Este artículo fue coescrito por Ollie George Cigliano. Ollie George Cigliano es chef privada, instructora alimenticia y propietaria de Ollie George Cooks en Long Beach, California. Con más de 20 años de experiencia, se especializa en utilizar ingredientes frescos y divertidos, y en combinar técnicas de cocina tradicionales e innovadoras. Además, sus clases de cocina están clasificadas entre las 3 mejores en el área de Long Beach. Ollie George tiene una licenciatura en literatura comparada de la Universidad de California, Berkeley, así como un certificado en nutrición y vida saludable de la Universidad eCornell.
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El puré de calabaza hecho en casa es una base deliciosa para hacer tarta de calabaza, galletas y muchos otros sabrosos platillos otoñales. Se elabora con calabaza fresca horneada y pelada. Este artículo te explica cómo escoger buenas calabazas y prepararlas en puré.
Pasos
Método 1
Método 1 de 3:Escogiendo y procesando las calabazas
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1Compra calabazas confiteras, o chicas. Puedes hacer puré de cualquier tipo de calabaza, pero para obtener un sabor más concentrado, y el mejor para hacer tartas, escoge las más pequeñas, que son las que se usan en las recetas, en lugar de las más grandes. Cada calabaza te rendirá aproximadamente una taza de puré.
- Busca calabazas con carne anaranjada brillante, sin magulladuras, con la cáscara sana y con forma relativamente uniforme.
- Las calabazas boneteras a menudo tienen rayas de colores, como amarillo y verde, aparte de anaranjado. Con ellas lograrás un gran puré, aunque el color podría no ser el clásico anaranjado brillante al que estás acostumbrado.
- Evita las calabazas decorativas pequeñas. Éstas no contienen la pulpa suficiente como para hacer puré, y no se cultivan para comerse.
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2Lava las calabazas. Ponlas bajo el chorro de agua fría y quítales toda la tierra y demás residuos, especialmente si recogiste las calabazas de tu propio jardín o de un huerto.
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3Corta las calabazas. Comienza por cortarles los tallos, dejando el cuerpo intacto lo más que te sea posible. Luego parte la calabaza a la mitad, revelando sus semillas.
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4Retira las semillas. Usa una cuchara grande para sacar todas las semillas de las dos mitades de la calabaza y colócalas en un recipiente, para usarlas después, ya que las semillas de calabaza asadas son deliciosas. También quita todos los hilos anaranjados que puedas.
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5Corta las mitades de calabaza en rodajas. Termina de procesar las calabazas cortando las mitades en cuartos. Ahora deberías tener 8 rebanadas (o más, si estás preparando más de 2 calabazas) con las que trabajar.
Método 2
Método 2 de 3:Asando, pelando y preparando el puré de calabaza
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1Precalienta el horno a 350ºF (177ºC).
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2Coloca las rodajas de calabaza sobre una fuente para hornear. Sepáralas a espacios iguales sobre la fuente, con el lado de la cáscara hacia abajo. Cuida que las rebanadas no se toquen entre sí, ya que si se tocan no se cocinarán parejamente. No es necesario que rocíes las rebanadas con aceite, el puré no debe tener ingredientes aparte de la calabaza si planeas usarlo en alguna receta.[1]
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3Hornea las rebanadas de calabaza. Pon la fuente en el horno y deja que las rebanadas se horneen por alrededor de 40 minutos. Cuando la calabaza esté cocida, podrás atravesar fácilmente toda la pulpa con un tenedor. Sácala del horno y déjala enfriar.
- No ases las rebanadas de calabaza hasta que se doren, ya que esto afectará el sabor del puré. La calabaza debe asarse sólo hasta que esté cocida.
- Pon un poco de agua en la fuente con las rebanadas de calabaza para evitar que se cocinen de más. El agua producirá vapor a medida que se caliente, ayudando a que la calabaza se cocine parejamente sin dorarse.
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4Pela las rebanadas. Una vez que las rebanadas de calabaza se hayan enfriado, quita la pulpa de la cáscara. Usa los dedos para retirar la cáscara de la pulpa de calabaza. Seguramente se separará con bastante facilidad. También puedes usar un tenedor para separar la cáscara si es necesario. Pon la pulpa de calabaza en un recipiente y tira la cáscara.
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5Muele la pulpa de calabaza. Colócala en un procesador de alimentos y muele hasta que esté completamente molido. Revisa para asegurarte que no quede ningún grumo. Si no tienes un procesador de alimentos, puedes usar una licuadora o un pisa-papas.
- Si el puré de calabaza queda demasiado seco, añade unas pocas cucharadas de agua para rebajarlo.
- Si el puré de calabaza esté demasiado líquido, tamízalo usando una tela de gasa y deja que elimine el agua de más antes de guardarlo.
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6Almacena el puré. El puré de calabaza puede almacenarse en el refrigerador en un recipiente hermético y te durará varios días. También puedes ponerlo en bolsas para el congelador y congelarlo por algunos meses.
Método 3
Método 3 de 3:Usando el puré de calabaza
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1Prepara el relleno de una tarta de calabaza. Este es el uso clásico para el puré de calabaza, y además es delicioso. Preparar el puré es la parte más difícil, ahora todo lo que te falta para hacer el delicioso relleno de la tarta es agregarle las especias correctas y algunos otros ingredientes.[2] Para preparar el relleno suficiente para una tarta, mezcla 3 tazas de puré con los siguientes ingredientes, luego vierte dentro de la corteza de la tarta:
- 6 huevos
- 1 cucharada de crema
- 1 1/2 tazas de azúcar morena
- 1/2 cucharadita de sal
- 1 1/2 cucharaditas de canela
- 1 1/2 cucharaditas de jengibre molido
- 1/4 cucharadita de nuez moscada
- 3 tazas de leche evaporada
- 1 cucharadita de vainilla
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2Haz pan de calabaza. Este saludable postre de otoño es una manera deliciosa de usar el puré de calabaza que te haya sobrado. Mezcla el puré de calabaza con harina, bicarbonato, azúcar, aceite de oliva, huevos y chispas de chocolate. Vierte la masa en un molde para pan y hornea. Es simple y perfumará tu casa con un aroma delicioso.
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3Prepara sopa de calabaza. ¿Qué te parece darle al puré de calabaza un uso muy sabroso? La sopa es una excelente opción para la cena de una noche de semana. Simplemente sofríe una cebolla picada y un poco de ajo con un trocito de mantequilla en una olla grande. Añade 2 tazas de puré de calabaza y revuelve hasta que esté bien caliente. Añade 2 tazas de consomé de pollo o verduras y deja que la sopa rompa el hervor, baja el fuego para que hierva lentamente. Agrega sal, pimienta y nuez moscada al gusto. Sirve con un chorrito de crema ácida.
Consejos
- Prepara suficiente puré de calabaza para todo el invierno, luego congélalo en bolsas para congelar de 2 tazas de capacidad.