¿Tu gato necesita aprender a usar una caja de arena? El entrenamiento requiere práctica, pero podrás tener éxito.

Parte 1
Parte 1 de 3:
Empezar

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    Consigue una caja de arena abierta, en lugar de una cerrada. Una caja de arena cerrada podría lucir más bonita y contener los malos olores con más eficacia, pero podría no gustarle a un gato de exterior. Los gatos de exterior están acostumbrados al aire libre, y una caja cubierta podría hacer que se sientan encerrados.[1]
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    Asegúrate de que la caja sea lo suficientemente grande. La caja debe ser lo suficientemente grande como para que el gato pueda moverse dentro de ella. Busca una que tenga la misma longitud que el gato, más una mitad adicional.[2]
    • Si no puedes conseguir una caja lo suficientemente grande, usa un recipiente de plástico. Debes cortar un agujero en el lado, para que el gato pueda entrar y salir. Deja la tapa afuera.[3]
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    Experimenta con los tipos de arena sanitaria. Cada gato prefiere tipos diferentes de arena sanitaria. La mayoría de los gatos de exterior están acostumbrados a la tierra, por lo que podría ser una buena idea que empieces con algo con una textura similar. Empieza con algo fino (como la arena) y sin aroma. Agrega un poco de arena sanitaria en el transcurso de las siguientes semanas. Luego de unas semanas más, podrás usar solo arena sanitaria.
    • Supervisa al gato siempre que le agregues más arena sanitaria a la tierra. Si se rehúsa a usar la caja de arena, quizás no esté listo para el cambio. Agrega un poco más de tierra.
    • Si no sabes qué tipo de arena sanitaria usar, considera comprar algunas de tipos diferentes y colocar cada una en una caja diferente. Elige la que el gato use.[4]
    • Considera usar un material sanitario natural, como los gránulos de corteza de madera, el maíz molido o gránulos de cáscara de nueces de nogal. Estos podrían ser más atractivos para un gato de exterior.
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    Debes tener suficientes cajas de arena. Necesitas como mínimo una caja de arena, pero podrías conseguir una adicional mientras el gato aprende a usarla. Si tienes más de un gato, necesitarás una caja de arena para cada uno.
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    Coloca la caja en el lugar adecuado. Los mejores lugares son los silenciosos, como el baño o una lavandería. Si colocas la caja en un área ruidosa y transitada, el gato podría sentirse estresado o ansioso, y hacer sus necesidades en otro lugar. Si notas que ha estado haciendo sus necesidades en un área determinada, trata de colocar la caja en ella.
    • Nunca coloques la caja de arena en la misma habitación en la que esté su comida y agua. Los gatos son animales limpios y podrían rehusarse a comer si su alimento está muy cerca del área en la que van al baño.
    • No coloques la caja cerca de las áreas que le den miedo. Si un gato tiene que pasar por la perrera de un perro o una lavadora ruidosa para llegar a la caja de arena, podría buscar otros lugares en donde hacer sus necesidades.
    • Considera colocar la caja cerca de la puerta. De esta forma, si trata de salir para ir al baño, verá la caja de arena y podría tratar de usarla.[5]
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    Determina cómo acomodar a los gatitos. Si no puedes conseguir una caja de arena o un recipiente de plástico lo suficientemente pequeños, puedes usar varias hojas de papel periódico. Mantén el periódico en el mismo lugar y deséchalo justo después de que se ensucie. Si el gatito empieza a hacer sus necesidades en otro lugar, cárgalo y llévalo hacia el periódico.
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    Limpia la caja como mínimo dejando un día. Los gatos no usarán una caja de arena sucia, por lo que debes volverla lo más atractiva posible. Usa una cuchara de arena sanitaria para retirar las heces y la orina aglomerada de la caja.
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    Cambia la arena una vez al mes. No bastará con solo recoger las heces y la orina. Con el tiempo, la arena en sí absorberá los olores y apestará. Esto alejará al gato y podría hacer que busque otro lugar en el cual hacer sus necesidades. Para evitarlo, tienes que desechar la arena vieja una vez al mes y llenar la caja con arena fresca.

