Es importante que adiestres a tu perro sin importar que sea grande, pequeño, joven o viejo. El entrenamiento no solo ayuda a que tu perro se comporte mejor, sino que fortalece el vínculo que tienes con él. Además, el hecho de enseñarle a tu perro lo que puede y lo que no puede hacer para que siempre obedezca tus órdenes, garantiza su seguridad (por ejemplo, si tiene la mala costumbre de escaparse de la casa o perderse, podrías salvarlo de que lo atropelle un auto).

Método 1
Método 1 de 4:
Prepárate para entrenar a tu mascota

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    Consigue algunos bocadillos que le gusten. Si no quieres que tu perro engorde, córtalos en trozos pequeños y dáselos por cada cosa que logre dominar. Algunos perros (especialmente los labradores y los Beagles) se familiarizan bastante con los alimentos, por lo que puedes separar una parte del pienso diario en una bolsa para utilizarlo como recompensa.
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    Busca un ambiente que tenga pocas distracciones, como el patio trasero. Si quieres que tu perro te preste atención no lo lleves a un parque donde puede distraerse viendo jugar a otros perros. Durante las primeras etapas del entrenamiento (cuando aún no estás seguro de la respuesta del perro), debes colocarle una correa. Esto te ahorrará gritos innecesarios. Si comienza a distraerse, solo tienes que jalar suavemente la correa para llamar su atención.[1]
    • En cuanto tu perro domine los comandos básicos, puedes continuar su entrenamiento con distracciones. Esto es muy beneficioso porque le ayuda a entender que esperas que reaccione en todas las circunstancias y no solo en el patio trasero.
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    Mantén las sesiones de entrenamiento relativamente breves al principio. Un programa de entrenamiento normal supone de dos sesiones diarias de 10 o 20 minutos cada una. Refuerza los comandos ordenándole a tu perro que se siente antes de las comidas o que se quede quieto cuando quieres alcanzarlo.[2]
    • La capacidad de atención varía de perro en perro. Al igual que las personalidades de los seres humanos, las de los perros también varían. Sin embargo, existen algunas razas que se pueden adiestrar rápidamente, lo que significa que poseen una alta capacidad de concentración. Entre estas se encuentran los pastores alemanes, los Border collies, los labradores y los perros que se crían originalmente como perros de caza.
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    Sé realista en cuanto a la velocidad del progreso. Sí, es posible enseñarle trucos nuevos a un perro viejo, pero necesitas más tiempo. No esperes a que recoja las cosas tan rápido como lo hace un cachorro joven dentro de su período de socialización. Sin embargo, no te desanimes si el progreso es lento, mantente firme y obtendrás tu recompensa al final.

Método 2
Método 2 de 4:
Decide el tipo de entrenamiento que deseas emplear

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    Utiliza métodos de entrenamiento basados en recompensas. Algunos métodos de entrenamiento proponen el dominio absoluto del perro y aunque es bueno ser un líder para tu mascota, debes tratar de estimularlo en lugar de corregirlo duramente. Piensa en tu perro como un miembro menor de la familia que tiene que vivir bajo las reglas de la casa para el beneficio de todos.
    • El entrenamiento basado en recompensas opera según el principio de premiar las buenas conductas (para que el perro desee repetirlas con el fin de obtener un bocadillo) e ignorar el mal comportamiento (para que el perro no le encuentre beneficio y con el tiempo el mal comportamiento cese).[3]
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    Aprende a entrenar a tu perro utilizando un clicker, ya que es un método excelente para este propósito. Este método lo tratamos en profundidad en el artículo sobre “Cómo adiestrar a un perro con un clicker”. El principio es enseñarle al perro a asociar el sonido del clicker con un premio o un bocadillo. Luego, utilizas un comando y presionas el clicker para marcar el momento exacto en el que tiene lugar un comportamiento deseado. Finalmente, recompensas a tu mascota.
    • La ventaja de utilizar un clicker es que constituye el anticipo de un bocadillo, por lo que puedes marcar exactamente el comportamiento deseado de una manera que se considera la más sencilla.[4]
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    Nunca utilices una collar de ahorque. El uso de este elemento es atroz para tu perro, ya que podría causarle un daño irreparable en el cuello. De hecho, algunos perros han muerto como consecuencia de llevar puestos este tipo de collares.
    • Un collar de ahorque, de púas o eléctrico representa un adiestramiento perezoso o de mala calidad. Este tipo de adiestramiento se basa en el miedo al dolor para someter al perro y volverlo temeroso, en lugar de estimularlo para que escoja comportarse correctamente cuando se lo soliciten.[5]
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    Investiga sobre el entrenamiento de perros. Compra o busca libros sobre este tema en librerías o en la biblioteca de tu localidad. Lee libros y artículos sobre el adiestramiento, el comportamiento y la psicología de los perros para que puedas entender mejor cómo piensan. Esto te dará una ventaja fundamental al momento de entrenar a tu mascota.
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    No golpees ni le grites a tu perro. Ten en cuenta que los métodos de adiestramiento rara vez sugieren que regañes a tu perro. Los perros viven en el presente. Si regañas a tu mascota solo lograrás que asocie la negatividad contigo y desconfíe de ti. En lugar de enseñarle una lección podrías dañar el vínculo que tienes con tu perro. En ocasiones, cuando desees corregir un mal comportamiento (por ejemplo, que el perro se acueste sobre el sofá), utiliza una expresión facial y un ruido de desaprobación para demostrarle que no estás contento, pero si lo castigas gritándole o golpeándolo solo dañarás la relación.
    • A menudo, la agresión provoca una reacción de miedo en los perros y no una respuesta propiamente aprendida. Si golpeas demasiado a un perro (o eres muy severo con él), harás que se ponga nervioso con solo acercarle tus manos. Cuando un niño desee acariciarlo, el perro solo tendrá presente la misma mano que lo golpea todo el tiempo. El animal se asustará y creerá que la persona va a golpearlo, por lo que terminará mordiéndola para defenderse.

