La dislexia es una discapacidad que provoca que la persona que la padece deba esforzarse más que cualquier otro para leer y escribir. También puede afectar otras áreas de la vida de una persona: concentración, habilidades de la memoria y organización. Cuando comprendes cómo enseñarle a un niño disléxico, puedes ayudarle a desarrollar su autoconsciencia, así como también sus habilidades cognitivas usando métodos de enseñanza de abordaje multisensorial. Esto los ayudará no solo en clase, sino también por el resto de sus vidas.

Método 1
Método 1 de 2:
Modifica tus métodos de enseñanza

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    Utiliza el abordaje del lenguaje estructurado multisensorial (MSL por sus siglas en inglés). Además de ser el método estandarizado preferido para enseñarles a niños con dislexia, es beneficioso para todos los niños. MSL enseña conciencia fonológica, fonética, comprensión, vocabulario, precisión y fluidez, y además enseña cómo leer y escribir. Estimula a los alumnos a usar todos sus sentidos (tacto, vista, movimiento y sonido) como parte del proceso de aprendizaje.[1]
    • La conciencia fonológica es la habilidad de escuchar, reconocer y usar los sonidos individuales en una palabra.[2] Un niño que puede distinguir las palabras "cana", "caña" y "cama" (todas ellas comienzan con el mismo sonido) estaría demostrando consciencia fonológica.
    • La fonética es la relación entre las letras y los sonidos.[3] El hecho de saber qué sonido produce la letra "b", o que la diéresis sobre la letra "u" (ü) hace que esta deba pronunciarse en las sílabas "gue" y "gui".
    • Puedes recibir entrenamiento y certificaciones en MSL. La Asociación Internacional de Dislexia[4] y el Instituto de Educación Multisensorial (Michigan, Estados Unidos)[5] ofrecen información acerca de los requisitos para el entrenamiento y las certificaciones.
    • Las señales visuales pueden ayudar a las personas con dislexia a comprender material escrito. Utiliza tizas o marcadores de colores en la pizarra. Escribe con color los decimales en los problemas de matemáticas. Califica con otro color que no sea el rojo, ya que el rojo transmite universalmente una connotación negativa.
    • Escribe tarjetas de notas. Estas tarjetas representan algo tangible que los alumnos pueden visualizar y además pueden manipular. Hacerles leer la nota en voz alta también pone en marcha su motor y sus habilidades auditivas.
    • Haz cajas de arena. Las cajas de arena son simplemente recipientes similares a una bandeja que contienen arena (o frijoles o crema de afeitar). Los alumnos pueden usarlos para deletrear palabras o diseñar dibujos en la arena. Esto estimula su sentido del tacto.
    • Incorpora actividades divertidas durante el tiempo de aprendizaje. Los juegos y otras actividades creativas hacen que los niños se involucren más en el proceso de aprendizaje. Esto hace que aprender les resulte más divertido y gratificante, y al mismo tiempo les proporciona un sentimiento de realización personal.
    • Puedes utilizar música, canciones y cantos para ayudarles a los alumnos a aprender y recordar las reglas.
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    Cuando vayas a enseñar, sé directo y explícito. Ser explícito en la enseñanza significa describir y modelar las aptitudes, desglosar las aptitudes en pasos, proporcionar ejemplos y demostraciones, manifestar claramente el propósito y el razonamiento que hay detrás de las aptitudes y presentar la información en un orden lógico.[6] Este proceso debe hacerse hasta que el alumno domine la aptitud.
    • No debes asumir que el alumno tiene conocimiento previo o que ya comprende los conceptos.
