Las manualidades en papel pergamino son un arte antiguo que se remonta al siglo 15 o 16. A veces se le conoce como tarjetería española. Se centra principalmente en el repujado, pero también utiliza otras técnicas, como la perforación, el corte, el delineado, la coloración y el difuminado. Normalmente el pergamino se adhiere sobre un pedazo de cartulina, pero a algunas personas también les gusta añadirlo a tarjetas hechas a mano para crear una apariencia delicada de capas. Quizás se vea intimidante al principio, pero una vez que sabes qué hacer, ¡es muy fácil![1]

Parte 1
Parte 1 de 4:
Crear y transferir el diseño

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    Crea un molde en un pedazo de papel. Puedes dibujar el diseño directamente sobre el papel o encontrar una imagen en tu computadora e imprimirla. Asegúrate de que las líneas sean oscuras, de lo contrario, no podrás verlas detrás del papel pergamino.[2]
    • Si quieres hacer una tarjeta, dibuja una línea recta en el medio de la página. Coloca el dibujo exterior a la izquierda y el interior a la derecha.[3]
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    Pega un pedazo de papel pergamino sobre el molde con cinta adhesiva. Colócalo sobre una superficie plana y fija los bordes con cinta adhesiva. Pon el papel pergamino encima y también pégale los bordes. Si tienes problemas para ver las líneas, saca el pergamino y delinéalas con lapicero negro. Regresa el pergamino a su lugar cuando hayas terminado.[4]
    • Utiliza papel pergamino para recortes o papel vitela, no el papel sulfurizado para hornear.
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    Traza las líneas que quieras repujar con un lápiz de color blanco. Es excelente hacerlo con los bordes y marcos. También puedes usar el lápiz para esbozar otras líneas de guía que no son parte del esbozo original. Cada cierto tiempo revisa tu trabajo deslizando una hoja de papel negro debajo del molde.[5]
    • Si vas a hacer una tarjeta, no olvides delinear la línea divisoria del centro.
    • Además, haz primero el diseño exterior que está a la izquierda, después dale la vuelta a la tarjeta y haz el diseño interior a la derecha.[6]
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    Repasa los contornos que quieras con un marcador de punta fina. No es necesario repujar todas las líneas de tu diseño. Algunas pueden ser llanas y de colores. Puedes utilizar el color de marcador que quieras, siempre que le vaya a tu diseño y al esquema de colores deseado. Sin embargo, el negro es el color que se verá mejor. Para revisar tu progreso desliza una hoja vacía de papel blanco debajo del papel pergamino.[7]
    • Nuevamente, si haces una tarjeta, haz primero el diseño exterior, después dale la vuelta y haz el diseño interior.
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    Dale la vuelta al papel pergamino y frota la parte posterior con una hoja para secadora. Primero saca la cinta adhesiva, luego dale la vuelta al papel pergamino. Frota el lado posterior con una hoja para secadora. Así lo prepararás para el repujado.[8]
    • Si vas a hacer una tarjeta, frota la hoja para secadora en la parte posterior de cada lado que delineaste.[9]
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Parte 2
Parte 2 de 4:
Repujar el diseño

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    Pasa el papel a un tapete para repujado con la parte posterior hacia ti. No fijes el papel con cinta adhesiva, lo que te permitirá girarlo cuando estés trabajando en tu diseño, que será más fácil que retorcer la mano para lograrlo. Si no tienes un tapete para repujado, puedes utilizar uno denso de goma.
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    Repasa los trazos blancos con un repujador de bolita pequeña. Las líneas blancas "desaparecerán" conforme vayas repujando el papel pergamino. Esto se debe a que, al momento de repujarlo, el papel se vuelve blanco automáticamente. Sin embargo, no repujes sobre ninguna línea negra.
    • Si haces una tarjeta, repuja la línea central con el repujador de bolita pequeña.[10]
    • Además, tendrás que hacer la parte exterior, es decir, el lado izquierdo, de la tarjeta primero, después dale la vuelta y haz el interior o el lado derecho.[11]
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    Utiliza un repujador de estrella y de sol para crear bordes festoneados. Esto es excelente para los bordes que están al interior de un marco. Por ejemplo, si has creado un diseño floral, puedes hacer una forma de corazón a su alrededor. Cuando estés utilizando estas herramientas, muévelas de arriba hacia abajo y de un lado al otro. De esta forma te asegurarás de que todas las partes del diseño queden repujadas.[12]
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    Utiliza un repujador de bolita para crear un repujado en gradiente. Esta técnica es ideal para un área delicada como los pétalos, las hojas o las cestas. Presiona la herramienta hacia abajo y ve levantándola conforme vayas terminando el trazo. Trabaja en capas y gira el papel pergamino conforme vayas avanzando. No retuerzas la muñeca para adaptarte al diseño.[13]
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Parte 3
Parte 3 de 4:
Agregarle color

