¿Tienes un perro que no quiere comer su alimento seco para perro? Antes de hacer cualquier cosa, primero debes llevar al perro al veterinario para que le hagan un chequeo cuidadoso, ya que es posible que el hecho de que sea quisquilloso con la comida sea un indicio de un problema más serio. Si tu perro es quisquilloso debido a su condicionamiento, entonces necesitarás tomar medidas para cambiar sus hábitos alimenticios. Estas medidas incluyen comprar alimento seco para perro de gran calidad, alimentar a tu perro según un horario o cambiar su dieta con el tiempo.

Método 1
Método 1 de 3:
Descubrir por qué tu perro no quiere comer alimento seco

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    Lleva a tu perro al veterinario. Hay dos razones principales por las que un perro puede ser quisquilloso. La primera razón es que tu perro podría estar enfermo. La segunda razón es que tu perro sea quisquilloso con la comida porque a menudo le han dado el lujo de comer alimento húmedo o para humanos.[1] Para descubrir la causa de este comportamiento, necesitarás llevarlo al veterinario para que le hagan una revisión.
    • Si tu perro se encuentra bien de salud, entonces es posible que sea quisquilloso por condicionamiento. En este caso, necesitarás trabajar con tu perro para cambiar sus hábitos.
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    Piensa en cuándo comenzó a mostrarse quisquilloso. Asegúrate de decirle al veterinario el momento en que comenzó a ser quisquilloso. Es posible que un perro enfermo se vuelva quisquilloso de la noche a la mañana. Quizá observes que tu perro mordisquea su comida o que simplemente no come. Esto podría deberse a que siente náuseas o que ha perdido su apetito.
    • Condiciones médicas como enfermedades del corazón, riñón o hígado, problemas digestivos, tumores o problemas dentales pueden ocasionar que el perro sea quisquilloso con la comida.[2]
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    Debes tener en cuenta que podrían surgir muchos problemas a raíz de los hábitos alimenticios quisquillosos. Incluso si tu perro se encuentra saludable, ser quisquilloso con la comida podría causarle problemas de salud y comportamiento leves, graves o incluso mortales. Estos problemas pueden incluir los siguientes:[3]
    • obesidad
    • pancreatitis
    • deficiencias nutricionales
    • dificultad para tratar una enfermedad crónica más adelante
    • diarrea
    • problemas de conducta como rogar
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Método 2
Método 2 de 3:
Cambiar la dieta de tu perro

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    Debes comprender la importancia de darle a tu mascota comida de perro de gran calidad. La comida para perro está formulada de manera que cumpla con todas las necesidades nutricionales de los perros. Los perros tienen requerimientos diferentes a los de los humanos en cuanto a grasa, proteína y, particularmente, minerales y vitaminas. No pueden desarrollarse bien con comida para humanos.[4]
    • El alimento seco para perro ayuda a retirar una parte de las bacterias y la placa que se acumula diariamente en los dientes de tu perro.
    • Los nutrientes en la comida para perro, como el calcio, ayudan a que los dientes y huesos crezcan fuertes.
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    Asegúrate de que la carne sea el ingrediente principal en la comida de tu perro. El mejor ingrediente en la comida seca para perro es la carne. Revisa las etiquetas de ingrediente en algunas marcas de comida seca para perro. Si la carne (no productos derivados de carne) es el ingrediente principal (o el segundo o tercero), existe la posibilidad de que sea una comida seca con mejor sabor.
    • No compres comida para perro que tenga al maíz como su ingrediente principal.[5]
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    Cambia la comida de tu perro lentamente. Si intentas cambiar la marca de comida que le das a tu perro, primero mezcla una pequeña cantidad de la nueva comida con la comida usual. Durante una o dos semanas, incrementa cada vez más la cantidad de comida nueva y coloca menos de la otra comida hasta que solo quede la comida nueva.
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    Mezcla el alimento húmedo con comida para humanos. Si tu perro está acostumbrado a la comida para humanos, entonces puedes comenzar el cambio al alimento seco con alimento húmedo que sea de la misma marca que el alimento seco que quieres que coma. Mezcla un poco del alimento húmedo con la comida para humanos que a tu perro le gusta comer. Luego, reduce la cantidad de comida para humanos e incrementa el alimento húmedo durante una semana o dos hasta que ya no haya comida para humanos en el alimento que le des.
    • Cuando tu perro ya coma el alimento húmedo, comienza a mezclar las croquetas secas con el alimento húmedo durante un periodo de dos semanas. Dale cada vez menos alimento húmedo de manera gradual hasta que el perro solo coma el alimento seco.
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Método 3
Método 3 de 3:
Probar otras estrategias

