Las escaldaduras ocurren cuando la piel roza la ropa, la piel u otra parte del cuerpo y causa una irritación. Por lo general, se presentan en la parte interior de los muslos, la ingle, las axilas y las tetillas o los pezones. Es un problema muy común, así que no te preocupes porque no es nada grave. En la mayoría de los casos, un poco de humectación y relajación es más que suficiente para solucionarlo. Ten en cuenta que el sudor suele empeorar las escaldaduras, así que es un buen momento para que te tomes una pausa del entrenamiento. Si el problema no desaparece con tratamiento, habla con tu médico para detectar la presencia de posibles problemas subyacentes.

Método 1
Método 1 de 4:
Lubricar y humectar la piel

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    Aplica vaselina en la piel para reducir la fricción. La causa principal de las escaldaduras suele ser la fricción. Para lubricar la piel, toma un poco de vaselina para aplicar directamente en la piel. Esto evitará que se roce con cualquier cosa mientras estás fuera de casa. También ayuda a reparar la piel, dado que protege los poros de la irritación.
    • Puedes usar mantequilla de karité o aceite de coco en vez de vaselina, si lo prefieres. Sin embargo, es posible que tengas que volver a aplicar la mantequilla o el aceite cada pocas horas. La vaselina es ideal porque suele mantener la piel lubricada por más tiempo al atrapar la humedad.
    • La vaselina no es totalmente natural, pero no contiene nada que pueda dañar la piel. La gran mayoría de sus ingredientes proviene de fuentes naturales.
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    Usa una crema o loción con óxido de zinc para reparar la piel. Compra una crema orgánica o una loción con óxido de zinc para promover la curación de la piel. Aplica una gota pequeña directamente sobre la piel para protegerla al rellenar los poros. Este es un tratamiento muy efectivo para reparar las escaldaduras. Sin embargo, no es el mejor lubricante, así que es mejor esperar para aplicar el óxido de zinc al llegar a casa.[1]
    • El óxido de zinc es uno de los ingredientes más comunes que se utilizan para tratar la dermatitis, el eczema, el acné y otras afecciones de la piel.
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    Aplica aloe vera en la piel para minimizar el dolor, en caso de ser necesario. Si las escaldaduras ya no son irritantes, sino dolorosas, aplica un poco de aloe vera. Toma una pequeña gota de aloe vera para aplicar directamente en la piel con movimientos suaves y circulares. El mentol presente en el aloe vera alivia el dolor de la piel sensible.[2]
    • Vuelve a aplicar el aloe vera siempre que sientas que el dolor regresa. Por lo general, los efectos del aloe vera desaparecen después de una o dos horas.

    Consejo: a algunas personas no les agrada la sensación de menta del aloe vera. Si no te ayuda a aliviar el dolor, limítate al óxido de zinc o la vaselina.

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Método 2
Método 2 de 4:
Usar la ropa correcta

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    Usa prendas holgadas para mantener la piel fresca. Las prendas ajustadas pueden causar la formación de escaldaduras debido al roce contra la tela. También promueven la sudoración, lo que puede empeorar las escaldaduras. Evita las prendas ceñidas al cuerpo que estén en contacto con la piel. En cambio, escoge opciones holgadas para evitar la fricción y permitir que la piel se cure.
    • No uses cinturones ajustados, ropa interior ajustada y prendas que te hagan sudar, dado que evitan que la piel respire y pueden empeorar las escaldaduras.
    • En invierno, puedes hacer lo opuesto. Las prendas holgadas podrían atrapar el calor del cuerpo y hacerte sudar más.
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    Opta por prendas hechas de algodón o telas transpirables. Usa algodón siempre que puedas. Las camisas elegantes de poliéster y los bluyines pueden ser tentadores, pero atrapan en calor y pueden promover la sudoración que puede causar la formación de escaldaduras. Los vestidos de algodón, los pantalones cortos y las camisas se encuentran fácilmente disponibles en diferentes estilos. Permitir que la piel respire es la mejor forma de que se cure de forma natural.
    • Por lo general, siempre debes usar telas que se sientan bien sobre la piel. Evita materiales como lana y cuero.

    Consejo: a la hora de hacer ejercicio, algunas personas prefieren las telas sintéticas que absorben la humedad. Estos materiales sintéticos reducen la transpiración y se secan más rápido que las telas naturales. Sin embargo, si no entrenas, posiblemente no sean la opción ideal.

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    Usa pantalones cortos antiroces si el problema se encuentra en los muslos. Muchas personas presentan escaldaduras entre los muslos cuando corren o entrenan. Si este es tu caso, usa un pantalón corto ajustado y antiroces. Estas prendas tienen almohadillas para los muslos para evitar el daño causado por la fricción. Dado que es difícil permitir que esta parte del cuerpo respire, esta es posiblemente la mejor forma de controlar la irritación.[3]
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    Lava la ropa después de usarla una vez para evitar la irritación. Los minerales y la oleosidad de la piel se transfieren a la ropa después de usarla. Si vuelves a usar una prenda, expondrás la piel con escaldaduras a dichos minerales y oleosidades, lo que puede irritarla y prolongar el tiempo de curación.
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Método 3
Método 3 de 4:
Evitar la formación de escaldaduras en el futuro

