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Hacer pizza desde cero puede ser un proceso que requiere de mucho tiempo, pero su sabor vale la pena el esfuerzo. Prepara la masa, la salsa y los ingredientes por separado. Una vez todos estos elementos estén listos, combínalos y cocina la pizza a temperatura alta hasta que se vuelva crocante y deliciosa.
Ingredientes
Preparar la masa de la pizza
Suficiente para preparar dos pizzas de 25 cm a 30 cm (10 a 12 pulgadas)
- 1 1/2 tazas (380 ml) de agua tibia
- 1 paquete de 2 a 1/4 de cucharadita (10 g) de levadura seca activa
- 3 1/2 tazas (900 g) de harina para pan
- 2 cucharadas de aceite de oliva
- 2 cucharaditas de sal
- 1 cucharadita de azúcar
Preparar la salsa de la pizza
Para 2 tazas (500 ml) de salsa
- 1 cucharada de aceite de oliva
- 2 cucharaditas de ajo picado
- 1/4 de taza (60 g) de cebolla dulce picada
- 1/2 cucharadita de orégano seco
- 1/2 cucharadita de albahaca seca
- 450 g (1 libra) de tomates frescos en cubos o una lata de 430 g (15 oz) de tomates en cubos sin escurrir
- 1/2 cucharadita de azúcar
- 1/4 de cucharadita de sal
- 1/4 de cucharadita de pimienta negra molida
Preparar los ingredientes de cobertura
Suficiente para 1 o 2 pizzas
- 225 g (8 oz) de queso mozzarella
- un pepperoni de 10 cm (4 pulgadas)
- 110 g (4 oz) de carne de salchicha
- 1/2 cebolla pequeña picada en trozos gruesos
- 1 pimiento morrón dulce picado en trozos gruesos
- aceite de oliva
- 1/4 de taza (60 g) de albahaca fresca
Armar la pizza
- de 1 a 2 cucharadas de aceite de oliva
- 1/4 de taza (60 ml) de harina de maíz
Pasos
Parte 1
Parte 1 de 4:Preparar la masa de la pizza
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1Combina el agua, la yema, la sal y el azúcar. Coloca todos los cuatro ingredientes en un tazón pequeño para mezclar y revuelve cuidadosamente para combinarlos.
- Lo ideal es que el agua esté a la “temperatura de la sangre” o entre 35 a 40 ºC (96 a 99 ºF).
- Permite que la mezcla se asiente durante 5 minutos o hasta que la yema se disuelva completamente y comience a hacer espuma.
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2Forma un pozo con la harina. Vierte la harina sobre una superficie de trabajo limpia y resistente hasta formar un montículo. Convierte el montículo en un pozo profundo con paredes altas usando las manos.[1]
- Para esta receta, amasarás la masa a mano. No obstante, si planeas usar una batidora de mesa, puedes colocar la harina dentro del tazón de la batidora en lugar hacerlo sobre de la mesa o la encimera.
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3Combina el agua y la harina gradualmente. Añade un tercio de la mezcla de agua. Usa un tenedor para golpear cuidadosamente un poco de harina de la pared del pozo hasta que ingrese al charco, pero no dejes que el pozo se derrumbe.
- Después de mezclar el agua con la harina, repite este paso con otro tercio de agua junto con la tercera parte restante.
- Cuando termines, formarás una masa muy pegajosa.
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4Amasa la masa durante 10 minutos. Espolvorea la harina sobre tus manos y amasa la masa durante 10 minutos. Detente solo cuando sientas que la masa esté firme y cohesiva.
- Si prefieres amasar la masa usando una batidora de mesa, hazlo con un gancho para amasar con potencia de baja a media durante 10 minutos.[2]
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5Coloca la masa en un tazón al que hayas colocado aceite. Esparce el aceite de oliva sobre la parte inferior y los lados de un tazón para mezclar grande. Luego, coloca la masa dentro de él y gírala varias veces para cubrir su superficie con aceite.
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6Deja que la masa se eleve. Cubre el tazón con plástico para envolver y deja que se asiente en un lugar cálido durante 60 minutos o hasta que la masa tenga el doble de su tamaño.
- Lo ideal es que la temperatura del aire se sitúe entre los 24 a 29 ºC (75 y 85 ºF).
- Si no tienes un lugar lo suficientemente cálido, calienta el horno a 65 C (150 F). Luego, apaga el horno precalentado y espera varios minutos hasta que se enfríe ligeramente. Después, permite que la masa se eleve dentro.
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7Divide la masa. Separa la masa elevada en dos mitades. Estira cada mitad de la masa hasta formar una bola.
- Coloca las bolas con una separación de 3 cm (1 pulgada) entre sí sobre una superficie ligeramente enharinada. Cuando se expandan lo suficientemente al tacto, estarán listas para usarlas o guardarlas.
- Si quieres guardar uno o ambas bolas para otro día, puedes colocar la masa dentro de un recipiente hermético y congelarla hasta por dos semanas. Sin embargo, antes de trabajar con la masa, descongélala completamente a temperatura ambiente.
