Cuando hay cortinas y gatos juntos, es seguro que habrá conflictos (y desgarros provocados por garras). Afortunadamente, si empleas un entrenamiento adecuado, tu gato y tus cortinas podrán estar juntos sin tener ningún problema. Dedica unos minutos a reflexionar sobre la razón por la que tu gato podría trepar las cortinas. Ahorrarás tiempo y esfuerzo durante el entrenamiento si empiezas con algunas ideas sobre lo que podría provocar la actividad destructiva de tu gato. Luego dirige tu atención a las diversas ideas de entrenamiento indicadas más adelante. Ten en cuenta que una solución eficaz podría incluir que entrenes a tu gato para que no trepe y que te encargues de toda necesidad que tu gato podría estar saciando cuando lleva a cabo este pasatiempo frustrante.

Parte 1
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Entrenar a tu gato para que no trepe

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    Adquiere “dispositivos disuasivos”. Estas son herramientas eficaces que no requieren tu presencia física. Estas herramientas harán que puedas brindarle de forma segura un mensaje constante a tu gato de que las cortinas no son un juguete para trepar.
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    Compra un sistema repelente para gatos con aire comprimido. Estos sistemas cuentan con un sensor de movimiento. Si tu gato pasa demasiado cerca de las cortinas, recibirá una ráfaga de aire comprimido.
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    Coloca una lámina plástica en la base de tus cortinas. Las tiendas de mascotas venden un tipo de lámina plástica que emite una descarga estática leve cuando el gato pisa la superficie. En los entornos cerrados y secos, todo plástico podría bastar para generar una descarga estática leve.
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    Coloca cinta de doble cara en tus cortinas. Es probable que los gatos consideren que esta textura es desagradable. También podrían notar que es difícil penetrarla con sus garras. Prueba la cinta en un lugar pequeño, así te cerciorarás de que no arruine la tela de tus cortinas.
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    Pon una trampa en toda superficie que tu gato podría trepar. Si parece que tu gato trepa las cortinas para llegar a una sobremesa, un mostrador o un estante, coloca en la superficie una pila de objetos ligeros que puedan volcarse con facilidad, como recipientes plásticos. Tu gato se asustará cuando vuelque una pila de plástico ruidosa, y podría pensarlo dos veces antes de regresar a su lugar preferido.[1] [2]
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    Remplaza los ganchos de tus cortinas por hilos livianos. Cuando tu gato intente trepar, romperá el hilo y jalará las cortinas. Luego de que el gato haya experimentado esta consecuencia algunas veces, será poco probable que persista, y podrás volver a colgar las cortinas de manera adecuada.
    • Asimismo, podrías tratar de reemplazar los herrajes colocados en la ventana con una varilla de tensión, si las cortinas se encuentran colgadas en un lugar en la que se pueda usar. Muchos gatos adultos son lo suficientemente pesados como para jalar la varilla al intentar trepar las cortinas. No obstante, debes ser cuidadoso cuando uses esta solución, ya que la varilla no debe romper ningún artículo decorativo (ni lastimar a tu gato) al caerse.[3]
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    Emplea los castigos directos como un último recurso. Tu gato podría responder a aplaudir, rociar agua o a hacer ruido con un periódico o una bolsa plástica para abarrotes. No obstante, primero debes emplear otros métodos, ya que el castigo directo hace que corras el riesgo de asustar a tu gato. Estos métodos no deben usarse si el gato ya es asustadizo. Si decides usar agua, haz una prueba para cerciorarte que una rociada desviada no dañe tus cortinas.

Parte 2
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Saciar las necesidades de tu gato