Método 3
Método 3 de 4:
Enséñale los comandos básicos

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    Empieza por enseñarle a tu perro a "sentarse". Dedícate a forjar sólidamente este comando para que puedas controlar a tu mascota en una variedad de situaciones. Por ejemplo, si tu perro escucha el timbre de la puerta y se apresura a ladrar, puedes interrumpir este comportamiento ordenándole que se siente. Luego, prémialo cuando obedezca y llévalo a un cuarto en la parte posterior de la casa para que no ladre.
    • Mientras le enseñas a sentarse, toma un bocadillo y muéstraselo. Colócalo al nivel de su nariz y luego elévalo por encima de su cabeza. Ordénale que se siente. Tu perro seguirá el bocadillo con la nariz, por lo que pondrá la cabeza erguida y su trasero descenderá. En cuanto tu perro toque el suelo, presiona el clicker y dale la recompensa.[6]
    • Una vez que tu mascota realice este procedimiento con regularidad, empieza a omitir el bocadillo. Esto genera la expectativa en la mente del perro sobre si va a recibir una recompensa o no y deja de tomarlo por sentado. Esto significa que el perro se esforzará más. Con el tiempo, solo debes recompensar la cuarta o quinta vez que des la orden.
    • Una vez que tu perro obedezca la orden con regularidad, ordénale que se siente cuando estén fuera de casa, antes de poner su comida en el suelo y al borde de la vereda antes de cruzar la calle.
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    Enséñale a tu perro a permanecer quieto cuando se lo ordenes. Este comando se enseña de una manera similar a la de sentarse. Primero debes lograr que el perro se siente. Luego, da un paso hacia atrás. Ordénale que se quede "quieto" y cuando lo haga, presiona el clicker. Dale un bocadillo y acarícialo mucho. Aumenta la distancia poco a poco, hasta que finalmente logres salir de la habitación sin que el perro se mueva.[7]
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    Enséñale a acercarse a ti cuando lo llames. Para enseñarle este comando a tu perro, busca un espacio pequeño para que nunca se aleje demasiado. Cuando se voltee y dé un paso hacia ti, hazle una señal y dile "aquí". A medida que el perro avanza hacia ti, presiona el clicker. Cuando llegue al punto indicado, acarícialo y dale un bocadillo. Continúa repitiendo este procedimiento hasta que el perro entienda lo que quieres que haga. Ordénale que se acerque a ti cuando le vas a dar de comer o en cualquier otra circunstancia.
    • Lograr que se acerque cuando lo llamas es algo bueno para tu mascota. Muéstrale tu entusiasmo y recompénsalo a menudo. Comienza con distancias pequeñas y asegúrate de soltar al perro rápidamente para que continúe con lo que estaba haciendo.
    • Este comando es una causa común de mucha confusión tanto para el perro como para el dueño. El problema es que es una reacción natural reprender al animal cuando finalmente se digna venir hacia ti después de que lo has estado llamando durante 30 minutos. Con esto le enseñarás al perro que si acude a tu llamado, lo crucificarás y por lo tanto va a preferir no acudir en lo absoluto. Cuando regañas a tu perro, le generas instrucciones contradictorias. En vez de eso (y sin importar cuánto se demore), alégrate siempre cuando lo veas venir y acarícialo mucho.[8]
    • Una vez que el perro haya dominado el comando en una habitación pequeña, haz la prueba en el patio. Te recomendamos que no dejes a tu perro sin correa en el parque, a menos que estés completamente seguro de que ha dominado este comando. Colócale una correa larga para que puedas llamar su atención si no obedece.
