Si estás en un campamento o excursión y te das cuenta de que olvidaste los fósforos, saber cómo encender una fogata utilizando palos será un método muy útil. El método del taladro de arco y de mano son técnicas bien establecidas para encender una fogata que funcionan de la misma forma. Encender una fogata de esta manera puede ser lento y frustrante, pero con práctica, lo dominarás.

Parte 1
Parte 1 de 4:
Reunir la yesca y la leña

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    Busca yesca. Existen algunos métodos diferentes para encender una fogata con palos, pero independientemente del que intentes, deberás empezar con conseguir la yesca y la leña que quemarás. Para la yesca, puedes usar cualquier cosa que sea seca, fibrosa y que produzca una chispa o encienda fuego. La pelusa de bolsillo, el plumón, los musgos secos y las fibras vegetales trituradas como la corteza de cedro son buenos ejemplos.
    • Procura conseguir un manojo yesca muy seca y fina.[1]
    • El manojo de yesca es lo primero que deberás quemar.
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    Reúne leña. También necesitarás reunir la leña, la cual agregarás a la yesca después de iniciar el fuego. Reúne varios puñados de leña, generalmente pedazos pequeños de madera de varios tamaños. Opta por pedazos de madera que sean tan o más delgados que un palillo de dientes, pero de mayor longitud; varios puñados de madera de casi el mismo espesor y longitud de un lápiz; y una gran cantidad de madera con el grosor aproximado de tu brazo.[2]
    • Evita utilizar madera que encuentres en el suelo, pues puede estar húmeda. Por el contrario, busca ramas muertas que se han caído de los árboles pero que quedan atrapadas en ramas más bajas o en arbustos.
    • Puedes partir ramas muertas de los árboles, pero solo toma aquellas que salgan con facilidad. De lo contrario, es posible que no estén muertas.
    • Si una rama se dobla sin llegar a romperse, significa que sigue viva o que no está lo suficientemente seca. Evita la madera verde, pues la mayoría no arde bien.
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    Busca leña más grande. Una vez que el fuego esté encendido, necesitarás agregar pedazos más grades de leña para mantenerlo ardiendo. Por ello, antes de siquiera encender la fogata, es buena idea conseguir una gran pila de madera lista para que puedas utilizarla. Esta madera debe ser más grande que la leña y solo deberás agregarla una vez que el fuego ya esté encendido.
    • Esta madera debe estar lo más seca posible, y los árboles muertos suelen ser una buena fuente de leña seca.[3]
    • Cuando reúnas la madera, evita ponerla directamente en el suelo en caso de que esté húmedo.
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    Prepara el nido para la yesca. Independientemente del método que emplees para iniciar la chispa, necesitarás crear un nido pequeño con la yesca, lo que también se conoce como manojo de yesca. Una vez que tengas una chispa o algunas brasas, deberás transferirlas al nido para crear las primeras llamas. Apila una bola pequeña de yesca, aproximadamente del tamaño de una bola de algodón, con fibras pequeñas (p.ej. una planta de totora en el centro). Puedes utilizar fibra ligeramente más gruesa en la parte exterior (p.ej. hojas secas) para albergar el nido. Asegúrate de hacer un agujero o hendidura con el pulgar para colocar las brasas.
    • Intenta darle a la yesca la forma similar a un nido de ave.
    • Puedes utilizar una tira de corteza y envolverla alrededor del manojo de yesca para mantenerla unida.[4]
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    Crea un tipi o “casa” con la madera. Antes de comenzar a encender la chispa o las brasas, puedes acumular un poco de leña en una especie de tipi. Forma un cono con el combustible colocando una gran cantidad de madera en el medio y palos más grandes alrededor con la finalidad de hacer que el fuego se asiente y se incremente. No sobrecargues el tipi ni olvides dejar mucho espacio para que el aire pueda pasar por él y avivar las llamas.[5]
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Parte 2
Parte 2 de 4:
Preparar las herramientas y los materiales

