Cómo hacer creer a todos que eres de clase alta (para adolescentes)

Exprésate con propiedad. Escucha cómo hablan las personas de tu localidad y observa si detectas un “acento elegante”. Si este es el caso, trata de imitarlo. Evita las contracciones, por ejemplo, di “para ti” en lugar de “pa´ ti”. Pronuncia las vocales completas y evita decir palabras soeces; esto demuestra una falta de buenos modales y una mala conducta.

Mantén una postura correcta y adecuada. Esta característica poco frecuente, de mucho estilo y muy elegante es una herramienta valiosa a la hora de convertirte en una persona de la alta sociedad. Puedes mejorar tu postura con clases de teatro o caminando con un libro sobre la cabeza; ¡Realmente funciona!

Enriquece tus conocimientos. Es muy útil estar al tanto de los campos político, cultural y religioso; incluso los conocimientos más elementales evitarían que pases un momento vergonzoso e incómodo. Si ya sabes de antemano que pasarás tiempo con alguien a quien no conoces mucho, te recomendamos hacer una investigación más profunda para evitar cualquier metida de pata.

Caracterízate por un aspecto elegante e impecable. ¡Con una presentación excelente habrás ganado una batalla! Si eres chica, nunca se te ocurra usar algo con lo que te sientas incómoda, aunque esté muy de moda; es importante recordar que la modestia es vital a la hora de ganarte el respeto de los demás. Limítate a usar colores favorecedores; no elijas algo muy fuerte o llamativo: opta por algo que se vea limpio, impecable y ligero. Sin embargo, recuerda que lo que más valioso es la manera en que te desenvuelves; las marcas y la moda son sólo la fachada.

¡Una buena higiene es crucial! No podrás parecer de la alta sociedad si estás sucio y maloliente, lávate los dientes regularmente y mantén tus uñas bien cuidadas y limpias. Si eres chica, busca un perfume suave y fresco, y usa solamente ése. Además, mantén tu cabello limpio y voluminoso.

Conoce de etiqueta social. ¡Esto es importantísimo! Las personas de clase alta tienen buenos modales y conocen los límites en las relaciones interpersonales. Saben que no se debe ofender a nadie así como también saben recriminar a alguien cuando lo hace. Para la persona de clase alta, los buenos modales son como el dinero: mientras más, mejor.

Come con educación. No te llenes la boca con comida; mastica tus alimentos, no hagas ruidos, no tragues la comida ni comas grandes bocados. Evita comer nada que ensucie mucho ni sea pegajoso. No te sientes encorvado; empuja tu espalda en el respaldar y mantén tus pies sobre el suelo, evita también doblarte de brazos; hacerlo podría dar la impresión de no saber quién eres y a dónde perteneces.

No insultes, no murmures ni hables mal de nadie. Cuando sea necesario, expresa tus opiniones con propiedad y de forma constructiva. Esto provocará que tus interlocutores te presten mucha atención cuando tomes la palabra. Sin embargo, si alguien te fastidia, tienes derecho a insultarlo. Sé siempre amable, a menos que tengas algo en contra de alguien.

Sé cuidadoso pero no te vuelvas materialista. Las personas de clase alta no son materialistas, porque las cosas se vuelven fácilmente populares y comunes. En lugar de ello, los de clase alta buscan la calidad y el estilo en todo lo que compren: un bolso, una casa o un auto. Compra lo mejor que puedas pagar y evita las baratijas. Trata de no comprar imitaciones baratas de artículos de diseñador, por ejemplo, no compres un bolso con un signo de G metálico enorme o con una etiqueta metálica mal puesta, sino será demasiado evidente que es una imitación y te considerarán pobre, copión o como un simple aspirante.

Trata de tener una buena figura y mantenerte en forma. Empieza practicando deportes. Los deportes como el hockey, el lacrosse, el golf y el tenis excelentes opciones; pero busca siempre el tipo correcto de ejercicios para ti en lugar de escoger el más moderno. Nunca comas demasiado ni demasiados gustitos. La gente de clase alta conoce sus límites y los respetan; en especial porque, para este tipo de personas, el respeto de los demás es vital.

Concéntrate en la escuela. Sé inteligente y dedicado a la escuela, y esfuérzate mucho en cada materia. Entrega siempre tu tarea y no converses ni pases tus notas mientras estás en clase. Haz preguntas y participa en las charlas de tu clase. Ayuda a los que les cuesta aprender y no estés pegado a tus profesores. Sólo da lo mejor de ti, sé puntual y comparte tu conocimiento.

Asegúrate de que tus pertenencias estén en orden. Pon una etiqueta a tus cosas y cuídalas para que no se pierdan ni se dañen, también trata de forrar tus libros de texto con forro de contacto transparente para que se vean aún más ordenados. Compra lápices y lapiceros de buena calidad y asegúrate de tener todo lo que necesites; estar pidiendo prestado no es muy elegante. Opta por colores neutrales y claros, y artículos de buena calidad. No compres nada oscuro, como color azul marino o negro.

Sé siempre amigable y generoso. ¡Una actitud desagradable y egoísta nunca es elegante! Siempre sonríe y muéstrate dispuesto a prestar tus cosas. Sé amable con todos y nunca llames a alguien “fracasado”. Todos merecen una oportunidad, así que asegúrate de que sea así. No excluyas a tus compañeros en los juegos, regalos o secretos, cumple tus promesas y no seas chismoso. Cuando alguien venga a ti con un chisme, dile cortésmente que consideras que los chismes son bastantes ofensivos y que preferirías no involucrarte. Nunca actúes por impulso o enfadado; mantén siempre la calma.