La introducción puede ser la parte más difícil de redactar de un trabajo de investigación. El tamaño de esta parte variará de acuerdo al tipo de investigación que vas a redactar. La introducción debe presentar el tema, proporcionar el contexto y la justificación de tu trabajo, y al final expresar las preguntas de investigación y las hipótesis. Una introducción bien escrita determinará el carácter de un trabajo de investigación, atrapará el interés del lector y expresará la hipótesis o el enunciado de tesis.

Parte 1
Parte 1 de 3:
Presenta el tema de la investigación

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    Anuncia el tema de tu investigación. Puedes comenzar tu introducción con unas cuantas oraciones que digan cuál es el tema de tu trabajo y que sugieran el tipo de preguntas de investigación que vas a hacer. Esta es una buena manera de presentar tu tema al lector y despertar su interés.[1] Las primeras frases deben funcionar como indicios de un problema mayor en el que te concentrarás con mayor detalle en lo que resta de tu introducción y que conducirá a las preguntas de investigación.
    • En la redacción de trabajos de investigaciones esto se conoce a veces como un "triángulo invertido", en el que empiezas con el material más general y luego te acercas a los detalles específicos.[2]
    • La oración "A lo largo del siglo XX, nuestras perspectivas de la vida en otros planetas han cambiado drásticamente" presenta un tema, pero en términos generales.
    • Esta le proporciona al lector un indicio del contenido del trabajo y lo alienta a seguir leyendo.
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    Piensa en hacer referencias a palabras claves. Cuando escribes un trabajo de investigación para publicarlo se te pedirá que lo presentes con un conjunto de palabras claves que sugieran cuáles son las áreas que abordarás. También podrías tener algunas palabras claves en tu título que quieras asentar y enfatizar en tu introducción.[3]
    • Por ejemplo, si estás escribiendo un trabajo de investigación sobre el comportamiento de los ratones cuando se les expone a una sustancia en particular, tendrás que incluir la palabra "ratón" y el nombre científico del compuesto relevante en las primeras oraciones.[4]
    • Si estuvieras escribiendo un trabajo de historia sobre el impacto de la Primera Guerra Mundial o las relaciones de género en Inglaterra, debes mencionar dichas palabras claves en las primeras líneas.
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    Define cualquier término o concepto clave. Quizás sea necesario que aclares términos o conceptos fundamentales al inicio de tu introducción. Tienes que expresarte con claridad en todo tu trabajo de modo que si no explicas algún término o concepto poco familiar, corres el riesgo de que no se entienda bien tu argumento.[5]
    • Esto tiene especial importancia si vas a tratar de desarrollar una nueva conceptualización que utiliza un lenguaje y una terminología con la que tus lectores quizás no estén familiarizados.
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    Presenta el tema con una anécdota o una frase célebre. Si estás escribiendo un trabajo de humanidades o ciencias sociales, puedes encontrar maneras más literarias de comenzar tu introducción y presentar el tema de tu investigación. En los trabajos de humanidades en particular, es frecuente comenzar con una anécdota o una frase célebre ilustrativa que apunte al tema de la investigación. Esta es una variación de la técnica del "triángulo invertido" que puede crear interés en tu trabajo de una manera más creativa y demostrar que tienes un estilo de redacción interesante.
    • Si utilizas una anécdota, cerciórate de que sea corta y muy relevante para tu investigación. Tiene que funcionar del mismo modo que cualquier otra técnica de inicio, es decir, debe anunciarle al lector cuál es el tema de tu trabajo de investigación.[6]
    • Por ejemplo, si estás escribiendo un trabajo de sociología sobre las tasas de reincidencia de delitos en delincuentes jóvenes, podrías incluir la historia breve de una persona que refleje y presente el tema.
    • Este tipo de enfoque por lo general no es apropiado para la introducción de una investigación en ciencias naturales o físicas donde las convenciones de redacción son diferentes.

Parte 2
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Establece el contexto de tu investigación

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    Incluye una pequeña revisión bibliográfica. Será necesario incorporar una revisión de la literatura existente en tu área de estudio, de acuerdo al tamaño de tu trabajo de investigación. Este es un elemento importante de tu texto que demostrará que conoces y comprendes muy bien los debates y los trabajos académicos de tu área. Tu objetivo será expresar que tienes un conocimiento extenso, pero que vas a abordar debates específicos que sean los más importantes en tu propia investigación.
    • Es importante ser conciso en la introducción, así que presenta un resumen de los últimos descubrimientos en investigaciones centrales y no una discusión larga.[7]
    • Puedes seguir el principio del "triángulo invertido" para enfocarte desde los temas generales hasta aquellos a los que estás aportando directamente con tu trabajo de investigación.
    • Una revisión bibliográfica sólida presenta información general importante para tu propia investigación e indica la importancia del campo.[8]
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    Utiliza la literatura para concentrarte en tu aporte. Una revisión bibliográfica integral, pero concisa, puede ser una manera muy efectiva de formular tu propio trabajo de investigación. Conforme vayas desarrollando tu introducción, puedes pasar de la bibliografía a enfocarte en tu propio trabajo y su posición relevante para los contenidos académicos más amplios.
    • Hacer una clara referencia a los trabajos existentes demuestra de manera explícita la contribución específica que estás haciendo para que progrese tu campo de estudio.
    • Podrías identificar un vacío en los trabajos académicos existentes y explicar de qué manera lo vas a abordar y cómo harás que el conocimiento progrese.[9]
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    Trabaja en la justificación de tu investigación. Una vez que hayas establecido el marco de tu trabajo en un contexto más general, puedes discutir con mayor detalle su justificación y sus propias fortalezas e importancia. La justificación debe indicar de manera clara y concisa el valor que tiene tu trabajo y su aporte al campo de estudio.[10] Trata de ir más allá de decir que estás llenando un vacío en la literatura académica y enfatiza la contribución positiva de tu trabajo.
    • Por ejemplo, si estás escribiendo un trabajo científico, podrías destacar los beneficios del enfoque o modelo experimental que hayas utilizado.
    • Destaca lo novedoso de tu investigación y la relevancia de tu nuevo enfoque, pero no des muchos detalles en la introducción.[11]
    • Una justificación puede decir lo siguiente: "El estudio evalúa los efectos antiinflamatorios que no se conocían previamente de un compuesto tópico a fin de evaluar sus posibles usos clínicos".

