Es muy probable que en algún momento te encuentres en una situación en la que debas abrir una puerta cerrada porque tu hijo de cinco años se encerró en el baño, cerraste la cochera con las llaves adentro, etc. Antes de llamar a un cerrajero y pagarle una tarifa costosa por ir a tu casa, debes saber que es posible abrir la mayoría de puertas cerradas usando objetos de la casa fácilmente disponibles. Este artículo te enseñará a forzar la perilla de una puerta de interior, el tipo de cerradura que generalmente se usa en las puertas de los baños y dormitorios, y la perilla de una puerta de entrada que requiere de una llave, usando objetos comunes de la casa.

Método 1
Método 1 de 3:
Forzar la perilla cerrada de una puerta de interior

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    Identifica el tipo de cerradura con la que tratarás. La mayoría de las perillas de las puertas de interiores, también conocidas como perillas para dormitorios y baños, tienen un botón de presión o un mecanismo de cierre por torsión en el interior. Las perillas de las puertas exteriores tienen un agujero pequeño en el centro para abrirlas en caso de emergencia.[1]
    • Si es posible, determina el tipo de mecanismo de cierre (botón de presión o cierre por torsión) con el que tratarás.
    • Si la perilla de la puerta exterior tiene un ojo de cerradura en lugar de un agujero, necesitarás usar el método para forzar una puerta de entrada cerrada.
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    Busca un objeto adecuado para forzar la cerradura. Debes buscar un objeto largo y delgado que sea lo suficientemente pequeño para encajar en el agujero, pero lo suficientemente fuerte para aplicar presión en el mecanismo de cierre. Entre los objetos ideales que puedes usar están un destornillador pequeño, una llave hexagonal, una horquilla para el cabello o un sujetapapeles resistente. Incluso puedes usar una brocheta de bambú de la cocina o un hisopo de algodón quitándole la pelusa de un extremo.
    • Si vas a usar una horquilla para el cabello o un sujetapapeles, primero ábrelos hasta conseguir un pedazo de metal recto y largo.
    • Si tienes problemas para encontrar un objeto apropiado, sé creativo. Abre un bolígrafo de punta redonda y usa el cartucho de tinta, o busca un mondadientes en tu cartera. ¡Siempre es posible encontrar algo útil!
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    Usa el objeto para forzar la cerradura. Si la cerradura tiene un mecanismo de cierre con botón de presión, simplemente inserta el objeto directamente en el agujero hasta que sientas un poco de resistencia y empújalo. Inmediatamente escucharás un chasquido que indica que la cerradura se liberó. Si la cerradura tiene un mecanismo de cierre por torsión, necesitarás insertar la herramienta y girarla alrededor hasta que se enganche con algo y luego aplicar un poco de presión. Después, escucharás un chasquido que significa que la puerta está abierta.
    • Cuando abras una cerradura con mecanismo de cierre por torsión, posiblemente necesites girar la herramienta en el sentido contrario de las agujas del reloj y luego en el sentido de las agujas del reloj hasta que la cerradura se abra.
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    Retira la perilla de la puerta. Si no puedes abrir la perilla de la puerta usando el método anterior, la mayoría de perillas de puertas interiores están sujetadas con dos tornillos visibles. Busca un destornillador que encaje y simplemente desatornilla esos tornillos. Las dos partes de la perilla se desprenderán en cuestión de minutos. Simplemente quita cualquier mecanismo de cierre restante fuera del agujero y abre la puerta.[2]
    • Es mejor alternar de un lado a otro entre los dos tornillos a medida que avances.
    • Posiblemente debas aplicar un poco de tensión en la perilla de la puerta jalándola a medida que los tornillos se aflojen.
    • En algunos casos, los tornillos están escondidos debajo de un aro decorativo. Si eso sucede, primero debes retirar el aro, ya sea insertando un sujetapapeles en un agujero pequeño del aro que lo libera (si hay uno) o palanqueando el aro ligeramente con un destornillador de cabeza plana.[3]
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Método 2
Método 2 de 3:
Forzar la perilla cerrada de una puerta de entrada usando una tarjeta de crédito