    • Si vas a usar la enseñanza explícita para explicarle al niño la letra "s", por ejemplo, sería bueno comenzar por aclarar qué es lo que va a aprender ese día. Luego podrías mostrarle cuál es el sonido de la "s" y hacer que lo repita en voz alta. Después sería bueno presentarle las palabras que comienzan con "s" y hacer que repita las palabras en voz alta. Podrías pedirle que piense en algunas palabras que comiencen con "s". También podrías hacerles comentarios positivos a tus alumnos a lo largo de las lecciones.[7]
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    Repite las cosas varias veces. Como los niños disléxicos pueden tener problemas con la memoria a corto plazo, les puede resultar difícil recordar lo que les dices. Repite las instrucciones, palabras clave y conceptos de modo que los alumnos tengan más posibilidades de recordar lo que dices, al menos el tiempo suficiente como para escribirlo.[8]
    • Cuando vayas a trabajar en mejorar sus aptitudes, continúa incorporando la información que aprendieron anteriormente. Repetir las cosas reforzará viejas habilidades y creará una conexión entre los distintos conceptos.[9]
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    Realiza diagnósticos de la enseñanza. Es mejor evaluar qué tan bien aprende el alumno lo que le enseñas. Si algo no está claro, debes volver a enseñarle esa habilidad. Este es un proceso continuo. Los alumnos con dislexia a menudo requieren de más tiempo y de instrucciones más determinadas para aprender un concepto.[10]
    • Si quisieras enseñarle conciencia fonológica a un niño, sería bueno comenzar por proporcionarle algunas palabras y pedirle que identifique todos los sonidos de esas palabras. Además sería bueno que descubras sus fortalezas y debilidades para desarrollar tus lecciones y una estrategia de enseñanza basándote en esas evaluaciones.[11] A medida que le enseñes al niño, proporciónale las correcciones y comentarios necesarios haciéndole preguntas y analizando su progreso. También podrías hacerle un pequeño cuestionario al final de cada día para monitorear su progreso. Cuando consideres que el niño ha desarrollado la habilidad, podrías darle su evaluación inicial y comparar los resultados. Si el alumno ha logrado dominar esa habilidad, podrías continuar con algo más difícil. Si el alumno aun no lo ha logrado, sería bueno que continúes enseñándole esa habilidad.
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    Utiliza el tiempo inteligentemente. Los niños disléxicos suelen tener problemas para concentrarse. Es posible que se distraigan con otra cosa o que tengan dificultades para escuchar una clase larga o mirar un video extenso. Los niños disléxicos también tienen problemas de memoria a corto plazo, lo cual hace que les resulte difícil tomar notas o comprender simples instrucciones.
    • Tómate tu tiempo. No te apresures al dar la clase. Dales tiempo a los alumnos para que copien todo lo que está escrito en la pizarra. Asegúrate de que los alumnos disléxicos comprendan lo que explicaste antes de continuar con otro tema.
    • Incorpora pequeños descansos en forma regular. Un niño disléxico a menudo tiene dificultades para mantenerse sentado durante largos períodos de tiempo. Deja que tus alumnos se tomen pequeños descansos a lo largo del día para dividir las clases largas. También puedes pasar de una actividad a otra. Por ejemplo, lectura, juegos, lectura otra vez y continuar con una actividad de aprendizaje.
    • Utiliza límites de tiempo apropiados. Los niños disléxicos necesitan de más tiempo para completar las tareas que otros niños no tendrían problemas para completar. Dales más tiempo a los alumnos disléxicos para resolver sus exámenes o cuestionarios y para completar sus tareas de modo que no sientan que están apresurándolos.
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    Apégate a una rutina diaria. Los horarios programados ayudan a los niños disléxicos a saber qué esperar y cuál será la próxima actividad. Si es posible, publica tu rutina en las paredes del aula usando tanto palabras como imágenes para que los alumnos puedan consultarla.[12]
    • También sería bueno que tu rutina diaria incluya una revisión de información previa. Esto ayudará a que los alumnos se conecten las clases anteriores con lo que estés enseñando actualmente.
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    Utiliza otros recursos. No sientas que eres el único maestro de alumnos disléxicos. Existen varios recursos disponibles para ayudarles a los niños disléxicos a aprender. Busca a otros maestros, especialistas en dislexia o tutores que hayan experimentado el trabajo con alumnos disléxicos.[13]
    • También sería bueno que les preguntes a los niños y a sus padres acerca de sus preferencias, estilos de aprendizaje y las fortalezas y debilidades del alumno.