Parte 2
Parte 2 de 3:
Entrenar y premiar al gato

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    Muéstrale la caja y deja que la huela. Algunos gatos entenderán que es su nuevo baño, mientras que otros necesitarán más ayuda. Carga al gato y colócalo con cuidado en la caja. Si salta fuera de ella, no lo obligues a regresar a ella. Él podría necesitar más tiempo para acostumbrarse a la textura.
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    Dale un premio cuando use la caja. Si ves que usa la caja, espera a que termine antes de darle un premio. Elógialo y acarícialo en donde le guste. También debes darle una golosina.
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    Determina qué hacer si el gato no usa la caja. Si ves que va al baño en otros lugares, pero cercanos a la caja, cárgalo y llévalo hacia ella. Si está muy lejos, espera a que termine y coloca sus heces en la caja. Deja que vea las heces en la caja. Si ha miccionado, determina si puedes cortar el área miccionada del objeto y llevar este pedazo a la caja. Si ha miccionado en la alfombra o algo que no puedes cortar, limpia el área de inmediato usando un limpiador enzimático. Esto eliminará la orina.
    • No limpies la orina de gato con un producto a base de amoníaco. Para el gato, el amoníaco olerá similar a la orina. Si lo usas para limpiar, el animal podría regresar al mismo lugar la próxima vez que quiera ir al baño.
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    Nunca lo castigues. Si lo haces, podría empezar a temerte. Si tratas de obligarlo a usar la caja de arena, también podría temerle a ella y evitarla.
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    Considera usar un producto que lo atraiga a la caja. Este es un polvo que luce similar a la menta gatuna seca. Debes agregárselo a la caja de arena para atraer al gato hacia ella. Puedes encontrar estos productos en la sección de arena sanitaria o productos médicos de las tiendas de mascotas.
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    Ten en cuenta que esto puede tardar un poco. Algunos gatos empezarán a usar la caja de arena casi de inmediato, pero otros necesitarán más tiempo para reconocer su función y cómo usarla. Esto puede tomar de unos días a unas semanas.

Parte 3
Parte 3 de 3:
Saber qué hacer si nada funciona

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    Coloca la caja en un lugar en el que el gato haga sus necesidades. Si el gato evita la caja de arena, podría tener un motivo. Quizás el área sea muy ruidosa, muy oscura o iluminada, o con demasiadas ráfagas de aire. Si sigue haciendo sus necesidades en el mismo lugar, coloca la caja de arena en dicho punto.
    • Debes limpiar los lugares en los que haga sus necesidades. Todo olor remanente de las heces o la orina le indicará que puede ir al baño en dicho punto, y será más propenso a regresar a él.
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    Considera llevarlo al veterinario. En ocasiones, los gatos evitan las cajas de arena por problemas de salud. Por ejemplo, si tiene una infección en el tracto urinario, podría buscar una superficie más blanda sobre la cual miccionar. los gatos también sienten atracción hacia sus dueños y buscarán su olor cuando se sientan mal, estén lastimados o tengan miedo. Si notas que tu gato ha estado haciendo sus necesidades en tu cama o tu ropa, podría tener un problema de salud subyacente.
    • Si sigue evitando la caja, observa su orina y sus heces. Un color rojo o rosado en la orina suele ser un signo de infección. Si las heces son de color alquitrán o presentan vetas negras o rojas, el gato podría estar muy enfermo. Debes llevarlo al veterinario de inmediato.
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    Verifica si solo está marcando su territorio. Si tienes un gato macho no castrado, podría estar rociando la casa para marcarla como su territorio. Los gatos castrados no lo hacen. Consulta con el veterinario sobre la opción de castrarlo, ya que esto podría solucionar el problema con la orina.

Consejos

  • Si tienes un gatito salvaje, mantenlo en el baño, el cual suele ser un lugar tranquilo y acogedor. Debes incluir comida, agua, un lugar en donde dormir, algunos juguetes y una caja de arena.
  • Considera limpiar la caja de arena con un producto a base de amoníaco. El amoníaco huele similar a la orina para un gato, y podría animar a tu mascota a usar la caja.
  • Los gatos suelen ir al baño después de comer. Obsérvalo luego de alimentarlo para notar en dónde hace sus necesidades.
  • No dejes mantas o ropa en el suelo. El gato podría sentirse más cómodo miccionando o defecando en ellas.

Advertencias

  • Nunca lo golpees ni lo castigues por no usar la caja de arena. El gato puede resentirse contigo y temerle a la caja de arena.
  • No limpies la caja si estás embarazada; haz que alguien más lo haga. Las mujeres embarazadas corren el riesgo de contraer al parásito toxoplasma, el cual suele encontrarse en las heces de los gatos de exterior. Este parásito puede generar daño cerebral y ceguera en los fetos.[6]

Cosas que necesitarás

  • caja de arena
  • arena sanitaria para gatos
  • cuchara para arena sanitaria
  • productos que lo atraigan a la caja (opcional)

Acerca de este wikiHow

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