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    Entrena a tu perro para que vaya al baño fuera de la casa. Si tu perro no está bien adiestrado, regresa al entrenamiento básico y adiéstralo de la misma forma que lo harías con un cachorro. Haz que tu perro se ejercite lo suficiente y luego (cuando regreses a casa) mantenlo confinado en una habitación pequeña o una jaula (lee el siguiente artículo para que le enseñes a utilizar su jaula: “Cómo entrenar a tu perro o cachorro para usar una jaula”). Sácalo de la casa a cada hora. Cuando se ponga en cuclillas o una vez que defeque, di el comando clave "popó" o "baño". En cuanto termine, dale una gran recompensa. Realiza este procedimiento a primera hora en la mañana y en la noche antes de acostarte. Con el tiempo, tu mascota se dará cuenta de que esta es una manera muy sencilla de conseguir un bocadillo (vaciar su vejiga y el contenido de sus intestinos en un mismo lugar).
    • Si tu perro tiene un accidente dentro de la casa, no le grites ni le regañes. En vez de eso, limpia con calma el lugar utilizando un limpiador enzimático para que no queden malos olores que puedan hacer que tu perro vuelva a defecar allí. Evita el uso de productos de limpieza domésticos (especialmente los que contienen lejía), ya que el amoniaco es parte de la orina y sin quererlo podrías reforzar el olor.
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    Enséñale a tu perro a soltar los objetos. Para enseñarle a tu mascota a "soltar", comienza con algo que el perro pueda recoger y que no sea siempre su juguete favorito. Deja que el perro recoja el objeto. Luego, ofrécele un bocadillo muy apetitoso a cambio. Tu mascota tiene que soltar el objeto para obtener el bocadillo. A medida que su mandíbula se relaja, dile “suelta”. Presiona el clicker a medida que el perro suelte el juguete y dale un bocadillo. Continúa repitiendo este procedimiento con otros comandos.
    • Una vez adiestrado, si encuentras a tu perro mordiendo algo que no quieres que coma pero a él parece gustarle, ordénale que lo suelte. Recompénsalo cuando desvíe su atención hacia ti.
    • Mientras entrenas a tu perro, elimina las tentaciones. Sin embargo, si el perro recoge algo (sobre todo si se trata de alguna cosa que potencialmente podría perjudicarlo si la ingiere), presiona sus mejillas cerca de la parte posterior de la mandíbula y recompénsalo por dejar caer el objeto. Una vez más, no uses la fuerza para abrir la boca de un perro y arrebatarle alguna cosa, a menos que constituya un peligro para el animal (por ejemplo, un medicamento o un objeto afilado).
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    Enséñale a tu perro a permanecer fuera de los muebles. Si tu perro se sube a los muebles o salta sobre ti sin tu permiso, ordénale que se baje de alguna manera (pero sin regañarlo) y recompénsalo si obedece. Si es necesario, empújalo fuera de los muebles. Si salta sobre ti sin permiso, haz un ruido de desaprobación y mueve tu rodilla hacia adelante para sacudirlo. Colocarle una correa también es un buen método para que el perro se retire de los muebles sin el peligro de que te patee al bajarse. Limita la interacción verbal hasta que el perro se retire.
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    Enséñale a tu perro a no saltar encima de las personas, incluso si se emociona al ver a alguien. Para enseñarle a tu perro a permanecer en el suelo, utiliza bocadillos y un comando sencillo como "fuera". Si esto no sirve, utiliza un bote de aire comprimido que tenga un disparador (frente a los muebles) para que el perro reciba un castigo a distancia cuando salte.

Método 4
Método 4 de 4:
Ten en cuenta las condiciones especiales de los perros adultos

