Una centrífuga es una pieza de equipo de laboratorio comúnmente usada en química y biología molecular. La centrífuga tiene una forma más o menos circular, con orificios circulares para microtubos organizados alrededor del perímetro. Equilibra la centrífuga al colocar los microtubos llenos de muestra y los tubos de equilibrio contrarios entre sí en el rotor de la centrífuga. Cuando la centrífuga esté equilibrada adecuadamente, el centro de gravedad de esta y los tubos de ensayo que contiene se ubicarán en el centro de la centrífuga.

Parte 1
Parte 1 de 3:
Preparar la centrífuga y llenado de microtubos

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    Asegúrate de que la centrífuga esté un una superficie nivelada y estable. La mayoría de centrífugas son del tamaño de un horno tostador y se colocan en un mostrador, mesa u otra superficie de laboratorio. Antes de preocuparte por agregar líquido a la centrífuga, asegúrate que la superficie donde se encuentre la misma esté completamente nivelada. Una superficie inclinada desviará los resultados o hará que el equipo caiga al suelo.[1]
    • Si tienes una escala de carpintero a la mano, puedes asegurarte de que la superficie esté completamente nivelada. Coloca la escala sobre la mesa o mostrador, y asegúrate de que la burbuja horizontal esté completamente centrada en el tubo de vidrio.
    • Si vas a usar una centrífuga muy grande que descanse directamente sobre el suelo del laboratorio, puedes omitir este paso.
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    Selecciona los microtubos de tamaño correcto para tu centrífuga. Las centrífugas de diferente tamaño usarán diferentes tamaños de tubos. En general, las centrífugas más grandes usan microtubos más grandes. Colocar el tubo de tamaño incorrecto en una centrífuga podría resultar en un derrame o dañar la centrífuga o el tubo.[2]
    • Si no estás seguro sobre qué tamaño de microtubo introducir en qué tamaño de centrífuga, consulta con un técnico de laboratorio más experimentado o revisa el manual de la centrífuga que vas a usar.
    • La mayoría de las centrífugas de mesa usan un microtubo de 1,5 mililitros (0,05 onza líquida) o un tubo de 0,5 ml.
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    Llena todos los microtubos de forma uniforme. Usa un gotero de laboratorio para verter exactamente la misma cantidad de líquido en cada uno de los microtubos que vas a introducir en la centrífuga.[3]
    • Por ejemplo, si llenas el primer microtubo con 10 mililitros (0,34 onzas líquidas) de solución, asegúrate de que todos los otros microtubos que planeas usar para el experimento estén llenos con 10 mililitros (0,34 onzas líquidas) de solución. Un microtubo llenado con 9 mililitros (0,30 onzas líquidas) o 11 ml podría desequilibrar la centrífuga.
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    Llena todos los tubos de equilibrio al mismo nivel. Como su nombre lo indica, los tubos de equilibrio se introducen en la centrífuga para proporcionar suficiente peso para equilibrar los otros microtubos. Usa un gotero de laboratorio para llenar los tubos de equilibrio con líquido, para que todos los microtubos pesen la misma cantidad.[4]
    • O, si los microtubos tienen marcas al costado que indican la cantidad de líquido en el tubo, asegúrate de que todos los tubos estén llenos al mismo nivel.[5]
    • Los tubos de equilibrio se llenan comúnmente con agua. Sin embargo, si la solución que vas a usar en el experimento tiene una densidad mucho mayor o menor que la del agua, usa un líquido con una densidad similar en los tubos de equilibrio.

