Cada clarinete es un pedacito de historia. Mientras que sus raíces se encuentran en los "instrumentos pastorales" de una sola caña que tocaban los griegos, el clarinete moderno tomó forma en Europa en el siglo 18. Como una versión más grande y compleja de la flauta dulce, este es un instrumento de viento madera con un tono claro y dulce, que es común a la música clásica y al jazz. Si te unes a las filas de los clarinetistas, lo primero que debes hacer es aprender a ensamblar y mantener tu instrumento. Ve al paso 1 para aprender a ensamblar el cuerpo, ordenar la boquilla y mantener tu instrumento en buen estado.

Parte 1
Parte 1 de 3:
Ensamblar el cuerpo

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    Identifica y examina las piezas individuales del clarinete. Abre su estuche y asegúrate de que todas las partes funcionen bien y que estén limpias y listas para utilizar. Un clarinete básico consiste en cuatro partes principales que se conectan con coyunturas cubiertas de corcho, así como de una boquilla que está compuesta de varios elementos más pequeños.[1]
    • La campana se refiere a la parte en forma de cono o campana de abajo del clarinete.
    • El cuerpo inferior es la parte más grande del instrumento. Tiene que tener llaves de metal en el lado derecho cuando están en la orientación correcta con una llave de puente que apunta hacia el cuerpo superior. La mejor forma de distinguir entre los dos cuerpos es que el superior tendrá dos conexiones de corcho llamadas espigas; mientras que el inferior tendrá solo una espiga de corcho inferior y un anillo de metal alrededor de la espiga superior, lo que marca la parte central del instrumento.
    • El cuerpo superior tiene las llaves en el costado izquierdo del instrumento y debe ser un poco más pequeño que el inferior. Si está en la orientación correcta, tiene que haber una llave de puente sobre el punto de conexión en la parte inferior y un espacio entre el final de las llaves y la parte de arriba del cuerpo superior donde se acopla a la boquilla. En otras palabras, sabrás que las piezas están alineadas correctamente si no hay llaves en la parte del borde de arriba o de abajo de cualquiera de las secciones.
    • El barrilete es una sección pequeña del instrumento que básicamente conecta el cuerpo superior con la boquilla. No hay llaves en esta sección y generalmente aquí estará el sello de la marca del clarinete.
    • La boquilla consiste en el recubrimiento negro y en una ligadura de metal que se utiliza para sostener la caña en su lugar. Muchos clarinetes también vienen con una cobertura de metal para boquilla que se utiliza para protegerla dentro del estuche.
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    Empieza desde la campana y ve subiendo al ensamblar. Primero acopla la campana al cuerpo inferior. Sostenlo cuidadosamente pero con firmeza y gira la campana de adelante hacia atrás mientras lo tienes asegurado en tu otra mano.
    • Generalmente, los clarinetistas ensamblan su clarinete comenzando por la campana, luego acoplan el cuerpo inferior, el superior, el barrilete y la boquilla, en dicho orden. Sin embargo, no hay una manera equivocada de ensamblar. El clarinete no sonará mejor o peor si comienzas a armarlo desde el barrilete y el cuerpo superior o si comienzas en la parte inferior y saltas a otras secciones.[2]
    • Sin importar el orden en que ensambles el clarinete, probablemente querrás colocar la boquilla al final porque la caña o lengüeta necesita un poco de tiempo para humedecerse antes de tocar. Por esta razón, tiene más sentido comenzar por la parte inferior.
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    Engrasa cualquier corcho que sea resistente. Esto hará que tu clarinete sea más fácil de armar y desarmar. Casi siempre, la grasa para corchos viene en un tubo que parece un bálsamo labial. Si no tienes este material, puedes utilizar la vaselina para sustituirlo, aunque es recomendable usar la grasa para corcho real.
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    Sostén las llaves de puente hacia abajo y junta el cuerpo superior con el inferior. Sujeta ambas piezas en paralelo al suelo, con las llaves de puente largas hacia ti y alinéalas. Asegúrate de que las llaves de puente, dos pequeñas piezas de metal debajo de las llaves grandes que están al costado del cuerpo superior, estén alineadas a la perfección y luego, empujando y girando suavemente, une las dos secciones. Las llaves de puente deben estar alineadas y tienes que empujar el anillo superior para que quede sobre el inferior de modo que las secciones se unan de manera segura.[3]
    • Agarra el cuerpo inferior con tu mano derecha por la parte superior de la pieza, justo debajo de las llaves del centro y sobre las dos llaves grandes que dan a la parte inferior. Estas son relativamente planas y se pueden presionar sin problema cuando agarres el instrumento sin que haya peligro de que dobles algo.
    • Agarra el cuerpo superior con tu mano izquierda por debajo de la pieza, envolviendo tus dedos en la parte inferior del instrumento y alrededor del anillo de llave anular, que debe levantar la llave de puente cuando dejas de presionarlo. Este procedimiento será necesario para lograr que las dos partes se unan bien. Alinea con cuidado las llaves de puente y acopla el instrumento.
    • Para asegurarte de que has alineado el instrumento adecuadamente, mira la barra de metal que va por todo el largo de cada sección del instrumento y en el que se apoyan las llaves. Ambas secciones de dicha barra deben coincidir a la perfección. Esto significa que las llaves también estarán alineadas.
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    Acopla el barrilete. ¡Ahora viene la parte más fácil! Colócalo en la parte superior del tubo acústico. El extremo inferior, que se acopla al cuerpo superior del clarinete, debe ser un poco más grande que el extremo superior, que se acopla a la boquilla. Empuja esta pieza pequeña hacia abajo hasta que entre en el cuerpo superior, girando suavemente, y asegúrate de que se hunda por completo y quepa perfectamente.
    • Para afinar el clarinete, se presiona o se tira del barrilete, lo que hace que el instrumento sea un poco más largo o más corto. No obstante, cuando recién empieces presiona el barrilete por completo hasta que te familiarices con tu instrumento y la manera en que debe ser afinado.
    • Generalmente se prepara la boquilla y se acopla con el barrilete, luego enróscalos en el cuerpo superior del clarinete antes de colocar el barrilete solo. Una manera no es mejor o peor que la otra. Generalmente depende del tamaño de las manos del clarinetista ya que a algunos les parece que la boquilla es muy pequeña para manipular y prefieren tener el barrilete como sostén al colocar la caña o lengüeta.

