Enseñar escritura narrativa es divertido, pero también puede ser un desafío. Ya sea que necesites enseñarles a estudiantes de universidad o de escuela primaria, hay muchas buenas opciones para las clases. Empieza haciendo que los estudiantes se familiaricen con el género, luego usa las actividades en clase para ayudarles a practicar la creación de sus propios relatos. Una vez que los estudiantes entiendan cómo funciona la narrativa, asígnales un ensayo narrativo para que demuestren y perfeccionen sus habilidades.

Parte 1
Parte 1 de 3:
Introducir el género

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    Enséñales que un relato tiene personajes, conflicto y solución. Un relato es una historia o una serie de sucesos que se cuentan en secuencia. Presenta a uno o varios personajes que se enfrentan a un conflicto y que deben hacer algo para encontrar una solución. Un relato puede ser de ficción o de no ficción.[1] Las siguientes son algunas otras características que un relato puede incluir:[2]
    • un punto de vista específico en los sucesos de la historia
    • detalles vívidos que incorporen los 5 sentidos (vista, oído, olfato, tacto y gusto)
    • diálogo
    • una reflexión sobre el significado de la experiencia
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    Asigna modelos de ensayo, video y pódcast. Darles a los estudiantes ejemplos de relato para leer, mirar y escuchar les ayudará a comprender mejor el género. Escoge modelos narrativos que sean apropiados para su edad. Lee, mira y escucha los modelos en clase y haz que los estudiantes lean un poco por sí mismos.[3] Las tiras cómicas también son buenos modelos de estructura narrativa.[4]
    • Haz que los estudiantes lean ensayos narrativos, como "My Indian Education" (Mi educación india) de Sherman Alexie, "Matar a un elefante" de George Orwell, "Learning to Read" (Aprendiendo a leer) de Malcolm X o "Fish Cheeks" (Mejillas de pescado) de Amy Tan.
    • Ponles a los estudiantes una película como Vaiana o Frozen y, a continuación, describan juntos la estructura de la historia.
    • Haz que los estudiantes escuchen un pódcast o un segmento de radio que presente un relato corto, como el pódcast Modern Love (Amor moderno) o la serie "This I Believe" (Esto es lo que creo) de NPR.[5]

    Consejo

    Si quieres mostrarles una película, pero no tienes mucho tiempo, ponles un cortometraje o un clip de sketches cómicos, como algo de un canal que te guste de YouTube. Escoge algo que capte la atención de los estudiantes.

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    Habla de los modelos en clase con el fin de identificar las características de los relatos. Los estudiantes necesitarán orientación a medida que observen los modelos narrativos, así que reserva 1 o 2 clases para hablar de estos. Haz preguntas a los estudiantes para ayudarlos a comprender mejor qué hace que estos modelos sean buenos ejemplos de relato. Las siguientes son algunas de las preguntas que puedes hacerles a los estudiantes:[6]
    • ¿Quiénes son los personajes de la historia? ¿Cómo son? ¿Cómo puedes saberlo?
    • ¿Quién narra la historia?
    • ¿Qué pasa con los personajes?
    • ¿Qué es lo que hacen para resolver el problema?
    • ¿Dónde y cuándo tiene lugar la historia?
    • ¿Cuál es la atmósfera de la historia?
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    Haz un mapa del argumento y los personajes en ensayos modelo. Otra manera de ayudar a los alumnos a entender la progresión de un relato es hacer un dibujo en la pizarra. Comienza con lo que ocurre al principio y repasa la historia párrafo a párrafo para hacer un mapa. Haz preguntas a los alumnos a medida que avances y anímalos a que te ayuden a crear el mapa.[7]
    • Por ejemplo, empieza analizando la acción y los personajes en la introducción. ¿Cómo presenta el autor la historia y los personajes?
    • Luego, pasa a los párrafos del cuerpo para identificar cómo se desarrolla la historia. ¿Qué sucede? ¿A quién le sucede? ¿Cómo responden los personajes?
    • Termina el mapa analizando la conclusión de la historia. ¿Cómo se resuelve el conflicto? ¿Qué efecto tiene esta resolución en los personajes de la historia?