Parte 3
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Especifica las preguntas de investigación y la hipótesis

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    Enuncia tus preguntas de investigación. Una vez que hayas indicado las bases de tu investigación en el área de estudio y su justificación general, puedes especificar las preguntas de investigación que se abordan en el trabajo. La revisión de la bibliografía y la justificación forman un marco para tu investigación y presentan la pregunta. Esta debe irse desarrollando de manera fluida desde las partes iniciales de la introducción y no debe sorprender al lector.[12]
    • La pregunta o preguntas de investigación generalmente aparecen para el final de la introducción, y deben ser concisas y estar bien enfocadas.[13]
    • La pregunta de investigación podría reiterar algunas de las palabras claves establecidas en las primeras oraciones y el título de tu trabajo.
    • Un ejemplo de una pregunta de investigación podría ser el siguiente: "¿Cuáles fueron las consecuencias del Tratado de Libre Comercio de América del Norte en la economía exportadora de México?".
    • Esta podría afinarse aún más hasta que sea específica de un elemento en particular del Tratado de Libre Comercio y del impacto en una industria mexicana determinada, como la confección de ropa.
    • Una buena pregunta de investigación debe darle forma al problema en una hipótesis verificable.[14]
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    Menciona tu hipótesis. Después de especificar las preguntas de investigación, tienes que enunciar de manera clara y concisa tu hipótesis o enunciado de tesis. Este enunciado indica que tu trabajo de investigación hará un aporte específico y tendrá un resultado claro, en lugar de abarcar un tema amplio.[15] Brevemente deja en claro de qué manera llegaste a esa hipótesis mencionando la discusión que hiciste sobre la literatura existente.
    • De ser posible, evita utilizar la palabra "hipótesis" y más bien vuélvela implícita en tu redacción.[16] De esta manera, tu redacción parecerá menos de fórmula.
    • En un trabajo científico, proporcionar un resumen claro de tus resultados y su relación con tu hipótesis en una oración hace que la información sea transparente y accesible.[17]
    • Un ejemplo de una hipótesis podría ser "Se esperaba que los ratones a los que se les privó de alimento el tiempo que duró el estudio se volvieran más letárgicos que los que se alimentó de manera normal".
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    Describe la estructura de tu trabajo de investigación. En algunos casos, la parte final de la introducción serán unas cuantas líneas que proporcionen una idea general de la estructura del cuerpo del trabajo.[18] Puedes proporcionar sencillamente una descripción de la manera en que has organizado el trabajo y en qué secciones se divide.
    • Este paso no siempre es necesario y tendrás que prestar atención a las convenciones de redacción en tu disciplina.
    • Por ejemplo, en un trabajo de investigación en ciencias naturales, la estructura que tendrás que seguir es bastante rígida.[19]
    • Un trabajo de investigación en humanidades o ciencias sociales probablemente te dará más oportunidades de explayarte en la manera de estructurar tu trabajo.

Consejos

  • Utiliza un esquema de tu trabajo de investigación para ayudarte a decidir qué información incluirás al escribir la introducción.
  • Piensa en redactar la introducción después de que ya hayas terminado el resto de tu trabajo de investigación. Escribirla al final podría garantizar que no dejes de lado ningún punto importante.

Advertencias

  • Evita las introducciones que involucren emociones o sensaciones, pues podrían hacer que el lector desconfíe.
  • En general, evita utilizar los pronombres personales en tu introducción, tales como "yo", "nosotros", "mi", "mío" o "nuestro".
  • No abrumes al lector con demasiada información. Haz que la introducción sea lo más concisa posible y reserva los detalles específicos para el cuerpo del trabajo.

Acerca de este wikiHow

Megan Morgan, PhD
Coescrito por:
PhD en Inglés
Este artículo fue coescrito por Megan Morgan, PhD. Megan Morgan es una asesora académica del programa de posgrado en la Escuela de Asuntos Públicos e Internacionales de la Universidad de Georgia. Recibió su PhD en Inglés en la Universidad de Georgia en 2015. Este artículo ha sido visto 251 230 veces.
Categorías: Escritura