Parte 2
Parte 2 de 3:
Ensamblar la boquilla

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    Prepara la caña o lengüeta humedeciéndola. La mitad más gruesa de la caña se llama talón y para humedecerla tienes que sumergir esta parte en 1,3 a 2,5 cm de agua. Generalmente es mejor comenzar el proceso de ensamblaje remojándola para que actúe mientras haces el resto del trabajo.
    • La acción capilar de la caña hará que el agua se absorba desde la base hasta la parte de arriba. Cuando el agua llegue a la mitad de la caña, donde comienza la división, sácala y humedece el extremo por el que soplarás rápidamente.
    • Experimenta con el grado de saturación que dejas que alcance tu caña y observa cuál produce la mejor resonancia para ti. Dos minutos antes de que la práctica de la banda comience, no es el mejor momento para hacer este experimento.
    • Muchos músicos que usan caña la humedecen chupándola. Para muchos es un problema preparar un pequeño vaso con agua para remojarla en el salón de práctica. Aunque esta es una manera usual de humedecer cañas, se corre el riesgo de deformarlas con los dientes. Además, a otros músicos no les atrae la idea de chupar un pedazo de caña amarga. Remojarla en agua es una manera más uniforme de humedecerla.
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    Coloca la caña sobre el agujero de la boquilla. Alinea la punta de la caña verticalmente con la punta de la boquilla. Lo ideal es que veas un pedazo de la boquilla del tamaño del ancho de una uña por sobre la caña para que esté en una posición óptima. Sostén la caña en su lugar con un dedo y muévela un poco con otro hasta que la hayas alineado a la perfección.
    • Las cañas diferentes tienen "lugares agradables" diferentes. La alineación perfecta con la tabla (el agujero) de la boquilla no siempre es lo mejor. A algunos clarinetistas les gusta sostenerla en su lugar con el dedo pulgar y soplar a través de ella para verificar la acción antes de acoplar la ligadura.
    • Nunca golpees el extremo superior de la caña que es delgado y nunca intentes tocar la parte frontal porque los poros sensibles pueden ensuciarse y hacer que no se pueda tocar bien. En general, manipula la caña lo menos posible.
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    Fija la caña en su lugar con una ligadura. Coloca la ligadura de metal sobre la parte superior de la boquilla; ten cuidado de no astillar la caña. Debe haber dos líneas o dos grupos de líneas grabadas en tu boquilla, alinea la ligadura entre ellas de manera uniforme. Ajústala sobre la parte del medio de la base, que es la mitad de la caña que no se ha lijado.
    • Si tienes una ligadura de metal, los tornillos van en el mismo lado del clarinete donde está la caña. Si tienes una de cuero, estos irán en la parte de atrás con el cuero sobre la base de la caña. Ajusta los tornillos pero déjalos un poco sueltos para obtener la mejor vibración y el mejor tono posibles. Los querrás lo suficientemente apretados para que la caña esté segura, pero no para que llegue a abollarla o deformarla.
    • Algunos clarinetes, en vez de ligaduras de metal tienen bandas de tela o cuero que se utilizan para sostener la caña en su lugar. A veces, estas se sujetarán en la parte de atrás del instrumento, en el lado opuesto de la caña.
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    Une la boquilla con cuidado al barrilete. Si está en la orientación correcta, la caña debe estar mirando a la dirección opuesta de las llaves del instrumento. Suavemente pero con firmeza, gira la boquilla dentro del clarinete, lo que completará el instrumento.
    • Nuevamente, algunos músicos tienen ideas diferentes sobre el momento en que se acopla la boquilla al barrilete. Si quieres que el paso final sea acoplar la embocadura al barrilete y luego entornillarlo en el instrumento; no habrá ningún problema.
    • Del mismo modo, a algunos clarinetistas les gusta acoplar el puente de la boquilla y el barrilete al instrumento antes de colocar la caña. Es tu elección.