    • Fomenta la tutoría entre compañeros. Los recursos entre compañeros y el soporte social probablemente sean los recursos más fuertes que puedes ofrecerles. Los alumnos pueden leer en voz alta para otros alumnos, revisar juntos sus notas o realizar experimentos de laboratorio en conjunto.
    • Una buena forma de mejorar el aprendizaje es el uso de distintos tipos de tecnología. Los juegos, procesadores de texto, los programas comandados por voz y la grabación digital de voz son recursos muy útiles para un niño con dislexia.
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    Considera la posibilidad de desarrollar un plan de educación individual (PEI). Un PEI es un plan abarcador que permite identificar las necesidades educativas del niño, proporciona recomendaciones específicas y define ajustes específicos para su currículo.[14] El PEI es un documento colaborativo para asegurarse de que la escuela brinde soporte para las necesidades del alumno. Este documento también sirve para asegurarse de que los padres, los alumnos, los consejeros y la escuela estén en sintonía.
    • El proceso de PEI es largo y complejo, pero vale la pena. Si eres padre de un niño con dislexia, sería bueno que hables con alguien de la escuela de tu hijo para comenzar con este proceso. Si eres maestro de un niño con dislexia, habla con sus padres para decirles que piensas que sería muy útil implementar un PEI.
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    Ten en cuenta las emociones y la autoestima del niño. Muchos niños con dislexia deben lidiar con una baja autoestima. A menudo sienten que no son tan inteligentes como otros niños o que los demás piensan que son alumnos vagos o con problemas.[15] Intenta darles todo el aliento que puedas y resalta también las fortalezas del niño.
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Método 2
Método 2 de 2:
Mejora el entorno de la clase

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    Haz que el alumno se siente cerca del maestro. Colocar al alumno cerca del maestro ayudará a eliminar las distracciones y le permitirá al niño concentrarse en su trabajo. Si el alumno se sienta cerca de un niño que habla demasiado o hace mucho ruido, le resultará más difícil concentrarse.[16] De esta forma al maestro también le será más fácil proporcionarle al alumno instrucciones adicionales cuando sea necesario.
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    Permite el uso de dispositivos de grabación. Las grabadoras pueden ayudar a los alumnos a superar las dificultades de lectura. Los alumnos pueden reproducir nuevamente las instrucciones y los conceptos para clarificarlos o reforzarlos. Si las grabaciones se encuentran disponibles antes de la clase, los alumnos pueden leer a medida que escuchan la cinta.[17]
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    Entrégales material impreso. Una vez más, como los niños disléxicos tienen dificultades con la memoria a corto plazo, sería útil darles alguna especie de esquema general sobre el tema de la clase que vas a dictar, especialmente si la clase es larga.[18] Esto ayudará al niño a seguir la clase, tomar mejores notas y saber qué esperar.
    • Utiliza señales visuales, como asteriscos y viñetas, para resaltar las directivas o la información importante.
    • Escribe las instrucciones de los deberes directamente en los trabajos prácticos de modo que el niño sepa qué esperar. También sería beneficioso permitir el uso de guías de referencia como el alfabeto o números.
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    Utiliza diferentes formatos para tomar evaluaciones. Debido a que los niños con dislexia aprenden de forma diferente, los formatos para tomar evaluaciones podrían no permitirles demostrar lo que han aprendido. Los niños se verían beneficiados si los evaluaras en forma oral o si las evaluaciones no tuvieran límite de tiempo.[19]
    • Durante un examen oral, las preguntas se le deben leer al alumno y él debe responderlas oralmente. Las preguntas de examen pueden grabarse previamente o leerse al momento del examen. También sería bueno grabar las respuestas de los alumnos para calificarlas más fácilmente.
    • Los alumnos con dislexia a menudo tienen problemas para trabajar bajo presión y necesitan de más tiempo para leer las preguntas. Si los alumnos tienen tiempo suficiente para rendir el examen, te asegurarás de que tengan tiempo para comprender las preguntas, piensen y escriban la respuesta.
