Si la piel de tu perro se ha puesto sensible, roja o si está inflamada y tiene picazón pero no pareces encontrar la causa, es posible que tu perro sea intolerante a alguna comida. En casos graves o si tu perro es alérgico a algo (lo cual no es tan común como una intolerancia), se va rascar el pellejo sensible al punto de provocarse infecciones. Habla con tu veterinario para desarrollar un plan dietético y así aprender a hacer comidas especiales para tu perro.

Parte 1
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Considerar opciones dietéticas

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    Haz que revisen a tu perro para determinar si tiene alergia a algunos alimentos. Si notas que tu perro se rasca la piel sensible o irritada o si sus oídos y pellejo están grasientos y malolientes, entonces llévalo al veterinario. Él verificará las causas de la picazón e irritación (por ejemplo, parásitos) y puede sugerir pruebas de alérgenos ambientales o poner al perro en una dieta de eliminación de ensayo.[1] La causa de las alergias por lo general son las proteínas que hay en la comida de tu perro, si bien las causas comunes son la carne, pollo, productos lácteos, trigo, maíz y soja.[2] Estos también son los ingredientes más comunes que componen los alimentos comerciales para perros.
    • Los conservantes e ingredientes de relleno también pueden irritar la digestión de tu perro.
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    Considera una dieta de eliminación. Dado que los alimentos comerciales para perros están hechos de diversos ingredientes, rellenos y conservantes, el veterinario probablemente recomendará una prueba de eliminación de alimentos. Para hacerlo, elegirás una dieta de sensibilidad de comidas a fin de alimentar de forma exclusiva a tu perro.[3] Evita alimentarlo con cualquier alimento que no sea parte de la dieta elegida. Esto ayudará a determinar qué sustancia es la que está incomodando a tu perro.
    • Recuerda no alimentarlo con comidas especiales o con huesos de cuero crudo durante la dieta de eliminación. Si bien esto puede parecer difícil, tomará hasta 6 semanas para que el cuerpo de tu perro se “olvide” de los alérgenos ofensivos. Cualquier otro alimento durante este tiempo podría provocar que la dieta falle.
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    Elige una dieta de sensibilidad de comidas que vas a probar. Cuando estés listo para controlar de cerca una dieta estricta para tu perro, tendrás que elegir una dieta de sensibilidad de comidas. De esta forma sabrás exactamente lo que tu perro come. Después de varias semanas, debes notar una mejora en sus alergias o tal vez te des cuenta de que algo de esa dieta en particular provoca el problema. Algunas dietas de sensibilidad de comidas que puedes probar son:
    • Proteínas nuevas. Con esta dieta, elegirás una sola fuente de carne no típica que tu perro nunca ha probado antes. Esto puede incluir salmón, venado, búfalo o pato, pero solo dale a tu perro 1 de estas proteínas, no las 3. Dado que tu perro no ha sido expuesto a esa proteína, hay menos probabilidades de que haya desarrollado una alergia a ella.
    • Proteína hidrolizada. Esta dieta consta de proteínas que se descomponen en aminoácidos de componentes pequeños (los cuales componen las proteínas). Dado que son muy pequeños, el cuerpo de tu perro no debe notar las proteínas, lo cual evitará una reacción alérgica.[4]
    • Dieta terapéutica. Estas dietas que utilizan una proteína nueva o hidrolizada se hacen con mayores niveles de ácidos grasos omega-3 y omega-6, los cuales pueden reducir los síntomas de las alergias alimenticias.[5]
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    Trabaja con el veterinario para crear una dieta balanceada. Una vez que tu veterinario y tú hayan determinado la causa de las alergias de tu perro, elige una dieta nutritiva. El veterinario puede recomendar que compres un producto comercial específico o puede recetarte una dieta detallada para que puedas hacerla para tu perro. Si decides hacer tu propia comida, tendrás que consultar a un dietista o nutricionista certificado que haya hablado con tu veterinario sobre las necesidades dietéticas de tu perro.[6]
    • Una dieta especial es importante para los perros ya que ellos tienen diferentes necesidades de minerales y vitaminas que los humanos. A la mayoría de los perros les hace bien una dieta compuesta de 40 % de carne, 50 % de verduras y 10 % de carbohidratos.
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Parte 2
Parte 2 de 2:
Crear una dieta hecha en casa