Parte 2
Parte 2 de 3:
Usar las actividades en clase

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    Pídeles a los estudiantes que colaboren con una palabra o una oración para crear una historia. Contar una historia mediante 1 palabra o 1 oración a la vez es una forma divertida de ayudar a los estudiantes a comprender el significado básico del relato. Comienza una historia que los estudiantes puedan completar diciendo 1 palabra, luego recorre el salón y haz que cada alumno colabore con una palabra. Después de hacer este ejercicio exitosamente un par de veces, haz que cada estudiante colabore con una oración.[8]
    • Por ejemplo, puedes empezar la historia diciendo “Había”, a lo que otro alumno puede continuar con “una”, otro con “vez”, y así sucesivamente.
    • También puedes darle a la historia más estructura brindándoles a los estudiantes un modelo. Por ejemplo, puedes pedirles que sigan un formato, como "El-adjetivo-sustantivo-adverbio-verbo-el-adjetivo-sustantivo". Publica el formato en donde todos puedan verlo a medida que relaten la historia.
    • Para crear una historia oración por oración, puedes empezar con “Había una vez una princesa llamada Jezabel”. Luego, el siguiente estudiante puede añadir “Ella estaba comprometida con un príncipe extranjero, pero no quería casarse”, y otro puede añadir “El día de su boda, huyó del país”.
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    Haz que los estudiantes escriban un párrafo y deja que los compañeros de clase lo completen. Si buscas una forma más avanzada de hacer que los estudiantes colaboren con el relato, haz que cada uno escriba el primer párrafo de una historia. A continuación, pídeles que pasen el párrafo al compañero de la derecha para que pueda ampliarlo. Después de que el segundo estudiante haya añadido un párrafo, deberá pasar la hoja de papel al siguiente estudiante y así sucesivamente hasta que 5 o 6 estudiantes hayan colaborado con un párrafo.[9]
    • Dale a cada estudiante entre 7 y 10 minutos para que escriba un párrafo.
    • Devuelve las historias a los estudiantes que escribieron el párrafo inicial para que puedan ver cómo continuaron la historia sus compañeros.
    • Pídeles a los estudiantes que compartan cómo evolucionaron sus historias después de pasárselas a sus compañeros.
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    Enséñales a los estudiantes a mostrar en vez de contar en sus historias. Un objetivo importante de la escritura narrativa es usar el diálogo y los detalles para mostrar a los lectores lo que los personajes piensan y sienten, en vez de limitarse simplemente a contar estos detalles. Explícales la diferencia dándoles ejemplos de lo que es mostrar y contar.[10]
    • Por ejemplo, si el autor de una historia escribe algo como “Celina estaba muy molesta”, entonces ha optado por contar. Sin embargo, puede optar por mostrar escribiendo algo como “Celina tiró la puerta del coche y caminó hacia su casa. Antes de entrar, se volvió, me lanzó una mirada furiosa y gritó: “¡No quiero volver a verte!””.
    • El primer ejemplo les dice a los lectores que Celina está molesta, mientras que el segundo les muestra que está molesta a través de sus acciones y palabras.
    • Una buena manera de practicar este concepto es darles a los estudiantes un punto argumental o pedirles que creen uno. Luego, haz que los estudiantes trabajen en mostrar el punto argumental usando únicamente el diálogo.
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    Bríndales preguntas para ayudarles a desarrollar los personajes. Escribe y distribuye una lista de preguntas que estén diseñadas para ayudar a los estudiantes a materializar los detalles de sus personajes. De este modo, se les facilitará la tarea de mostrar a los lectores cómo es la persona en vez de contárselos. Las siguientes son algunas de las preguntas que puedes incluir en esta lista:[11]
    • ¿Qué aspecto tiene el personaje? ¿Cuál es el color de su cabello, sus ojos o su piel? ¿Cuánto mide y pesa? ¿Cuántos años tiene? ¿Qué tipo de rosa usa? ¿Tiene alguna otra característica distintiva?
    • ¿Qué peculiaridades tiene la persona? ¿Tiene algún tic nervioso? ¿Cómo es su voz?
    • ¿Cómo es su personalidad? ¿Es una persona optimista o pesimista?
    • ¿Qué cosas le gustan o le disgustan? ¿Tiene pasatiempos? ¿Tiene una profesión?
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    Usa una frase inicial de suspenso como estímulo para que los estudiantes empiecen a escribir. Otra manera de estimular la creatividad de los estudiantes es pedirles que escriban una historia basándose en la frase inicial que les proporciones. Permíteles que escojan una frase inicial de una lista y que prosigan luego con la historia como deseen. Los siguientes son algunos ejemplos de frases iniciales:[12]
    • No había nadie en la cafetería, excepto yo, la camarera, el cocinero y un pistolero solitario.
    • Estaba perdido en una ciudad extraña, sin dinero, sin teléfono y sin poder contactar con nadie.
    • La criatura desapareció tan repentina e inesperadamente como llegó.
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    Haz que los estudiantes creen una isla y que escriban como si estuviesen extraviados. Para hacer que los estudiantes practiquen un poco la creación de mundos y la escritura desde la perspectiva de la primera persona, pídeles que creen una isla imaginaria. Pueden dibujarla y escribir una descripción de sus características. Luego, pídeles que escriban 5 entradas de diario en el transcurso de 5 días imaginando que están extraviados en la isla.[13]
    • Invita a los estudiantes a compartir lo que sucedió en sus respectivas islas al final de los 5 días.
    • Exhibe los dibujos y las descripciones de las islas en el muro del salón.