Parte 2
Parte 2 de 3:
Introducir tubos en la centrífuga

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    Introduce un tubo de equilibrio contrario a cada microtubo en la centrífuga. El rotor central de tu centrífuga tendrá una cantidad pareja de orificios espaciados alrededor de su perímetro. Elige un orificio e introduce firmemente un microtubo lleno. Luego, introduce un tubo de equilibrio en el orificio exactamente contrario al orificio que contiene un microtubo lleno de solución. Agregar 2 microtubos a la vez asegurará que agregues una cantidad uniforme de peso a cada lado de la centrífuga.[6]
    • Al agregar un tubo de igual peso en cada lado de la centrífuga, mantendrás el centro de la gravedad exactamente en el medio del rotor de la centrífuga.[7]
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    Gira el rotor de la centrífuga a 90° y agrega 2 microtubos más. Introduce estos nuevos microtubos a medio camino entre los 2 microtubos que ya has agregado. Por lo que, si agregaste los primeros 2 microtubos a las 12 y 6 en punto, agrega 2 nuevos microtubos a las 3 y 9 en punto.[8]
    • Crea un sistema para saber qué tubos son microtubos y cuáles son tubos de equilibrio (si los líquidos son del mismo color). Podrías poner una calcomanía pequeña en la parte superior de los microtubos llenos de muestra o usar un marcador azul para colocar un pequeño punto en la parte superior de los tubos equilibrados.
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    Continúa agregando microtubos equidistantes y tubos de equilibrio contrarios unos de otros. Puedes agregar tantos microtubos como orificios tenga la centrífuga usando este sistema.[9]
    • Continuando con el ejemplo, después de haber agregado microtubos a las 3 y 9 en punto, podrías agregas 2 más a las 2 y 8 en punto, y otro par a las 11 y 5 en punto.
    • Si tienes una cantidad impar de microtubos, tendrás que equilibrar la centrífuga usando una configuración alterna.

Parte 3
Parte 3 de 3:
Equilibrar la centrífuga con otras configuraciones

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    Equilibra 3 microtubos al colocar los tubos en intervalos uniformes. Si tienes 3 microtubos, podrías crear 3 tubos de equilibrio y colocar 3 pares uno frente al otro. Como alternativa, equilibra la centrífuga sin usar tubos de equilibrio al colocar los 3 microtubos a las 2, 6 y 10 en punto.[10]
    • Las posiciones del reloj funcionan bien cuando equilibras una centrífuga de 12 orificios. Otros tamaños comunes incluyen centrífugas con 24 y 30 orificios.
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    Coloca 5 microtubos con un tubo de equilibrio. Para equilibrar la centrífuga usando 5 microtubos, primero llena 1 tubo de equilibrio con agua. Luego, coloca 3 tubos a las 11, 12 y 1 en punto. Coloca los otros 3 tubos a las 5, 6 y 7 en punto. El tubo de equilibrio puede ubicarse en cualquiera de estas posiciones.[11]
    • Equilibra la centrífuga con 6 microtubos usando la misma configuración, pero intercambia el tubo de equilibrio por un microtubo lleno de muestra.
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    Ubica 7 microtubos y 1 tubo de equilibrio en la centrífuga. Coloca 2 juegos de 4 microtubos de forma que los juegos se contrapesen entre sí y centren el peso en la centrífuga. Coloca 4 microtubos (incluyendo el tubo de equilibrio) a las 11, 12, 1 y 2 en punto. Luego, coloca 4 microtubos más a las 5, 6, 7 y 8 en punto.[12]
    • Puedes equilibrar una centrífuga usando 8 microtubos en la misma configuración. Solo reemplaza uno de los microtubos con un tubo lleno de muestra.

Consejos

  • Al añadir microtubos y tubos de equilibrio a la centrífuga, podría serte de utilidad imaginar una línea recta pasando entre cada nuevo para de tubos que introduces. Si la línea imaginaria no pasa directamente a través del centro de la centrífuga, el rotor no estará equilibrado uniformemente.[13]
  • La centrífuga agita los tubos de ensayo equilibrados a una velocidad muy alta (hasta 13,000 revoluciones por minuto) para separar líquidos de densidades diferentes.[14] Si la centrífuga no está equilibrada correctamente, es posible que dañe el equipo o arruine los resultados del experimento que vayas a realizar.[15]

Cosas que necesitarás

  • centrífuga
  • escala
  • microtubo
  • gotero
  • marcador (opcional)

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Categorías: Ciencias