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    Dale pequeñas cantidades de comida para humanos a fin de mantener a tu perro feliz. Si no puedes deshacerte del hábito de comer comida para humanos de tu perro quisquilloso, puedes añadir una pequeña cantidad de caldo de carne (puedes calentarlo) o una cucharada de puré de plátano o calabaza a la comida seca. También puedes añadir requesón o un poco de huevo duro. Solo debes recordar que la comida para humanos no debe representar más del 10 % de la comida total que le das a tu perro todos los días.[6]
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    No le des bocadillos. Mientras realices el cambio al alimento seco, deja de darle bocadillos al perro. También deberás alimentarlo solo dos veces al día hasta que el perro coma el alimento seco regularmente. Después de que coma el alimento seco para perros de manera regular, puedes comenzar a darle bocadillos de nuevo, pero nunca uses la comida para humanos como bocadillo o el perro podría recaer en el mismo hábito.
    • Es muy importante que seas constante con tu perro. Asegúrate de que todos en la casa tengan en cuenta las reglas y no las rompan.[7]
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    Limita el tiempo de las horas de comida. Tener un horario regular para las comidas de tu perro y retirar la comida cuando se acabe el tiempo animará a tu perro a comer cuando se le ofrezca comida. Una buena idea es colocar la comida a la misma hora todos los días y dejarla a disposición del perro durante 15 minutos. Pasado el tiempo, recoge la comida y deshecha las sobras. Luego, dale de comer a tu perro otra vez dentro de 12 horas y sigue el mismo patrón. No le des nada de comer a tu perro entre las comidas.[8]
    • Si tu perro se rehúsa a comer después de dos días, dale un poco de la comida que estaba acostumbrado a comer (aproximadamente la mitad de la cantidad normal). Luego, intenta de nuevo. También puedes mezclar el alimento seco con una pequeña porción de comida para humanos (no más del 10 %) a fin de incrementar la probabilidad de que tu perro coma el alimento.[9]
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    Intenta hacer que el perro coma de tu mano. También puedes intentar hacer que el perro coma de tu mano. Siéntate con tu perro y coloca algunas croquetas en tu mano. Luego, ofrécele las croquetas al perro para ver si se las come. Si el perro está acostumbrado a que le des comida para humanos con tu mano, entonces es posible que también acepte las croquetas de esta manera.
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Consejos

  • Puedes añadir un poco (menos de ¼ de taza) de caldo de gallina tibio (bajo en sodio) a las croquetas secas para hacerlas más atractivas.
  • Es posible que necesites probar algunas marcas de alimento seco antes de encontrar una que le guste a tu perro. Compra una bolsa pequeña para que no gastar mucho dinero si a tu perro no le gusta tu elección.
  • Si tu perro te molesta o te ruega por comida mientras comes, lleva al perro a otra habitación. NO hagas caso de sus ruegos.
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Advertencias

  • Si tu perro se vuelve quisquilloso repentinamente, asegúrate de consultar con el veterinario si la conducta continúa durante más de dos días. Es posible que tu perro esté enfermo.
  • Haz cualquier cambio de comida de manera gradual. Un cambio repentino podría afectar al estómago de tu mascota y causar vómitos o diarrea.
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Acerca de este wikiHow

Brian Bourquin, DVM
Coescrito por:
Veterinario
Este artículo fue coescrito por Brian Bourquin, DVM. Brian Bourquin, mejor conocido como "Dr. B” para sus clientes, es veterinario y propietario de Boston Veterinary Clinic, una clínica veterinaria y de salud para mascotas con tres sedes: South End/Bay Village, Seaport y Brookline, Massachusetts. Boston Veterinary Clinic se especializa en atención veterinaria primaria, incluyendo atención preventiva y de bienestar; atención médica y de emergencia; cirugía de tejidos blandos; y odontología. La clínica también brinda servicios especializados en conducta, nutrición y terapias alternativas para el manejo del dolor mediante acupuntura y tratamientos terapéuticos con láser. Boston Veterinary Clinic es un hospital acreditado por la AAHA (American Animal Hospital Association), y es la primera y única clínica certificada como Fear Free (reducción de sentimientos de estrés en las mascotas) de Boston. Brian tiene más de 19 años de experiencia veterinaria y obtuvo su doctorado en Medicina Veterinaria en la Universidad de Cornell. Este artículo ha sido visto 176 133 veces.
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