Parte 2
Parte 2 de 4:Preparar la salsa de la pizza
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1Machaca los tomates. Coloca los tomates en cubos dentro de un tazón para mezclar y machácalos usando la parte trasera de un tenedor. Continúa haciéndolo hasta que los tomates estén espesos pero con trozos.[3]
- Si no te importa ensuciarte las manos, también puedes machacar los tomates a mano en lugar de usar un tenedor. Si lo haces, en realidad podrás controlar el proceso de una manera más fácil.
- Coloca los tomates a un lado después de machacarlos.
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2Calienta el aceite. Vierte el aceite en una cacerola pesada de 2 litros (2 cuartos). Coloca la cacerola sobre la estufa de fuego medio a alto.
- Deja que el aceite se caliente dure al menos de 30 a 60 segundos. Debes ser capaz de girar la cacerola y cubrir fácilmente la parte inferior con aceite cuando esté lo suficientemente cálida.
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3Cocina la cebolla. Añade la cebolla picada al aceite hirviendo y cocínala revolviendo frecuentemente durante varios minutos o hasta que la cebolla se vuelva ligeramente traslúcida.
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4Cocina el ajo. Añade el ajo picado al aceite y la cebolla. Saltéalo revolviendo frecuentemente durante otro minuto o hasta que el ajo luzca de color dorado.[4]
- Mira el contenido de la cacerola cuidadosamente en este punto. El ajo picado puede quemarse rápidamente si no lo vigilas.
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5Agrega los ingredientes restantes. Añade los tomates preparados, el orégano, la albahaca, el azúcar, la sal y la pimienta a la cacerola.
- Deja que la mezcla se cocine a fuego medio alto revolviéndola con frecuencia hasta que comience a hervir cuidadosamente.
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6Hiérvela a fuego lento durante al menos 30 minutos. Reduce el calor a bajo y deja que la salsa hierva a fuego lento, destapada, durante al menos 30 minutos.
- Puedes hervir la salsa a fuego lento hasta durante 90 minutos. La salsa que hierva a fuego lento durante períodos más largos será más espesa y tendrá mayor sabor.
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7Deja que se enfríe. Retira la salsa terminada del fuego y deja que se enfríe a temperatura ambiente.
- Si quieres guardar parte de la salsa o toda ella para después, puedes verterla dentro de un recipiente hermético y refrigerarla hasta por una semana. Si vas a congelarla, puede durar hasta por dos meses.
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8Licúala si es necesario. Si la salsa luce con demasiados pedazos o espesa, usa una licuadora de mano para hacerla puré hasta que alcance la consistencia adecuada.
- Después de convertir la salsa en puré, estará lista para usarla.
Parte 3
Parte 3 de 4:Preparar los ingredientes de cobertura
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1Ralla el queso. Usa un rallador de cuatro lados para rallar el queso mozzarella en pedazos gruesos. Coloca el queso rallado dentro de un tazón y déjalo a un lado.
- Para que sientas más el queso, usa el doble de este ingrediente y córtalo en tajadas de 6 mm (1/4 de pulgada) de grosor.
- Puedes ahorrar tiempo usando queso previamente rallado o cambiar el sabor mezclando diferentes tipos de queso.
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2Corta el pepperoni en rodajas. Usa un cuchillo filoso para cortar el pepperoni en rodajas. Estas rodajas deben tener entre 3 mm y 6 mm (1/8 y 1/4 de pulgada) de grosor.
- Si deseas, puedes cortar el pepperoni en forma de cubos pequeños en lugar de rodajas.
- Puedes omitir el pepperoni si no quieres incluirlo.
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3Cocina y desmenuza la salchicha. Coloca la carne de salchicha dentro de una sartén a fuego medio. Desmenúzala con una espátula y cocínala, revolviéndola con frecuencia, durante 10 minutos o hasta que esté completamente dorada.
- La salchicha tan solo es opcional. Puedes omitirla o añadir otro tipo de carnes a la pizza. En el caso de algunas carnes, como el tocino, deberás cocinarlas y desmenuzarlas con anticipación. En el caso de otras carnes, como el jamón, tan solo tendrás que cortarlas en rodajas.
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4Escalfa los vegetales en aceite. Llena una cacerola pequeña y de fondo pesado con 5 a 8 cm (2 a 3 pulgadas) de aceite de oliva. Calienta el aceite y escalfa las cebollas y pimientos durante 5 minutos, o hasta que estén suaves.
- Aunque esta receta tan solo enlista las cebollas y los pimientos, puedes usar otros vegetales. Escalfar los vegetales en aceite hará que sepan mejor.[5]
- Deja que el aceite se caliente lentamente a 90 ºC (190 ºF) antes de añadir los vegetales. Si el aceite chisporrotea o emite vapor, estará demasiado caliente. Escalfa los vegetales en este aceite caliente hasta que estén suaves. Luego, retíralos con una espumadera y cuélalos sobre toallas de papel limpias.
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5Corta la albahaca. Corta la albahaca en tiras pequeñas usando tus manos.