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    Pasa el papel a una superficie plana y asegúrate de que la parte posterior quede mirando hacia ti. No trates de colorear el papel sobre el tapete para repujado, de lo contrario podrías repujarlo de casualidad cuando lo estés pintando.[14]
    • Si vas a hacer una tarjeta, tendrás que repetir esta sección dos veces, una vez por la parte izquierda o exterior del papel y la otra por la derecha o el interior.
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    Coloca un pedazo de papel debajo de tu trabajo. Esto facilitará que veas lo que estés pintando. Un pedazo de hoja blanca mostrará de manera óptima los colores.[15] Si tienes planeado colorear algún elemento de color blanco, entonces una hoja de papel negro serviría mejor.
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    Pinta tu trabajo con lápices de colores como lo desees. Puedes colorear el fondo o los diseños repujados de la forma que quieras. Si no tienes lápices de colores, puedes probar con rotuladores artísticos (por ejemplo, Copic). Ten en cuenta que en este caso no podrás borrar errores.
    • Asegúrate de utilizar lápices de colores para difuminar, pues los regulares no servirán.
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    Difumina los colores con un médium para mezclas y un esfumino, si así lo deseas. Remoja la esponja con un médium para mezclas, luego ponlo en un frasco o un plato poco profundo. Presiona el esfumino en la esponja y frótalo sobre las áreas coloreadas. El médium para mezclas disolverá el lápiz de color mientras que el esfumino uniformizará la textura.[16]
    • Puedes conseguir un médium para mezclas en la sección de repujado y difuminado de una tienda de arte y manualidades. También puedes utilizar aguarrás mineral.
    • Si no puedes encontrar un esfumino, haz uno por tu cuenta doblando un pedazo de papel toalla en una tira y enróllalo en un cono ajustado.
    • Utiliza un rotulador de fundido si has utilizado este implemento para colorear tu trabajo. Normalmente lo podrás encontrar junto a los demás rotuladores artísticos.
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    Borra cualquier error que quedara después de que se seque el médium para mezclas. Obtendrás los mejores resultados con un borrador blanco de "plástico" o uno de portaminas. Una vez que hayas borrado los errores, puedes volver a colorear encima.[17]
    • Podrás borrar los errores, aunque no hayas utilizado un médium para mezclas.
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    Agrégale un poco de color en la parte frontal, si así lo deseas. No es necesario hacerlo, pero es una gran forma de agregar sombras profundizando los colores. Simplemente dale vuelta al papel y colorea las áreas en la parte frontal que requieren un color más profundo.[18]
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Parte 4
Parte 4 de 4:
Cortar y enmarcar tu trabajo

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    Recorta el exceso de papel pergamino con un cúter para una apariencia sencilla. Usa esta herramienta y una regla de metal para quitar cualquier exceso de papel pergamino que quede afuera del borde. Si no hiciste uno, decide qué tamaño quieres que tenga el pergamino y córtalo de acuerdo a eso.
    • No podrás combinar esta opción con un borde perforado más elaborado. Escoge uno o el otro.
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    Perfora el borde primero si quieres un resultado más elaborado. Coloca el papel pergamino sobre un molde para perforar. Pásalo con un perforador usando el molde como guía. Corta los pedacitos de papel que quedan entre los agujeros con unas tijeras pequeñas puntiagudas (por ejemplo, las de manicura). Quita el exceso de papel pergamino.[19]
    • No podrás combinar esta opción con un borde simple y recto. Escoge uno o el otro.
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    Corta un pedazo de cartulina de un tamaño mayor al papel pergamino para que lo uses como fondo. Usa una guillotina o un cúter y una regla de metal para hacerlo. Puedes utilizar el color que quieras, pero asegúrate de que le vaya bien al diseño de la tarjeta. Cuánto más grande cortes el papel dependerá de ti, sin embargo, un medio centímetro (1/4 de pulgada) será lo ideal.[20]
    • Si vas a hacer una tarjeta, dobla el papel por la mitad y luego desdóblalo. Haz un corte en el medio del pliegue del mismo tamaño que el papel pergamino.[21]
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    Cose el papel pergamino en la cartulina para conseguir una sencilla obra de arte montada. Adhiere el papel pergamino y la cartulina con cinta adhesiva de baja adherencia. Luego, perfora una cruz en cada esquina y asegúrate de que atraviesen la cartulina. Cose el papel pergamino y la cartulina a través de los agujeros con una aguja e hilo blanco. Cuando hayas terminado, saca la cinta adhesiva de baja adherencia.[22]
    • Coloca un pedazo de cinta adhesiva sobre la parte posterior de la cartulina donde se encuentran los puntos. Este recurso los fortalecerá.
    • Piensa en añadir un diseño repujado en las esquinas del papel pergamino antes de perforarlo, que contribuirá a disfrazarlos aún más.
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    Desliza el papel pergamino a través del corte si haces una tarjeta. Primero, dóblalo por la mitad para hacer un pliegue. Después, desliza el lado derecho a través del corte. El lado izquierdo de papel pergamino debe quedar en la parte frontal de la tarjeta y el lado derecho debe quedar al interior.[23]
    • Escribe el mensaje deseado en el interior de la tarjeta con un lapicero bonito.
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Consejos

  • Puedes utilizar papel pergamino para recortes o papel vitela.
  • Algunas compañías hacen moldes con diseños específicos para manualidades en papel pergamino.
  • El papel vitela viene en diferentes colores.
  • Sácale fotocopias a tu molde, después coloréalas con esquemas diferentes. Hazlo hasta que encuentres uno que te guste.
  • Empieza con diseños simples hasta que te sientas más cómodo.
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Cosas que necesitarás

  • papel pergamino o papel vitela
  • un tapete para repujar
  • herramientas de repujado
  • papel blanco y negro
  • marcador fino de fieltro
  • lápices de colores para difuminar
  • un médium para mezclas o aguarrás mineral
  • un esfumino o papel toalla
  • hojas para secadora
  • cartulina
  • cinta adhesiva de baja adherencia
  • un cúter y una regla de metal
  • una guillotina para papel (opcional)

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Categorías: Manualidades
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