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    Asegúrate de tener permiso para forzar la cerradura. Si la cerradura no es de tu casa, asegúrate de tener el permiso del propietario antes de comenzar. El allanamiento de morada es un crimen grave en la mayoría de lugares y puede tener pena de cárcel.
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    Busca una tarjeta apropiada. La tarjeta ideal debe ser de plástico duro y un poco flexible. Evita usar tu tarjeta de crédito o débito actual ya que podría dañarse durante el proceso. Una tarjeta de cliente frecuente del supermercado y una tarjeta laminada de la biblioteca son dos buenas opciones. Incluso puedes usar una tarjeta de presentación dura para abrir algunas cerraduras.[4]
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    Usa la tarjeta para forzar la cerradura. Toma la tarjeta y deslízala al interior del espacio entre la puerta y la jamba de la puerta. Comienza justo sobre la manija de la puerta y desliza la tarjeta hacia abajo y hacia adentro. Posiblemente tengas que mover la tarjeta un poco. No obstante, si tienes suerte, la tarjeta ejercerá presión contra el ensamblaje del pestillo y te permitirá abrir la puerta.[5]
    • Esta técnica solo funciona con cerraduras regulares. No funcionará para abrir un cerrojo de seguridad.
    • Algunas puertas se abren casi instantáneamente usando esta técnica, mientras que otras requieren de más esfuerzo. Experimenta con tarjetas y ángulos diferentes.
    • Recuerda que esta técnica solo afecta a la cerradura, pero no abre la puerta. ¡Si dejas la puerta cerrada, puedes encerrarte nuevamente!
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Método 3
Método 3 de 3:
Forzar la perilla cerrada de una puerta de entrada usando objetos de la casa

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    Asegúrate de tener permiso para forzar la cerradura. Si la cerradura no es de tu propia casa, asegúrate de tener permiso del propietario antes de comenzar. ¡El allanamiento de morada es un delito!
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    Fabrica una ganzúa usando objetos de la casa. Las horquillas para el cabello son la mejor opción pero también puedes usar sujetapapeles resistentes u otros pedazos de alambre rígido. Primero crea una ganzúa abriendo una horquilla o sujetapapel hasta que esté recto. Luego, dobla los últimos 3 milímetros (1/8 de pulgada) de la ganzúa en un ángulo de 20 grados. [6]
    • Si vas a usar una horquilla para el cabello con extremos de plástico, primero necesitarás raspar el plástico del extremo de la ganzúa con un alicate, contra el suelo o incluso con los dientes si es necesario.
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    Haz una llave de tensión. Toma otra horquilla para el cabello o abre otro sujetapapeles y dóblalo por la mitad en forma de "L". La llave de tensión debe ser muy fuerte, así que asegúrate de usar un sujetapapeles o una horquilla para el cabello resistente. También puedes usar un destornillador de cabeza plana o un objeto similar que encaje en la parte inferior del ojo de la cerradura como llave de tensión. [7]
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    Fuerza la cerradura usando las herramientas. Primero inserta la llave de tensión en la parte inferior de la cerradura y gírala en la dirección en la que girarías la llave para abrirla y colocar tensión sobre la cerradura. Mantén esa tensión a lo largo del proceso. Luego, mueve la ganzúa lentamente dentro de la parte superior de la cerradura con un movimiento hacia arriba y abajo. A medida que levantes varios pernos de la cerradura, escucharás una serie de chasquidos. Cuando hayas levantado exitosamente todos los pernos, la llave de tensión girará libremente y abrirá la puerta.
    • Es posible forzar la mayoría de cerraduras en cuestión de segundos, pero toma un poco de práctica. Si te sientes frustrado, simplemente toma un poco de aire y comienza nuevamente.
    • Esta técnica también funciona con cerrojos de seguridad y candados.
    • Forzar una cerradura de este modo luce extremadamente sospechoso y es probable que tus vecinos llamen a la policía. Si eres un niño, llama a tus padres, comunícales lo que sucede antes de comenzar y prepárate para demostrarle a la policía que tratas de forzar la cerradura de tu propia casa, cochera, etc.
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Consejos

  • Evita usar palillos de dientes u otro material que se pueda romper. La madera podría astillarse en el interior de la cerradura y tendrías que quitar toda la puerta.
  • Si tienes puertas de interiores con perillas en tu casa, es recomendable que mantengas un objeto apropiado para abrirlas en la jamba, sobre la puerta o en otro lugar accesible para que no tengas dificultades en una situación de emergencia.
  • Examina las cerraduras de tu casa que tengan el mismo sistema de cierre,
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Advertencias

  • Si una persona se encierra en un baño, puede ahogarse y estar expuesta a otros peligros letales. Si un niño pequeño se queda encerrado en el baño, considera esta situación como una emergencia. Si no puedes abrir la puerta inmediatamente, llama al teléfono de emergencias de tu localidad. ¡El departamento de bomberos maneja este tipo de cosas todo el tiempo y es mejor prevenir que lamentar!
  • No uses estos trucos para entrar a las casas de otras personas; es un acto ilegal.
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