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    Consigue una tabla de madera. Independientemente de que utilices un taladro de mano o uno de arco, necesitarás preparar la base de madera para la fogata. Esta es la superficie sobre la que presionarás el taladro para generar fricción que, con suerte, iniciará el fuego. Es necesario que tanto la tabla de madera como el taladro estén hechos de una madera ligera, seca y no resinosa.
    • La madera más adecuada para este proceso es una que no tenga savia, que sea ligera y lo suficientemente suave como para abollarse fácilmente con el pulgar sin problema.
    • Elige una madera de aproximadamente 2,5 cm (1 pulgada) de espesor, de 5 a 10 cm (2 a 4 pulgadas) de ancho y por lo menos 31 cm (12 pulgadas) de largo.[6]
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    Crea un taladro. Después de conseguir la tabla de madera, necesitarás hacer el taladro, el cual debe estar hecho de una madera más dura que la tabla. El álamo y arce son buenos tipos para este objetivo. Procura encontrar el pedazo más recto de madera que te sea posible y tállalo hasta que tenga unos 20 cm (8 pulgadas) de largo y unos 3,8 cm (1,5 pulgadas) de diámetro.
    • Crea una forma cónica en el extremo del palo, como si fuera la punta de un lápiz.
    • Talla el otro extremo de manera que sea una punta roma.[7]
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    Haz un arco. Si vas a emplear el método del taladro de arco, es momento de que hagas uno. Utiliza una madera ligeramente flexible, pues deberás ejercer una gran cantidad de presión en el arco, y la madera muerta es más propensa a romperse que la madera verde de tamaño similar. No obstante, ambos tipos de madera pueden servir para hacer un arco.[8]
    • Haz un arco que tenga aproximadamente el largo de tu brazo y un diámetro de 2,5 a 5 cm (1 a 2 pulgadas). Utiliza un pedazo de madera lo más delgado que puedas para que el arco sea lo más ligero posible.
    • Un arco más ligero será más fácil de controlar, y se requerirá una menor fuerza que ejercer. No obstante, debe ser lo suficientemente rígido para no flexionarse al utilizarlo.[9]
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    Coloca la cuerda del arco. Utiliza un cordón de zapatos, una cuerda pequeña o cualquier tipo de cuerda que puedas encontrar para hacer la cuerda del arco. Los materiales naturales, tales como las adelfas y las ortigas solían utilizarse para hacer cuerdas de arcos. Corta la cuerda con una longitud de aproximadamente 15 cm (6 pulgadas) y ata un extremo firmemente al arco.
    • Ata el otro extremo con un nudo flojo y ajustable, de modo que puedas modificar la longitud y tensión de la cuerda.[10]
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    Ajusta la cuerda. Es importante que mantengas la cuerda ajustada de modo que no se deslice por el taladro. No obstante, si está demasiado ajustada, hará que el taladro salga de la cavidad o la tabla. Existe una serie de formas de ajustar la cuerda de manera apropiada.
    • Si es necesario, ajusta la cuerda lo suficiente, sujétala en el extremo del arco y luego apriétala contra el arco a medida que empiezas a moverla de un lado a otro.
    • Incluso si atas bien la cuerda en el primer intento, generalmente se aflojará a medida que la mueves de un lado a otro, por lo que esta es una buena técnica que deberás dominar. Probablemente necesites desplazar tu mano hacia la parte superior del arco para que la cuerda se ajuste lo suficiente mientras avanzas.
    • Para mantener la cuerda firme, quizás tengas que enrollarla alrededor de tus dedos o atarla con un nudo más firme.
    • Otra forma de mantenerla ajustada es colocar otro palo (de preferencia, uno grueso, pues este método puede romper los más delgados) en otro bucle, cerca del extremo.
    • Enróllala hasta que obtengas el ajuste deseado y luego “ciérrala” con el arco. Si sigue deslizándose, sujeta ese extremo con tu mano.
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    Busca o crea una cavidad. Conocida a veces como asidero, la cavidad es lo que utilizarás para ejercer una presión descendente adicional sobre el taladro. Por lo general, es un objeto pequeño con un agujero o muesca sobre el que colocas el taladro y empujas. Puede estar hecha de hueso, madera o roca.
    • Busca una roca que tenga una abolladura ligera en ella. Lo ideal sería que la roca tenga el tamaño de un puño. Debe encajar fácilmente en tu mano y no ser demasiado pequeña, pues podría calentarse con mucha rapidez. La roca ideal tiene un hoyuelo profundo con lados lisos.[11]
    • Si no puedes encontrar una roca, lo más sencillo será hacer una cavidad de madera. Debe ser lo suficientemente pequeña como para que puedas sujetarla cómodamente con la mano, pero también lo suficientemente grande como para que tus dedos no la envuelvan completamente y terminen entrando en contacto con el taladro.
    • Si es posible, lo mejor es hacer la cavidad con madera dura o utilizar un nudo de madera blanda a modo de cavidad naturalmente lubricada. Utiliza la punta de un cuchillo o una roca afilada para hacer un agujero menor que la mitad del ancho de la madera.
    • También puedes improvisar una cavidad con muchos otros materiales. Busca cosas que mantengan la estabilidad del extremo estrecho del taladro, pero que aun así te permitan girar con facilidad. Desde luego, hay otras cosas que puedes utilizar como cavidades.
    • Una buena técnica consiste en lubricar la cavidad con bálsamo labial o resina.
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Parte 3
Parte 3 de 4:
Preparar la tabla de madera