Parte 3
Parte 3 de 3:
Mantener tu clarinete

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    Siempre manipula el cuerpo con cuidado para que las llaves no se doblen. Al sacar del estuche cada pieza del clarinete, es importante agarrar cada una con las puntas de tus dedos, tocando las espigas del instrumento para retirar cada sección sin agarrar todo el cuerpo y deformar así las llaves. Sostenlo como si fuera un disco de vinilo, por los bordes.
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    Limpia la parte externa del clarinete regularmente. Mantén tu instrumento bien conservado y lustroso utilizando un paño suave y frotándolo ligeramente luego de manipularlo. Mueve el paño limpio suavemente sobre las llaves de metal y entre ellas, alrededor del cuerpo.
    • Incluso si tus manos están limpias, los aceites naturales de tu piel pueden salir y manchar el instrumento con el tiempo. Es muy importante que siempre limpies el clarinete después de cada uso si quieres extender su duración el mayor tiempo posible.
    • Utiliza un paño limpio y seco para limpiar tu instrumento. Nunca utilices ningún tipo de pulidor o líquido para metales sobre el clarinete, podrías dañar el acabado y arruinar el tubo.
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    Limpia la parte interior del clarinete también. La mayoría viene con un bastoncillo con escobilla que puedes utilizar para limpiar la parte interna del instrumento. Otra opción es hacer uno fácilmente. La escobilla es básicamente un alambre con un peso pequeño (podrías utilizar un clip) en uno de los extremos que se deja caer por el tubo acústico. Igualmente, al otro extremo hay un pedazo de tela de microfibra limpio.
    • Luego de retirar la campana y la boquilla del tubo acústico, deja caer el lado con peso por dentro. Agarra el extremo y tira de él suavemente. Repite unas 3 o 4 veces hasta que la parte interior esté seca.
    • Limpiar un clarinete es más un proceso de secado que de limpieza real. La humedad alimenta a las bacterias, los malos olores y puede hacer que las almohadillas o zapatillas del instrumento se rompan con el tiempo. A los clarinetes no les gusta la humedad que se queda en ellos luego de una sesión de uso larga, lo que hace que sea importante que limpies su parte interna por completo luego de tocar.
    • Cada cierto tiempo deja el estuche del clarinete abierto una noche para que se seque mejor. Probablemente sea mejor que lo hagas en tu casa, en un lugar seguro, y no en el salón de práctica de tu escuela.
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    Limpia la boquilla. A algunos clarinetistas les gusta utilizar la escobilla, mientras que otros prefieren los hisopos para limpiarla con más cuidado. Luego de retirar la caña, seca por completo la boquilla. A continuación, déjala secar al aire libre de cinco a diez minutos antes de ponerla en el estuche. Esta es una pieza que, particularmente, no querrás que huela desagradable cuando la saques para tocar otra vez.
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    Sostén el tubo acústico adecuadamente. ¿Cuál es la mayor amenaza a la duración del clarinete? ¡El error humano! Es importante tener mucho cuidado con el instrumento cuando se ensambla para asegurarte de no dañar el cuerpo accidentalmente.
    • Cuando sostengas el clarinete, agarra la parte inferior de la campana con una mano y sostén el barrilete con la otra. Nunca lo cargues con una sola mano como un bate de baseball, ni te lo ponga al hombro como un rifle. Si las espigas están sueltas, el instrumento podría desarmarse y causar daños graves.
    • Cuando dejes el instrumento, nunca lo pares en una silla, el piso o cualquier otro lugar al menos que lo pongas en un parante para clarinete. Nunca lo pares en su campana pues podría volcarse con facilidad y correrías el riesgo de que tu instrumento se dañe.
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    Toca tu instrumento con regularidad para mantenerlo activo. El clarinete tiene que usarse para garantizar que funcione adecuadamente. Si lo dejas en el estuche por mucho tiempo, especialmente si no está seco, las llaves pueden empezar a pegotearse, podrían aparecer hongos o podría surgir un olor desagradable. Incluso si no tienes planeado tocar por varias horas, abre el estuche y deja que el instrumento respire cada cierto tiempo. Ensámblalo, asegúrate de que todo esté en orden y límpialo para conservar la vida del clarinete.