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    Bríndale rascadores. Estos saciarán la necesidad instintiva de tu gato de afilar sus garras. Si tus cortinas están hechas de tela pesada o con mucha textura, lo que consideras como un adorno podría lucir ante los ojos de tu gato como una superficie encantadora para afilar sus garras.
    • Cada gato prefiere una textura y un estilo diferentes. Ten en cuenta al cartón, las alfombras, la madera, el sisal o los tapizados; y si le brindarás rascadores horizontales, verticales o diagonales.
    • Atrae a tu gato hacia el rascador con golosinas o menta gatuna. Incluso podrías tratar de “modelar” su comportamiento de rasguñar, así ilustrarás las posibilidades que brinda su nuevo artilugio. Sin embargo, no fuerces a tu gato a colocar sus patas contra el rascador. Podrías asustarlo, lo que hará que evite el rascador por completo.
    • Cerciórate de que los rascadores sean resistentes y que cuenten con un peso suficiente, y no los deseches cuando empiecen a deshilacharse. Desde la perspectiva de un gato, ¡un rascador desgastado brinda una fricción perfecta![4]
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    Corta las uñas de tu gato con frecuencia. Puedes colocar tapones plásticos en las garras de tu gato. Estos se adhieren con pegamento adhesivo y suelen durar de 4 a 6 semanas.[5]
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    Determina si tu gato necesita hacer algo. El comportamiento que consideras exasperante podría ser la solución de tu gato al aburrimiento. Los gatos que permanecen solos por largos periodos de tiempo podrían ser muy propensos a buscar maneras “ingeniosas” (y destructivas) de mantenerse ocupados. Bríndale actividades gratificantes para hacer que su mente y su cuerpo se mantengan en forma.
    • Oculta golosinas para gatos en toda la casa. Tu gato podrá gozar de una estimulación útil con algo tan sencillo como una caja vacía con agujeros pequeños perforados que contenga croquetas o golosinas para gatos.
    • Compra juguetes para gatos. Los juguetes que cuelgan o se balancean son una opción muy útil para evitar que tu gato destruya los lazos o las borlas de tus cortinas.
    • Puedes colocar comederos para aves en un lugar (¡sin cortinas!) en el que tu gato pueda observar las actividades que ocurran en el exterior.
    • Bríndale un lugar que las personas consideren adecuado, como un posadero para gatos, un estante accesible u otra superficie elevada en la que tu gato pueda saciar su instinto natural de trepar y disfrutar la vista.[6] [7]
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    Cerciórate de que tu gato se sienta seguro en su entorno. Nuevamente, los gatos son trepadores por naturaleza. Si tu gato se siente amenazado por la presencia de otras mascotas o niños pequeños, podría tratar de ponerse a salvo escapando hacia lo alto.
    • Los posaderos para gatos permiten que los felinos ansiosos cuenten con una ruta de escape que las personas consideran adecuada.
    • Las puertas de protección para mascotas o niños pueden garantizar que tu gato cuente con acceso a zonas seguras de tu casa. Los gatos simplemente saltarán por encima de las puertas colocadas para impedir el paso de perros o niños pequeños. Las escaleras pueden ser un lugar de mucha utilidad para colocar estas barreras, ya que los gatos disfrutan viendo la actividad que ocurre abajo desde la seguridad de unas escaleras protegidas.
    • Por lo general, las tiendas de artículos para mejoras del hogar venden puertas pequeñas para gatos que están diseñadas para su uso al aire libre o dentro de casa. Incluso los gatos que viven dentro de casa pueden beneficiarse si colocas una puerta de manera estratégica para que permita el acceso al sótano o la despensa, hacia donde podrán escapar si se sienten amenazados.
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    Retira las plantas de casa o las fuentes de alimento cercanos. Estos artículos podrían atraer a los gatos de maneras que pueden poner en peligro el bienestar de tu gato y el de tus cortinas.
    • Comprueba que tus plantas de casa no sean venenosas para los gatos, y retira toda cesta o planta colgante tentadora de los lugares que estén cerca de las cortinas.
    • Cubre los platos con dulces, bocadillos u otras tentaciones culinarias. Conoce qué es lo que tu gato considera atractivo, ya que cada animal responde diferente a la comida para “personas”.

Consejos

  • Premia el buen comportamiento con golosinas para gatos.
  • Sé un dueño responsable y haz que esterilicen o castren a tu gato.
  • Ten en cuenta que los gatos son animales que trepan por naturaleza. Si rediriges su comportamiento, es probable que esto sea más eficaz que prohibírselo por completo.
  • Préstale atención a tu gato de forma diaria.

Advertencias

  • Afilarse las garras podría ser el motivo por el que tu gato ataca tus cortinas; sin embargo, no debes hacer que se las extraigan. Este procedimiento consiste en amputar la articulación final de los dedos de un gato, lo cual le genera bastante dolor. En ocasiones, se propone realizar una tendonectomía como alternativa, ya que esta evita que el gato extienda sus garras para arañar; sin embargo, esta podría ser menos dolorosa o no. Además, luego de este procedimiento tendrás que cortarle las uñas a tu gato con frecuencia, ya que no podrá volver a cuidarlas por sí mismo. La modificación ambiental y de comportamiento son opciones mucho más adecuadas para ti y tu gato.

Referencias

  1. www.aspca.org/pet-care/virtual-pet-behaviorist/cat-behavior/keeping-your-cat-countertops-and-tables
  2. www.aspca.org/pet-care/virtual-pet-behaviorist/cat-behavior/destructive-scratching
  3. www.fanciers.com/cat-faqs/behavior.shtml
  4. www.aspca.org/pet-care/virtual-pet-behaviorist/cat-behavior/destructive-scratching
  5. www.aspca.org/pet-care/virtual-pet-behaviorist/cat-behavior/destructive-scratching
  6. http://www.thedailycat.com/behavior/behaviorproblems/are_mischievous_cats_just_bored/index.html#axzz3knMSuIp9
  7. http://www.thedailycat.com/behavior/behaviorproblems/are_mischievous_cats_just_bored/index.html#axzz3knMSuIp9

Acerca de este wikiHow

Jessica Char
Coescrito por:
Consultora sobre comportamiento de perros y gatos
Este artículo fue coescrito por Jessica Char. Jessica Char es entrenadora de gatos y perros, consultora de comportamiento y fundadora de Feline Engineering y Canine Engineering. Se especializa en modificar los problemas de conducta desafiantes tales como miedo y agresión empleando protocolos de entrenamiento de refuerzo positivo. Jessica tiene certificaciones en entrenamiento sin temor, entrenamiento de perros profesional y entrenamiento de ansiedad por separación. También es miembro de la Asociación Internacional de Consultores en Comportamiento Animal. Obtuvo su licenciatura y maestría en ingeniería biomédica de la Universidad de Washington en St. Louis. Este artículo ha sido visto 22 753 veces.