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    Recuerda que estás adiestrando un perro adulto que ya tiene toda una vida de experiencias. El entrenamiento es un proceso de toda la vida y es algo que debe ser permanente sin importar la edad de tu perro. Sin embargo, si has rescatado a un perro adulto o te has dado cuenta de que tiene malas costumbres, necesitas aprender la mejor manera de entrenar a un perro adulto.
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    Ten en cuenta las condiciones médicas. Para comenzar, debes hacer que un veterinario revise al perro. Esto te permitirá conocer las limitaciones que tiene. Además, podrás saber si tiene problemas de salud que podrían estar interfiriendo con la obediencia.
    • Por ejemplo, si el perro se niega a sentarse, podría ser porque le duelen las caderas. Para solucionar este problema, debes suministrarle medicamentos para aliviar el dolor y considerar el uso de un comando alternativo como "de pie".
    • Además, si el perro adulto parece desobedecerte deliberadamente, podría ser indicio de que está sordo y por eso no escucha tus comandos. Si descubres que en efecto tu perro está sordo, puedes utilizar señas con las manos en lugar de órdenes verbales para que el perro te responda.[9]
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    Tómate el tiempo necesario para entender a tu perro y entérate de las cosas que lo ponen nervioso. Por ejemplo, si tu perro se pone agresivo con perros extraños, ¿es porque tiene miedo o porque quiere marcar su territorio? Conoce el desencadenante para que entrenes a tu perro con mayor eficacia. Fortalece su confianza en sí mismo cuando esté en presencia de otros perros o retira los juguetes que custodia.
    • Si continúa huyendo y es un macho sin castrar, puede ser muy útil que lo castres.
    • Averigua qué áreas del entrenamiento de tu perro son débiles para que puedas trabajar más en ellas. ¿Tiene una mala costumbre específica que debes abordar o es su entrenamiento el que necesita pulirse un poco más?
    • Si tu perro responde al entrenamiento de manera excelente, puedes enseñarle algunos trucos. El adiestramiento es una forma estupenda de fortalecer el vínculo con tu perro y le ayudará a entender que tú estás a cargo. De hecho, si entrenas un perro adolorido puedes ayudarle a distraerse y aliviar su dolor. Al pasar tiempo con su dueño, el perro incrementa su confianza en él.[10]

Consejos

  • Practica susurrándole a tu mascota. Esto le estimulará a escucharte más atentamente. Tu perro va a reconocer muy pronto los sonidos que se refieran a él sin necesidad de que digas frases completas. Esto también sirve cuando te encuentras en un ambiente interno para disminuir los niveles de ruido si hay otras personas alrededor.
  • Si tu perro está sordo, traza una seña sencilla con la mano. Mantén la palma de tu mano elevada y muévela rápidamente hacia arriba en el aire. Siempre es bueno que menciones el comando (por ejemplo, "sentado") debido a que algunos perros son lo suficientemente inteligentes como para leer los labios.
  • Conoce lo que le gusta a tu perro. Si entrenas a tu mascota en un área segura y cercada, puedes arrojar un juguete que le guste y hacer que lo traiga como recompensa. Si tu perro no puede traerlo de vuelta pero le encanta jugar a jalar de la cuerda, utiliza eso como una recompensa en su lugar.
  • Cada perro tiene diferentes gustos en cuanto a sabores, por lo que debes experimentar con diferentes alimentos para averiguar el que más le gusta a tu perro. Algunos perros adoran las salchichas en trozos.
  • Si no cuentas con mucho tiempo, entrena a tu perro para que se siente y se acueste (o realice otros trucos rápidos) cada vez que le vas a dar de comer.

Referencias

  1. “Don't Shoot the Dog” (No lo mates…enséñale) de Karen Pryor. Ringpress Books
  2. “Train your Dog Positively” (Entrena a tu perro positivamente) de Victoria Sitwell. Ten Speed Press
  3. “Don't Shoot the Dog” (No lo mates…enséñale) de Karen Pryor. Ringpress Books
  4. “Don't Shoot the Dog” (No lo mates…enséñale) de Karen Pryor. Ringpress Books
  5. “Don't Shoot the Dog” (No lo mates…enséñale) de Karen Pryor. Ringpress Books
  6. “Don't Shoot the Dog” (No lo mates…enséñale) de Karen Pryor. Ringpress Books
  7. “Don't Shoot the Dog” (No lo mates…enséñale) de Karen Pryor. Ringpress Books
  8. “Don't Shoot the Dog” (No lo mates…enséñale) de Karen Pryor. Ringpress Books
  9. “Canine Behavior: A guide for veterinarians” (Comportamiento canino para veterinarios) de Bonnie Beaver. Saunders
  1. “Train your Dog Positively” (Entrena a tu perro positivamente) de Victoria Sitwell. Ten Speed Press

Acerca de este wikiHow

David Levin
Coescrito por:
Adiestrador de perros profesional
Este artículo fue coescrito por David Levin. David Levin es el propietario de Citizen Hound, una empresa profesional de paseadores de perros con sede en el área de la Bahía de San Francisco. Con más de 9 años de experiencia profesional en pasear y adiestrar perros, la empresa de David ha sido votada como la "Mejor en pasear perros de San Francisco" por Beast of the Bay para 2019, 2018 y 2017. Citizen Hound también ha sido clasificada como la paseadora de perros # 1 por SF Examiner y A-List en 2017, 2016, 2015. Citizen Hound se enorgullece de su servicio al cliente, atención, habilidad y reputación. Este artículo ha sido visto 130 193 veces.
Categorías: Comandos para perros