Si tienes una verruga que sangra, mantén la calma. Si le aplicas presión con un paño limpio y absorbente y la mantienes elevada por encima del corazón, podrás detener el sangrado en pocos minutos. Es normal que una verruga sangre mucho si roza una superficie dura o se araña, así que no te preocupes si te sale mucha sangre. Sin embargo, si tienes una verruga que sangre fácilmente o con frecuencia, es posible que quieras hablar con un médico sobre las posibles opciones de tratamiento.

Método 1
Método 1 de 2:
Tratar una verruga sangrante

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    Aplica presión a la verruga sangrante. Para hacer que la verruga deje de sangrar, trátala como si fuera cualquier otro corte o rasguño. Al aplicar presión a la herida, usa un material limpio, seco y absorbente, como una toalla o un pañuelo. Mantén la presión sobre la herida por varios minutos o hasta que el sangrado se detenga.[1]
    • Al aplicar presión, resiste las ganas de revisar la herida. Reducir la presión incluso por un momento puede prolongar el sangrado.
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    Eleva la verruga sangrante por encima del corazón para reducir el flujo sanguíneo. Si tienes la verruga en la mano, simplemente eleva la mano por encima de la cabeza. Si tienes la verruga en el pie, acuéstate y eleva la pierna lo más alto que puedas. Si tienes la verruga en la cara, mantente sentado o de pie.[2]
    • Si la verruga sangrante está en otra parte del cuerpo, haz lo que puedas para ponerte en una posición que mantenga la verruga por encima del corazón.
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    Limpia la herida con agua y sécala con una toalla limpia. Empieza a limpiar la herida luego de que el sangrado se detenga. Asegúrate de que el agua de grifo que uses sea potable. Después de limpiar a fondo la herida, usa una toalla seca y limpia para secar suavemente el área.[3]
    • Evita el uso de antisépticos para limpiar la herida, pues pueden dañar la piel.
    • Procura no volver a abrir la herida al secar el área.
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    Aplica una venda adhesiva de primeros auxilios a la herida una vez que esté seca. Aplica la venda de manera que la almohadilla esté sobre la herida. Reemplázala si la sangre la traspasa, se ensucia o se moja.[4]
    • Sigue aplicando vendas a la herida durante unos días o hasta que la herida cicatrice.
    • Para acelerar la curación, aplica una capa fina de vaselina a la piel que rodea a la verruga.
    • Si hay alguna hinchazón, enrojecimiento o dolor alrededor de la herida o si observas cualquier otro signo de que la herida se haya infectado, como una temperatura corporal de más de 38 °C (100 °F), consulta con un médico.
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Método 2
Método 2 de 2:
Prevenir el sangrado de la verruga

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    Visita a un médico si la verruga sangra fácilmente. Si bien la mayoría de las verrugas no son motivo de preocupación, los profesionales médicos recomiendan consultar con un médico si tienes una verruga que sangre fácilmente. El médico podrá proveerte un diagnóstico preciso y recomendarte el curso de tratamiento más apropiado. También debes visitar a un médico en los siguientes casos:[5]
    • si la verruga empieza a sangrar con frecuencia o si sangra constantemente
    • si cambia de color, de tamaño o de forma
    • si se extiende a otras partes del cuerpo
    • si te causa algún dolor o molestia (ya sea física o emocional)
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    Evita frotar, hurgar o rascar la verruga. Si bien puede ser difícil no frotar, hurgar o rascar la verruga, hacerlo puede hacer que empiece a sangrar. También puede hacer que se infecte.[6]
    • Frotar, hurgar o rascar la verruga también aumenta el riesgo de que el virus que la causa se extienda a otras partes del cuerpo.
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    No trates de extirpar la verruga. Tratar de hacerlo hará que sangre mucho. También puede dejar una cicatriz. Si la verruga te causa un dolor significativo o vergüenza, y no has tenido suerte con los remedios de venta libre, pregúntale a un médico acerca de los tratamientos posibles, como crioterapia, para extirpar la verruga.[7]
    • Por lo general, los tratamientos de venta libre para las verrugas contienen el ingrediente activo ácido salicílico y vienen en forma de geles, cremas y vendas medicinales.
    • La crioterapia involucra la aplicación de nitrógeno líquido a la verruga. El nitrógeno líquido congelará la verruga, lo cual destruirá las células de la piel. Este es un procedimiento simple y rápido. Una sesión normal durará entre 5 y 15 minutos. Sin embargo, puede ser doloroso. La mayoría de las verrugas se ampollarán, se convertirán en costras y se caerán entre 7 y 10 días después de la sesión de crioterapia.
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Consejos

  • Evita frotar, rascar o hurgar la verruga para minimizar el riesgo de que sangre.
  • Si quieres eliminar la verruga, trata de usar un tratamiento de venta libre que contenga ácido salicílico o visita a un médico para conocer otros tratamientos médicos.
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Advertencias

  • Presta atención a los signos de infección luego de que la verruga sangre, como hinchazón, enrojecimiento, dolor alrededor de la herida o fiebre de más de 38 °C (100 °F).
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Acerca de este wikiHow

Luba Lee, FNP-BC, MS
Coescrito por:
Junta de revisión médica
Este artículo fue coescrito por Luba Lee, FNP-BC, MS. Luba Lee es una enfermera profesional certificada en Tennessee. Recibió su maestría en Ciencias de Enfermería en la Universidad de Tennesee en 2006. Este artículo ha sido visto 26 378 veces.
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