Si tu glaseado de crema de mantequilla (o buttercream) no tiene el espesor que deseas, hay varias maneras de arreglarlo fácilmente. Puedes ponerlo en el refrigerador para ver si espesa solo o puedes añadirle otros ingredientes, tales como azúcar, mantequilla o maicena para hacerlo espesar. Si vas a añadirle más de un ingrediente, utiliza siempre cantidades pequeñas e intégralo bien para obtener un resultado óptimo. Al encontrar una solución a tu problema con el glaseado de crema de mantequilla, tendrás un resultado homogéneo y delicioso.

Método 1
Método 1 de 2:
Espesar el glaseado

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    Refrigera el glaseado para que espese sin necesidad de añadirle más ingredientes. A veces, lo único que necesita un glaseado es un tiempo para enfriarse. Pon tu glaseado de crema de mantequilla en el refrigerador durante 30 minutos a 1 hora para ayudar a que espese.[1]
    • Esto es particularmente importante si trabajas en una cocina cálida.
    • Revisa el glaseado después de 30 minutos para ver si ha espesado: introdúcele una cuchara y revuélvelo.
    • Poner el glaseado en el refrigerador también ayudará a espesarlo si lo has batido en exceso.
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    Usa azúcar glas para espesar el glaseado de crema de mantequilla de manera fácil. Echa de 1 a 2 cucharadas de azúcar glas por vez. Integra el azúcar en polvo en el glaseado con una batidora eléctrica o unas varillas, y asegúrate de que esté bien incorporado. Si el glaseado todavía no llega al punto de espesor que quieres, sigue añadiéndole más azúcar glas en incrementos pequeños.[2]
    • Sabrás que el glaseado ha espesado cuando se pegue a una cuchara y no caiga al levantarla del tazón.
    • Lo ideal es añadir el azúcar glas adicional en pequeñas cantidades para asegurarte de no terminar añadiendo demasiado.
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    Añade maicena en incrementos de ½ cucharadita para espesar un glaseado dulce. Si tu glaseado de crema de mantequilla ya está bastante dulce, añádele maicena como agente espesante en lugar de azúcar glas. Añádele la maicena ½ cucharadita por vez y bátelo bien con una batidora o varillas hasta que el glaseado empiece a espesar.[3]
    • Evita echarle más de 1 cucharada de maicena, o el glaseado tendrá sabor a almidón.
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    Echa 1 cucharada de mantequilla al glaseado para espesarlo sin alterar su sabor. Ablanda la mantequilla antes de echarla al glaseado, pero asegúrate de que no esté completamente derretida. Para hacerlo, puedes dejarla a temperatura ambiente por un par de horas o puedes calentarla en el microondas durante unos 20 segundos. Usa unas varillas o una cuchara para integrar la mantequilla añadida al glaseado hasta que empiece a espesar.[4]
    • Derretir demasiado la mantequilla antes de echarla al glaseado estropeará la consistencia de este último. Si la mantequilla está en estado líquido, estará demasiado derretida.
    • Presiona la barra de mantequilla con una cuchara. Si la cuchara traspasa la mantequilla fácilmente, estará lista para echarla al glaseado.
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Método 2
Método 2 de 2:
Solucionar otros problemas típicos del glaseado

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    Bate el glaseado más rápido o por un periodo de tiempo más largo para arreglar su consistencia. Si vas a usar una batidora eléctrica, aumenta la velocidad y bate el glaseado de 1 a 3 minutos más. Si vas a batir el glaseado a mano, sostén el tazón firmemente con una mano, y empieza a batir el glaseado con la otra utilizando una cuchara o unas varillas y realizando movimientos rápidos.[5]
    • Si vas a batir el glaseado a mano, hazlo como mínimo de 3 a 5 minutos para ver si empieza a integrarse mejor.
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    Arregla un glaseado demasiado espeso añadiéndole 1 cucharada de leche. Si tu glaseado de crema de mantequilla está demasiado espeso y es difícil de esparcir, añádele leche por cucharadas. Integra la leche en el glaseado y échale más si es necesario hasta alcanzar la consistencia deseada.[6]
    • Integra la leche en el glaseado por lo menos durante 10 segundos antes de decidir si echar más o no.
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    Calienta el tazón con un secador de pelo si el glaseado se ha cortado. Enchufa un secador de pelo y ponlo a una temperatura tibia. Echa el aire tibio a los costados del tazón de glaseado y muévelo lentamente por toda su circunferencia. Mezcla el glaseado a medida que lo calientas y observa si los ingredientes se integran correctamente.[7]
    • Si el glaseado se cortó, es probable que uno o más ingredientes no hayan estado a temperatura ambiente antes de mezclarlos.
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    Calienta un poco del glaseado arruinado en el horno microondas antes de volverlo a echar para arreglarlo. Si los ingredientes del glaseado no se integran bien, saca 1 taza del glaseado y ponlo en el microondas. Caliéntalo de 5 a 10 segundos y vuélvelo a echar a la mezcla principal de glaseado. A medida que lo batas todo junto, empezará a integrarse correctamente.[8]
    • Echa el glaseado entibiado a la mezcla principal y bátelo a velocidad media si vas a usar una batidora eléctrica.
    • Si uno de los ingredientes tiene una temperatura considerablemente más baja que la de los demás, no se mezclarán correctamente. Terminarás con un producto parecido a queso cabaña en lugar de un glaseado de crema de mantequilla homogéneo.
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Consejos

  • Guarda un pastel o cupcakes glaseados en el refrigerador para que el glaseado de crema de mantequilla no se derrita.
  • Procura que los ingredientes, tales como la mantequilla, estén a temperatura ambiente para obtener la consistencia ideal.
  • Evita echar demasiado líquido a la hora de hacer glaseado de crema de mantequilla para que no salga demasiado aguado.
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Categorías: Comida y diversión
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