- No uses un cuchillo. Cortar la albahaca fresca puede hacer que se marchite.
- También puedes experimentar con otras hierbas frescas, como el orégano y el perejil.
Parte 4
Parte 4 de 4:Armar y cocinar la pizza
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1Precalienta el horno a 230 ºC (450 °F). Deja que el horno se precaliente durante al menos 30 o hasta 60 minutos.
- Mientras tanto, prepara una piedra para hornear pizza o una bandeja para hornear redonda cubriéndola con una capa fina y uniforme de harina de maíz o harina de trigo.
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2Aplana la masa y dale forma. Coloca una bola redonda de masa sobre una superficie de trabajo ligeramente espolvoreada con harina y estírala cuidadosamente hasta formar un círculo plano. Usa tus manos para extender los bordes.
- Si es necesario, usa un rodillo de cocina ligeramente espolvoreado con harina para alisar la masa hasta que obtenga un grosor de 6 mm (1/4 de pulgada) o menos.[6]
- Otra cosa que puedes hacer es extender la masa tanto como sea posible sobre la superficie de trabajo y recogerla cuidadosamente. Coloca ambos puños debajo de la masa y estírala más gradualmente usando un movimiento circular.
- Ten en cuenta que si la masa se retrocede mientras la extiendes, deja que repose durante 5 minutos antes de continuar.
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3Transfiere la masa a la piedra para hornear pizza. Levanta la masa cuidadosamente y colócala sobre la piedra para hornear pizza o la bandeja para hornear preparada. Vuelve a darle forma con los dedos si es necesario.
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4Aplica aceite de oliva con una brocha sobre la corteza. Usa una brocha de pastelería para cubrir ligeramente la parte superior y los lados de la masa con aceite de oliva. Usa tan solo suficiente aceite para aplicar una capa ligera. No empapes la corteza.
- El aceite debe ayudar a que la corteza permanezca crocante incluso después de añadir los ingredientes de cobertura.
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5Esparce la salsa sobre la masa. Vierte con un cucharón 60 ml (1/4 de taza) de salsa para pizza sobre el centro de la masa. Usa la parte trasera del cucharón para esparcir la salsa hacia los bordes.
- Lo ideal es que dejes 1 cm (1/2 pulgada) entre el borde de la salsa y el borde de la masa de la pizza. Si dejas un poco de espacio, evitarás que la salsa burbujee sobre el borde de la pizza y ocasione un desastre.[7]
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6Agrega los ingredientes de cobertura. Esparce el queso sobre la salsa junto con la carne y los vegetales preparados. Termina de rociar la pizza con las hierbas picadas.
- Continúa dejando 1 cm (1/2 pulgada) del borde de la corteza externa al descubierto.
- Añade ingredientes de cobertura moderadamente. Si añades demasiados, corres el riesgo de opacar los sabores en lugar de permitir que se complementen entre sí.
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7Hornea la pizza. Coloca la pizza en el horno y cocínala de 10 a 15 minutos, o hasta que el queso luzca dorado y la corteza se vea de color dorado marrón.
- Considera girar la pizza después de los primeros 5 a 7 minutos para asegurarte de dorarla uniformemente.
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8Córtala en rebanadas y sírvela. Retira la pizza del horno y deja que se enfríe durante varios minutos. Cuando esté lo suficientemente fría para tocarla, córtala en rebanadas para servir y disfruta.
Consejos
- ¿No tienes horno? ¡No hay problema! Puedes hacer una pizza sin horno usando una sartén, una parrilla o una tawa.
Cosas que necesitarás
Preparar la masa de pizza
- tazón pequeño para mezclar
- 2 tenedores
- tabla para cortar, tabla limpia o encimera limpia
- tazón para mezclar
- plástico para envolver
Preparar la salsa de la pizza
- tazón para mezclar mediano
- tenedor
- cacerola de 2 litros (2 cuartos)
- espátula o cuchara de madera
- licuadora de mano
Preparar los ingredientes de cobertura
- rallador de cuatro lados
- cuchillo filoso
- sartén pequeña
- espátula
- cacerola pequeña
- espumadera
- toallas de papel
Armar y cocinar la pizza
- piedra para hornear pizza o bandeja para hornear en forma de pizza
- horno
- rodillo
- brocha para pastelería
- cortador de pizza
Referencias
- ↑ http://www.jamieoliver.com/news-and-features/features/how-to-make-pizza-from-scratch/#LyI8LiyvDsBvGZXu.97
- ↑ http://www.simplyrecipes.com/recipes/homemade_pizza/
- ↑ http://www.foodnetwork.com/recipes/basic-pizza-sauce-recipe.html
- ↑ http://www.kitchentreaty.com/our-very-favorite-homemade-pizza-sauce/
- ↑ http://www.bonappetit.com/test-kitchen/cooking-tips/article/pizza-with-mario-batali
- ↑ http://www.thekitchn.com/how-to-make-really-good-pizza-at-home-cooking-lessons-from-the-kitchn-178384
- ↑ http://www.health.com/health/gallery/0,,20681301_7,00.html