ya que esto podría asustarlo.
  • No hables demasiado con el gato, ya que podrías incomodarlo.
  • Si el gato echa las orejas hacia atrás y sacude su cola con mucha frecuencia, déjalo solo.
  • Si es posible, escoge a un gato con el cual hayas interactuado antes, como un gato al cual hayas acariciado. Con suerte, él te recordará y te tomará cariño con más facilidad.
  • Los gatos salvajes son animales solitarios. Ten cuidado cuando te acerques a uno y, lo más importante, ten paciencia. Domar a un gato requiere mucho tiempo y paciencia. Algunos gatos salvajes son imposibles de domar.

Advertencias

  • Nunca lleves a un gato callejero a tu casa hasta que lo hayan vacunado.
  • Ten en cuenta que los gatos callejeros podrían portar la rabia u otras enfermedades, así que debes adoptar las precauciones adecuadas.
  • Si tienes otros gatos en casa, deberás mantener sus vacunas al día.
  • Si un gato te muerde, deberás hacer que un profesional de la salud revise tus mordeduras.
  • Un gato puede arañarte con sus garras y provocarte una lesión grave, por lo que debes tener cuidado.
  • Por lo general, las mordeduras de gatos deben informarse a las autoridades pertinentes.

Acerca de este wikiHow

Carrie Seay, MS-CABAC, KPA-CTP, CBCC-KA
Coescrito por:
Consultora de comportamiento felino
Este artículo fue coescrito por Carrie Seay, MS-CABAC, KPA-CTP, CBCC-KA. Carrie Seay es consultora de comportamiento felino y la propietaria de Carrie Pawpins en Phoenix, Arizona. Con más de una década de experiencia, se especializa en trabajar con propietarios de gatos para prevenir y eliminar los problemas de comportamiento en los gatos. Carrie tiene una licenciatura en Biología recibida en la Universidad del Norte de Arizona y una maestría en Análisis y consejería de comportamiento de animales de compañía recibida en The American College of Applied Science. Cuenta con múltiples certificaciones de programas de capacitación reconocidos como la academia Karen Pryor. Este artículo ha sido visto 34 886 veces.