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    Talla un agujero pequeño en la tabla. Si ya has perforado un agujero en la tabla antes de sumergirte en la naturaleza, no necesitarás seguir este paso. No obstante, si vas a hacer una tabla desde cero, necesitarás crear el agujero en el que luego introducirás el taladro.
    • Utiliza el cuchillo para crea un agujero pequeño de aproximadamente 2,5 cm (1 pulgada) desde el borde de la tabla. El agujero debe tener el ancho del taladro y aproximadamente 6 mm (1/4 de pulgada) de profundidad.
    • Al ejercer presión sobre el taladro, debe ser difícil girarlo. Debes sentir una fricción fuerte.[12]
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    Utiliza el taladro de arco para hacer que el agujero arda. Después de haber cavado un agujero pequeño, podrás utilizar el taladro para darle una mejor forma creando así fricción y fuego. Puedes hacerlo al taladrar el agujero y hacerlo arder con la ayuda de la fricción. Después de haberlo hecho, podrás utilizarlo nuevamente en el futuro cuando quieras encender una fogata con palos. Ten en cuenta que los siguientes pasos están redactados desde la perspectiva de una persona diestra, por lo que sería a la inversa para las zurdas.
    • Coloca la tabla de madera en el suelo.
    • Coloca el pie izquierdo en la tabla aproximadamente a 2,5 cm (1 pulgada) hacia la derecha del cráter. El arco del pie (no la bola o el talón) debe estar sobre la tabla. Asegúrate de que el suelo sea bastante plano o aplasta bien la tabla en él. Evita que se balancee demasiado.
    • Apóyate sobre la rodilla derecha. Asegúrate de que tu rodilla derecha quede por detrás de tu pie izquierdo la distancia suficiente como para formar ángulos de 90 grados (sigue leyendo para obtener más información).
    • Sujeta el arco con tu mano derecha y el taladro con la izquierda.
    • Pon el taladro en la parte superior de la cuerda con el extremo en forma de punta de lápiz apuntando hacia la derecha y luego gíralo en dirección hacia el arco. Puedes aflojar la cuerda un poco en caso de que sea muy difícil de hacer, pero una vez que esté envuelta alrededor del taladro, la cuerda no deberá deslizarse.
    • Coloca el extremo romo del taladro en el cráter. Coloca la cavidad encima del taladro.
    • Sujeta el extremo del arco lo más cerca posible. Ejerce una presión descendente sobre la cavidad y comienza a jalar el arco de un lado a otro. Este es un equilibrio delicado entre jalar demasiado y no aplicar la presión suficiente en el taladro, y tener la cuerda demasiado ajustada o muy suelta.
    • Mueve el arco de un lado a otro con cada vez más rapidez y ejerce cada vez más presión sobre la cavidad.
    • Con el tiempo, comenzará a salir un poco de polvo negro y humo en la parte inferior del taladro. ¡Esta es una buena señal! En este momento, detente y sujeta la tabla.[13]
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    Produce una llama en el agujero con un taladro de mano. Si no utilizas un arco, aún tendrás que generar una llama en el agujero de la tabla. Puedes hacerlo con las manos al girar el taladro y generar fricción de la misma manera en que lo haces con el arco. Coloca el taladro entre las manos al desplazarlas de un lado a otro para girarlo.
    • Asegúrate de mantener una presión constante de abajo hacia arriba sobre el taladro.
    • Te darás cuenta de que esto hace que tus manos se muevan hacia abajo por todo el taladro. Es importante que sigas girando el taladro, así que cuando tus manos estén cerca de la tabla, vuelve a desplazarlas hacia arriba con rapidez.
    • Continúa hasta que veas humo. Este proceso puede ser largo y arduo, por lo que deberás tener paciencia y ser persistente.[14]
    CONSEJO DE ESPECIALISTA
    Britt Edelen

    Britt Edelen

    Explorador "Boy Scout"
    Britt Edelen fue un miembro activo de su tropa local de Boy Scouts cerca de Atenas, Georgia, desde los 8 hasta los 16. Como explorador, asistió a docenas de viajes de campamento, aprendió y practicó muchas habilidades de supervivencia en la naturaleza, y pasó innumerables horas apreciándola. Asimismo, trabajó como consejero durante varios veranos en un campamento de aventura en su ciudad natal, lo cual le permitió compartir con los demás su pasión y conocimiento de la naturaleza.
    Britt Edelen
    Britt Edelen
    Explorador "Boy Scout"

    Truco experto: usa guantes para evitar cortarte o quemarte las manos. Si no tienes unos, ponte las mangas sobre las manos para protegerlas.