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    Prepárate para hacer la comida de tu perro. Una vez que tengas una idea aproximada de la dieta recomendada por el veterinario y el nutricionista, decide si deseas hacer una dieta cocida o cruda. Esta es una cuestión de preferencia personal; no obstante, los perros con determinadas condiciones médicas (como un sistema inmunológico hiperactivo o una enfermedad inflamatoria intestinal) probablemente deban evitar una dieta de alergia a alimentos crudos.
    • Independientemente de si eliges preparar un alimento cocido o crudo, compra los mejores ingredientes de calidad que puedas permitirte pagar. Una vez que te decidas por una proteína nueva y carbohidratos, es necesario que sigas con esa carne y que no le des ninguna otra.
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    Prepara la carne. Lávate las manos antes de manipular los alimentos y pica la carne en trozos pequeños adecuados para el tamaño de tu perro. Si vas a cocinar, coloca la carne en una olla grande. Para hacer un lote grande, elige 1,81 kg (4 libras) de una proteína como:
    • venado
    • bisonte
    • pato
    • avestruz
    • pavo
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    Mezcla en aceite y cocina. Si cocinas la comida de tu perro, revuelve 1/2 taza (120 ml) de aceite de oliva en una olla con la carne. Cocina la mezcla hasta que la carne esté casi cocida.
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    Agrega las verduras y carbohidratos. Si alimentas a tu perro con una dieta cruda, asegúrate de cortar las verduras y los carbohidratos que elijas en tamaños que sean lo suficientemente pequeños y suaves como para que el perro los coma sin necesidad de que los cocines. Si vas a cocinar los alimentos, agrega 2,27 kg (5 libras) de verduras y 0,45 kg (1 libra) de carbohidratos. Las verduras pueden ser frescas o congeladas, pero trata de incluir una mezcla de al menos dos verduras. Cocina la carne, las verduras y la mezcla de carbohidratos hasta que estén completamente cocidos. Algunas buenas verduras y carbohidratos son:[7]
    • verduras:
      • brócoli
      • zanahorias
      • judías verdes
      • apio
      • espinaca
      • calabaza
    • carbohidratos:
      • papa dulce
      • habas
      • manzanas
      • alverjas
      • lentejas
      • garbanzos
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    Divide la comida en porciones y dale suplementos. Si está cocida, deja que la comida se enfríe antes de mezclarla con cualquier suplemento nutricional que te recomienden. Mezcla bien y divide la comida en porciones individuales antes de congelarla. Si les das un suplemento, también puedes ponerle la cantidad recomendada en la parte superior de la comida de tu perro justo antes de servirlo.
    • Tu veterinario puede recomendarte una vitamina completa para perros que incluya todas las vitaminas y minerales que tu perro necesita. Otros suplementos incluyen probióticos y ácidos grasos omega.[8]
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Consejos

  • Los perros son susceptibles a los mismos alérgenos alimentarios que los seres humanos. Los más comunes son el trigo, productos lácteos, huevos, nueces, soja, pescados y mariscos.
  • Tal vez tengas que visitar una carnicería para encontrar nuevas carnes.
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Acerca de este wikiHow

Pippa Elliott, MRCVS
Coescrito por:
Veterinaria del Colegio Real de Cirujanos Veterinarios
Este artículo fue coescrito por Pippa Elliott, MRCVS. La Dra. Elliott es una veterinaria con más de 30 años de experiencia. Se graduó en la Universidad de Glasgow en 1987, y ha trabajado como cirujana veterinaria durante 7 años. Después, la Dra. Elliott trabajó como veterinaria en una clínica de animales durante más de una década. Este artículo ha sido visto 5648 veces.
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