    • Ver todas las preguntas del examen al mismo tiempo puede ser abrumador. Si el alumno ve las preguntas del examen de a una por vez, podrá concentrarse mejor.
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    Disminuye la cantidad de contenido para copiar. Los alumnos con dislexia necesitan más tiempo para copiar la información de la pizarra, tomar nota de las clases y escribir las instrucciones para las tareas.[20] Los maestros pueden darles notas de la clase e instrucciones escritas a los para que hagan las tareas.[21] También podrían asignarles a otros alumnos para que ayuden al niño con dislexia a tomar sus notas o pedirle a algún alumno con habilidades para tomar notas que comparta su información con el niño con dislexia.
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    No te concentres en la calidad de la manuscrita. Algunos niños con dislexia podrían tener dificultades con la manuscrita debido a las habilidades motoras finas que este tipo de escritura requiere.[22] Puedes cambiar el formato de la respuesta a las preguntas por opciones múltiples, subrayado u otras formas que le permitan responder con mayor facilidad. También podrías darle espacio adicional al alumno para que escriba sus respuestas. Debes hacer énfasis en el contenido que escribe el alumno, más que en su aspecto o la forma en la que se presenta el mismo.[23]
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    Modela estructuras organizacionales. Ayuda a las personas con dislexia a desarrollar habilidades organizacionales que los beneficie por el resto de sus vidas. La organización podría incluir usar diferentes carpetas y separadores para hacer un seguimiento de las tareas, trabajos prácticos y evaluaciones. Modélalas en clase, pero también aliéntalos a que las apliquen en sus casas.
    • También sería conveniente alentarlos a usar planificadores personales para los trabajos prácticos y calendarios para mantenerse al día con las fechas de vencimiento de los trabajos prácticos, fechas de exámenes y otras actividades en las que participen. Haz que anoten los trabajos prácticos en sus libros de trabajos prácticos. Revisa los libros de trabajos prácticos antes de que los alumnos se vayan de la escuela para asegurarte de que hayan comprendido las instrucciones.[24]
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    Modifica los trabajos prácticos que deben hacer en sus casas. Un niño disléxico podría tardar hasta 3 horas en resolver un trabajo que un niño normal resolvería en 1 hora. Esto puede hacer que los niños se pongan ansiosos, se sientan estresados y pondrías una carga innecesaria sobre ellos. En vez de hacer que los alumnos disléxicos completen todas las preguntas de la 1 a la 20, haz que solo respondan las preguntas pares o impares.[25] También podrías establecer un límite de tiempo para que los alumnos terminen los deberes a la noche o hacer que solo se concentren en los conceptos fundamentales.
    • En vez de pedirles que presenten los trabajos prácticos para resolver en sus casas de forma escrita, podrías permitirles que los presenten de forma oral, visual o de otras formas que les permitan comunicarse mejor.[26]
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Consejos

  • Lee el libro "El don de la dislexia" de Ronald D. Davis. El mismo autor es disléxico. Te dará información sobre cómo funcionan las mentes de las personas con dislexia en comparación con las mentes de personas no disléxicas y te ayudará a comprender cómo pueden aprender mejor los niños disléxicos.
  • Dales tarjetas educativas con letras y palabras todas las semanas. Si logran aprenderlas bien y memorizarlas, dales una recompensa o un premio.
  • Permíteles a los alumnos con dislexia usar un papel para gráficos o cuadriculado para resolver problemas matemáticos. Los papeles cuadriculados les permiten seguir el problema matemático horizontal o verticalmente dependiendo del tipo de problema sobre el cual vayan a trabajar.
  • Utiliza objetos para ayudar a niños disléxicos ya que los temas les resultarán más interesantes y podrán comprenderlos mejor.
  • Haz que lean mientras escuchan audiolibros.
  • Nunca los llames estúpidos. Muéstrales una lista de personas famosas con dislexia, como Albert Einstein para alentarlos.
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Advertencias

  • No obligues a un niño con dislexia a leer en frente de la clase. En vez de eso, haz que lean a la par de un adulto o con otro alumno que no vaya a burlarse de él.
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Acerca de este wikiHow

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