    Consejo

    Establece la meta de hacer 1 actividad en clase cada día. De este modo, te asegurarás de que los estudiantes adquieran un amplio conocimiento de lo que es el relato y de su funcionamiento antes de que escriban sus propias historias.

Parte 3
Parte 3 de 3:
Asignar un ensayo narrativo

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    Explícales la asignación y permíteles hacer preguntas. Empieza por decirles a los estudiantes cuál debe ser la temática de los ensayos. Explícales las principales características de la asignación y aclárales qué es lo que esperas de ellos. Bríndales instrucciones para el ensayo a fin de que sepan exactamente qué es lo que buscas y repasen juntos estas instrucciones.[14]
    • Diles a los estudiantes si vas a emplear un tema o un enfoque. Por ejemplo, si deseas que escriban una historia en torno a una experiencia con la lectura o la escritura, puedes darles ejemplos, como la primera novela que hayan leído y les haya fascinado, o una ocasión en la que hayan tenido que reescribir totalmente un trabajo para una clase de Lengua.
    • Además, incluye detalles en las instrucciones sobre la extensión requerida del ensayo, las características especiales que esperas ver y cualquier requisito de formato.
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    Pídeles a los estudiantes que presenten una actividad de preescritura. La preescritura es una parte esencial del proceso de escritura, así que anima a los alumnos a realizarla. Para asegurarte de que vayan por buen camino respecto a los temas del ensayo, pídeles que te entreguen una actividad de preescritura, como un texto libre, un esquema o un conjunto de palabras.[15]
    • Asegúrate de brindarles a los estudiantes comentarios sobre las actividades de preescritura. Anímalos a escribir sobre los temas que parezcan tener más potencial y a evitar los que sean demasiado extensos o que no funcionen como relatos.
    • Por ejemplo, si un estudiante presenta un texto libre en el que hable sobre la posibilidad de escribir acerca de todos los profesores de Lengua que ha tenido, eso sería demasiado extenso, por lo que debes animarle a reducir el tema (por ejemplo, escribiendo solo de un profesor).
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    Anima a los estudiantes a hacer un borrador desde el principio. Para algunos estudiantes es fácil hacer un borrador, mientras que para otros es difícil. En cualquier caso, es importante que los estudiantes tengan mucho tiempo para revisar sus trabajos, así que anímalos a que empiecen a escribir mucho antes de la fecha de entrega.[16]
    • Por ejemplo, si el trabajo es para el primero de abril, entonces los estudiantes deben empezar a hacer un borrador con al menos una semana de anticipación (o antes si es posible). De este modo, tendrán tiempo suficiente para revisar sus trabajos.
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    Organiza una sesión de revisión en clase. La revisión es una de las partes más importantes de la escritura, así que asegúrate de recalcarles la importancia a los estudiantes. Dedica al menos una clase completa para realizar un taller de revisión en el salón. Bríndales a los estudiantes hojas de trabajo para ayudarles a revisar sus propios trabajos o los de sus compañeros. Además, pídeles que evalúen las historias de los demás usando las instrucciones que creaste para la asignación. Las siguientes son algunas de las preguntas que puedes incluir en la hoja de trabajo:[17]
    • ¿Te parece que la historia está completa? ¿Qué más se podría añadir?
    • ¿El tema es demasiado reducido o demasiado extenso? ¿El texto mantiene el enfoque o es desorganizado?
    • ¿La introducción y la conclusión son eficaces? ¿Cómo pueden mejorarse?

    Consejo

    Si buscas una manera creativa de exhibir las historias de los estudiantes, pídeles que adapten los ensayos a un formato distinto y que los compartan con la clase. Por ejemplo, pueden convertir el ensayo en un pódcast, un cortometraje o un dibujo.

Acerca de este wikiHow

Christopher Taylor, PhD
Coescrito por:
Profesor de inglés
Este artículo fue coescrito por Christopher Taylor, PhD. Christopher Taylor es un profesor asistente adjunto de inglés en Austin Community College en Texas. Recibió su PhD en Literatura Inglesa y Estudios Medievales en la Universidad de Texas en Austin en 2014.
Categorías: Escritura