Cómo embalsamar

Ciérrale los ojos. Actúa con cuidado al restaurar los ojos. Generalmente, los párpados tienden a hundirse en la cuenca del ojo, así que se coloca un pequeño pedazo de algodón entre el párpado y el ojo para redondearlo hacia afuera. En algunos casos, se utiliza un tapón plástico para ojos, para el mismo propósito.

• Los párpados nunca se cosen, pero en algunos casos, se pueden cerrar pegándolos.
• Los rasgos deben restaurarse antes de introducir el fluido de embalsamamiento, porque ese líquido “restituirá” el cuerpo volviéndolo bastante rígido, complicando esta tarea si se hace después.

Ciérrale la boca y acomódala de manera natural. Generalmente, se usa uno de dos métodos para restaurar la boca.

• A veces, se cose la boca con un hilo de sutura, pasando una aguja curva a través de la mandíbula, por debajo de las encías hasta el tabique en la parte superior. Evita atar el hilo muy ajustado para darle una apariencia natural al submaxilar.^[1]
• También se usa comúnmente una pistola inyectora con una boquilla. La boquilla funciona como un protector bucal o una prótesis dental sosteniendo la mandíbula de acuerdo a una mordida natural y a la alineación de la mandíbula. Con frecuencia, este método brinda menos posibilidades de un error humano.

Humecta los rasgos faciales. Se debe usar un poco de crema en los párpados y labios para evitar que se resequen y hacer que estos se vean más naturales.

Escoge el lugar de la incisión. Las arterias son embalsamadas introduciendo, de manera simultánea, el fluido de embalsamamiento (una mezcla de formaldehido, otros productos químicos y agua) en una arteria mientras se extrae la sangre de una vena cercana o del corazón. Se necesitan 7,5 L (2 galones) de líquido para embalsamar un cuerpo normal.^[2]

• En los hombres, la incisión se hace cerca de la base del músculo esternocleidomastoideo y la clavícula. En las mujeres o personas más jóvenes, el lugar más común es el área femoral.

Realiza la incisión. Limpia bien la punta de la vena, crea un punto de entrada e inserta el tubo de drenaje hacia donde se encuentra el corazón. Haz una atadura alrededor del lado más bajo del tubo.

• Haz lo mismo con la arteria, pero esta vez inserta una cánula en lugar de un tubo de drenaje. Coloca el fórceps en la arteria para bloquear la cánula en su lugar. Utiliza un pequeño fórceps cerrado para sujetar la parte superior de la arteria y restringir el flujo.

Enciende la máquina de embalsamamiento y distribuye el fluido. Mientras se realiza el embalsamamiento, lava el cuerpo con un buen jabón germicida o antibacteriano, y asegúrate de controlar el drenaje mientras masajeas las extremidades para empujar la sangre hacia afuera y la solución de embalsamamiento hacia adentro.

• Cuando el fluido entra a las arterias, empieza a haber presión en las venas, lo que significa que el fluido se está moviendo a través del cuerpo. Notarás que las venas de alguna manera sobresalen. Abre el tubo de drenaje yugular cada cierto tiempo para hacer que la sangre salga y reducir la presión.

Reduce la presión lentamente. Cuando te quede más o menos el 20 % de la solución, apaga la máquina y pasa la cánula al otro lado de la arteria que decidiste inyectar. Al hacer esto, se embalsamará la parte que estaba bloqueada por la cánula previamente. Asegúrate de disminuir la presión, ya que el fluido solo tiene que viajar una corta distancia, y no querrás hacer explotar los ojos.

• En el caso del femoral, esto embalsamará la parte inferior de la pierna. En el caso de la arteria carótida derecha, esto embalsamará el lado derecho de la cabeza.

Termina el embalsamamiento. Una vez que hayas embalsamado hasta estar satisfecho o hasta que se haya acabado el fluido, apaga la máquina, retira la cánula, y ata las venas y arterias utilizadas. Sutura las incisiones. Utiliza polvo para precintado, para asegurarte de que no haya ninguna fuga.

Utiliza un trócar para aspirar los órganos. Ahora que las arterias han sido limpiadas, tendrás que limpiar la parte interna de los órganos antes de que se formen bacterias y gas, y de que un exceso de fluidos salga de la nariz o de la boca.

Aspira la cavidad del pecho. Inserta el trócar 5 cm (2 pulgadas) a la derecha y 5 cm (2 pulgadas) arriba del ombligo. Haz una limpieza general de los órganos huecos, tales como el estómago, el páncreas y el intestino delgado.

Aspira la cavidad baja. Retira el trócar, voltéalo e insértalo en la parte inferior del cuerpo, aspirando los contenidos del intestino grueso, de la vejiga, y en el caso de la mujer, el útero. A veces se llena el recto y la vagina con algodón para evitar filtraciones.

Inyecta fluido de cavidad en el torso. El fluido de cavidad es generalmente 30 por ciento de formaldehido, y el método de inyección por gravedad se usa generalmente para empujar el fluido de cavidad hacia los órganos huecos, esterilizándolos y preservándolos.

• Asegúrate de hacerlo tanto a los órganos superiores como a los inferiores. Este paso es crucial para prevenir que se “contaminen”.

Retira el trócar y cierra el agujero con un tornillo. Haz una limpieza general al trócar y guárdalo.

Lava el cuerpo cuidadosamente. Utilizando el mismo desinfectante que usaste antes, limpia el cuerpo completamente para retirar la sangre u otros químicos que hayan quedado durante el proceso de embalsamamiento. Sé delicado y cuidadoso durante este proceso.

Retoca los rasgos. Se deberá aplicar un maquillaje natural, cortar las uñas de los dedos de las manos, así como peinar y cepillar el cabello.

Viste al cuerpo. Normalmente, la familia del difunto elige las prendas que este vestirá en el féretro. Viste al cuerpo con cuidado y de manera apropiada.

• A veces, se utiliza ropa interior de plástico, especialmente para proteger cuerpos con agujeros.