El jugo de jengibre ofrece varios beneficios para la salud y puede darle un toque de sabor a los alimentos y las bebidas. Usar un extractor de jugos es el método más eficiente, aunque pueden ser costosos y quizá no estén a la mano. Si no tienes un extractor o una licuadora, simplemente cuela la raíz de jengibre rallada a través de una lámina de estopilla. Otra cosa que puedes hacer es licuar pedazos de jengibre con agua y, luego, colar la pulpa. Debido a que el jugo de jengibre fresco no dura mucho, usa la cantidad necesaria inmediatamente y luego congela el resto durante 6 meses.

Método 1
Método 1 de 3:
Extraer jugo de jengibre con un rallador

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    Lava y seca la raíz de jengibre antes de extraerle el jugo. Enjuágala bien dejando caer agua del grifo fría. Restriega la superficie de jengibre con los dedos o usa una escobilla para vegetales para retirar la suciedad difícil de quitar. Después de lavarla, sécala con una toalla de papel o tela limpia.[1]
    • En el caso de otros métodos efectivos para lavar, remoja el jengibre u otros productos en un tazón con agua fría mezclada con 1 cucharadita de bicarbonato de sodio durante 15 minutos.[2]
    • La cantidad adecuada de raíz de jengibre dependerá de la cantidad de jugo necesaria. Si tan solo necesitas de 1 a 2 cucharaditas de jugo, lava y corta de 1 a 2 pedazos de 3 a 5 cm (1 a 2 pulgadas) de raíz de jengibre. Para una cantidad más grande, de 230 a 280 g (8 a 10 oz) de jengibre rendirá aproximadamente 120 a 180 ml (1/2 a 3/4 tazas) de jugo dependiendo del método que uses.[3]
    • Si la raíz de jengibre está marchita o magullada, pélala y corta cualquier magulladura. Si está fresca y libre de magulladuras, no es necesario que la peles.[4]
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    Ralla el jengibre con un rallador fino o un microplane. Usa un rallador con los agujeros más pequeños o pasa la raíz de jengibre sobre un microplane. Coloca un tazón debajo del rallador o microplane para recolectar pedazos de jengibre.[5]
    • Un microplane es un rallador manual angosto con agujeros finos. Generalmente se utiliza para rallar la cáscara de los cítricos, aunque también es excelente para desmenuzar el jengibre.
    • Si no tienes un rallador o microplane a la mano, también puedes rallar el jengibre usando una prensa de ajos. Coloca 1 cm (1/2 pulgada) de un pedazo de raíz de jengibre en la prensa y, luego, aprieta las manijas juntas para desmenuzar el jengibre.[6]
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    Cuela el jengibre rallado a través de la estopilla. Echa el tazón de jengibre rallado en una lámina de estopilla de 60 cm x 60 cm (24 x 24 pulgadas). Dóblala en forma de bola sosteniéndola sobre un tazón o una taza y exprímela extrayendo el jugo del jengibre rallado.[7]
    • Continúa exprimiendo la bola de estopilla hasta que el jengibre rallado esté tan seco como sea posible.
    • Colar el jengibre rallado es fácil y no requiere de equipos costos, como una licuadora o un exprimidor de jugo. Sin embargo, es menos suficiente y extraerás menos jugo que con otros métodos.
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Método 2
Método 2 de 3:
Hacer jugo de jengibre con una licuadora