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    Crea una muesca. Utiliza tu cuchillo para hacer una muesca en forma de “V” que llegue desde el borde de la tabla hasta casi el centro del agujero de la tabla en el que acabas de encender la llama. Lo más importante es asegurarte de que la muesca no sea tan amplia que al momento de comenzar a girar el taladro nuevamente en el agujero, este termine deslizándose fuera de ella.
    • La muesa debe tener un tamaño aproximado de 1/8 de una tajada de pastel.
    • El extremo estrecho de la tajada debe unirse con el centro del agujero que quemaste en la madera.
    • El extremo amplio debe estar orientado hacia afuera, lejos del agujero.[15]
    • La muesca y el extremo del taladro que va en ella deben estar ásperos en lugar de brillantes y lisos. La aspereza promueve la fricción. Si se tornan brillantes, pon un poco de arena en la muesca.
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    Coloca un colector de brasas. Necesitas algo en lo que recolectar las brasas formadas, mantenerlas aisladas del suelo frío y trasladarlas del suelo hacia la yesca. Puedes utilizar hojas secas, astillas de madera, un pedazo de papel o corteza, etc. Independientemente de lo que uses, asegúrate de poder recolectarlas sin que se te caigan.
    • Coloca el colector directamente debajo de la muesca que hiciste en la tabla antes de tratar de hacer las brasas.[16]
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Parte 4
Parte 4 de 4:
Encender el fuego

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    Crea brasas con la ayuda de un arco. ¡Este es el momento de encender el fuego! Debes hacer todo de la misma forma en que lo hiciste cuando prendiste fuego en el agujero de la tabla. No olvides colocar el colector de brasas debajo de la muesca y tener listo el manojo de yesca.
    • Comienza empujando y jalando el arco y ejerciendo presión en la cavidad. A medida que vas adoptando el ritmo, mueve el arco con mayor rapidez y ejerce más presión en la cavidad.
    • Mantén el arco en el medio del taladro. Si la cuerda se desplaza hacia arriba del taladro, creará una mayor fuerza ascendente cerca de la cavidad y será más probable que se salga.
    • La cuerda del arco siempre debe ser horizontal al suelo (en caso de que este sea completamente plano) y perpendicular al taladro. Esto garantizará que cada pasada del arco proporcione la mayor cantidad de “potencia” y, como resultado, te canses menos (¡utilizar un taladro es un trabajo pesado!)
    • Con el tiempo, producirás un polvo negro que se acumulará en la muesca. Continúa y comenzará a salir humo.
    • Una vez que se produzca una gran cantidad de humo, no te detengas. Aumenta la presión y la velocidad del taladro.
    • Observa el polvo que se está creando. Mientras más oscuro sea, mejor.
    • Si comienza a salir humo de la pila de polvo, lo más probable es que tengas brasas.[17]
    CONSEJO DE ESPECIALISTA
    Britt Edelen

    Britt Edelen

    Explorador "Boy Scout"
    Britt Edelen fue un miembro activo de su tropa local de Boy Scouts cerca de Atenas, Georgia, desde los 8 hasta los 16. Como explorador, asistió a docenas de viajes de campamento, aprendió y practicó muchas habilidades de supervivencia en la naturaleza, y pasó innumerables horas apreciándola. Asimismo, trabajó como consejero durante varios veranos en un campamento de aventura en su ciudad natal, lo cual le permitió compartir con los demás su pasión y conocimiento de la naturaleza.
    Britt Edelen
    Britt Edelen
    Explorador "Boy Scout"

    Sigue intentando, aun si no obtienes brasas de inmediato. Si quieres hacer una fogata con palitos, ten en cuenta que te tomará mucho tiempo. Muchas personas se dan por vencidas muy pronto, porque creen que no funcionará o que hay algo malo con el palo, pero crear la fricción suficiente para iniciar una fogata requiere mucho esfuerzo.

