Las enchiladas son un platillo salado que puedes personalizar como más te guste. La base de este platillo tradicional mexicano es la tortilla de maíz y de harina. Puedes rellenar estos panes sin levadura con carne de res, pollo, frijoles, queso o cualquier ingrediente que te encante. Llenar y enrollar tus propias enchiladas puede ser un proceso sencillo que da como resultado un platillo delicioso.

Parte 1
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Elegir un relleno

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    Elige el relleno para las enchiladas. Puedes rellenar las enchiladas con casi cualquier cosa. Puedes usar carnes, aves, frijoles y varios tipos de quesos. También puedes crear platos suculentos con mariscos como el pescado, la langosta, el cangrejo y los camarones.
    • También puedes disfrutar de enchiladas vegetarianas, con rellenos como los champiñones, el tofu y varios tipos de pimientos asados.
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    Haz un estimado de la cantidad de tortillas y relleno que usarás. Según a cuántas personas se las quieras servir, prepara lo suficiente para que todos puedan disfrutar de las enchiladas. Haz al menos 2 enchiladas para cada persona.
    • El contenido de una cazuela alcanza para que coma una familia pequeña, mientras que podría ser necesario llenar varias para que sea suficiente para un grupo mediano o grande.
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    Prepara el relleno. Las carnes cocidas a fuego lento y estofadas combinan muy bien con los rellenos hechos de frijoles y queso. Usar una olla de cocción lenta ayuda a ahorrar tiempo sin tener que sacrificar la suavidad y el sabor. Para ahorrar aún más tiempo y esfuerzo, puedes comprar carnes preparadas como tiras de pollo a la parrilla o carne de cangrejo sin cáscara y camarones precocidos si quieres hacer enchiladas de mariscos.
    • Por lo general, las carnes que retienen muchos jugos llenos de sabor son opciones populares.
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Parte 2
Parte 2 de 2:
Enrollar la enchilada

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    Calienta las tortillas. Es importante que calientes las tortillas antes de enrollarlas para que sean más flexibles[1] Hay muchas maneras de calentarlas, y el método que elijas puede depender del tiempo y la facilidad.
    • Envuelve las tortillas en una hoja de papel de cocina húmedo y mételas en el microondas en intervalos de 30 segundos.
    • Coloca las tortillas en una sartén antiadherente ligeramente cubierta con aceite de oliva y fríelas a fuego medio durante unos 30 segundos por cada lado.
    • Para calentarlas en el horno, envuelve las tortillas en papel de aluminio y hornéalas a 175 ºC (350 ºF) de 15 a 20 minutos.
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    Sumerge ambos lados de las tortillas en salsa de enchilada. Si decides no calentar las tortillas antes de enrollarlas, ablándalas con la salsa para enchiladas (enlatada o hecha en casa). Coloca un lado de la tortilla en la cazuela para enchiladas y déjala reposar durante unos segundos. Dale la vuelta y deja que el otro lado absorba la salsa. Asegúrate de que ambos lados queden bien cubiertos.
    • Si quieres, puedes calentar y sumergir las tortillas.
    • La textura de la salsa debe ser similar a la de un gravy de espesor medio a líquido.[2]
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    Coloca el relleno en el centro de la tortilla. Distribuye aproximadamente 75 g (1/3 de taza) de relleno por tortilla. Ten cuidado de no rellenarla demasiado. Si lo haces, podría ser más difícil doblar las enchiladas sin que se derrame su contenido. Rellenarlas demasiado también podría hacer que sea más difícil mantenerlas cerradas.
    • Mientras rellenas las tortillas, ten en cuenta que debes usar aproximadamente la misma cantidad en cada una.
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    Enrolla la enchilada de punta a punta. Coloca un extremo de la tortilla sobre el relleno y envuelve su contenido. Enrolla la enchilada por encima hasta que llegues al otro extremo de la tortilla. Repite el proceso con cada una. Colócalas en una cazuela en la que hayas vertido la salsa para enchiladas. Colócalas con la unión hacia abajo para que no se desenrollen mientras están en el horno.
    • Verter salsa en la cazuela antes de agregar las enchiladas ayuda a evitar que se peguen.[3]
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    Vierte el resto de la salsa de manera uniforme sobre las enchiladas. Cubre las enchiladas con el resto de la salsa para mantenerlas húmedas. Si vas a cubrir las enchiladas con queso rallado, agrégalo primero y luego vierte la salsa. La salsa ayuda a evitar que el queso se queme antes de que se calienten las enchiladas. Cubre la cazuela con papel aluminio y hornéalas a 175 ºC (350 ºF) durante 25 minutos.
    • Dependiendo de los rellenos y preferencias personales, puedes usar una salsa de enchilada roja a base de tomate[4] o una salsa de tomatillo que incluye tomate verde (tomatillos o tomates verdes sin la cáscara) y chiles serranos. También hay salsas blancas que son perfectas para hacer enchiladas de pollo cremosas.[5]
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Consejos

  • Si no te sientes cómodo con el proceso de enrollar y acomodar las enchiladas, simplemente dobla cada extremo de las tortillas sobre el relleno para que los extremos se superpongan y coloca las enchiladas en la cazuela con las uniones hacia abajo.
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Advertencia

  • Ponte un guante de cocina cuando saques la cazuela caliente del horno.

Acerca de este wikiHow

Randall Chambers
Coescrito por:
Chef personal
Este artículo fue coescrito por Randall Chambers. Randall (Randy) Chambers es chef personal y el propietario de Luxury Meals From Home en Arvada, Colorado. Cuenta con más de 16 años de experiencia en cocinas comerciales, 5 años como subchef y 2 años como chef ejecutivo. El chef Randy se inspira en su origen como mitad boliviano y su especialidad es la cocina sudamericana. Tiene un título de asociado en artes culinarias en The Art Institute.
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