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    Lava y seca 140 g (5 oz) de raíz de jengibre. Enjuaga la raíz de jengibre debajo de agua fría y restriega cualquier resto de suciedad de la superficie. Luego, sécalo con una toalla de papel o paño limpio.[8]
    • La cantidad adecuada de raíz de jengibre dependerá de la cantidad de jugo necesaria. Para este método, licuarás 140 g (5 oz) de jengibre con agua para crear aproximadamente de 240 a 350 ml (de 1 a 1/2 taza) de jugo. Si simplemente necesitas un poco de jugo, licua de 3 a 5 cm (1 a 2 pulgadas) de pedazo de raíz de jengibre con de 2 a 3 cucharadas de agua.[9]
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    Corta el jengibre en pedazos de 1 cm (1/2 pulgadas). Toma una tabla de cortar y pica la raíz de jengibre en pedazos grandes. Los pedazos más pequeños será más fáciles de licuar.[10]
    • Deja la raíz de jengibre sin pelar, siempre y cuando esté fresca y libre de magulladuras o decoloración. De lo contrario, pela y corta cualquier magulladura.
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    Licua el jengibre con de 120 a 240 ml (1/2 a 1 taza) de agua. Coloca los pedazos de raíz de jengibre en la licuadora y, luego, vierte el agua. Licúa el jengibre y el agua durante 1 a 2 minutos o hasta que se vuelva una pulpa pastosa.[11]
    • Debes licuar la raíz de jengibre con agua. Sin embargo, cuanta más agua uses, menos concentrado será el jugo. Comienza con 120 ml (1/2 taza) o agrega más si el jengibre no se vuelve pulposo.
    • Para extraer incluso más sabor de la raíz de jengibre, licúala con una mezcla de 1 parte de alcohol al 40 % y 4 partes de agua. Si te preocupa el contenido de alcohol del producto final, puedes hervir el jugo a fuego lento durante 1 a 2 horas para evaporar la mayor parte del alcohol.[12]
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    Cuela la pulpa de jengibre a través de la estopilla. Cubre el borde de una jarra o un tazón con estopilla dejando un poco de soltura en la tela para recoger los pedazos de jengibre sólidos. Vierte la pulpa en la jarra o el tazón y luego exprime el jengibre que hayas recogido en la estopilla hasta que esté tan seco como sea posible.[13]
    • Debido a que le habrás agregado agua para licuar a la raíz jengibre, el jugo será menos concentrado, pero todavía será sabroso.
    • Si necesitas un sabor de jengibre más fuerte, otra alternativa es hervir el jugo a fuego lento para evaporar el agua.
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    Reduce el líquido para concentrar el sabor. Para hacer un jugo de jengibre más concentrado, hiérvelo en una cacerola a fuego medio. Luego configura el calor a bajo y cocina a fuego lento el jugo hasta que el volumen se haya incrementado en 1/3 a 1/2 o durante aproximadamente una hora. Si le agregas alcohol al agua, hervir de 1 a 2 horas también evaporará la mayor parte del contenido de alcohol.
    • Un líquido hierve a fuego lento cuando los bolsillos de las burbujas pequeñas explotan en la superficie cada uno o dos segundos. Si ves que se forman burbujas continuamente, el líquido estará hirviendo y debes reducir el fuego.
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Método 3
Método 3 de 3:
Usar un extractor de jugos

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    Lava 230 g (8 oz) de raíz de jengibre y sécalo. Deja caer agua fría del grifo sobre la raíz de jengibre y restriégala con la yema de los dedos o la escobilla para restregar vegetales. Sécala con toallas de papel o un paño limpio después de enjuagarlo.[14]
    • Si vas a usar el exprimidor, 230 g (8 oz) de raíz de jengibre rendirán aproximadamente 180 ml (¾ de taza) de jugo de jengibre concentrado.
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    Corta la raíz de jengibre en pedazos de 13 a 25 mm (1/2 a 1 pulgada). Deja la raíz de jengibre sin pelar, a menos que esté marchita o magullada. Córtala en pedazos más pequeños, los cuales introducirás en el tubo de alimentación del extractor.[15]
    • Si es necesario, corta y desecha cualquier imperfección.
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    Coloca los pedazos de raíz de jengibre en extractor de jugos. Coloca una taza o un tazón debajo del pico del exprimidor de jugos. Enciende el motor del exprimidor, inserta los pedazos de raíz de jengibre en el tubo de alimentación y empuja cuidadosamente el jengibre a través del tubo con el émbolo. Las instrucciones variarán según el modelo, así que verifica el manual del extractor de jugos y úsalo según las instrucciones.[16]
    • Después de hacer jugo con la raíz de jengibre, apágalo y desconéctalo. Luego, sigue las instrucciones del manual de usuario para desarmarlo y limpiarlo.
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    Haz jugo de raíz de jengibre antes de colocar otros ingredientes si vas a hacer un jugo mezclado. Si quieres agrega raíz de jengibre a una receta de jugo existente, comienza colocando de 3 a 5 cm (1 a 2 pulgadas) de jengibre en el tubo. Luego, haz jugo de los ingredientes con un alto contenido de agua, como apio, espinaca, peras o zanahorias.[17]
    • Las frutas y los vegetales que contienen mucha agua limpiarán el exprimidor, extraerán tanto jugo de jengibre y sabor como sea posible.
    • El jengibre puede añadirle un toque picante a casi cualquier combinación de ingredientes. Haz jugo de un pedazo de jengibre, 3 peras y 2 palos de apio. Otra alternativa es hacer jugo de un pedazo de jengibre, 2 tallos de hinojo, la mitad de un pepino, la mitad de una manzana verde y un puñado de hojas de menta.
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Consejos

  • El jengibre fresco tan solo durará de uno a dos días en el refrigerador. En caso de que hayas hecho una cantidad grande de jugo, usa lo que necesitas inmediatamente. Luego, calienta el resto hasta 6 meses. Para porciones individuales convenientes, llena una cubeta de hielo con jugo de jengibre.[18]
  • Para hacer una limonada deliciosa con sabor a jengibre y mezclas 350 ml (1 1/2 taza) de jugo de jengibre con 120 ml (1/2 taza) de jugo de limón, 100 a 115 g (1/2 a 1 taza) de azúcar y 2 litros (7 tazas) de agua.
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Categorías: Servicios de salud
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