Consejos

  • Se recomienda que siempre haya un poco de grasa en los corchos. Esto permitirá que sea más fácil ensamblar el clarinete. Además se reducen las probabilidades de que el instrumento o los corchos se dañen.
  • Para los principiantes, elegir una caña o lengüeta puede ser abrumador pues hay varias marcas. Aunque hay muchas entre las que puedes escoger, Rico y Vandoren son dos muy conocidas. Rico las hace con caña prensada; mientras que Vandoren utiliza caña sólida. La mayoría de los principiantes comienzan con cañas de fuerza 2 o 2 1/2 (estas vienen en diferentes fuerzas: 1 es la más delgada y 5 la más gruesa). Ninguna es "mejor" en realidad; ambas estarán bien para un principiante. Cuando tengas más experiencia tocando, probablemente querrás experimentar con cañas diferentes.
  • Te darás cuenta que es tiempo que aumentar el tamaño de tu caña cuando una nueva se gaste en menos de diez horas de uso o cuando intentes tocar y esta no responda de inmediato: "el síndrome de la caña indecisa". Las cañas #3 o de menor fuerza generalmente no sostienen bien los registros más altos (B de tercera línea natural y más alta). Cuando pruebes diferentes fuerzas de caña, sube medio punto cada vez.
  • Una alternativa a limpiar con escobillas en bastoncillo es comprar una escobilla que parece un limpiador de tubos grande y crespo. Solo tienes que insertarla dentro de tu clarinete y cerrar el estuche. Sin embargo, te advertimos que hay muchos puntos de vista diferentes con respecto a estas escobillas; algunas personas piensas que son maravillosas y convenientes, mientras que otras creen que no son efectivas. Si tienes un clarinete de madera, se recomienda no utilizarlas.
  • Todo el sonido proviene de la vibración de la caña. Una preparación apurada o sin cuidado puede causar una mala resonancia, dificultad para tocar algunos registros y podría hacer que modifiques tu embocadura (la forma de tu boca y el control de tus músculos) de una manera extraña, solo para llegar a un tono.

Advertencias

  • Trata de no dejar caer tu clarinete o su estuche ya que el instrumento se puede dañar con facilidad incluso cuando está dentro de su caja. ¡Debes cargar el clarinete con las dos manos, con la de abajo en el lugar donde la campana se une al cuerpo inferior para evitar que el instrumento se desarme por las espigas! Si tienes que llevarlo con una sola mano, ponla en la campana (dedos, no el dedo gordo) y póntelo al hombro como si fuera un rifle.
  • Nunca pares tu clarinete sobre un extremo a menos que tengas un parante para este instrumento.
  • No tienes que utilizar grasa para corchos cada vez que armes el clarinete, pues puede acumularse y convertirse en un desastre.
  • Las cañas o lengüetas son muy delgadas. Ten mucho cuidado con ellas pues se agrietan con facilidad.

Cosas que necesitarás

  • Campana
  • Barrilete
  • Boquilla
  • Cuerpo superior
  • Cuerpo inferior
  • Estuche para clarinete
  • Grasa para corcho
  • Caña o lengüeta
  • Ligadura
  • Paño para pulir (opcional)

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