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    Utiliza un taladro de mano para crear brasas. Si vas a utilizar tus manos, repite la técnica del taladro manual que empleaste para encender una llama en el agujero de la tabla. Por lo general, utilizar las manos en lugar de un arco será más lento y tomará más trabajo, pero si eres constante, producirás una brasa. Mueve las manos adelante y hacia atrás con rapidez a lo largo del taladro y continúa con la presión descendente sobre la tabla.
    • Procura mantener tus manos en la parte superior del taladro al realizar un movimiento de arco o semicírculo.
    • El punto más bajo del arco debe ser aquel donde se encuentra con el taladro.[18]
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    Sopla las brasas en las llamas. Después de crear brasas, retira el taladro con cuidado y levanta la tabla de madera utilizando una ramita para sujetar las nuevas brasas en caso de que queden atrapadas en la muesca. Utiliza una mano para ventilar las brasas con suavidad para hacerlas más grandes y sólidas. No soples a menos que lo hagas con mucha suavidad, pues podrías destruir el colector de brasas.
    • Si el suelo está húmedo, apagará las brasas. También podrías apagarlas si las levantas del suelo.
    • Una vez que estés seguro de que las brasa no se apagarán, traspásalas a la yesca y sóplalas con suavidad.
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    Sopla el manojo de yesca. Comienza a soplar con suavidad la yesca mientras la aprietas cuidadosamente alrededor de las brasas. Mientras más yesca tengas, probablemente debas girarla o darle forma para hacer que las brasas se sigan propagando cada vez más.[19]
    • Al soplar, proporcionarás mayor oxígeno para avivar el fuego y transferir la energía desde las brasas hasta la yesca.[20]
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    Aviva el fuego. Sigue soplando y apretando con suavidad la yesca hasta que se produzcan llamas reales. Pon las brasas en el suelo en el lugar donde quieras encender la fogata. Sigue soplando en caso de que necesites mantener las llamas. Agrega palos del tamaño de un palillo de dientes en la parte superior del manojo y luego los del tamaño de un lápiz para luego ir colocando objetos cada vez más grandes hasta que logres la fogata.
    • Si has preparado una fogata similar a un tipi, pon el manojo de yesca ardiente en el centro.
    • Sigue soplando con lentitud y constancia para fomentar la propagación del fuego.
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Advertencias

  • Este método para hacer fuego no siempre funciona y requiere mucho tiempo y energía.
  • Una vez que ya no necesites la fogata, ¡cubre las cenizas y asegúrate de que el fuego esté completamente apagado!
  • Ten en cuenta que si el equilibrio no es perfecto o la cuerda está demasiado ajustada, el taladro podría salirse y golpearte.
  • Si sabes que necesitarás encender fuego de esta manera y no tienes una linterna, asegúrate de planificar las cosas con mucha anticipación antes del anochecer.
  • El taladro, la tabla y la cavidad estarán muy calientes. Ten mucho cuidado de no quemarte.
  • Ten mucho cuidado con el tipo de madera, hojas o ramitas que utilices para quemar. Por ejemplo, el rododendro es muy venenoso, así que asegúrate de no utilizarlo en lo absoluto. Investiga de antemano para que sepas las cosas que puedes quemar.
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Cosas que necesitarás

  • cuchillo o piedra afilada;
  • yesca;
  • tabla hecha de madera blanda (p.ej. cedro o tilo [también conocido como tilo]);
  • taladro hecho de la misma madera o de una más blanda (p.ej. raíz de álamo o un retoño de álamo blando);
  • un arco hecho de un pedazo de madera “elástica” (p.ej. fresno, acacia, nogal americano, salvia o cualquier madera “verde”);
  • cordón de cuero o curo sin curtir (p.ej. un cordón de bota de trabajo) o una cuerda fuerte (p.ej. cuerda de paracaídas 550);
  • una cavidad hecha de una roca lisa y ahuecada (algunas rocas de río podrían ser ideales, así que busca una fuente agua cercana) o un pedazo de madera dura.

Acerca de este wikiHow

Britt Edelen
Coescrito por:
Explorador "Boy Scout"
Este artículo fue coescrito por Britt Edelen. Britt Edelen fue un miembro activo de su tropa local de Boy Scouts cerca de Atenas, Georgia, desde los 8 hasta los 16. Como explorador, asistió a docenas de viajes de campamento, aprendió y practicó muchas habilidades de supervivencia en la naturaleza, y pasó innumerables horas apreciándola. Asimismo, trabajó como consejero durante varios veranos en un campamento de aventura en su ciudad natal, lo cual le permitió compartir con los demás su pasión y conocimiento de la naturaleza. Este artículo ha sido visto 31 949 veces.
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