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    Bebe mucha agua para reponer los líquidos y diluir el sudor. Cuanta más agua bebas, menos sales y minerales tendrá el sudor. Bebe al menos cuatro o cinco vasos de agua al día para que tu piel luzca y se sienta genial. Si mantienes una buena hidratación, será mucho menos probable que sufras escaldaduras en el futuro.
    • Si te cansas o aburres, puedes agregarle una rodaja de lima o limón al agua.
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    Seca la piel y evita el calor para mantenerla seca. Mantén la temperatura en casa lo suficientemente fresca como para no sudar. Evita salir si hace mucho calor afuera. Cuando sudes, frota suavemente el área con un paño seco y limpio. No sudar y mantener la piel seca es ideal para evitar las escaldaduras.[4]
    • Si la resequedad de la piel te genera incomodidad, usa una crema o loción para agregarle un poco de hidratación saludable.
    • El sudor puede empeorar las escaldaduras dado que tiene un nivel relativamente alto de minerales que pueden irritar más la piel. Después de sudar, quítate la ropa, toma una ducha y sécate la piel por completo.
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    Pierde algunos kilos para evitar el contacto piel con piel. Las personas con sobrepeso, en especial en la zona de los muslos, tienen un mayor riesgo de desarrollar escaldaduras. Por lo tanto, realiza ejercicio de manera regular y lleva una dieta equilibrada de cereales, frutas, vegetales y proteína magra. La mejor forma de perder peso es quemar más calorías de las que consumes, así que limita el tamaño de las porciones y muévete tanto como puedas.[5]
    • Procura comer comidas saludables y equilibradas, y evita la comida chatarra y las bebidas endulzadas.
    • Si sueles beber muchas bebidas azucaradas, reemplazar los refrescos y las bebidas deportivas por agua es ideal para perder un poco de peso sin tener que esforzarte demasiado con el equipo de gimnasio.

    Consejo: habla con tu médico para conocer buenas estrategias de pérdida de peso. No existe un método único en cuanto a los programas para perder de peso. Encuentra algo que disfrutes (como andar en bicicleta o practicar algún deporte) para mantenerte feliz y motivado.

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Método 4
Método 4 de 4:
Saber cuándo buscar un tratamiento médico

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    Visita a tu médico si la irritación no desaparece con tratamientos caseros. La mayoría de las veces, las escaldaduras se pueden tratar fácilmente en casa con remedios simples y cambios en el estilo de vida. Si tus escaldaduras no desaparecen después de algunas semanas de cuidados en casa, habla con tu médico. Es posible que hayas desarrollado una infección en la piel lastimada, en cuyo caso te recetará un ungüento antibacteriano o antimicótico que puede ser útil.[6]
    • También debes visitar a tu médico si sientes mucho dolor o comezón en la piel como para no poder dormir por la noche o si tienes otros síntomas, como fiebre o inflamación, enrojecimiento, sangrado o secreción en el área afectada.[7]
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    Llama a tu médico si tienes una enfermedad que te hace propenso a desarrollar infecciones. Ciertas enfermedades (como la diabetes) pueden incrementar el riesgo de desarrollar infecciones de la piel si se irrita o lastima. Si no se tratan correctamente, estas infecciones pueden causar problemas graves.[8]

    Habla con tu médico si tienes escaldaduras y:

    Diabetes.

    Mala circulación.

    Cualquier enfermedad que debilite el sistema inmunitario, como SIDA o VIH, o cáncer. También tienes un mayor riesgo si tomas medicamentos inmunosupresores, como esteroides o fármacos de quimioterapia.

    Cualquier enfermedad que te impida cambiar de posición frecuentemente, como una parálisis o una enfermedad que requiera reposo prolongado.

    Malnutrición.

    Obesidad.

    Eres mayor de 60 años.

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    Consulta acerca de los tratamientos médicos para enfermedades que empeoren las escaldaduras. Algunas afecciones (como sudoración excesiva o hiperhidrosis) pueden hacerte más propenso a desarrollar escaldaduras. Habla con tu médico para saber cómo tratar la causa subyacente de las escaldaduras, en el caso de que no desaparezcan por cuenta propia o regresen de manera constante.[9]
    • Por ejemplo, si tienes hiperhidrosis, quizás te resulte útil someterte a un tratamiento como antitranspirantes recetados o medicamentos que bloqueen los nervios asociados a la sudoración.[10]
    • Si tienes escaldaduras graves relacionadas con la obesidad, tu médico podría recomendarte enfoques seguros y efectivos para controlar tu peso.
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Advertencias

  • La maicena solía recomendarse para aliviar las escaldaduras, pero existen evidencias de que puede atraer a las bacterias y los hongos, lo que puede causar infecciones en la piel.[11]
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Acerca de este wikiHow

Zora Degrandpre, ND
Coescrito por:
Doctora en salud natural
Este artículo fue coescrito por Zora Degrandpre, ND. La Dra. Degrandpre es una médico naturista con licencia en Vancouver, Washington. También es revisora de subvenciones para los Institutos Nacionales de Salud y el Centro Nacional de Medicina Complementaria y Alternativa. Recibió su doctorado en neuropatía en el Colegio Nacional de Medicina Natural en 2007. Este artículo ha sido visto 338 971 veces.
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